21 de abril de 2024

El "mentirasombroso" Randi y la estafa de su "reto paranormal"

Por Sean Connelly ("Peebrain"), reproducido de PsiPog.net,
https://skepticalaboutskeptics.org


El 29 de enero de 2005 y en la sala virtual de chat, hablábamos sobre el "desafío paranormal" de US$1 millón propuesto por James Randi. Para quienes no lo sepan, la versión breve es que dicho ex-mago está dispuesto a otorgar ese premio a cualquier individuo que constate un hecho o habilidad parapsíquicos. Comúnmente nos preguntan por qué no aceptamos el reto con todo lo que hablamos en PsiPog; claramente podemos ser candidatos, y parece ser dinero fácil. Durante el coloquio, la usuaria Annie observó que el pago era en forma de bonos, no en efectivo, explicando cómo aquéllos pueden "valer" legalmente un millón de dólares, pero en realidad serían del todo inservibles.

Decidí investigar el asunto. Había pensado en "recoger el guante", y sé que algunos de mis amigos también... ¡millones de dólares semejan un dulce muy tentador! Pero al mismo tiempo, he oído que Randi se hizo fama de deshonesto, y como veréis a continuación, el supuesto premio es una estafa.

Empecé enviando un correo electrónico a Randi, y todo fue cuesta abajo desde ese momento. Me llevaría una eternidad precisar los detalles, y serían muy aburridos de leer; por ende, seré conciso. Obviamente estoy sesgado porque jugué un rol clave en esta situación, y no tenéis que confiar en mí por completo. Publicaré los registros de lo sucedido al objeto de confirmar el resumen. Permanezco abierto a cualquier discusión y pregunta; sólo escríbanme por el chat o también a peebrain@psipog.net [N.del T.: se desconoce si la dirección sigue activa].

¿Qué es un bono y por qué es distinto al efectivo? Primero, hay que entender cómo funcionan los bonos. Estaba realmente confundido al inicio, pues si Randi ofrece un millón de dólares, ¿cómo puede ser una recompensa "inútil"? En apariencia es muy claro. Los bonos constituyen certificados de deuda, o básicamente pagarés. Los gobiernos o corporaciones necesitan dinero para financiar proyectos, por lo que acuden a los ricos y les dicen "dennos algo de peculio y les pagaremos intereses; luego de un tiempo, les devolveremos todo su capital”.

Los bonos tienen cuatro elementos clave: el emisor, la tasa de interés, los plazos para devolver el dinero y la cantidad prestada. Veamos un ejemplo. Para su panadería, el señor A. necesita dinero con tal de adquirir un horno, y comienza a percibir ganancias por sus ventas, pero no dispone de fondos para activar los engranajes mayores. Entonces recurre al patrocinador B. y le dice "si me das US$10.000, te pagaré $100 todos los meses durante dos años, y recibirás de vuelta tus 10.000". Esto es atractivo para A. porque puede poner en marcha su empresa y con ello aumentar los ingresos. El trato se cumple, la panadería crece y el dueño está feliz. El rico también está conforme porque le da $10.000 y no tiene que hornear, comprar equipos ni contratar empleados. Vemos así cómo y para qué existen estos lazos: los ricos quieren más dinero y los empresarios pobres desean un negocio exitoso (sé que estoy simplificando todo para que se entienda, y en realidad es un poco más enrevesado).

¿Cómo pueden los bonos implicar dinero legalmente, y a la vez no tener valor? ¿Dónde está el problema? ¿Y si la panadería de A. no tiene éxito y quiebra? ¿Qué pasa con los $10.000? Básicamente, todo se pierde. El rico no recibe sus $100 mensuales y además pierde su caudal.

¿Y cómo se traduce esto en el "desafío" de James Randi? El premio no es en efectivo, sino con bonos que VALEN un millón de dólares. Hubo mucha gente dispuesta a financiar el proyecto y todos dieron pagarés a Randi, que en total suman un millón de dólares. De esta forma, es posible que sean inválidos, pues ¿qué pasa si muchos de ellos son de corporaciones a punto de ir a la bancarrota? ¿Tal vez no tengan que pagar los bonos por otros 40 años? En nuestro ejemplo, A. canceló todo en 24 meses, y a esto se llama "vencimiento" del bono. Algunos títulos prescriben en pocos años y otros luego de décadas. Si Randi otorga un premio que no vence en 40 años, entonces legalmente tengo un millón de dólares, pero no puedo USARLOS hasta que venzan los documentos. Como podéis colegir, hay muchos escenarios diferentes en que los bonos valdrían LEGALMENTE un monto específico, pero en realidad no serían útiles.

El siguiente paso fue averiguar cuánto valen realmente dichos certificados. Envié un email a Randi con la dirección que proporcionó en su sitio; cortésmente señalé el acápite en las Reglas de que la recompensa estaba en bonos, y pregunté qué corporaciones los emitían, y cuáles eran las tasas de interés y fechas de vencimiento. James respondió: "Postule, o váyase".





Le expliqué que buscaba más detalles sobre el premio, lo cual no tenía nada que ver con mis pretensiones, sino sólo eran preguntas encaminadas a obtener datos. Randi escribió: “Inmediatamente convertible en dinero. Eso es todo en lo que me voy a involucrar. Postule o esfúmese”. Mis dudas continuaban igual. "Inmediatamente convertible", pero ¿en cuánto dinero? ¿Y a través de quién?


Escribí de nuevo a Randi, solicitando aclaraciones. No quería ser molestoso, pero de facto no estaban respondiendo. ¿Por qué debía postular en caso que los bonos fueran inválidos? Las Reglas del desafío establecen que eventualmente soy responsable de todos los costos incurridos en la búsqueda del premio, por lo que es muy factible que debiera pasar por una serie de obstáculos engorrosos, gastar mi dinero y quedarme sólo con una pila de certificados vacíos para demostrarlo.

Randi me derivó con un tal Kramer, cuyo trabajo era administrar todas las candidaturas de aserciones paranormales. Se presentaba así en un mensaje: “Randi señaló que me comunique con usted directamente, respecto a sus consultas sobre el desafío de la JREF (...). Me encargo de todas las actividades relacionadas con ello, y podéis escribirme en caso de preguntas”.




De acuerdo. Cortésmente expliqué mi situación a Kramer y formulé las mismas interrogantes. El tipo replicó: “Hasta ahora, estás lleno de mierda. Esa es NUESTRA perspectiva. Postula o lárgate. No tenemos que probarte nada. Si realmente tienes habilidades, las presentarás”. ¡Guau, gracias por la cortesía!






Antes de contactarlos, sospechaba que las cosas se pondrían feas, por lo cual traté de mantenerme dolorosamente educado, lógico y consistente desde el principio. Incluso previo a escribirles, supe que Kramer publicaba conversaciones por email en los foros de su sitio, comentando que un "imbécil" les hacía preguntas. Más tarde encontré el hilo nuevo en dicha página electrónica.

Esperé encontrar un montón de pseudoescépticos burlándose de mí, y así fue. Lo que no imaginaba es que Kramer EDITÓ los correos antes de publicarlos. De improviso, su amable frase "lleno de mierda" quedó como "lleno de tonterías", y el empático "postule o esfúmese" de Randi devino en "tiene sólo dos opciones: participar o abstenerse". También hicieron otros cambios menores para convertir el texto en uno severo, pero cortés.







Ahora bien, ¿es esto un gran problema? En realidad no. Sin embargo, obviamente fue un todo un lío para Kramer, o no se habría tomado el tiempo para elaborar esta manipulación. Por fortuna, mi mensaje aún era transmitido en el registro público del foro. Quizás dicho personaje modificó las entradas para que Randi y él mismo "se vieran mejor", pero mis preguntas seguían ahí. Para mi sorpresa, algunos miembros me apoyaron al corroborar que esas dudas eran legítimas.

Visto que otros usuarios estaban de acuerdo con mi postura, Kramer decidió publicar una respuesta que jamás llegó a mi correo electrónico, y la única razón de haberla descubierto fue porque sabía que él se esforzaba para hacerme quedar como "idiota" en el foro (como hizo con todos los demás que le enviaron mensajes privados). Kramer sostuvo después que el galardón era en EFECTIVO y no bonos. "Vaya", pensé, "esto es una sorpresa". Las reglas establecen: "(...) la JREF pagará al reclamante el resto del premio, por un total de US$1.000.000 (...) en bonos negociables, retenidos por una empresa de inversión en Nueva York". Esto se puede leer de múltiples formas; personalmente, lo interpreto en el sentido de que la recompensa constituye dichos títulos, al tiempo que Kramer decía lo contrario basándose en la cotización del valor. Así que yo era el "idiota", ¿verdad? Por suerte, otros que tal vez no aceptaban la parapsicología eran lo suficientemente cuerdos para ver que mencioné un problema lícito. Si Kramer sostiene que el pago es en efectivo, entonces debieran cambiar la página de reglas.

Durante ese tiempo, comencé a postear en los foros para exponer mi criterio, y señalar también que Kramer había editado las comunicaciones. Los argumentos se veían muy interesantes, pero más lo fue el meollo del asunto: las exigencias no eran transparentes en cuanto a que el premio es en efectivo; y si era en bonos, entonces ¿cuáles son los detalles?

Lo siguiente me dejó totalmente alucinado. Kramer publicó haber "recibido un correo" mío, donde yo "elogiaba su arduo trabajo" y diciéndole que "el malentendido se resolvió". El problema es que jamás acusé recibo de este mensaje. Me quedé en shock. Ahora no se trataba de "ediciones menores" para influir en la gente de un modo u otro, y recurría a una mentira descarada. Pensé que Kramer pudo ser víctima de alguien que se hizo pasar por mí, pero lo cierto es que envié emails a Randi y Kramer desde una cuenta privada, la cual no utilicé para nada más. Nadie en los foros, PsiPog y ni siquiera mis amigos cercanos saben cuál es la dirección. Para que un tercero falsificase el correo, tendría que mandar un mensaje a Kramer desde otra cuenta (lo que debería hacer que éste sospechara), o distorsionar alguno desde la mía (que, nuevamente, conocen sólo yo y los dos interlocutores). Además de eso, Kramer mostró su disposición a manipular correos. Traté de hacer que se investigara el asunto, pero rápidamente se descartó bajo todo tipo de excusas. Y a Kramer no le importaba, por cierto.

La mayoría de foreros acordó que era menester aclarar el tema, porque los detalles no eran convincentes desde el principio; así, alguien ofreció escribir un apartado de FAQs ("Preguntas Frecuentes") sobre el desafío, y publicarlo en el sitio. La idea era que Kramer derivara a los interesados hacia dicho texto y ahorrarle tiempo. En la redacción, su autor planteó una consulta sobre la forma del dinero, y anteriormente ya vimos que era "en efectivo".

El párrafo decía: “Si alguien gana, ¿cómo se le pagará? -Aunque el dinero se mantiene en bonos como forma de mostrar al público que realmente existe, los certificados se convertirán a dólares estadounidenses antes de pagarse. Los primeros $10.000 en metálico se cancelarán con cheque, tal como establecen las reglas. El método común para otorgar una cuantía grande como los $990.000 restantes es mediante transferencia electrónica, y es razonable suponer que así es como se pagará también este premio en metálico”.

Esto es lo que Kramer había estado diciendo todo el tiempo, y eso se identificó como el origen de "mi confusión". Al tipo le encantaron las FAQs y decidió postearlas oficialmente; por supuesto, hizo algunas modificaciones al borrador y dejó el texto de la siguiente forma:

“Si paso la prueba formal y gano el desafío, ¿cómo me pagarán? -Los primeros $10.000 en metálico se pagarán con cheque, como establecen las reglas, inmediatamente después de la demostración exitosa. El dinero se mantiene en forma de bonos, con tal de mostrar al público que el capital realmente existe. Estos certificados convertibles se darán al ganador dentro de los 10 días posteriores a la aprobación del testeo formal. El método de transferencia de dichos bonos quedará a discreción de la JREF y el ganador, de acuerdo con los estándares legales aceptables”.

N.del T.: El 1 de abril de 2007, la JREF presentó el nuevo Reglamento de Postulación, aumentando sus cláusulas de 12 a 16 y manteniendo el aserto que Connelly impugnó.

Y al final, resulta que el premio SON LOS BONOS. Mi suposición original era correcta después de todo, y mis preguntas siguen en el aire. ¿Qué se puede decir? Lo más obvio es que Kramer ciertamente no es digno de confianza. Editó correos electrónicos, dijo a todos que el premio era "en efectivo", y nadie sabe de dónde vino el email falso (Kramer tampoco mostró información para averiguarlo). Al momento de escribir esto, el sujeto no abordó los escollos iniciales que provocaron todo este fiasco (recapitulando, quién emitía los bonos, cuáles eran las tasas de interés y las fechas de vencimiento).

Si bien los integrantes del mencionado foro muestran diversos niveles de incredulidad, Kramer no muestra nada relacionado con el escepticismo verdadero y saludable. Su mente es la de un fundamentalista egocéntrico: él tiene razón, todos los demás se equivocan y "está bien trastocar la verdad" para convencer. Si alguien de ustedes considera participar en el "desafío paranormal" por Randi, sería muy ingenuo al pensar que es "tan claro y simple" como lo describen. Cuando firmes la solicitud, estarás amarrándote a un contrato con ellos. Y si les resulta tan difícil jugar limpio cuando se trata de unos cuantos mensajes, imaginemos cómo actuarán cuando exista un millón de dólares en disputa... suponiendo que los bonos realmente valgan.