21 de marzo de 2024

La moda "anti-rabia" es la pasión de mojigato$ pervertidos

(Imagen cortesía de shutterstock.com).

Respuesta-parodia a teosocharlatane$ egocéntricos, 
polarizados y polarizantes

(Ver además este y este otro artículo para más detalles y filípicas).

En tiempos de descalabro ético, muchos remedos geopolíticos llamados "países" (en realidad, tribus de salvajes sensorio-nihilistas con cuello y corbata, y aficionados de ética sólo para salvar pellejos seborreicos) experimentan múltiples divisiones, y sus circunstancias desafían la manoseada y cada vez más lejana "armonía colectiva". Hay muy pocos líderes que desean preservar diálogos honestos y el equilibrio entre diversos puntos de vista, cuyas iniciativas son ahogadas permanentemente por "camaradas" indignos de toda compasión. Así, por una parte los medios convierten a la rabia en siutiquería condenatoria hacia todo individuo crítico de hartazgo filoso, y por otra se canaliza en un lavado de imagen cínico respecto a tendencias "políticas" manchadas o hediondas de sangre, pero sigue siendo ira, repulsión u odio al fin y al cabo, sólo que más "aceptable".

El alcornoque politizado y bipolar promedio, como consecuencia de esta guerra cotidiana de estupidez, de modo consciente o inconsciente se autoconvence de que "todo aquél que piense distinto a mí es deshonesto", y dicho arrellanamiento mameluco le provee una falsa excusa para dejar la honestidad. Hoy la mala intención y la ingeniería social del temor gobiernan la agenda paroxista, haciendo que la gente no defienda lo ético con odio y desprecio merecidos -en momentos excepcionales y cuando el entendimiento se hace del todo imposible- contra basuras desalmadas en la (anarco) derecha y la (anarco) izquierda que necesitan alimentarse de nuestra sumisión irracional e innecesaria.

Hay algunos teosofastros (muy "sátvicos" ellos al "no culpar a nadie" de sus elecciones bipolares) que sin ningún escrúpulo se "amparan" en lo dicho por Blavatsky de que "la ira es la pasión de los tontos, pues no hace a un hombre más sabio". Esas mismas bestias sanguinarias de "ira diplomática y perfumada" son los que apoyan directa o indirectamente regímenes autocráticos (y pro-ortodoxia cristiana) con "mandamases" de corrupción probada, o "democracias" dirigidas por alcahuetes de interese$ corporativos/individuales. Esos sanguinarios bastardos que vienen prometiendo "hacer mejor las cosas si nos apoyas" son, sin duda, los principales destinatarios de aquella cita blavatskiana, aún sabiendo que Helena condenó la politización de Teosofía en los términos más duros que fue capaz de emplear.

George Bernard Shaw sentenció: "Una persona inteligente se adapta a las circunstancias, mientras que un estúpido insiste en arreglar el mundo a sus propias ideas. Hoy el progreso depende sólo de los irracionales". Añádase que el irlandés se quedó algo corto, en vista de que ahora no basta con ejercer "adaptabilidad", sino "hiper-desenvoltura" y ojalá "sin ningún tipo de límite" (salvo el resentimiento codicioso de SIGLOS entre las tarascas duopolistas que ahora se presentan a modo de "religiosas" o "escépticas"), patrocinada por los reverendos y seglares improvisados del dios-dinero.

Se hace cada vez más necesario denigrar y exponer a los desperdicios "humanos" que han hecho y siguen haciendo del Movimiento Teosófico un cabaret de prostitución intelectual, donde es muy fácil encontrar odiadores y miedosos controlados y paupérrimos de principios. Son ellos y sus acólitos los que contribuyen al espectáculo descarado de "ideología$" capaces de destruir matrimonios, familias, instituciones y países enteros, una y otra vez. Son ellos quienes hacen más infernal la búsqueda de verdaderas orientaciones espirituales y psicológicas; como si fuera poco, aparentan limpiarse lágrimas y mocos con nociones tales como "ignorancia acumulada", "cooperación plena", "posibilidades de justicia/sabiduría ilimitadas" y otras imbecilidades repetitivas que no alcanzan a cubrir sus vergüenzas contradictorias. Esos pendejos serviles de poder corrupto y casquivano perdieron la oportunidad de detenerse a pensar con miras a una autorreforma, condenando la rabia incomodadora de los "poco inteligentes" que "se esfuerzan por cambiar a otros", mas dichos periforros evitan denunciar de modo transparente el odio/rencor "acaramelado", bipolar/multipolar, CONVENIENTE y MULTIMILLONARIO en los "gobiernos" del mundo y sus adversarios.

[Existen varias formas en que un "peregrino teosófico" puede evaluar el estado de su "puente interior" psicoespiritual (Antahkarana). Quizás la más polémica es comparar los niveles de hostilidad y gratitud fraudulenta en la manera que observa a otros, y en su vida real. Para los casos descritos anteriormente, la primera suele camuflarse entre "sentimientos nobles"; la frustración y envidia tradiciobestia/progremelona por los atributos de individuos anónimos es un signo seguro de que dicho conector esotérico está contaminado por los tufos del orgullo, el miedo y la ambición, lo cual es persistente en algunos "preservadores" cuyos nombres reales aparecen hasta en la sopa. Es cierto que H.P.B. y quienes colaboraron con ella eran muy conocidos por relacionarse con grupos aristócratas, pero hoy el auge de internet hace el anonimato más preferible entre quienes podrían abandonar sus payasadas gárrulas de pseudoliteratura y "fraternidad" hechiza.

La mala voluntad de estos ejemplares los torna proclives al atarantamiento y reprimen diabólicamente su sana autovalía, haciendo partícipes a sus audiencias ingenuas o comercializadas. En consecuencia, los muy estúpidos no tienen razones para ocultar su "gratitud" desazonada con la vida, y se sienten muy "orgullosos" de armar y repartir toda una parafernalia de "humildad", "alegría" y "sentimientos amigables" de trincheras divisionistas. Ese aspecto les lleva al deseo de competir y ver a sus enemigos seculares como "inferiores" y autoetiquetarse de "más sabios". Su egocentrismo partidista y revulsivo los tienta a manejar sus críticas "hermanables" o periodos de silencio de modo muy calculado, exponiendo mutuamente defectos reales o imaginarios. 

Entonces, cuando captamos una atmósfera así en el Movimiento Teosófico -u otros-, donde se practican culpabilidades deferentes o sardónicas, se puede concluir que esos grupos están muy cerca de su muerte espiritual. "Ommmmm... No todos mis semejantes son colegas en este 'viaje sagrado' de intereses fiero$. Son más imperfectos que yo, pues al menos elijo siempre 'el menor de dos males' según las órdenes que obedezco. Ommmmm... Desde mi defensoría política les muestro cómo interactuar con los detalles sublimes y toscos de la existencia, pero no quieren hacerme caso; el deber encomendado por mis amos es sembrar cizaña y codearnos con lo injustificable con tal de que nuestra visión emerja triunfante con la venganza que cocemos a fuego lento. Ommmmm..."].  

Aquellos aprendices de idiotas representan sólo una tropa de pusilánimes mediáticos que no salvarán a sus cochambres de "países", estimulando que la letra muerta de la legislación formal tenga poca o nula utilidad durante los "terremotos" que ponen al sistema contra la pared. Mientras no haya condena fuerte, peyorativa y transversal, no evidenciarán nunca la voluntad de crear confianza mutua para concretar reformas éticas y urgentes. Vemos que tampoco les interesa que sus naciones remedien el peligro de enfrentamientos sociales (¡cómo serán de imbéciles!: ¿puede un SEPARATISTA DEGENERADO y fanático zurdo/facho/anarco/demócrata/autoritario/misticoide fomentar verdadera "unidad"?), y de esa manera la familia es para ellos sólo un medio de control sátrapa, un "cadáver" moral disputado por carroñeros anarcos y estatistas, como muy bien insinuara cierto Mahatma teosófico en una de sus Cartas para Alfred Sinnett.

Cualquier persona decente percibirá que una legión de mercaderes espirituales aborrece las críticas directas a los males en sociedad, en razón de que sólo intentan preservar su esquema de negocios a través de la manutención de dichos problemas. Siempre les sale más fácil ser eternamente MEDIOCRES y monicacos con apariencia de sabihondos, vendiendo "soluciones metafísicas" a corto plazo. Pero H.P.B. fue muy clara en su posición, al enviar sendas "bofetadas" en publicaciones a los rapaces de medios económicos, y al igual que William Judge, estuvo de acuerdo en que se cobraran cantidades austeras para financiar directamente los esfuerzos de la Causa Teosófica y transparentando hasta el más mínimo gasto, nunca al objeto de alimentar los bolsillos de gandules, tutores babiecas de medias tintas o lujópatas chillones como sucede hoy en no pocos "centros de estudio". En otras palabras: según los neo-demonios de pacotillería emocional/ideologicastra, estamos "obligados" a aprobar su comercio místico porque ahora no basta con sólo "estar en el mundo", y nos intimidan para "ser del mundo" con odios y formas de violencia sonrientes o escondidas, ya que eso les representa más ingresos.

Refiriéndose a los muertos vivientes de codicia, y como sabia que era, la propia Agente de los Maestros anticipó y recomendó la estrictez requerida contra semejante plaga y otros flagelos en "La Clave de la Teosofía": "Estúpido es el jardinero que trata de eliminar plantas venenosas (...) cortándolas sólo en la superficie, en lugar de arrancarlas desde su raíz". E incluso: "Al servir a dos dueños, sufrirá uno de dos: el trabajo mundano o el filantrópico". Lo correcto, por ende, es hacer conciencia de que TODA actividad decorosa y generadora de capital tenga una base ética, y no hacer que sólo "algunas" tengan más "relevancia" entre ciertos bribones clasistas y de colmillos largos, los mismos fascistoides que en internet y sus libros vacuos avientan "no juzgar a nadie", pero con la pandemia de 2020 fueron los primeros en responsabilizar a blancos conscientemente elegidos, azuzando la misma rabia ciega -o "amable"- entre hordas de pseudoesceptiranos zurdeques y cientifimohínos antiparapsicología y antiesoterismo.

A los "pobres e inocentes hijos de su tiempo" envueltos en escándalos corruptivos hay que darles muchas oportunidades, incluso más de las que merecen, para ser perdonados "setenta y siete veces siete" (y ojalá también 77 elevado a un millón) y sobornar a jueces, abogados o fiscales con tal de que nunca se abran los sepulcros fétidos y bien custodiados en todas las clases sociales. Los "pobres e inocentes hijos de sus circunstancias" necesitan mucho tiempo para reorganizar sus hampas "aristocráticas/arrabaleras" y posar como "guardianes de patriotismo", mientras los cesantes ilustrados (gente meritoria, esforzada y con bastante más cacumen que muchas "prostiautoridades" juntas) y víctimas de estafa universitaria deben "trabajar" en rubros hacinados de prepotencia, pecuniofilia y chingadería explotacional, dando en el gusto a los multimillones de puñeteros zurdos/fachos que se repletan los bolsillos amansando y encubriendo a los verdaderos responsables y autores ideológicos del crimen. Y es muy inteligente, también, que esos "pobres e inocentes hijos de su tiempo" sean bendecidos por todos nosotros, el Universo y los arcángeles orgásmicos y ansiosos de misericordia, pues ellos -cómo no- son nuestras brújulas intocables que siempre deben estar por encima de las leyes y buenas costumbres, liberándose con fianzas sólo porque debemos suponer que al sistema judicial "se le antoja" cobrarles por "inspiración" u "ocio". Como "todos nosotros" somos "indignos" de lanzarles piedras, y "todos" hacemos el mismo mal "de manera exacta e irredargüible", hay que aferrarse a las puras e inmaculadas tradiciones generacionales "de banderita" (meras felicidades inútiles que alimentan a babiecas sensualistas), pues "todos" los oligarcas de nuestros "países" saben muy bien lo que hacen y debemos confiar ciegamente en ellos, todo el tiempo, para que éstos últimos y los nigromantes que les asesoran nunca lleguen a prisión.

Es imposible tener un "país" armónico si el altruismo y el espíritu de ciudadanía responsable no forman parte de la vida diaria, lo cual es muy diferente de las leyes escritas. Hoy casi nadie quiere zafarse del control político putañero ni sacrificarse con tal de contribuir a una mejora de la "civilización", ni trascender la búsqueda de placeres inmediatos y fracasados. Por las amenazas continuas desde las cúpulas partidistas, casi nadie tiene la hombría/mujería de servir verdaderamente a sus compatriotas, sacando a la luz sin compasión los excrementos pervertidores de la "pobrecita progenie de su tiempo" o sus tráficos de influencias (siendo que varios especímenes provienen de sedicientes "alcurnias"), y que de paso "aleccionan" a las clases desfavorecidas, casi igual de chabacanas y desorientadas como la mesocracia o "los de allá arriba". El exceso de egoísmo y la ignorancia están plenamente naturalizados, por cuanto sólo resta humillar en retorno con abominaciones y aspereza de palabra SUBSTANCIALES e INEGOÍSTAS a los agentes visibles u ocultos.

Sembraron rencores e inequidad en su "carácter incuestionable", y eso es lo que tendrán, amén de dolorosas catástrofes en el mediano plazo. "NI PERDÓN NI OLVIDO, NI COMPASIÓN NI RESPETO POR QUIENES NO LOS MEREZCAN". La espiritualidad nunca nos fue concedida para servir como "retrete de consciencia". Y suele ser muy cierto que quien muestra más espectáculo externo, alberga mayor vacío por dentro. Vaya que hacen falta más Zazies (el inolvidable personaje de Raymond Quenau), pour envoyer tout de suite ces déliquants à la con...

Aquila in Terris