25 de enero de 2022

Una descripción de la Teosofía (2 de 4)


La Ley de los Ciclos

"La doctrina de los Ciclos es una de las más importantes en todo el sistema teosófico, aunque es la menos conocida de todas y la más infrecuente a que se hace referencia", escribió William Judge [28].

El último cuarto del siglo XIX fue un período muy importante y crucial en la historia y evolución de la humanidad, ya que tres grandes ciclos se fusionaron al mismo tiempo, lo que constituye una ocurrencia muy poco común. El primer ciclo de 5.000 años de la Kali Yuga -"Edad Oscura" o "de Tinieblas" a que se alude en el hinduismo, e iniciada con la muerte de Krishna*- debía llegar a su fin entre 1897 y principios de 1898, y podemos hallar mencionada su gran relevancia en varias partes de la literatura teosófica.

*De acuerdo a la doctrina teosófica, el Kali-Yuga o Edad Oscura durará 432.000 años terrestres (N.del T.).

En el libro "Letters That Have Helped Me" ("Cartas que me han ayudado") de Judge, su autor afirmaba hacia 1890: "El ciclo presente, que concluye entre el 17 de noviembre de 1897-18 de febrero de 1898, es uno de los más importantes de todos los que han existido" [29], e igualmente la Teosofía consigna que "el instante del comienzo de Kali-Yuga fue a las 2 h. 27 m. 30 s. a.m. del 16 de febrero del año 3102 a. de C." [30].

Por su parte, y en la introducción a "La Doctrina Secreta" de 1888, H.P.B. señala que "dentro de unos nueve años [es decir, 1897] terminará la primera fase de los primeros cinco milenios, que comenzó con el gran ciclo de Kali-Yuga (...) No tenemos que esperar mucho, y varios de nosotros presenciaremos el comienzo del nuevo periodo, al final del cual no pocas deudas se establecerán y cuadrarán entre las razas" [31].

Más adelante, en la misma obra, sostiene: "El alcance, la profundidad y la extensión exactas de los misterios de la Naturaleza sólo se encuentran en las ciencias esotéricas orientales. Tan vastas y profundas son éstas que apenas unos pocos, muy pocos de los Iniciados más elevados -aquellos cuya propia existencia es conocida sólo por un pequeño número de Adeptos- son capaces de asimilar el conocimiento. Sin embargo, está todo allí, y uno a uno los hechos y procesos en los talleres de la Naturaleza encuentran su camino en las ciencias exactas, mientras que una misteriosa ayuda se da a raros individuos para desentrañar sus arcanos. Es al final de los Grandes Ciclos que tales eventos generalmente tienen lugar en conexión con el desarrollo racial. Estamos en el cierre del ciclo de 5.000 años del presente Kali-Yuga ario; y entre este momento y 1897 habrá una gran renta a pagar en el Velo de la Naturaleza, pues la ciencia materialista recibirá un golpe mortal" [32].

La segunda de estas tres grandes fases se relacionó con las edades astronómica y astrológica e implicó el desvanecimiento gradual de la antigua Era de Piscis y el comienzo paulatino de la Nueva Era de Acuario. La Edad Antigua estaba llegando a su fin y la Era o Ciclo Acuariano iniciaría su curso de aproximadamente 2.155 años desde el comienzo del nuevo siglo en 1900.

Desde la perspectiva de las observaciones y los cálculos realizados por astrónomos, la actual Era de Acuario comenzará dentro de 100 o incluso 200 años, pero algunas afirmaciones de H.P.B. sugieren específicamente el año 1900 y sabemos que un viejo periodo no se detiene repentinamente en un momento y el siguiente llega de forma abrupta, tal y como la noche no da paso bruscamente al día y viceversa, porque siempre existe un período crepuscular o interludio. La filosofía india llama a este proceso el período Sandhya, o el ocaso cuando un período cíclico se desvanece y uno nuevo ingresa progresivamente.

La fecha de 1900 está implícita en la serie de artículos titulada The Esoteric Character Of The Gospels, afirmando que "existen varios ciclos notables que llegan a su fin en las postrimerías de este siglo", concluyendo H.P.B. en este pasaje del artículo con la declaración bastante profética de que "cuando el equinoccio (...) se ubique, dentro de unos pocos años, en el signo de Acuario, los psicólogos tendrán que trabajar un poco más y la idiosincrasia psíquica de la humanidad experimentará un gran cambio".

Además, junto con estos dos ciclos, hubo una fase que se conoce en la terminología teosófica como "ciclo centenario" o del "fin de siglo". Se dice que en el Tíbet del siglo XIV, Tsong Kha-pa (reencarnación de Gautama Buda y fundador de la escuela Gelugpa o rama del budismo tibetano) ordenó que la Hermandad Esotérica enviara a uno de sus miembros al mundo occidental en el último cuarto de cada siglo, para ayudar a lograr una mayor consciencia e iluminación espirituales. Se sabía y entendía que sólo un individuo en los postreros 25 años de la centuria podía emplearse activamente para este propósito, y tales eran y son las restricciones reales de la Ley Cíclica y Kármica.

Los Maestros conectados con el Movimiento Teosófico han dejado en claro, al igual que H.P.B. y su cofundador William Judge, que esos Seres no imparten ni pueden impartir mayores enseñanzas de su Sabiduría-Ciencia secreta, excepto en el cuarto final secular, mientras que los siguientes 75 años están destinados a utilizarse para la promulgación de los conceptos y verdades que se han presentado en ese ciclo, dando tiempo para la germinación y el crecimiento de ideas correctas y comprensión apropiada en las mentes y corazones de la humanidad general, si los estudiantes de la Enseñanza hacen su trabajo para la Causa como es debido.

Así, se nos dice que Franz Anton Mesmer, el Conde Cagliostro y el Conde St. Germain fueron agentes nombrados específicamente por los Maestros en el mundo para este propósito a fines de los años 1700:

"Mesmer (...) fue un miembro iniciado de las Hermandades de los Fratres Lucis y de Lukshoor (o Luxor), o la rama egipcia de ésta última. Fue el Concilio de 'Luxor' que lo seleccionó -según órdenes de la 'Gran Hermandad'- para actuar en el siglo XVIII como su pionero habitual, enviado en el último cuarto de cada siglo para iluminar a una pequeña porción de las naciones occidentales en el saber oculto. Fue St. Germain quien supervisó el desarrollo de los eventos en este caso; y más tarde Cagliostro recibió el encargo de ayudar, pero habiendo cometido una serie de errores más o menos fatales, se le hizo volver. De estos tres hombres que al principio fueron considerados como charlatanes, Mesmer ya está vindicado, y la justificación de los otros dos seguirá en el próximo siglo" [33].

A fines de los años 1800, este periodo centenario coincidió con el cierre de los otros dos, lo cual es un acontecimiento extremadamente raro, siendo la primera vez que ocurrió desde el edicto de Tsong Kha-pa y una época muy importante en la evolución de la consciencia humana. Por lo tanto, no fue casualidad ni accidente que el Movimiento Teosófico apareciera públicamente en escena el 17 de noviembre de 1875, pues la fecha es muy significativa esotéricamente y está llena de significado para los estudiantes de Teosofía.

"Se descubrió que el tiempo estaba maduro", declaraba H.P.B. en 1889, "lo cual se demuestra por el esfuerzo decidido de tantos estudiantes fervientes por llegar a la Verdad, a cualquier costo y donde sea que esté oculta. Al comprobar esto, los custodios permitieron que al menos algunas partes de esa Verdad se proclamaran. Si los cimientos de la Sociedad Teosófica hubieran sido pospuestos unos años más, la mitad de las naciones civilizadas se habrían convertido para entonces en materialistas de rango, y la otra mitad en antropomórficas y fenomenalistas" [34].

"Debo decirles que durante el último cuarto de cada centuria los 'Maestros' de quienes he hablado intentan ayudar en el progreso espiritual de la Humanidad de una manera marcada y definida. Hacia el final de cada siglo, invariablemente descubrirás que ha tenido lugar un derramamiento o agitación de espiritualidad, o misticismo si lo prefieres. Alguien o más personas han aparecido en el mundo como sus agentes y se ha impartido una cantidad mayor o menor de conocimiento oculto y enseñanza. Si quieres hacerlo, puedes rastrear estos movimientos anteriormente en el tiempo, siglo tras siglo, en la medida en que se extiendan nuestros registros históricos detallados (...) Si el presente intento en la forma de nuestra Sociedad tiene más éxito de lo que lograron sus predecesores, entonces existirá como un cuerpo organizado, vivo y saludable cuando llegue el momento del esfuerzo en el siglo XX" [35].

En otra parte, explicaba: "En cada siglo se intenta mostrar al mundo que el Ocultismo no es una superstición vanidosa, y una vez que la puerta se haya mantenido un poco entreabierta, se abrirá cada vez más con cada nueva centuria. Los tiempos están maduros para un conocimiento más serio que el permitido hasta ahora, aunque todavía muy limitado" [36].

Fue H.P.B. quien había sido elegida y preparada como "Agente directa" y Mensajera de los Maestros en el mundo para el ciclo 1875-1900. Teniendo en cuenta que este período implicó la intersección de las tres grandes fases ya referidas, esto puede proporcionarnos alguna idea o indicio de los tremendos poderes, conocimientos y capacidades que poseyó H.P.B., así como su estado y posición como Iniciada, porque seguramente los Maestros no enviarían a alguien incompetente o incapaz para una misión de tan seria y enorme responsabilidad en un momento tan crucial.

De hecho, en una ocasión el Maestro K.H. se vio en la necesidad de recordar al coronel Olcott lo siguiente:

"No tenemos favoritos ni afectos por las personas, sino sólo por sus buenos actos y humanidad en general, pero empleamos agentes, y los mejores disponibles. De éstos y durante los últimos treinta años, la cabeza ha sido la personalidad conocida como H.P.B. para el mundo (y de otra forma para nosotros). Imperfecta y muy problemática, sin duda, no obstante ella prueba a algunos que no hay posibilidad de que encontremos una persona mejor en los años venideros, y vuestros teósofos deberían comprenderlo (...) Los teósofos deberían aprender de ello. Comprenderá más adelante el significado de esta declaración, así que téngala en cuenta. Puesto que su fidelidad a nuestro trabajo es constante y los sufrimientos han caído sobre ella, ni yo ni ninguno de mis hermanos asociados la abandonará ni suplantará. Como dije una vez antes, la ingratitud no está entre nuestros vicios (...) Pero esto debe contarlo a todos: Ella está estrechamente relacionada con asuntos ocultos. No la hemos abandonado y tampoco está 'entregada a los chelas'; es nuestra Agente Directa, y le advierto que no permita que vuestras sospechas y resentimiento contra 'sus muchas locuras' desvíen su lealtad intuitiva hacia su persona" [37].

En otra carta a otro teósofo, el mismo Maestro había escrito anteriormente sobre lo que llamó "el intento centenario" de 1875-1900:

"Si durante generaciones hemos 'excluido al mundo del conocimiento de nuestro conocimiento', es a causa de su absoluta incapacidad; y si a pesar de las pruebas dadas todavía se rehúsa a ceder a la evidencia, entonces al final de este ciclo nos retiraremos a la soledad y a nuestro reino de silencio una vez más (...) Nuestra misión es zambullirnos y sacar las perlas de la Verdad a la superficie; la suya, limpiarlas y convertirlas en joyas científicas. Y si se niegan a tocar la concha de ostra mal formada, insistiendo en que no hay ni puede haber alguna perla preciosa dentro de ella, entonces, una vez más, nos lavaremos las manos de cualquier responsabilidad antes que el género humano. Durante innumerables generaciones el Adepto ha construido un templo de rocas imperecederas, la torre de un gigante de PENSAMIENTO INFINITO, donde el Titán habitó y aún habitará solo si es necesario, saliendo de ella sólo al final de cada ciclo para invitar al Elegido de la humanidad para cooperar con él y ayudar a su vez a iluminar a los supersticiosos. Y continuaremos en ese trabajo periódico; no nos dejaremos desconcertar en nuestros intentos filantrópicos, hasta el día en que los cimientos de un nuevo continente de pensamiento estén tan firmemente construidos, que no prevalezca la oposición y malicia ignorante guiada por los Hermanos de la Sombra".

"Pero hasta ese día de triunfo final alguien tiene que ser sacrificado, aunque aceptamos víctimas voluntarias. La tarea ingrata le fue encomendada a ella [H.P.B.], abatida y desolada en las ruinas de miseria, incomprensión y aislamiento; pero tendrá su recompensa en el más allá porque nunca fuimos ingratos" [38].

En su artículo de 1895 titulado "The Closing Cycle", Judge enfatiza muy claramente este hecho de las restricciones cíclicas y la responsabilidad de los teósofos, pero como veremos más adelante, sus palabras y advertencias fueron rápidamente olvidadas o ignoradas en uno de los períodos más cruciales en el desarrollo del Movimiento Teosófico:

"Nada es más claro que lo que H.P. Blavatsky dijo, bajo la autoridad directa de los Maestros, que en los últimos veinticinco años de cada siglo la Logia y sus agentes realizan un esfuerzo con Occidente, y que cesa en su forma e influencia directa y pública con el vigésimo quinto año. Aquéllos que creen en ella creerán esto; aquéllos que piensan saber más sobre el asunto que ella inventarán otras ideas adecuadas a sus fantasías".

William Q. Judge (1851-1896).

“Ella explicó, al igual que todos los que son enseñados (como muchos) por los mismos Maestros, que si el esfuerzo público fuera a continuar más allá de lo permitido, se generaría un efecto muy similar a la indigestión, pues debe darse tiempo para que sea asimilado, o de lo contrario la 'sombra oscura que sigue a todas las innovaciones' aplastaría el alma del ser humano. El gran público, la masa, debe tener tiempo y también material. El tiempo es siempre. El tema fue proporcionado por los Maestros en el trabajo realizado por H.P. Blavatsky a través de sus libros y lo que surgió de ellos; ella y los Instructores han declarado -y nuevamente lo afirmo en beneficio de aquellos que tienen fe en mí- que los últimos la ayudaron a escribir 'La Doctrina Secreta', de modo que los futuros setenta y cinco o más años deberían tener algún material sobre el que trabajar, y que en el futuro ese libro y sus teorías se estudiarían ampliamente. El material que se entregó tiene que ser examinado, para asimilarse por el bienestar de todos (...)".

"Tenemos que hacer lo que Buda dijo a sus discípulos: predicar, promulgar, exponer, ilustrar y aclarar en detalle todas las grandes cosas que hemos aprendido. Ese es nuestro trabajo, y no el despertar de cosas sorprendentes como la clarividencia y otros asuntos astrales, ni cegar el ojo de la ciencia por descubrimientos imposibles para ellos, pero accesibles para el ocultista. El plan del Maestro no ha cambiado y lo dio hace mucho tiempo, que es para mejorar el mundo en general y preparar un suelo adecuado para el crecimiento de los poderes del alma, que son peligrosos si surgen en nuestro presente suelo egoísta. No es la Logia Negra la que trata de detener el desarrollo psíquico; es la Logia Blanca. Los dugpas se alegrarían con tener todos los poderes psíquicos que han eclosionado ahora, porque en nuestra población perversa, mezquina, hipócrita y amante del dinero pronto arruinarían a la raza. Esta idea puede parecer extraña, pero para aquéllos que creerán en mi palabra no fundamentada, digo que es palabra del Maestro".

Para los albores del año 1900, tanto H.P.B. como William Judge habían fallecido, la primera en 1891 a la edad de 59 años y aquél en 1896 a los 44. Olcott, cuyo papel había sido el de organizador y administrador más que un profesor espiritual, terminó divergiendo seriamente de su fidelidad a Blavatsky y su trabajo, muriendo en 1907 a los 74 años.

Es un hecho innegable que se han producido muchos cambios y eventos notables y acelerados para la conciencia humana desde finales del siglo XIX. Pensemos en el crecimiento, los desarrollos y avances extraordinariamente rápidos en el campo de la ciencia y tecnología desde el comienzo de la década de 1900, y aún más desde inicios de este siglo, y pareciera que no hay un final a la vista. Esto no tiene paralelo con ningún período de la historia que conozcamos, aunque la Teosofía sostiene que ciertamente hubo un símil en civilizaciones mucho más antiguas como la Atlántida. Pensemos también en algunas de las génesis más desafortunadas, como las dos guerras mundiales dentro de un sólo siglo, sin mencionar la multitud de otros conflictos, revoluciones y agitamientos políticos mundiales, y todo dentro de poco tiempo. Nuevamente, nuestra historia no nos muestra nada comparable.

Además, nuestro mundo antaño separado y misterioso se ha convertido en una "aldea global" gracias en gran parte al nacimiento y desarrollo de internet. Otras ocurrencias notables de importancia duradera desde "el comienzo del nuevo ciclo" incluyen -en grados variables y determinados ampliamente por la ubicación geográfica- la liberación y emancipación de la mujer, la gran disminución del racismo y los prejuicios raciales, el aumento de la tolerancia, el reconocimiento sobre la importancia de otorgar los mismos derechos a todos, el declive significativo del sistema de castas y los desastres con consecuencias globales que incidieron a futuro como el de Chernobyl.

Muchas de las antiguas instituciones religiosas, estructuras de poder y teologías han caído o están en proceso de desmoronamiento caótico. Los cambios cíclicos implican que aquellas estructuras ya no sirven a ningún propósito válido ni tienen ninguna influencia o atracción en las mentes y la conciencia en evolución de las masas. Realmente el pensamiento religioso y espiritual gravita cada vez más sobre el Oriente, ya que lenta pero seguramente las grandes enseñanzas orientales como el Karma, la Reencarnación y la Divinidad de toda la Vida ganan cada vez más aceptación, reconocimiento y adhesión en Occidente.

En esta Nueva Era, la conciencia colectiva ahora está muy amplia y naturalmente atraída hacia la Hermandad Universal de nuestra especie y la Unidad de todos los seres, siendo éste precisamente el primer objetivo principal para el cual se fundó el Movimiento Teosófico en 1875.


Los Maestros de Sabiduría

¿Quiénes son estos Maestros a que nos hemos referido tan a menudo? Una comprensión precisa a este respecto parece crucial para abordar correctamente la Teosofía y el Movimiento Teosófico:

"Nuestros MAESTROS (...) son simplemente mortales sagrados, y sin embargo, más elevados que cualquier otro en este mundo, moral, intelectual y espiritualmente", dice H.P.B. en uno de sus artículos. "No obstante, santos y avanzados en la Ciencia de los Misterios, siguen siendo humanos y miembros de una Hermandad, los primeros en mostrarse subordinados a sus leyes y reglas de larga tradición" [39].

En el capítulo titulado "Los Mahatmas teosóficos" en "La Clave de la Teosofía", Blavatsky sostiene frente al interlocutor:

"Si escuchas lo que dice la gente, nunca tendrás una verdadera concepción de ellos. En primer lugar, son humanos vivos y nacidos como todos, condenados a perecer como cualquier otro mortal (...). Algunos Adeptos exceden, con creces, lo que usted llamaría esperanza de vida promedio; sin embargo, no hay nada milagroso en ello, y muy pocos de ellos se preocupan por vivir mucho tiempo (...) Los llamamos 'Maestros' porque son nuestros enseñantes y de ellos derivamos todas las verdades teosóficas, por inadecuadas que algunos de nosotros las expresemos y otros las hayan entendido. Son personas de gran conocimiento a quienes llamamos Iniciados, y aún más Santos de la vida. No son ascetas en el sentido ordinario, aunque ciertamente permanecen separados de la agitación y la contienda de vuestro mundo occidental (...) La filosofía predicada por los Maestros es una de las más grandes y benéficas una vez que se entiende correctamente (...) Grandes son las profanaciones a que los nombres de dos Maestros [Morya y Koot Hoomi] han sido sometidos. Difícilmente haya un médium que no haya afirmado haberlos visto. ¡Todas las falsas sociedades estafadoras, con fines comerciales, ahora dicen ser guiadas e inspiradas por 'Maestros', que a menudo se supone son mucho más elevados que los nuestros! Muchos y graves son los pecados de aquéllos que promovieron estas afirmaciones, impulsados por deseo de lucro, vanidad o mediumnidad irresponsable. Muchas personas han sido saqueadas de su dinero por tales sociedades, que ofrecen vender los secretos del poder, el conocimiento y la verdad espiritual por oro sin valor. Lo peor de todo es que los sagrados nombres del ocultismo y sus santos guardianes han sido arrastrados a este sucio lodo, contaminado por asociarse con motivos sórdidos y prácticas inmorales, mientras que miles de individuos han sido retenidos en el camino de la Verdad y la Luz a través del descrédito y maldad que tales fingimientos, estafas y fraudes han traído sobre todo el tema. Repito, todos los teósofos fervientes lamentan hoy, desde el fondo de su corazón, que estos sagrados nombres y cosas hayan sido mencionados alguna vez al público, y desean con ardor que se los haya mantenido en secreto dentro de un pequeño círculo de fieles y devotos amigos" [40].

Los nombres aplicados en Teosofía a los Maestros se entienden como denominaciones místicas que reemplazan designaciones de nacimiento o apellidos reales: "El personaje conocido por el público bajo el seudónimo de 'Koot Hoomi' es llamado por un nombre totalmente distinto entre sus conocidos (...). Nunca y bajo ninguna circunstancia se revelan los nombres reales de los Maestros Adeptos y las Escuelas Ocultas a los profanos; y las designaciones de los personajes ya descritos en relación con la Teosofía moderna están en posesión únicamente de los dos principales fundadores de la Sociedad Teosófica" [41]. Aparte de que H.P.B. no divulgó detalles personales o información sobre ellos, tampoco existe una razón clara por la que deba ser así. Se dice que es muy difícil entrar en contacto directo con los Maestros, y que tienen poco interés en iniciar comunicación incluso con la gran mayoría de teósofos, porque en gran medida no es necesario.

Dichos Maestros en sus propias palabras han establecido muy claramente que ningún teósofo tiene derecho alguno a contactos o comunicaciones especiales, a menos que se lo haya ganado mediante un trabajo generoso y persistente para la gran Causa Teosófica, que es su Causa de Hermandad Universal y que trasciende con creces a cualquier sociedad u organización teosófica particular. Hay un viejo refrán que dice: "Cuando el discípulo esté listo, aparecerá el Maestro", pero aún así, uno no debería contar con eso ni esperarlo, sino simplemente hacer lo que se debe para aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes en todos los niveles.

Parece haber muchos malentendidos con respecto a la naturaleza, los objetivos y el carácter de estos Seres especiales. Primero fueron aludidos entre los teósofos como "Hermanos" y más tarde también se los conocería como "Maestros", "Maestros de Sabiduría", "Adeptos" y "Mahatmas", siendo éste último un antiguo término sánscrito que literalmente significa "Alma Grande".

Hoy en día estos Instructores son malinterpretados por muchas personas debido a la tergiversación por teósofos posteriores a H.P.B. y por aquéllos dentro del Movimiento Nueva Era que pretenden estar en contacto con estos Seres y a quienes llaman "Maestros Ascendidos", retratándolos como un tipo de entidades angélicas o divinas incorpóreas que viven en otros reinos y hablan profusamente con clichés sentimentales y necias ideas cuasicristianas, repletas de las últimas jergas y vocablos de moda de la Nueva Era, al tiempo que niegan y contradicen de plano todas las enseñanzas transmitidas por H.P.B. y en sus propias Cartas. Si estos supuestos "Maestros Ascendidos" tienen alguna existencia fuera de la imaginación y las alucinaciones de sus autodenominados "canalizadores" y "adoradores", estamos seguros de que no son los mismos Instructores conectados con Helena Blavatsky y el Movimiento Teosófico.

Se dice que los Maestros de la Teosofía tienen cuerpos físicos durante su permanencia en la Tierra, porque es aquí donde se necesitan para realizar ciertos trabajos importantes en el plano material. También tienden a vivir en reclusión y aislamiento a propósito de la atmósfera psíquica y magnetismo tóxicos del mundo moderno.

Los Maestros más frecuentemente mencionados son Morya y Koot Hoomi, pertenecientes a una Hermandad Esotérica oculta con base principal en la región transhimaláyica, el Jefe de los cuales se conoce como Maha Chohan, el Maestro de Maestros. A menudo se la denomina "Hermandad Transhimaláyica", pero ésta es sólo una designación geográfica más que el nombre real de la Hermandad, la más importante de numerosas Hermandades de Adeptos de todo el mundo que están unidas y forman a su vez una Gran Fraternidad de Iniciados.

H.P.B. habló claramente sobre los Maestros en una carta a Franz Hartmann hacia abril de 1886:

"En cuanto a (...) la parte de tu carta en que hablas del 'ejército' de los engañados -y los 'imaginarios' Mahatmas de Olcott- tienes razón absoluta y tristemente. ¿No he atestiguado el asunto por casi ocho años? ¿No peleé y luché contra la ardiente y efusiva imaginación de Olcott y traté de detenerlo todos los días de mi vida? ¿Acaso no le dije que (...) si no veía a los Maestros en su verdadera luz, y no dejara de hablar y encender la imaginación de la gente, sería considerado responsable de todo el mal al que la Sociedad podría llegar? (…)".

"¡Ah, si por algún proceso psicológico se te pudiera hacer ver toda la verdad! (...) Fui enviada a Estados Unidos a propósito y hablé con los Eddy. Allí encontré a Olcott enamorado de los espíritus, como más tarde se enamoró de los Maestros. Se me ordenó hacerle saber que los fenómenos espirituales sin la filosofía del ocultismo eran peligrosos y engañosos. Le demostré que todo lo que los médiums podían hacer a través de espíritus, otros también podían realizarlo a voluntad sin espíritus en absoluto (...) Bueno, le conté toda la verdad. Le dije que conocía a los Adeptos (...) Que, si se los llamaba rosacruces, cabalistas o yoguis, ellos estaban en todas partes. Los Adeptos (silenciosos, secretos, retirados y que nunca se revelarían completamente a nadie, a menos que uno hiciera lo mismo que yo) pasaron entre siete y diez años de probación y dieron muestras de absoluta devoción, y que él o ella guardaría silencio incluso antes de un juramento o una amenaza de muerte. Cumplí con los requisitos y soy lo que soy, y esto no me lo pueden arrebatar ni un Hodgson, ni un Coulomb (...)".

"Cuando llegamos [a India] y el Maestro vino a Bombay físicamente, nos visitó (...). Olcott se volvió loco. ¡Era como la prostituta de Balaam cuando vio al ángel! Luego llegaron (...) otros fanáticos que comenzaron a llamarlos 'Mahatmas'; y poco a poco, los Adeptos se transformaron en dioses en la Tierra. Comenzaron a ser apelados, los honraron con puja [ritual hindú] y cada día se volvían más legendarios y milagrosos (...) Bueno, entre esta idea de los Mahatmas y las rapsodias de Olcott, ¿qué podría hacer? Vi con terror y rabia la pista falsa que todos perseguían. Los 'Maestros', como todo pensamiento, debían ser omniscientes, omnipresentes, omnipotentes (...) 'Los Maestros lo sabían todo; ¿por qué no ayudaban al devoto? Si se cometió un error o una tontería en la Sociedad, ¿cómo pueden los Maestros permitir que tú o Olcott lo hagan?', nos preguntaron con asombro. La idea de que Ellos eran mortales, limitados incluso en sus grandes poderes, nunca cruzó la mente de nadie" [42].

Es bastante conocido hoy en día que hay unos pocos yoguis y ascetas en India que han desconcertado y confundido a los científicos por sus facultades de percepción y habilidades inusuales para controlar ciertas fuerzas de la Naturaleza, y algunos de estos casos han sido reportados en todo el mundo. ¿Es demasiado irracional, entonces, suponer que puede haber yoguis, tanto de India como otras nacionalidades, que poseen y pueden demostrar poderes y conocimientos aún más avanzados que éstos? Tales son los Maestros de los que se habla en Teosofía, cuya inexistencia implicaría una ruptura en la cadena de evolución, una brecha ilógica en el orden natural de las cosas. Pero "si salieran abiertamente y fueran escuchados en todas partes, serían adorados como dioses por algunos y cazados como demonios por otros" [43], y ninguno de estos posibles resultados es deseable para ellos.

Es a través de "esfuerzos autoinducidos y autodidactas" a lo largo de muchas vidas que estos Seres se han convertido en Grandes Almas. Nunca podrían haber adquirido su sabiduría y conocimiento esotéricos si no se hubieran dominado a sí mismos, subyugándose y renunciando por completo a su naturaleza personal y pasional, a fin de vivir únicamente para ser de la mayor ayuda y servicio posibles a la humanidad.

Mediante la perfección en el altruismo y la pureza que corren paralelos a la excelencia en el conocimiento, se han adelantado (aunque con muchas batallas y dificultades en el camino, como es de esperar) al índice evolutivo promedio de nuestra especie y ahora son los representantes de cómo será el resto de la humanidad dentro de miles de años, y el único motivo para hacerlo es siempre el mayor amor y compasión por los demás.

Algunos de ellos ya han llegado al punto de poder entrar en el Nirvana, si lo desean, lo que significa la reabsorción literal de su alma después de la muerte en lo Absoluto, la Esencia Divina Única e Infinita, resultando así en felicidad imperecedera y separación eterna de toda la existencia manifestada, y de todos los sufrimientos y dolores de esta Tierra, pero como esto implicaría la pérdida de toda posibilidad de ayudar en alguna manera a lo que ellos llaman "la gran Humanidad huérfana", han elegido renunciar al Nirvana por el bien de sus semejantes. Esto se conoce en el budismo Mahayana como el "ideal del Bodhisattva" y se recomienda infaliblemente en Teosofía como objetivo correcto a adoptar para cualquier aspirante espiritual, mientras que cualquier otro aspecto externo es egoísmo.

Las habilidades y poderes de estos Maestros son tales que involucran facultades muy avanzadas de clarividencia, clariaudiencia, percepción psíquica, telepatía, capacidad de generar fenómenos inusuales como producción de sonidos, visiones y materialización de objetos sin que exista alguna causa física discernible, y un extenso uso y aplicación del cuerpo astral, incluyendo la perfección en las ciencias que ahora se conocen popularmente como "viaje/proyección astrales". La propia Helena Blavatsky también exhibió poderes, habilidades y conocimientos similares en numerosas ocasiones a lo largo de su vida, lo que provocó que algunos, especialmente entre sus colegas más cercanos que habían sido testigos de su vida diaria y actividades durante algunos años, concluyeran que ella era internamente una Maestra por derecho propio.

Alrededor de treinta personas diferentes en diversas partes del mundo informaron y describieron haber visto o conocido a alguno de estos Maestros durante la vida de H.P.B. En algunas de estas instancias, el o los Maestros estaban presentes en su cuerpo físico, pero para la mayoría se presentaban en su forma astral y aparecían a distancia desde cualquier parte donde pudieran ubicarse físicamente en ese mismo momento. Incluso algunos enemigos del Movimiento Teosófico admitieron la existencia de los Maestros, especialmente porque algunas de sus visitas se habían producido frente a grupos enteros de personas y quienes después testificaron los fenómenos por escrito, bajo sus propias firmas y palabra de honor. Algunas veces los Maestros fueron vistos cerca de Blavatsky o en su presencia y otras en países o continentes completamente distintos de donde ella permanecía.

A principios de 1879, H.P.B. y Olcott llegaron a India, después de haber trasladado allí la sede de la Sociedad Teosófica desde Nueva York. Judge y otros miembros se quedaron en Estados Unidos para continuar el trabajo, aunque el interés público fue muy mínimo en esos primeros años.

De 1880 a 1884, los Maestros K.H. y M. mantuvieron correspondencia escrita con Alfred P. Sinnett, un prominente inglés de clase alta que vivía en India y se había unido a la Sociedad expresando el deseo de ayudar a presentar y difundir las enseñanzas de los Maestros. Los cientos de cartas fueron donadas después de su muerte al departamento oriental del Museo Británico en Londres y ahora se encuentran en la Biblioteca Británica, donde cualquiera puede verlas con cita previa. Estas cartas, también publicadas póstumamente en el libro "Las Cartas Mahatma", proporcionaron la base e inspiración para los propios libros de Sinnett "El Mundo Oculto" y "Budismo Esotérico", que tuvieron el efecto de atraer el interés mundial hacia la Teosofía y el Movimiento.

La misma idea sobre la existencia de tales Maestros fue considerada fantástica y ridícula por muchos en la época, al igual que hoy. Cuando se descubrió que muchas personas afirmaban haber recibido cartas y comunicaciones escritas de estos Maestros, la conclusión de los escépticos fue que H.P.B. se había dedicado a "falsificarlas" y que las envió a particulares de todo el mundo para "hacerles creer que estaban en correspondencia" con esos Seres.

Helena Blavatsky consintió en que los miembros de la suspicaz S.P.R. o Sociedad para la Investigación Psíquica investigaran el asunto por sí mismos, analizando toda la evidencia disponible y entrevistando a cualquier persona dispuesta que afirmara haber visto, conocido o recibido cartas de los Maestros. El informe de Richard Hodgson, publicado por la S.P.R. en 1885, acusó a Blavatsky de falsificación y fraude, a pesar de no proporcionar ninguna prueba tangible.

Cualquier investigador interesado en este asunto puede revisar el informe del profesor Vernon Harrison de 1986 y 1997 y su crítica sobre tales acusaciones. Harrison, un experto entrenado en fraudes y falsificación, demostró que el "informe Hodgson" no era de ninguna manera "el modelo de investigación imparcial tan a menudo reivindicado en el siglo pasado; es imperfecto e indigno de confianza, y las observaciones y conclusiones de Hodgson deben tomarse con un considerable escepticismo. El caso de Helena Petrovna Blavatsky necesita un nuevo examen en este sentido y ella no merece menos". De esta forma, el informe y los hallazgos del profesor Harrison fueron tan concluyentes que el S.P.R. se vio obligado a publicarlos y reconocerlos en su propia revista. Hoy todos, excepto los desinformados y fanáticos, no pueden sino estar de acuerdo con las observaciones de Harrison de que el reporte Hodgson estaba "plagado de declaraciones sesgadas y franca falsedad" [44].

H.P.B., sabiendo perfectamente que no constituía fraude, deseaba llevar el S.P.R. a los tribunales, pero Olcott, presidente de la Sociedad Teosófica para entonces, no aceptó que lo hiciera por temor a que ocasionara aún más escándalos y conmoción pública que perjudicarían los objetivos, influencia y reputación de la Sociedad. Blavatsky, que se preocupó más por la verdad y la justicia que de su imagen y reputación sociales, se abatió y desilusionó por lo que percibía como falta de apoyo y desconfianza por parte de Olcott y otros, y se fue de India a Europa para nunca más regresar.

Ella misma recibió muy pocas "Cartas Mahatma" en comparación con otros, ya que se entendía que ella estaba en contacto telepático regular y comunicación con los Adeptos y por lo tanto tenía poca necesidad de cartas escritas. Afirmó que no pasaría mucho tiempo antes que los científicos reconocieran que no existe distancia en el reino de la mente, y que no hay nada anormal o sobrenatural en dos mentes armoniosamente sintonizadas que sean capaces de comunicarse a distancia con la misma facilidad y claridad que dos individuos en una misma habitación.

Las cartas de los mismos Maestros continuaron recibiéndose de diversas maneras después de la muerte de H.P.B. y con menos frecuencia, aunque en igual estilo de escritura y exaltando los mismos principios y enseñanzas que antes, junto con sabios consejos y en algunos casos advertencias proféticamente precisas sobre la condición y futuro del Movimiento. La última carta que se conoció fue producida en 1900, nueve años después que H.P.B. falleciera y al cierre del ciclo centenario de 25 años.


Referencias

[28] William Q. Judge, "El Océano de la Teosofía", p. 117, Theosophy Company. 
[29] William Q. Judge, "Cartas que me han ayudado", p. 97, Theosophy Company. 
[30] H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 662, Theosophy Company. 
[31] H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, Introducción, p. xliv, Theosophy Company.

[32] H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 611-612, Theosophy Company. 
[33] H.P. Blavatsky, "The Theosophical Glossary", entrada para "Mesmer", p. 213, Theosophy Company.

[34] H.P. Blavatsky, "La Clave de la Teosofía", p. 36, Theosophy Company. 
[35] H.P. Blavatsky, "La Clave de la Teosofía", p. 306-307, Theosophy Company. 
[36] H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, Introducción, p. xxxvii-xxxviii, Theosophy Company.

[37] Maestro Koot Hoomi, "Letters from the Masters of the Wisdom", Primera Serie, n° 19, p. 49-50, Theosophical Publishing House.

[38] Maestro Koot Hoomi, "Las Cartas Mahatma", n° IX, p. 51, segunda edición, Theosophical University Press.

[39] H.P. Blavatsky, “The Theosophical Mahatmas”, H.P. Blavatsky Theosophical Articles, vol. 1, p. 302, Theosophy Company.

[40] H.P. Blavatsky, "La Clave de la Teosofía", p. 288, 289, 298, 301, Theosophy Company.

[41] H.P. Blavatsky, "Lodges of Magic", H.P. Blavatsky Theosophical Articles, vol. 1, p. 288, Theosophy Company.

[42] "The Theosophical Movement: 1875-1950", p. 175-176, Cunningham Press. 
[43] William Q. Judge, "El Océano de la Teosofía", p. 3, Theosophy Company. 
[44] Vernon Harrison, "H.P. Blavatsky and the SPR: An Examination of the Hodgson Report of 1885", Theosophical University Press.