17 de febrero de 2022

La visión teosófica sobre los trasplantes de órganos


Nota del traductor/administrador:

El presente artículo se incluye única y exclusivamente con el propósito teosófico de mostrar y crear respeto por el profundo carácter esotérico y sagrado de la vida humana; de esta forma, no es de ninguna manera un "guiño" ni "estímulo" para condicionados y manipuladores de (extrema) izquierda/(extrema) derecha que "convierten en oro todo lo que tocan" a expensas del sufrimiento ajeno. Dependerá así de cada lector/a en qué modo asimila esta información y cómo se las arregla con su consciencia... una palabra ignorada por MILLONES.

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En la página electrónica de la Sociedad Teosófica Point Loma -que tiene su sede internacional en Países Bajos-, hay una sección interesante sobre la donación de órganos, y entre otros detalles señala:

“El 22 de octubre, el gobierno holandés lanzó una nueva campaña con objeto de alentar a todos los ciudadanos para registrarse como donantes de órganos. Sin embargo, el proyecto tuvo un mal comienzo ya que un caso reciente de alto impacto en Dinamarca hizo que dicha iniciativa fuera el centro de una áspera controversia en aquel país.

Sucedió que una joven de 19 años cayó en coma profundo luego de un accidente automovilístico. Un médico pidió autorización a los padres para extraer los órganos, porque según él no había la menor esperanza de una 'pequeña maravilla', y argumentó que si se despertara, la muchacha ciertamente se mantendría en estado vegetativo por el resto de su vida.

No obstante, cuando le desconectaron de la máquina de respiración mecánica, la joven no murió y despertó 24 horas después. Desde ese momento ha pasado un año y ahora puede caminar, hablar e incluso montar a caballo, aunque sí tiene problemas con su memoria a corto plazo, los cuales pueden no haber ocurrido si los médicos la hubieran tratado durante más tiempo.

La excepcional historia fue filmada y transmitida por la televisión pública danesa, y provocó muchas reacciones en ese país. Las personas que se habían registrado como donantes se dieron de baja, mientras que el ministro de salud anunció planes para fortalecer las reglas, y así el procedimiento para remover órganos sólo puede comenzar una vez que se diagnostica muerte cerebral. Los médicos, por supuesto, protestaron contra tal cambio porque en su opinión perderían un tiempo precioso.

En Países Bajos, el gobierno no duda en utilizar comerciales populares con tal de convencer a la audiencia para inscribirse en el Registro de Donantes. Estos anuncios suelen ser un atractivo emocional que intenta hacer creer que los holandeses 'son egoístas' si no donan sus órganos después de morir".

Aunque no son fáciles de encontrar, existen diversas opiniones. Un artículo reciente en el periódico holandés De Volkskrant con el significativo título de "Las personas no son una caja de donde puedes sacar lo que quieras", menciona algunos buenos argumentos contra la donación de órganos (De Volkskrant, 22 de octubre de 2012; ver blavatskyhouse.org/magazine). 

Este es ahora un caso cada vez más frecuente en muchos países alrededor del mundo. Actualmente, en Reino Unido una persona debe firmar un formulario de consentimiento específico antes de morir si quiere dejar sus órganos a la ciencia médica. Sin embargo, ahora se dice que la ley cambiará pronto, y se tendrá que suscribir un documento de autorización determinado si no se desea que los propios órganos sean extraídos automáticamente tras el fallecimiento.

Como muy bien señala el sitio mencionado anteriormente: “El problema por excelencia en la donación de órganos está arraigado en nuestra visión de la vida y la muerte. Si usted cree que la vida es 'producto de la materia', se verá inclinado a ver el cuerpo como una 'máquina' que, al igual que un automóvil viejo en el depósito de chatarra, puede usarse para suministrar piezas de repuesto a otras máquinas. Pero si ve un cuerpo como el instrumento vivo que usa una persona -ya sea que lo llame alma o conciencia-, entonces representa la expresión viva de ese humano interior".

Sabemos perfectamente bien que quienes sostengan una visión puramente materialista de la vida y prefieren permanecer ciegos a las realidades espirituales, inmediatamente descartarán todo lo que se expone aquí, pero este artículo no está escrito para su beneficio, sino considerando a aquéllos que en realidad PIENSAN.

Por un lado y cuando se considera desde un nivel común, superficial y materialista, el trasplante de órganos puede parecer un proceso "meramente físico" y en gran parte "inofensivo" que "no vale la pena pensar dos veces". El estudiante de Teosofía, por otro lado, puede ver fácilmente que existe una parte esotérica, imperceptible y metafísica de este asunto, ya que realmente involucra a órganos, partes corporales y células de un individuo que han sido diseñados kármicamente de manera única, y que luego se unen, insertan y mezclan por medios quirúrgicos con el cuerpo y el sistema kármicamente configurados y particulares de otra persona.

En la actualidad los órganos que pueden trasplantarse de un cuerpo a otro son:

*Corazón
*Riñones
*Hígado
*Pulmones
*Páncreas
*Intestinos
*Timo

Los injertos de riñón son los más comunes, seguidos de cerca por hígado y corazón. Además de los trasplantes de órganos, actualmente existen otros tipos de intervenciones que incluyen el restablecimiento de extremidades (piernas, brazos o manos) y traspasos de médula ósea, piel, cara, córnea y transfusiones de sangre.

De acuerdo con las enseñanzas de Teosofía, todos nuestros órganos internos tienen un aspecto oculto definido o también "esotérico"/"interno".

Se nos dice que el bazo es "vehículo físico" de Linga Sharira o cuerpo astral -el “doble” sutil, invisible y vitalizador del cuerpo tangible-, y que el hígado es "asiento de los deseos y pasiones animales en el hombre”, es decir, el principio de Kama.

En su artículo profundamente esotérico "Psychic and Noetic Action", H.P. Blavatsky afirma que "todo teósofo debe entender cuando se le dice que hay órganos tanto manásicos como kámicos en él”. La explicación del principio de Manas y Kama ya se ha provisto en otros artículos como “La naturaleza séptuple humana” y no se detallará aquí, excepto para señalar que esta observación de Blavatsky indica que algunos de nuestros órganos corporales se relacionan específicamente con nuestra Individualidad espiritual (Ego reencarnante), mientras que otros están conectados con aspectos más bajos y materiales de nuestra personalidad presente.

De cualquier manera, hay mucho más en cada parte de nuestro cuerpo físico de lo que apreciamos a simple vista. "Las cosas invisibles son más numerosas", como dice el libro "La Luz de Asia".

En su artículo titulado "Kosmic Mind", Blavatsky señala: "El ocultismo nos dice que cada átomo, como la mónada de Leibnitz, es un pequeño universo en sí mismo y que todo órgano y célula del cuerpo humano están dotados de un cerebro propio y memoria; por tanto, poseen experiencia y poderes discriminatorios. La idea de vida universal compuesta por vidas atómicas individuales es una de las enseñanzas más antiguas en filosofía esotérica".

También en “Psychic and Noetic Action” se explica que:

*“Los antiguos hindúes dotaron de conciencia a cada célula del cuerpo humano, dando a cada una el nombre de un Dios o una Diosa. Hablando de átomos en nombre de la ciencia y filosofía, el profesor Ladd los llama en su trabajo 'seres supersensibles'. El ocultismo considera a cada átomo como una 'unidad independiente' y a toda célula como 'unidad consciente', explicando que tan pronto como tales átomos se agrupan para formar células, éstas últimas se dotan de conciencia, cada una de su propia clase y con libre albedrío para actuar dentro de los límites de la ley [kármica]".

*“Además y en la actualidad, más de un fisiólogo erudito de la 'minoría dorada' está llegando rápidamente a la convicción de que la memoria no tiene 'base' ni un órgano especial propio en el cerebro humano, sino que tiene asientos en cada órgano del cuerpo".

*“Entonces, el asiento de la memoria seguramente no está aquí ni allá, sino en todo el cuerpo humano. Ubicar su órgano en el cerebro es limitar y empequeñecer la Mente Universal y sus innumerables Rayos (Manasaputras) que componen a todo mortal racional. Mientras escribimos para los teósofos en primer lugar, nos preocupamos poco por los prejuicios psicofóbicos de los materialistas que lean esto, y traten con desprecio la noción de 'Mente universal' y las almas humanas noéticas y superiores".

*"De hecho, cada órgano en nuestro cuerpo tiene su memoria particular, porque si está dotada de una conciencia 'de su propia clase', toda célula debe tener necesariamente una memoria de igual categoría, al igual que su propia acción psíquica y noética. Respondiendo al toque tanto físico como a la fuerza metafísica, el impulso dado por la injerencia psíquica (o psico-molecular) actuará desde fuera hacia dentro, mientras que la fuerza noética (¿debiéramos llamarla Espiritual-dinámica?) opera desde dentro hacia fuera".

*"Ningún recuerdo de una función puramente cotidiana o de naturaleza física, egoísta o mental inferior -como por ejemplo comer y beber, disfrutar de placeres sensorios y personales, realizar transacciones comerciales en detrimento del prójimo, etc., etc.- está relacionado con la Mente o Ego 'Superior'. Tampoco tiene ningún trato directo en este plano físico con nuestro cerebro o corazón -ya que estos dos son órganos de un poder más elevado que la personalidad-, sino sólo con nuestros órganos pasionales como el hígado, el estómago, el bazo, etc.”

*"El ocultismo enseña que el hígado y las células del bazo son los más subordinados a la acción de nuestra mente 'personal', siendo el corazón el órgano por excelencia a través del cual actúa el Ego 'Superior' y mediante el yo inferior".

*"Como se dijo, todo el cuerpo humano es una vasta caja de resonancia en que cada célula lleva un largo registro de impresiones relacionadas con su órgano parental, y cada célula tiene una memoria y conciencia de este tipo, o llámelo instinto si lo desea. Según la naturaleza del órgano, estas impresiones son físicas, psíquicas o mentales en relación con este u otro plano. Se les puede llamar 'estados de conciencia' sólo por falta de una mejor expresión, ya que existen niveles de conciencia instintiva, mental y puramente abstracta o espiritual".

Quizá una de las declaraciones más importantes de ese artículo -que apareció por primera vez en la revista Lucifer en octubre y noviembre de 1890- es que existe una "interacción mutua e interrelación coherente entre la 'entidad mental' personal, y los órganos del cuerpo humano”.

Superficialmente puede semejar algo contradictorio, pero aunque la Teosofía siempre enfatiza que todos somos UNO, sin embargo sostiene la individualidad única de cada persona en los niveles más bajos y materiales de la vida y el Ser. En otras palabras, hay un sólo Espíritu, pero también muchas almas. El alma es esa "Mente Superior" o "Ego Superior" del que hemos estado hablando, o la Individualidad permanente que reencarna, el verdadero "Yo" de nuestro ser.

Cuando un alma se encarna en un cuerpo particular, cada parte de esa cobertura física -e incluso cada célula- se imprime y “colorea” (por falta de una mejor expresión) con el lado físico del Karma individual que esa alma específica debe arrostrar y experimentar en dicha vida. Y como acabamos de ver en las palabras de H.P.B., cada parte del cuerpo también adquiere y se instila de las impresiones y registros de las experiencias en la nueva encarnación.

Entre otros detalles, esto permite proporcionar el fundamento para algunos aspectos relacionados en el volumen 1 de "Isis Develada", el primer libro de Blavatsky, donde se sugiere firmemente que existe una relación magnética continua entre los donantes, y la parte de su cuerpo que fue donada a otros. Se da el ejemplo de una persona que recibió injerto de cabello y su nuevo pelo finalmente se tornó gris al mismo tiempo que el dador, y también de un individuo que durante la época victoriana recibió una nariz artificial construida con el tejido de la espalda de un otorgante, y cuando éste murió, ¡la nariz del otro hombre se desprendió!

Una simple búsqueda en internet también expondrá relatos contemporáneos directos de individuos cuyas personalidades, intereses, tendencias, características, etc. cambiaron significativamente tras recibir un trasplante de órganos. Es posible que los profesionales médicos no puedan explicarlo, pero la Teosofía sí lo hace.

En la actualidad hay un gran énfasis en ciertos medios comunicacionales respecto de la donación de órganos, porque aparentemente existen menos donantes que personas esperando trasplantes. Como vimos al comienzo, muchos promulgan la opinión de que es "egoísta" no dejar nuestros órganos a la ciencia cuando morimos, ya que de esa forma podemos salvar o prolongar la vida de otros. Sin embargo, hay algunos puntos que deben considerarse al respecto:

01. Los promotores de la donación rara vez mencionan el hecho de que hay organismos receptores que rechazan un número relativamente alto de trasplantes. De acuerdo con la página de Wikipedia llamada "Transplant Rejection", un 50 a 60% de traspasos renales terminan siendo repelidos por el cuerpo receptor, y eso que dichos trasplantes son los más comunes de todos. En segundo lugar tenemos los de hígado, y también un 10-30% de ellos resultan en rechazo. Cuando esto se produce, los médicos generalmente intentan reemplazar el trasplante con otro y algunas veces es exitoso, pero en otras ocasiones vuelve a presentarse ese fenómeno. El rechazo repetido de trasplantes eventualmente genera un gran estrés y trauma para el cuerpo, y en consecuencia la muerte del receptor. Por lo tanto, el proceso no es tan "emocionante", "perfecto" y "exitoso" como muestran los medios. Y de hecho, técnicamente hablando todos los trasplantes son repulsados por pacientes, porque éstos deben consumir medicamentos potentes por el resto de su vida, para minimizar los efectos negativos secundarios que se producen naturalmente al tener una parte de otra persona.

02. El aumento del ateísmo y el agnosticismo resulta en una gran proporción de personas que intentan aferrarse desesperadamente a la existencia física, ya que creen que no son más que "materia", y cuando muere la cobertura corporal "dejarán de existir por completo". Piensan que esta vida tangible es "todo lo que hay", por cuanto están dispuestos a prolongarla a cualquier costo debido al temor de lo que ven como su inminente "aniquilación".

03. Al igual que todas las religiones índicas, la Teosofía enseña que todo lo que nos sucede en la vida -bueno o malo- es resultado de nuestro Karma (destino autocreado como efecto de acciones en vidas anteriores), y es imposible evadir o escapar de la Ley kármica. Por tanto, si nos enfermamos y se hace evidente que no tenemos ninguna posibilidad de sanación, tal vez sea mejor aceptar que este es nuestro Karma, y resignarnos noblemente a permitir que esa “deuda” en particular se agote mediante sufrimiento y la eventual partida de nuestro cuerpo actual. Lamentablemente, muchas personas crean incluso más y peores padecimientos y angustias al final de su vida al tratar en vano de prolongar su existencia por cualquier medio posible. Una comprensión correcta del Karma y la Reencarnación podrían ayudar a terminar nuestros días en paz, esperanza y seguridad.

Además, las doctrinas de Karma y Reencarnación son enseñanzas centrales de la Teosofía; en efecto, Helena Blavatsky y William Judge, fundadores del Movimiento homónimo, consideraron que éstas son las verdades más importantes a ser asimiladas por la humanidad.

Como anticipábamos, la Ley de Karma no es más que el destino creado por uno mismo. Significa que, a pesar de todas las apariencias, en realidad no hay injusticia en el mundo y todo lo que experimentamos en vida nos lo hemos ganado a través de acciones pasadas, y posiblemente en esta encarnación, aunque en general tiene su simiente en una anterior. No hay ninguna “voluntad divina” en todo esto; de hecho el “Dios” popular no existe, sino que como expresa un poema: "Eres tu propio demonio y tu propio Dios; sólo tú creas los caminos que tus pasos han recorrido".

El Universo es producido y gobernado por una LEY absoluta e inmutable, e incide sobre todas las cosas. En una carta a I.B. Rumford, William Judge escribió: “Tanto filosofía como religión siempre han enseñado que el alma se purifica y fortalece con el sufrimiento, y que a veces es bueno sufrir. Si pudiéramos conocer la acción y el funcionamiento del Karma, veríamos que al padecer dolor en la enfermedad el Karma malo se resuelve (…) Aquéllos que saben y reconocen este hecho se curan de la angustia mental que es una parte tan grande del sufrimiento corpóreo, y esto es para ellos una 'sanación mental' en un plano más elevado que el físico, porque entonces pueden soportar sus dolores con calma y resignación".

Sin embargo, todo esto no significa que una persona no consuma medicamentos, se niegue a acudir al médico o someterse a una operación. Esos procedimientos son importantes y en ocasiones necesarios. Lo que Judge dice es simplemente que en ocasiones el sufrimiento y la enfermedad pueden tener una secuela beneficiosa o redentora para nosotros, ya sea que la patología sea temporal o permanente, y además nos brinda la oportunidad y el ímpetu para volver a encaminar nuestras vidas y reajustar el enfoque en los temas más significativos y valiosos.

No obstante, cuando se trata del injerto de órganos, las enseñanzas teosóficas nos permiten concluir que esto va demasiado lejos, y realmente interfiere con las Leyes de la Naturaleza que están estrechamente vinculadas con Karma, que Blavatsky llama "la Ley Última del Universo".

Sin embargo, una de las principales características de la Teosofía es que enfatiza la independencia espiritual y la libertad de pensamiento y creencia. Por tanto, alentamos a nuestros lectores a no aceptar ni creer en algo, a menos que coincida con su propio razonamiento. Entonces, mientras los postulados teosóficos aseveran algunos aspectos particulares sobre asuntos éticos e incluso fisiológicos, los estudiantes de la Doctrina son más que bienvenidos a manifestar su desacuerdo sin temer juicios, críticas o condenas arbitrarios o sensibleros de otros.

La cuestión sobre los trasplantes de órganos es muy sensible y profundamente personal, y el punto de vista puede cambiar a medida que pasa el tiempo. Por ejemplo, una reciente charla y discusión en un grupo teosófico de Reino Unido reveló que aproximadamente el 60% de los presentes estaba en contra de este procedimiento médico, mientras que el 40% restante se manifestó a favor o aún no había decidido su postura; asimismo, la mayoría de teósofos que no aprueba los trasplantes orgánicos también expresa su oposición al traspaso quirúrgico de extremidades. Sin embargo, aunque nuestra sangre también tiene un lado esotérico definido -al igual que todas las demás partes fisiológicas-, al parecer una gran parte de los teósofos aceptaría una transfusión sanguínea si fuera necesario, aunque hay muy pocos que expresamente harían lo contrario. De todas formas, las opiniones y alternativas no están escritas en piedra, pues las circunstancias pueden alterar la postura personal sobre éste o cualquier otro tema.

Debemos recordar que lo único perdurable es la Verdad que custodia la Teosofía (literalmente "Sabiduría Divina"), y que declara: "El cuerpo, tan profanado por el materialismo y el hombre, es el templo del Santo Grial, el Adytum de todos o los más grandes misterios de la Naturaleza en nuestro universo solar".