De una carta por Damodar K. Mavalankar a William Q. Judge (junio de 1881)
Uno de ellos permaneció con ∴ en la habitación de H.P.B. y encontré al otro sentado en mi cama cuando salí. Lo saludé y pregunté si tenía alguna orden que dar y dijo: 'Si hubiera alguna, te lo dirán sin que se lo pidan'. Luego solicitó que me quedara quieto por un tiempo y comenzó a mirarme fijamente. Percibí una sensación muy agradable, como si estuviera saliendo de mi cuerpo, pero no puedo decir ahora cuánto tiempo pasó entre eso y lo que voy a relatar ahora.
Pude presenciar que estaba en un entorno peculiar, el extremo superior de Cachemira al pie del Himalaya [3]. Vi que me llevaron a un lugar donde sólo había dos casas una frente a otra y ninguna señal de la habitación [4]. De una de ellas salió la persona que me había escrito la carta en hindi mencionada anteriormente y que después ha estado teniendo correspondencia conmigo. Puedo mencionaros su nombre ya que ha permitido que se publique en el libro del señor Sinnett llamado El Mundo Oculto que acaba de publicarse. El autor dedicó el texto a esta persona "Koot Hoomi ∴" y ésa era su casa. Frente a él se detiene ∴ el Hermano K. y me ordenó que lo siguiera.
Luego de recorrer una corta distancia de aproximadamente media milla, llegamos a un pasaje subterráneo natural que se encuentra bajo los Himalayas. El camino es muy peligroso y hay una calzada natural en el río Indo que fluye por debajo con toda su furia. Sólo una persona puede caminar sobre él a la vez y un paso en falso sella el destino del viajero. Además de esta calzada hay múltiples valles que cruzar.
Tras caminar una distancia considerable a través de este pasaje subterráneo, llegamos a una llanura abierta en L---k [5]. Hay un gran edificio macizo que tiene miles de años de antigüedad y delante se encuentra un enorme Tau egipcio. La construcción descansa sobre 7 grandes pilares en forma de pirámides y la puerta de entrada tiene un gran arco triangular. En el interior podían verse varios apartamentos -de los cuales me mostraron algunos-, y asimismo el edificio es tan grande que creo que puede contener fácilmente a veinte mil personas.
Este es el Lugar Principal donde todos aquéllos de nuestra Sección [6] que sean consideraros merecedores de la Iniciación en los Misterios tienen que asistir a su ceremonia final y permanecer allí durante el período requerido. Y subí con mi Gurú al Gran Salón. La grandeza y serenidad del lugar son suficientes para impactar a cualquiera, pues la belleza del Altar que está en el centro y donde cada candidato debe hacer sus votos en el momento de su Iniciación seguramente deslumbrará a los ojos más brillantes. El esplendor del Trono del JEFE es incomparable [7]; todo se basa en un principio geométrico y contiene varios símbolos que se explican sólo al Iniciado, pero no puedo decir más ahora ya que ahora tengo una obligación de secreto que K. me hizo tomar allí.
Mientras estaba parado allí no sé qué pasó, pero de repente me levanté y encontré en mi cama. Eran cerca de las 8 de la mañana. ¿Qué fue lo que vi? ¿Fue un sueño o una realidad? Si fue verdadero, ¿cómo podría atravesar todo el Himalaya incluso en mi cuerpo astral en tan poco tiempo? Perplejo con estas ideas, estaba sentado en silencio cuando cayó una nota en mi nariz. La abrí y supe que no era un sueño, sino que me habían llevado de alguna manera misteriosa en mi cuerpo astral al lugar real de Iniciación, donde estaré en mi cuerpo para la Ceremonia si me muestro merecedor de la bendición [8]. Mi alegría en ese momento se puede conjeturar más fácilmente de lo que se describe, pero es suficiente".
Fuente: "Damodar and the Pioneers of the Theosophical Movement", compilado y transcrito por Sven Eek.
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NOTAS EXPLICATORIAS Y COMENTARIOS
[1] Otros dos artículos en este sitio que mencionan a Damodar con cierta extensión son "La 'salvación' por el cristianismo" y "Maji, la yogini de Benarés". Nacido en 1857, Damodar era un joven brillante y profundamente comprometido que fue chela (discípulo) aceptado del Maestro K.H. y un estudiante de H.P. Blavatsky a quien también asistió con honda devoción durante los años en que ella vivió y trabajó en India por la causa teosófica. Damodar residía en las instalaciones de la Sociedad homónima, al igual que H.P.B., el coronel Olcott y muchos otros. Había escrito en una carta anterior a William Judge (uno de los cofundadores de la Sociedad Teosófica con sede en EE.UU.) que poco después de conocer a Blavatsky por primera vez comenzó a sospechar que "ella" era realmente un gran Iniciado indio y Adepto que ocupaba un cuerpo femenino europeo para realizar una importante misión espiritual en el mundo, y Mavalankar comentó a Judge que más tarde se enteró de que había estado en lo cierto respecto a esa suposición. Varios años después, H.P.B. escribió en una misiva a otro teósofo indio que Damodar "era el único amigo verdadero y devoto que tenía en toda India, el único que teniendo el secreto de los Maestros y el mío sabía toda la verdad y por tanto estaba consciente de que yo nunca había engañado a nadie, a pesar de cualquier cosa que la gente pensara de estar cegada por la apariencia, aunque estaba compelida a prestar juramento y me comprometía a ocultarlo a todos, incluso a Olcott".
[2] En muchos lugares de la literatura teosófica se utiliza un símbolo triangular compuesto por tres puntos para indicar un Adepto o Maestro de Sabiduría. Teniendo una enorme reverencia por los Mahatmas, Damodar emplea este símbolo sólo aquí para referirse al Maestro M. (el Gurú de H.P.B.) y luego lo incluye después del nombre de K.H. de quien también habla como el "Hermano K-."
[3] Es bien sabido entre los teósofos que el Maestro K.H. es cachemir de nacimiento. Cachemira es la región noroeste del subcontinente indio y su extremo superior, según lo declarado por Damodar, está "al pie del Himalaya" y se acerca a lo que se clasifica geográficamente como la región Transhimaláyica.
[4] H.P. Blavatsky declaró varias veces en correspondencia privada que los Maestros K.H. y M. viven muy cerca uno de otro en un lugar remoto pero tranquilo. Ella misma había vivido en la casa de K.H. durante algún tiempo en la década de 1860 durante la preparación para su labor pública.
En una carta fechada en octubre de 1881 a la señora Hollis Billings, H.P.B. escribió: “Ahora Morya vive generalmente con Koot-Hoomi quien tiene su casa en dirección a las montañas Kara Korum, más allá de Ladak, que se encuentra en el Pequeño Tíbet y ahora pertenece a Cachemira. Es un gran edificio de madera en forma de pagoda al estilo chino, entre un lago y una hermosa montaña (...) y salen muy raramente, pero pueden proyectar sus formas astrales en cualquier lugar”. Los propios Maestros pueden confirmar los detalles geográficos como éstos a lo largo de Sus cartas, aunque queda claro a veces Ellos viajan y residen temporalmente en otros lugares, incluido el Tíbet propiamente dicho.
Un pasaje aparentemente relacionado en la "Introducción" de “La Doctrina Secreta” menciona “los pasos solitarios de Kuen-lun” (la nota al pie de página dice “montañas Karakorum, Tibet Occidental”) y continúa diciendo: “A lo largo de la cresta de Altyn-Toga, cuyo suelo no ha pisado ningún europeo hasta ahora, existe cierta aldea perdida en una profunda garganta. Es un pequeño grupo de casas, más villorrio que monasterio, con un templo de aspecto pobre con un viejo lama, un ermitaño que vive cerca para mirarlo. Los peregrinos dicen que las galerías subterráneas y los pasillos bajo de él contienen una colección de libros cuyo número, según los relatos conocidos, es demasiado grande para encontrar espacio incluso en el Museo Británico”. Se dice que la imagen que sigue fue pintada por un individuo conocido como Juala Kula o Djwhal Khul, un discípulo del Maestro K.H., para representar esta área donde los Maestros tienen sus hogares. La pintura se titula "A Ravine in Tibet" ("Un barranco en el Tíbet"), aunque técnicamente no es dicho lugar sino el área que antaño era conocida como "Pequeño Tíbet".
[6] La frase “todos los de nuestra Sección” puede referirse a la “Segunda Sección” del Movimiento Teosófico: la Primera está compuesta por Maestros y Adeptos, la Segunda por chelas y discípulos laicos y la Tercera representa a todos los demás miembros y asociados del Movimiento en general, o aquella "sección" de toda la Gran Logia a que los teósofos se han referido como "Hermandad Transhimaláyica".
[7] El "Jefe" o "Gran Jefe" de la Hermandad Transhimaláyica generalmente es mencionado por H.P.B. y los Mahatmas como el Maha-Chohan, el Maestro de los otros Maestros, y han escrito que el futuro yace como un libro abierto ante de su visión y que él es "el más grande de todos nuestros Adeptos vivos". Su famoso mensaje sobre los temas gemelos del Movimiento Teosófico y el Budismo puede leerse en nuestro artículo titulado "La Carta del Maha-Chohan".
El Maestro K.H. describe así su viaje de regreso de una visita al Maha Chohan: "(...) Estaba bajando por los desfiladeros de Kouenlun-Karakorum como usted los llama, y vi caer una avalancha. Había acudido personalmente a nuestro jefe para presentar la importante oferta del señor Hume y estaba cruzando a Lhadak camino a casa. No puedo decir qué otras especulaciones podrían haber seguido, pero me recordó groseramente a mis sentidos justo cuando me estaba aprovechando de la terrible quietud que generalmente sigue a tal cataclismo para tener una visión más clara de la situación actual y la disposición de los 'místicos' en Simla".
[8] “Fui llevado de alguna manera misteriosa en mi cuerpo astral al verdadero lugar de Iniciación donde estaré en mi cuerpo para la Ceremonia si demuestro merecer la bendición”. Como el extracto completo muestra claramente, todo esto existe en el plano físico y en particular revela que la ceremonia iniciática real a la que se somete un (a) chela se lleva a cabo en su cuerpo físico, y en esta ubicación particular y tangible de la región transhimaláyica.
Obviamente hay alguna razón específica e importante por la que todo existe en el ámbito de la objetividad material en lugar de únicamente en algún nivel sutil o astral. Los propios Maestros están encarnados en cuerpos concretos y viven en nuestro plano, a pesar de que su trabajo más importante se realiza en ámbitos superiores. Las cartas de los Mahatmas cuentan que éstos deben comer, dormir, vestirse, leer, etc., al igual que nosotros, y la idea de que son "Maestros Ascendidos" no se origina con la Teosofía y este concepto no se inventó hasta la década de 1930. En cuanto a Damodar, de hecho "se mostró merecedor de la bendición" y cuatro años después (1885) su Gurú lo llamó. Siguiendo los cuidadosos preparativos y planes establecidos para su viaje por el Maestro K.H., Mavalankar se dirigió al Himalaya y aunque H.P.B. y otros escucharon de él después de ese tiempo, nunca regresó a India y permaneció con los Maestros.
Aunque siempre se dedicó y comprometió con los Maestros y Helena Blavatsky -a quien llamaron su "Agente directo" y "Hermano"-, sin embargo Damodar cometió algunos errores imprudentes al ser interrogado como parte de la investigación por la Sociedad de Investigación Psíquica (S.P.R., por sus siglas en inglés) sobre Blavatsky y los "fenómenos" inusuales que frecuentemente la acompañaron y ocurrían en su presencia. Esto es lo que se menciona en el siguiente extracto de una misiva por el Maestro K.H. a Olcott, enviada después que Damodar finalmente se fuera a vivir con los Maestros:
“El pobre muchacho ha tenido su caída. Antes de poder estar en presencia de los 'Maestros' tuvo que pasar por las pruebas más severas que alguna vez haya sufrido un neófito con tal de expiar las muchas acciones cuestionables en que había participado con excesivo celo, trayendo la desgracia a la ciencia sagrada y sus adeptos. El sufrimiento mental y físico fue demasiado para su débil estructura, que se ha resentido bastante, pero se recuperará con el tiempo. Esto debería ser una advertencia para todos ustedes. Habéis creído 'no sabiamente, sino demasiado bien'. Para desbloquear las puertas del misterio, no solo debéis llevar una vida de la más estricta probidad, sino aprender a discriminar lo verdadero de lo falso. Habéis hablado mucho sobre el karma, pero apenas os dais cuenta del verdadero significado de esa doctrina. Ha llegado el momento en que sentéis las bases de esa conducta estricta -tanto en el cuerpo individual como colectivo-, que siempre despierta protege contra el engaño tanto consciente como inconsciente".
Todo esto, incluidas las palabras de Damodar a Judge, también "debería representar una advertencia" de que el tema de la iniciación no es un aspecto para tomar a la ligera o referirse a ello con soltura. Es infinitamente más sagrado, importante, poderoso, difícil, desafiante y serio de lo que podrían comenzar a imaginar los miles de pseudoteósofos y neoeristas que hoy afirman ser "iniciados" o "expertos" en el tema.
El "engaño consciente e inconsciente" abunda en los círculos "espirituales" y "religiosos" y debemos esforzarnos deliberadamente y a diario para librarnos de cada rastro antes de que podamos comenzar a pensar en la ascensión larga, ardua, peligrosa y a veces incluso mortal por la montaña iniciática.
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"De esta forma usted verá los grandes efectos que tiene para mí estar siempre con Madame. Desde el principio percibí todo lo que 'Maji' me había dicho. Sólo dos o tres días después de solicitar la admisión en la Sociedad, dije a H.P.B. lo que realmente sentía, que la consideraba mi benefactora, la veneraba como mi Gurú y la amaba más que a una madre. Desde entonces le aseguré lo que dije y ahora 'Maji' me afirma lo mismo, fortalece mi fe y me pide que confíe en ella (Madame). Cuando más tarde consulté a Swamiji con respecto a mí, y sin que yo le dijera una palabra de lo que 'Maji' señaló, él me instó a hacer lo mismo, es decir, poner mi fe en H.P.B. A lo largo de todo esto he sentido y todavía siento con fuerza que ya hubiera estudiado esta filosofía con Madame y que una vez fui su discípulo más obediente y humilde. Esto debe haber sido un hecho, pues de lo contrario ¿cómo puede usted explicar el sentimiento creado en mí sobre ella sólo después de verla no más de tres o cuatro veces? Por lo tanto, todas mis esperanzas y planes futuros están centrados en ella y nada en el mundo puede sacudir mi confianza en su persona, especialmente cuando dos hindúes que no hablan inglés y no podrían haber arreglado estas cosas de antemano me dicen las mismas cosas sin consulta previa y lo que siempre yo había sentido” (Carta de Damodar a William Q. Judge).