[Nota del traductor: se han añadido énfasis especiales en algunos párrafos para demostrar que incluso en ocultismo teosófico el concepto de "compasión" no es el sentimentalismo con que lo confunde mucha gente, y en realidad es un gran obstáculo para el trabajo kármico].
DE LOS ESCRITOS DE H.P. BLAVATSKY
"(...) esta concepción del cuerpo triple o vestiduras de Nirmanakaya, Sambhogakaya y Dharmakaya, la más grandiosa de las doctrinas en la filosofía esotérica" ("Glosario Teosófico", p. 339, entrada para "Trikaya").
"Pregunta: ¿Qué hay sobre ellos? [Nirmanakayas] ¿Qué significa el nombre para usted?
Teósofo: Se denomina así a los individuos que, si bien han ganado el derecho al Nirvana y el descanso cíclico (no 'Devachan' ya que este último es una ilusión de nuestra conciencia, un sueño feliz, y quienes sean aptos para el Nirvana deben perder por completo todos los deseos o posibilidades de las ilusiones mundanas), salen de ese estado nirvánico por compasión hacia la humanidad y a quienes dejaron en la Tierra. Tal adepto, Santo o como sea que lo llame renuncia al Nirvana y determina permanecer invisible en espíritu sobre esta Tierra, creyendo que es un acto egoísta descansar en la dicha mientras la humanidad gime bajo el fardo de la miseria producida por la ignorancia. No tienen cuerpo material, porque lo han dejado atrás, y por lo demás se mantienen con todos sus principios incluso en la vida astral de nuestra esfera. Estas entidades pueden comunicarse con unos pocos elegidos, pero seguramente no con médiums comunes (...).
Pregunta: ¿Y qué bien pueden hacer en la Tierra?
Teósofo: No mucho en lo que respecta a individuos, ya que no tienen derecho a interferir con el Karma [mérito o demérito] y sólo pueden aconsejar e inspirar a los mortales para el bien general. Sin embargo, hacen acciones más benéficas de lo que usted imagina" ("La Clave de la Teosofía" p. 151-152).
"Nirmanakaya (sánscrito). Éste es un concepto totalmente distinto en la filosofía esotérica respecto al significado popular que se le atribuye, y a las fantasías de los orientalistas (...).
El ocultismo (...) sostiene que el Nirmanakaya es un estado, aunque denota literalmente un 'cuerpo' transformado. La forma es aquélla del adepto o yogui que ingresa o elige esa condición post mortem en preferencia al Dharmakaya o estado nirvánico absoluto; y él hace esto porque el último kaya lo separa para siempre del mundo de la forma, confiriéndole un estado de bienaventuranza egoísta en que no puede participar ningún otro ser vivo, y así el adepto queda excluido de la posibilidad de ayudar a la humanidad o incluso a los devas. Sin embargo y como Nirmanakaya, el individuo sólo deja atrás su cuerpo físico y retiene todos los demás 'principios' -excepto el kámico, ya que durante la vida ha eliminado éste para siempre de su naturaleza y nunca puede resucitar en su estado post-mortem.
Por lo tanto, en lugar de dedicarse a la dicha egoísta, elige una vida de autosacrificio, existencia que termina únicamente con el ciclo de vida para ayudar a la humanidad de manera invisible, pero muy efectiva (véase La Voz del Silencio, tercer tratado de 'Los Siete Portales'). De este modo y contrario al pensamiento popular, un Nirmanakaya no es el cuerpo 'en que un Buda o Bodhisattva aparece en la Tierra', sino en verdad alguien que siendo un Chutuktu o Khubilkhan -adepto o yogui durante la vida- desde entonces se ha convertido en miembro de esa Hueste invisible que siempre protege y vigila a la Humanidad dentro de los límites kármicos. Confundido a menudo con un 'Espíritu', un Deva, Dios mismo, etc., un Nirmanakaya es siempre protector y compasivo, verdaderamente un ángel guardián para quien se hace digno de su ayuda. Puede presentarse cualquier objeción contra esta doctrina, pero por mucho que se niegue -pues increíblemente nunca se ha hecho pública hasta ahora en Europa, y como los orientalistas la desconocen debe ser un 'mito de invención moderna'-, nadie se atreverá a decir que esta idea de ayudar a la humanidad sufriente, al precio del propio sacrificio casi interminable de uno mismo, no es una de las más grandiosas y nobles que hayan surgido del intelecto humano" ("Glosario Teosófico", p. 231, entrada para "Nirmanakaya").
"De acuerdo con el Svetasvatara-Upanishad (357), los Siddhas son quienes desde el nacimiento poseen poderes sobrehumanos como también el 'conocimiento e indiferencia hacia el mundo'. Sin embargo, según las enseñanzas ocultas los Siddhas son Nirmanakayas o 'espíritus' (en el sentido de un espíritu individual o consciente) de grandes sabios desde esferas en un plano más elevado que el nuestro, y quienes voluntariamente encarnan en cuerpos mortales para ayudar a la raza humana en su progreso ascendente; de ahí su conocimiento innato, sabiduría y poderes" ("La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 636).
"Al mismo tiempo, en el lenguaje oculto 'Maruts' es uno de los nombres dados a aquellos EGOS de grandes Adeptos que han fallecido, y que también son conocidos como Nirmanakayas; de aquéllos Egos para quienes -por estar más allá de la ilusión- ya no hay Devachan y quienes permanecen invisibles en la Tierra habiendo renunciado voluntariamente a aquél por el bien de la humanidad, o aún no han llegado al Nirvana" ("La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 615).
"Blavatsky: Eso es justo lo que hacen los adeptos; tienen perfecto derecho a Nirvana, pero no van pues piensan que es egoísta hacerlo. Rechazan la condición nirvánica, y eso precisamente lo que hizo Gautama; quiere estar presente, pero no tiene derecho a interferir con el Karma.
Burrows: Esa sería la forma más elevada de desinterés.
Blavatsky: Con toda seguridad, porque sufre. Cada Nirmanakaya padece porque es terrible estar allí viendo la miseria y sufrimientos de las personas y no poder ayudarlas.
Besant: Aún así, usted es una fuerza para el bien.
Blavatsky: Éste es el aspecto más glorioso, y eso es lo que dicen que hizo Buda y muchos de los adeptos.
Anciano: Se llama 'gran renunciación'.
Blavatsky: Correcto. Recuerde lo que hablo con referencia al Vigilante Silencioso porque eso tiene un significado oculto muy profundo.
Besant: Ese es el 'gran sacrificio'.
Sneyd: ¿Está Gautama ahora en Nirvana?
Blavatsky: El budista ortodoxo le dirá que sí, pero es falso" (“The Secret Doctrine Dialogues”, p. 601-602).
"Blavatsky: (...) ¿Sabe lo que significa el nombre? Nirmanakaya quiere decir, por ejemplo, que usted se convierte en un gran adepto. Ya no quiere vivir más, pero no es lo suficientemente egoísta para entrar en Nirvana (e implica egoísmo porque no se beneficiará a nadie más que usted mismo, y este defecto debe evitarse); por lo tanto, en lugar de ingresar en Devachan (no puede ir allí porque todavía es una ilusión para el adepto elevado, excepto para los mortales como nosotros) abandona su cuerpo y vive en sus seis principios completos. Por supuesto, donde sea que viva responde a un tema subjetivo y es en el espacio; pero vive y ayuda a la humanidad, y algunas veces inspirará a personas o se comunicará con ellas, y así sucesivamente. Conozco varios casos así y son muy raros, pero es porque generalmente no se dirigen a individuos; protegerán a una nación, comunidad u otro colectivo y ayudarán tanto como el Karma lo permita" (“The Secret Doctrine Dialogues”, p. 445-446).
"¿Y cómo puede un ermitaño practicar caridad o diligencia si se escapa del prójimo? Los Bodhisattvas que habiendo cumplido todas las condiciones de budeidad tienen derecho a ingresar inmediatamente al Nirvana, por piedad ilimitada hacia el mundo ignorante y sufriente prefieren en cambio renunciar a este estado de dicha y convertirse en Nirmanakayas. Se revisten del Sambhogakaya (cuerpo invisible) para salvar a la humanidad, es decir, vivir una existencia consciente después de la muerte y sufren inmensamente ante las miserias humanas (y no tienen libertad de aliviar la mayoría de ellas al ser de naturaleza kármica) con el objeto de inspirar a algunos con el deseo de aprender la verdad y salvarse a sí mismos (por cierto, todo lo que Schlagintweit y otros han escrito sobre el cuerpo de Nirmanakaya es erróneo). Tal es el verdadero significado de la enseñanza Mahayana. Entre otras cosas, los discípulos de la escuela Mahayana en su discurso a 'los Budas (o Budhisattvas) de la confesión' dicen 'creo que no todos los Budas entran al Nirvana', refiriéndose a esta enseñanza secreta" (“World-Improvement of World-Deliverance”, H.P. Blavatsky Theosophical Articles, vol. 1, p. 452-453).
"(...) pues se nos enseña que los seres espirituales que pueden asumir una forma a voluntad y aparecer, es decir, se hacen objetivos e incluso tangibles- son sólo los ángeles (Dhyani-Chohans) y el nirmanakaya de los adeptos, cuyos espíritus están revestidos de materia sublime (...).
Nirmanakaya es el nombre dado a las formas astrales (en su integridad) de los adeptos que han progresado muchísimo en el camino del conocimiento y la verdad absoluta para entrar en el estado de Devachan; y, por otro lado, rehúsan deliberadamente la dicha del nirvana con objeto de colaborar con la Humanidad para guiar invisiblemente en el mismo camino de progreso a los individuos escogidos. Pero estos astrales no son cascarones vacíos, sino mónadas completas compuestas por los principios 3, 4, 5, 6 y 7. No obstante, existe otra orden de nirmanakaya y de lo cual se dirá mucho en la Doctrina Secreta" (“Reincarnation and Spirits”; H.P. Theosophical Articles, vol. 2, p. 284).
"La mayoría de nosotros cree en la supervivencia del Ego Espiritual, Espíritus Planetarios y Nirmanakayas, esos grandes Adeptos de eras pasadas, quienes renunciando a su derecho al Nirvana permanecen en nuestras esferas del ser, no como 'espíritus' sino humanos espirituales completos. Con excepción de su envoltura visible y corpórea -que dejan atrás-, permanecen como estaban para ayudar a la desvalida humanidad en la medida de lo posible, sin pecar contra la ley kármica. Esta es la 'Gran Renuncia', por cierto; un incesante autosacrificio consciente a lo largo de eones y edades, hasta ese día cuando los ojos de la humanidad ciega se abran y, en lugar de unos pocos, todos vean la verdad universal. Estos Seres bien pueden ser considerados como Dioses, si tan sólo permitieran que el fuego en nuestros corazones fuera avivado en la llama de la adoración o el altar más pequeño en su honor ante el pensamiento del más puro de todos los sacrificios, pero no lo harán. Verdaderamente, 'el corazón secreto es el justo templo de la (única) Devoción', y cualquier otro en este caso no sería mejor que la ostentación profana" (“The Roots of Ritualism in Church and Masonry”; H.P. Blavatsky Theosophical Articles, vol. 3, p. 204].
EXTRACTOS DE "LA VOZ DEL SILENCIO"
"Ésta es la alusión a una creencia bien conocida en Oriente (y también en Occidente para este efecto) que todo Buda o Santo adicional es un nuevo soldado en el ejército de quienes trabajan por la liberación o salvación de la humanidad. En los países budistas septentrionales donde la doctrina de los Nirmanakayas -los Bodhisattvas que renuncian al bien merecido Nirvana o la vestidura Dharmakaya (y ambos los excluyen para siempre del mundo humano) para ayudar de manera invisible a la humanidad y llevarla finalmente a Paranirvana-, se enseña que cada nuevo Bodhisattva o gran Adepto iniciado se llama 'liberador de la humanidad'" (Fragmento III: "Los Siete Portales", nota al pie de página 69 por H.P.B.).
"Sí, en el Sendero Arya ya no eres Srotapatti, sino un Bodhisattva y acabas de cruzar la corriente. Es cierto que tienes derecho a la vestidura de Dharmakaya, pero Sambhogakaya es mucho mayor que un Nirvani y aún más grande es un Nirmanakaya o Buda de Compasión" (Fragmento III: “Los Siete Portales”, p. 77).
"Esta misma reverencia popular llama 'Budas de Compasión' a los Bodhisattvas que, habiendo alcanzado el rango de Arhat (esto es, que completaron el cuarto o séptimo Camino), se niegan a pasar al estado nirvánico o 'visten el atuendo de Dharmakaya y cruzan a la otra orilla', porque eso los dejaría más allá de su poder para ayudar a los hombres y tan poco como lo permita el karma. Prefieren permanecer invisibles (o en Espíritu, por así decirlo) en el mundo y contribuir a la salvación humana al influirlos para que sigan la Buena Ley, es decir, guiarlos en el camino de la justicia. Es parte del budismo exotérico norteño honrar a todos los grandes personajes como santos e incluso ofrecerles oraciones como hacen griegos y católicos a sus santos y patronos; por otro lado, las enseñanzas esotéricas no admiten tal cosa y hay una gran diferencia entre las dos enseñanzas. El laico exotérico apenas conoce el verdadero significado de la palabra Nirmanakaya y de ahí la confusión y las explicaciones inadecuadas de los orientalistas (...) no obstante la verdadera enseñanza es ésta:
Los tres cuerpos o formas budistas se designan como:
i. Nirmanakaya.
ii. Sambhogakaya.
iii. Dharmakaya.
El primero es la forma etérea que uno asumiría al abandonar su cuerpo físico y aparecería en su cobertura astral, además de tener todo el conocimiento de un Adepto. El Bodhisattva lo desarrolla en sí mismo a medida que avanza en el Sendero, y habiendo alcanzado la meta y rechazado su goce, permanece en la Tierra como un Adepto; y cuando muere, en lugar de ir al Nirvana permanece en ese cuerpo glorioso que ha tejido para sí mismo, invisible para la humanidad no iniciada con tal de vigilarla y protegerla.
Sambhogakaya es lo mismo, pero con el brillo adicional de las 'tres perfecciones', una de las cuales es la eliminación total de todas las preocupaciones terrenales.
El cuerpo Dharmakaya es el de un buda completo, es decir, ningún cuerpo en absoluto, sino un aliento ideal: la Conciencia fusionada con la Conciencia Universal o Alma desprovista de todo atributo. Una vez como Dharmakaya, un Adepto o Buda deja atrás todas las posibles relaciones con esta Tierra o concebidas para ella. Así, para ayudar a la humanidad, un Adepto que ha ganado el derecho a Nirvana 'renuncia al cuerpo Dharmakaya' en el lenguaje místico; del Sambhogakaya mantiene sólo el gran y completo conocimiento y permanece en su revestimiento Nirmanakaya. La Escuela Esotérica enseña que Gautama Buddha, con varios de sus Arhats, es un Nirmanakaya y respecto del cual no se conoce a nadie superior a causa de su gran renunciación y sacrificio para la humanidad" (Fragmento III: "Los Siete Portales", nota por H.P.B. en páginas 77-78).
"¡Ay! ¿Se sacrificarán los yoes al Ser; la humanidad, por el bienestar de las unidades?
Principiante, sábete que éste es el Camino Abierto a la dicha egoísta y evitado por los Bodhisattvas del 'Corazón Secreto', los Budas de Compasión.
Vivir para beneficiar a la humanidad es el primer paso; practicar las seis virtudes gloriosas es el segundo.
Vestirse con la humilde túnica del Nirmanakaya es renunciar a la dicha eterna por el Ser, ayudar a la salvación humana. Alcanzar la dicha de Nirvana y prescindir de ella, es el paso supremo, final y más elevado en el Camino de la Renuncia.
Sábete, discípulo, que éste es el Camino Secreto seleccionado por los Budas de Perfección que sacrificaron el Yo para los seres más débiles.
Sin embargo, si la 'Doctrina del Corazón' es demasiado poderosa para ti, o si necesitas ayuda y temes ofrecerla a los demás, entonces se te advierte a tiempo, tú de corazón tímido: conténtate con la 'Doctrina del Ojo' de la Ley. Todavía hay esperanza, porque si el 'Sendero Secreto' es inalcanzable en este 'día', está a tu alcance 'mañana' [el siguiente renacimiento o reencarnación]. Debes saber que ningún esfuerzo, ni siquiera el más pequeño -ya sea en la dirección correcta o incorrecta- puede desaparecer del mundo de las causas" (Fragmento II: "Los dos Caminos", p. 35-37).
"Debes saber, candidato al infortunio secular, que el Bodhisattva que cambia la Liberación por Renuncia para cargar con las miserias de la 'Vida Secreta' [existencia como Nirmanakaya] es conocido como el 'tres veces honrado'.
El Sendero es uno, discípulo, pero al final es doble. Sus etapas están marcadas por cuatro y siete portales; en un extremo, la felicidad inmediata, y en el otro la felicidad aplazada. Ambos son merecedores de recompensa y la elección es tuya.
El Uno se convierte en dos, el Abierto y Secreto. El primero lleva a la meta, el segundo, a la autoinmolación.
Cuando lo Mutable se sacrifica a lo Permanente, el premio es tuyo: la gota regresa al lugar de donde vino. El Sendero Abierto conduce al cambio inmutable o Nirvana, el estado glorioso de la Absolutidad, la Bienaventuranza del pensamiento humano. Así, el primer Sendero es la LIBERACIÓN.
Pero el segundo es la Renuncia y por lo tanto llamado 'Sendero de la Aflicción'.
Esa Vía Secreta lleva a los Arhan a un dolor mental inefable; ¡ay de los muertos vivientes [nota a pie de página: “Los hombres ignorantes de las verdades y sabiduría esotéricas son llamados 'muertos vivos’”] y la piedad imposibilitada por los hombres de dolor kármico; el fruto de los sabios del karma no se aventura todavía!
Porque está escrito: 'Enseña a evitar todas las causas; deja correr el curso de la onda del efecto, como la gran marea'.
Tan pronto como alcances tu meta, el 'Camino Abierto' te llevará a rechazar el cuerpo Bodhisáttvico y entrarás en el triple estado glorioso de Dharmakaya, que es el olvido del mundo y de los hombres para siempre.
La 'Vía secreta' conduce también a la felicidad paranirvánica, pero al término de Kalpas innumerables, los nirvanas se ganaron y perdieron de la compasión ilimitada y la piedad por el mundo de los mortales engañados.
Pero se dice: 'El último será el más grande'. Samyak Sambuddha, el Instructor de Perfección, renunció a su Yo por la salvación del mundo deteniéndose en el umbral del Nirvana, el estado puro.
Ahora tienes el conocimiento sobre los dos Caminos. Llegará tu hora para elegir, oh tú de alma ávida, cuando hayas llegado al final para entrar por los siete portales. Tu mente está clara y ya no estás enredado en pensamientos ilusorios, porque has aprendido todo. La Verdad se halla develada y te mira con severidad al rostro, diciendo:
'Dulces son los frutos del descanso y la liberación por el bien del Ser; pero aún más dulces son los frutos de un deber largo y amargo. ¡Ay, la renunciación por el bien de los semejantes que sufren!'
Quien se convierte en Pratyeka-Buddha* hace reverencia sólo a su Yo; el Bodhisattva que ha ganado la batalla y tiene el premio en la palma de su mano, aún dice en su divina compasión para lograr la Renuncia mayor:
'Por el bien de los demás, abandono esta gran recompensa'. Y él es un SALVADOR DEL MUNDO.
¡Mirad! El objetivo de la bienaventuranza y el largo Camino de aflicción están en el extremo más lejano. ¡Tú tampoco puedes elegir, oh aspirante al dolor, a lo largo de los ciclos venideros!
*Nota al pie: los Pratyeka Buddhas son los Bodhisattvas que luchan por alcanzar la túnica de Dharmakaya tras una serie de vidas. Sin preocuparse por las aflicciones de la humanidad ni ayudarla, sino sólo por su propia bienaventuranza, entran en Nirvana y desaparecen de la vista y del corazón humanos. En el budismo del norte un Pratyeka Buddha es sinónimo de egoísmo espiritual" (Fragmento II: "Los dos Caminos", p. 44-47).
"Auto-condenado a vivir a través de Kalpas futuros, sin ser agradecido y ni advertido por los hombres; encajado como una piedra con un sinnúmero de otras que forman el 'Muro Guardián'*, tal es tu futuro si pasas la séptima puerta. Construido por las manos de muchos Maestros de Compasión, levantado por sus torturas y cementado por su sangre, ampara a la humanidad ya que el hombre es el hombre, protegiéndolo de tristeza y sufrimiento cada vez mayores.
Además el hombre no lo ve, no lo percibirá ni prestará atención a la palabra de Sabiduría (...) porque él no lo sabe.
Pero tú lo oíste y lo sabes todo, oh tú de alma anhelante y sin culpa (...) y deberás elegir.
*Nota al pie: Respecto al 'Muro Guardián' o 'de Protección', se enseña que los esfuerzos acumulados de largas generaciones de Yoguis, Santos y Adeptos -especialmente nirmanakayas- han creado por así decirlo una muralla de resguardo en torno a la humanidad, el cual la protege invisiblemente de males aún peores" (Fragmento III: “Los Siete Portales”, p. 74).
DE LOS TEXTOS DE WILLIAM Q. JUDGE
De R.L.R. (1): ¿Qué es un Nirmanakaya?
Respuesta: Es una de las denominaciones dadas a un Adepto que para dedicarse a la humanidad ha renunciado conscientemente a su derecho de pasar al Nirvana. No tiene cuerpo material, pero posee todos los otros principios, y para tal individuo el espacio no es obstáculo. Hay muchos de ellos y realizan diversas obras; algunos toman completa posesión de grandes reformadores o estadistas que llevan a cabo una política beneficiosa; en ocasiones otros eclipsan a varias personas haciendo que actúen, hablen y escriban de tal manera que produzcan los cambios necesarios en sus semejantes. Estos Nirmanakayas pasan por lugares humanos de forma invisible y desconocida; sólo se perciben los efectos de su influencia y presencia, y estos resultados se atribuyen al genio del individuo o sólo al 'azar'.
(2) ¿Tiene un Nirmanakaya algún sexo?
Respuesta: No. El pronombre 'él' se ha usado porque tiene una aplicación general, al igual que 'hombre' u 'hombres'. En el desarrollo de un Nirmanakaya las distinciones de sexo han desaparecido porque no existen en el plano espiritual" (“Answers to Questioners”; William Q. Judge Theosophical Articles, vol. 2, p. 477-478).
"Pero como señala la Sabiduría Egipcia, frecuentemente durante los ciclos menores es necesario 'impartir un impulso benéfico en las repúblicas de la humanidad', y esto se puede hacer usando menos poder del que se disiparía si un Ser celestial descendiera a la Tierra, y aquí la doctrina de la influencia entre nosotros de nirmanakayas o Gnanis se apoya en el esquema egipcio con estas palabras:
Porque efectivamente existe una sagrada tribu de héroes en la morada terrestre, que prestan atención a la humanidad y pueden ayudarla incluso en las preocupaciones más pequeñas.
Esta tribu heroica es, por así decirlo, una colonia de dioses establecidos aquí para que este ámbito terrenal no se quede sin una mejor naturaleza.
Estos 'héroes' no son otros que los Nirmanakayas (Adeptos de este u otros Manwantaras anteriores) que permanecen aquí en varios estados o condiciones. Algunos no usan cuerpos en absoluto, pero mantienen viva la espiritualidad entre los humanos en todas partes del mundo, y otros en realidad emplean coberturas físicas en el planeta. Obviamente sería imposible para mí saber quiénes son ellos, y si tuviera la información sería inadecuado darla.
Y entre esta 'sagrada colectividad de héroes' deben clasificarse otras almas que ahora habitan cuerpos para moverse entre los hombres y han pasado por muchas iniciaciones ocultas en vidas anteriores, pero ahora están condenadas, por así decirlo, a la penitencia de vivir en circunstancias y cuerpos que los encierran, así como también en un tiempo que los hace olvidar el glorioso pasado; pero su influencia siempre se siente, incluso si ellos mismos no son conscientes de eso. Debido a que en la práctica su naturaleza superior está más desarrollada que la de otros individuos, inciden en otras naturalezas en la noche o las horas del día cuando todo es favorable. El hecho de que estos adeptos oscurecidos ahora no estén conscientes de lo que realmente son, sólo tiene que ver con su memoria del pasado, por cuanto no podemos deducir que si alguien no puede recordar sus iniciaciones, entonces no ha tenido ninguna.
Pero hay algunos casos en que podemos juzgar con cierto grado de certeza de que tales adeptos estuvieron encarnados y cómo se llamaron. Tomemos a Thomas Vaughan, Raimundo Llulio, Sir Thomas More, Jacob Boehme, Paracelso y otros como ellos, incluyendo también a algunos santos católicos romanos. Estas almas fueron como testigos de la verdad, dejando evidencias a través de los siglos -y en sus propias naciones- para quienes siguieron y sugerencias con objeto de mantener el fulgor espiritual: 'pensamientos-semillas', si se quiere, listos para el nuevo suelo mental. Y además de estos personajes históricos, hay innumerables hombres y mujeres que viven ahora y han pasado por ciertas iniciaciones durante sus vidas pasadas en la Tierra, produciendo efectos en muchas direcciones que ahora desconocen. De hecho, son viejos amigos de 'la sagrada tribu de héroes' y, por lo tanto, pueden utilizarse más fácilmente para difundir influencias y llevar a cabo los efectos necesarios para la preservación de la espiritualidad en esta era de oscuridad" (“Cycles”; William Q. Judge Theosophical Articles, vol. 1, p. 192-194].
"Necesitaríamos más de un volumen para una disquisición exhaustiva sobre los Adeptos, Mahatmas y Nirmanakayas. El desarrollo ilustrado por ellos es tan extraño para las mentes modernas y tan extraordinario en estos días de mediocridad general, que el lector promedio no puede captar con facilidad los puntos de vista propuestos en un artículo condensado; y casi todo lo que uno diría sobre los Adeptos -por no mencionar nada de los Nirmanakayas- que requiera una explicación completa de las leyes recónditas y preguntas abstractas, puede ser malinterpretado incluso si se deben escribir volúmenes sobre ellas. El desarrollo, las condiciones, los poderes y la función de estos seres llevan consigo todo el esquema de la evolución porque, como dicen los místicos, el mahatma es la eflorescencia de una era. Hoy los Adeptos pueden entenderse débilmente, los Nirmanakayas hasta ahora sólo han sido mencionados de manera pasiva y los Mahatmas son malinterpretados por creyentes y negadores por igual.
Pero es fácil establecer una ley que los rige y no debería complejizar su entendimiento: no interfieren ni interferirán con el Karma, es decir, sin importar cuán merecedor de ayuda sea un individuo, no la extenderán de la manera deseada si su Karma no lo permite, y no se adentrarán en el campo del pensamiento humano con el propósito de desconcertar a la especie mediante un ejercicio de poder que en todas partes se consideraría 'milagroso'. Algunos han dicho que si los Adeptos teosóficos realizaran algunas de sus hazañas ante los ojos de Europa, inmediatamente surgiría una gran cantidad de seguidores para ellos; pero este no sería el resultado, pues en su lugar habría un dogmatismo e idolatría peor que nunca, con una reacción de naturaleza perjudicial e imposible de contrarrestar.
El hipnotismo, aunque con otro nombre, desde hace mucho tiempo ha sido familiar para ellos. La condición hipnótica a menudo ha ayudado a los esquemas de sacerdotes e iglesias. Forzar el reconocimiento de la verdadera doctrina no es el camino de estos sabios, porque la compulsión es hipnotismo. Alimentar a una multitud con sólo cinco barras de pan sería fácil para ellos, pero como nunca actúan sobre el sentimiento sino continuamente bajo las grandes leyes cósmicas, no avanzan con ayuda material presente para los pobres en sus manos. No obstante, al usar sus poderes naturales, todos los días influyen en el mundo, no sólo entre ricos y pobres de Europa y América, sino en todas las demás tierras para que lo que ocurra en nuestras vidas sea mejor de lo que hubiera sido si ellos no tomaran parte en el proceso.
La otra clase mencionada -Nirmanakayas- se dedica constantemente a este trabajo que consideran más grande que las empresas terrenas: el mejoramiento del alma humana y cualquier otro bien que puedan lograr a través de agentes humanos. A su alrededor gira la cuestión de Nirvana largamente disputada debido a todo lo que no se ha considerado claramente en ella; porque si la visión de Max Müller sobre Nirvana -en cuanto 'aniquilación'- es correcta, entonces un Nirmanakaya es una imposibilidad.
Paradójicamente hablando, están dentro y fuera de ese estado al mismo tiempo. Son dueños de Nirvana que se niegan a aceptarlo para ayudar a la Humanidad, el huérfano sufriente, y han seguido así el mandato del Libro de los Preceptos Dorados: 'sal de la luz del Sol para quedarte en sombra y dar más espacio a otros'.
Los Nirmanakayas toman una parte importante en la historia de las naciones de lo que nadie supone. Algunos de ellos tienen bajo su cuidado a ciertos individuos en cada país que desde su nacimiento están destinados a ser grandes factores en el futuro. Estos los guían y protegen hasta la hora señalada, y tales protegidos sólo rara vez saben que tal influencia se cierne sobre ellos, especialmente en el siglo XIX. Los Nirmanakayas no requieren el reconocimiento y la apreciación de una colaboración tan grande, quienes trabajan tras el velo y preparan el material para un fin definido. Al mismo tiempo, un Nirmanakaya puede tener bajo su dirección a muchos hombres o mujeres, pues como lo expresa Patañjali, 'una mente en todos estos cuerpos es la causa en movimiento'.
También y extraño como pueda parecer, a menudo hombres como Napoleón Buonaparte son ayudados por ellos de vez en cuando. Un ser como aquél no pudo aparecer fortuitamente en escena, pues su nacimiento y extraños poderes deben estar en el orden de la naturaleza. Las consecuencias de largo alcance, que van con una característica como la suya y no medibles por nosotros, deben observarse y contemplarse en la filosofía teosófica oriental. Si Buonaparte era un hombre malvado, tanto peor para él, pero eso nunca podría disuadir a un Nirmanakaya de convertirlo en su instrumento. Eso podría ser desviándolo, quizás, de un camino que habría hundido al mundo en las profundidades del dolor y se habría hecho para producir resultados tras algunos años con los que Napoleón jamás soñó. El miedo a lo que el mundo podría creer sobre alentar a un 'monstruo', en cierto punto nunca puede disuadir a un sabio que vislumbra el final que es mejor, y en la vida de Napoleón hay muchas cosas que mostrarán a veces una influencia más poderosa de la que él podría enfrentar. Su marcha temeraria hacia Moscú fue quizás diseñada por estos silenciosos activistas, y también su repentina y desastrosa retirada. Ningún investigador actual es capaz de decir lo que podría haber hecho si hubiera permanecido en Francia; de igual forma la historia a menudo dudosa sobre la carta del Hombre Rojo, justo cuando Napoleón se hallaba en duda, puede haber sido un estímulo en una coyuntura particular: 'A quienes los dioses quieren destruir, primero lo hacen enloquecer'. Tampoco se entenderá la derrota en Waterloo hasta que los Nirmanakayas entreguen sus registros.
Ya que un cambio en el pensamiento de un pueblo tendiente al ateísmo es siempre deseado por los Sabios de la Religión-Sabiduría, se puede suponer que la ola de fenómenos espiritistas -que resulta ahora claramente en una inclinación a un reconocimiento universal del alma- ha sido ayudada por los nirmanakayas. Están en ella y son de ella; empujan el progreso de un diluvio psíquico sobre grandes masas de personas; el efecto se ve en la literatura, la religión y el drama de hoy. Lentamente pero con seguridad la marea sube y cubre la otrora orilla seca del materialismo, y aunque los sacerdotes aúllen pidiendo 'la supresión de la Teosofía con mano firme' y una prensa venal trate de ayudarlos, no tienen el poder ni el conocimiento para producir una onda contraria, porque la mano del Maestro es guiada por una inteligencia omnisciente impulsada por una fuerza gigantesca que funciona tras bambalinas" (“Ecos del Oriente”, p. 32-35).
DE LAS CARTAS DE H.P. BLAVATSKY A WILLIAM JUDGE
"Significa que a menos que consientas, me obligarás a una vida y muerte miserables teniendo en cuenta la idea que asecha en mi mente de que hay un final de la Teosofía. Que durante varios años no podré ayudarla y cambiar su curso, porque tendré que actuar en un cuerpo que tendrá que ser asimilado al nirmanakaya, y porque incluso en ocultismo hay cosas tales como un fracaso, un retraso y una desadaptación (...).
El problema contigo es que no conoces el gran cambio que sucedió en ti hace unos años. Otros ocasionalmente han modificado sus astrales y los reemplazaron por los de Adeptos (a partir de elementarios) e influyen en el individuo exterior y el más elevado. Pero contigo es el NIRMANAKAYA y no el 'astral' lo que se mezcla con tu astral, y de ahí la doble naturaleza y lucha".