17 de marzo de 2022

¿Es fumar un "pecado" en ocultismo teosófico?

Robert Crosbie y Grace Clough, quien fuera uno de los siete socios fundadores de la Logia Unida de Teósofos y figura influyente para dicha institución tras el fallecimiento de Crosbie.

Las enseñanzas teosóficas identifican tres sustancias en particular como perjudiciales de manera oculta o metafísica para el ser humano cuando se ingieren.
 En orden de detrimento, éstas son: (1) fármacos (obviamente no incluye medicamentos legítimos), (2) bebidas alcohólicas de cualquier tipo y (3) carne.

Esto se explora con más detalle en "¿Cuál debiera ser la comida correcta?", donde se explica que si bien la ingesta de carne no es lo ideal, tampoco representa un "crimen" desde la perspectiva de la Ciencia Esotérica como H.P. Blavatsky enfatiza en "La Clave de la Teosofía".

El enfoque teosófico hacia el consumo de productos cárnicos es indulgente y tolerante, aunque se sostiene que en cierta etapa avanzada del desarrollo personal es menester seguir una dieta puramente vegetariana, y si alguien se siente capaz de hacerlo ahora y con total sinceridad, entonces será muy beneficioso para ese individuo.

No obstante, el alcohol y las drogas son otro asunto y se sabe que a quienes se comprometen como chelas (discípulos) para unirse a la Escuela de Maestros -como hicieron muchos a través de la Sección Esotérica establecida por H.P.B. y William Q. Judge- se les prohíbe estrictamente consumir dichas sustancias. Algunas de las razones se pueden encontrar en los artículos ya mencionados y por el momento no se les obliga a no comer carne ni se pide que dejen de fumar tabaco.

De esta forma la Teosofía no identifica como "malo" el hecho de fumar cigarrillos, pipas, etc., y obviamente desde la perspectiva de la salud física existen riesgos involucrados y muy serios para quienes fuman en exceso, por lo que la Teosofía ciertamente no promueve la acción de fumar; pero al mismo tiempo tampoco la designa ni describe como dañina en ningún nivel oculto

Muchas enseñanzas "Nueva Era" dicen exactamente lo contrario a esto, y entre otras afirmaciones sostienen que fumar produce "agujeros en el aura individual" permitiendo así el ingreso en ella de energías o influencias malignas. Se dice que muchas de estas teorías se derivan de los llamados "Maestros Ascendidos", pero los Mahatmas-Adeptos de Sabiduría tras el Movimiento Teosófico no pertenecen a esa categoría fantasiosa, sino que están físicamente encarnados y viven en nuestro planeta como ellos y sus discípulos enfatizaron continuamente (véase "El aspecto mortal e inmortal en los Maestros" para más detalles).

Por más sorprendente e inconcebible que parezca, incluso algunos de los mismos Maestros se describen y mencionan en la literatura teosófica original involucrados en la práctica de fumar, y también se sabe que H.P. Blavatsky -a quien los Maestros llamaron "nuestro Agente Directo"- también era fumadora habitual. ¿Alguna vez los Mahatmas se quejaron por esto o expresaron el deseo de que ella dejara de fumar? No existe ningún registro ni sugerencia sobre ello como se puede apreciar en las siguientes citas de ejemplo:

“Muy amable, Sinnett sahib, muchas gracias y salams por la máquina de tabaco (...) Me encontraba en Chi-in-ki (Lhassa) fumando tu pipa" (Mahatma M. a A.P. Sinnett).

“¡Oh benditos y benditos dos días! Era como en los viejos tiempos (...) El mismo tipo de cabaña de madera, un palco dividido en tres compartimentos para habitaciones y de pie en una jungla con cuatro patas de pelícano; los mismos chelas amarillos deslizándose silenciosamente; el mismo sonido y eterno de 'gul-gul-gul' de la inextinguible pipa chelum de mi jefe; la antigua y dulce voz de tu K.H. (cuyo tono es aún más dulce y su rostro más delgado y transparente), el mismo entorno para muebles, pieles y almohadas rellenas con cola de yak y platos para té con sal, etc." (H.P. Blavatsky a A.P. Sinnett, describiendo su reciente encuentro físico con algunos Maestros de la Hermandad Transhimaláyica; a veces se refería a su Gurú -el Mahatma M.- como "Jefe").

Una pipa chelum -hoy más comúnmente escrita como "chillum" o "chilam"- es una de tipo cónico y recto para fumar tabaco, y generalmente fabricada de arcilla.

“Ayer domingo estaba leyendo en mi habitación cuando alguien llamó a la puerta. Dije 'pase' y entró el Hermano [el Adepto conocido como Hilarión] con otro caballero de piel oscura de unos cincuenta años, con una barba espesa y gris y cejas del mismo tono. Tomamos puros y charlamos un rato (...) Dijo que me mostraría la producción de flores como hacen los adeptos. Al mismo tiempo apuntó al aire elegantemente y los contornos sombríos de flor tras flor y hoja tras hoja surgieron de la nada. La habitación era perfectamente luminosa y de hecho el Sol brillaba en el interior. Las flores crecieron sólidas y un hermoso perfume saturaba el aire. Estaban suspendidas como la caída de un cardo en el aire, cada una separada de la otra. Luego se convirtieron en ramos y descendió uno espléndido y grande de rosas, lirios de valle, camelias, jasmines y claveles, y fue depositado en mi mano. Luego las demás flores se separaron de nuevo, cayendo como una ducha, y me quedé estupefacto con la manifestación (...). 

[Entonces] mientras él hablaba [nuevamente] empezaron a caer gotas de lluvia a nuestro alrededor en la habitación, y en efecto precipitaba sobre nosotros un chubasco fuerte. La alfombra estaba empapada al igual que mi ropa, los libros sobre la mesa, los bronces, el reloj y las fotos de la repisa, pero ninguno de los Hermanos recibió una sóla gota. Se sentaron allí y fumaron tranquilamente sus cigarros, mientras que los míos se humedecieron demasiado para encenderlos. Simplemente me senté y los miré con una especie de estúpido aturdimiento; parecían disfrutar de mi sorpresa, pero fumaban y no decían nada. Finalmente el más joven de los dos (quien me dio su nombre como Ooton Liatto) dijo que no debía preocuparme, pues nada sería dañado (...) El Hermano mayor me pidió que presentara sus felicitaciones a la señora [Madame Blavatsky] y dijera que con su permiso la llamarían.

Corrí escaleras abajo hacia el salón de Madame y allí estaban sentados estos dos hombres idénticos, fumando con ella y charlando tan silenciosamente como si hubieran sido viejos amigos. Madame me hizo una seña como diciendo que mejor no entrase al estar hablando de un asunto íntimo. Me quedé paralizado mirando a uno y otro con asombro. Miré al techo (mis habitaciones están sobre la de Madame B.), pero no había caído agua. Entonces Madame dijo: '¿Qué diablos estás mirando, Olcott? ¿Qué ocurre? Debes estar loco'. No dije nada más y subí corriendo de nuevo las escaleras, abrí la puerta y los hombres no estaban allí. Bajé otra vez y esta vez habían desaparecido. Oí que se cerraba la puerta principal, miré por la ventana y los vi doblando la esquina. 

Madame dijo que habían estado con ella durante más de una hora y eso es todo lo que me contaría sobre ellos. Cuando le mostré mi ropa mojada y el ramo de flores que quedaba en evidencia de que no estaba alucinando, ella sólo dijo: 'Eso no es nada extraordinario. No me hagas preguntas porque no te diré nada'" (H.S. Olcott, cofundador de la Sociedad Teosófica, describiendo un incidente durante 1876 en Nueva York).

No sólo H.P.B. y algunos Maestros fumaban, sino que también lo hacían William Q. Judge (colega más cercano de Blavatsky y compañero-chela del Maestro M.), Damodar K. Mavalankar (discípulo del Mahatma K.H. que finalmente obtuvo el mérito para vivir físicamente con los Maestros) y Robert Crosbie (fundador de la Logia Unida de Teósofos).

Todos estos detalles fueron completamente desagradables para C.W. Leadbeater, el autoproclamado "clarividente" que llegó a una posición de "prominencia" en la Sociedad Teosófica Adyar algunos años después de fallecer Madame Blavatsky. Leadbeater pretendía ser "chela" del Mahatma K.H. -a pesar de ser rechazado como tal por quienes eran conocidos como verdaderos pupilos de ese Maestro, tales como Bhavani Shankar-, declaró que su "facultad" le mostró los terribles efectos ocultos de fumar y posteriormente ordenó que todas las fotografías publicadas o exhibidas de Blavatsky por la Sociedad fuesen recortadas o editadas para eliminar cualquier evidencia fotográfica que la mostrara sosteniendo cigarrillos.

Como demuestran la historia y una gran cantidad de hechos innegables, el propio Charles -que estaba obsesionado con la abstención del tabaco, el estricto vegetarianismo y la higiene corporal extrema- era al mismo tiempo un estafador deliberado y abusador de niños (ver "El caso Leadbeater"), por lo que difícilmente se puede dar crédito a sus afirmaciones atañentes a una poderosa "percepción espiritual".

De manera similar, Helena Roerich y su esposo Nicholas -quienes inventaron las enseñanzas Agni Yoga- se opusieron fervientemente a todos los fumadores, a pesar de afirmar que eran "chelas" del Mahatma M. y que los libros de esa "filosofía" se produjeron según "Su dictado". En sus cartas, Helena Roerich descarta citas como las mencionadas anteriormente tachándolas de meras "leyendas" e "historias contadas en forma ligera por H.P. Blavatsky".

También Roerich declaró que los Maestros fumaban "una preparación especial de ozono", nunca tabaco bajo ninguna circunstancia, y subrayó que quienes consumieran este producto jamás podrían ingresar en la "Comunidad" de los Grandes Seres. ¿Y qué pasa con H.P.B.? Roerich sostuvo que si aquélla no fuera fumadora habría logrado mucho más para el Movimiento Teosófico y la humanidad. La naturaleza ilegítima y engañosa de las enseñanzas impartidas por dicho matrimonio ruso se ha explorado en el artículo "Teosofía Original vs. Agni Yoga", que como puede apreciar cualquier persona seria y de mente abierta demuestra que los Roerich no eran lo que afirmaban representar.

El siguiente extracto es de una carta escrita por Robert Crosbie -colega y alumno de H.P.B. y William Q. Judge- y quien en 1909 estableció la L.U.T. como medio para mantener viva la verdadera Teosofía durante una época en que estaba siendo diluida e incluso suprimida y reemplazada deliberadamente en las diversas organizaciones teosóficas.

“La declaración de su amigo sobre el tabaco es muy interesante para mí, tal vez porque en algún momento tuve ideas similares y por esa razón reconozco el escrúpulo y la idea preconcebida que presenta su aserto. De una forma u otra, nuestros hábitos individuales son asuntos puramente íntimos y no afectan los hechos en el caso, pero nuestras ideas preconcebidas sí pueden hacerlo y con demasiada frecuencia. Tener ideas erróneas -o parcialmente equivocadas- con respecto a los hechos en cualquier caso dado y junto con los prejuicios existentes nos llevan a conclusiones desacertadas.

En cuanto a su observación con respecto a los 'Maestros fumadores', sería bueno preguntar cuál es su comprensión sobre la naturaleza de Ellos, ya que nuestra base de juicio depende de un entendimiento correcto o incorrecto de esa característica. Ellos mismos han afirmado que son seres humanos, pero no como nosotros. De hecho tienen cuerpos de materia física, pero de un tipo tan refinado y espiritual que están más allá de nuestra concepción y experiencia comunes. Son seres septenarios perfeccionados y representan el objetivo al que la humanidad puede tender. Entonces, necesariamente debió obtenerse un control absoluto sobre todos sus vehículos o instrumentos antes que pudieran alcanzar la etapa de perfección septenaria.

También se deduciría que lo que Ellos realizan sería con conocimiento y un propósito beneficioso. Entonces, incluso si consumieran tabaco, habría que admitir que sabían lo que estaban haciendo y por qué razón, mientras que nosotros, seres físicos ignorantes, juzgaríamos por rumores o apariencias y nos consideraríamos 'competentes' para hacerlo, lo que sería un craso error.

Hay una cosa segura: nunca han promulgado nada sobre el tabaco ni mencionaron la hierba; por lo tanto, debemos guiarnos únicamente por Su Mensaje al mundo humano y dejar tranquilos todos los otros asuntos si deseamos alcanzarles y entenderles.

Se dice que H.P.B. fumaba cigarrillos, y si lo hizo nunca afectó su sabiduría ni capacidad. A nadie con alguna idea le importaría lo que cualquier persona hiciera por costumbre, si ese individuo pudiera presentar y exponer en realidad una cosmogénesis y antropogénesis tan maravillosas y completas como en la Doctrina Secreta. Jamás es tan importante preguntar por qué una persona hace algo. Si es para beneficio propio, es tan reprensible como cualquier otro procedimiento egoísta, porque es el motivo y sólo el motivo lo que hace que una acción sea buena o mala, negra o blanca. Después de todo lo dicho y hecho, 'las funciones puramente corporales son de mucha menor importancia que lo que una persona piensa y siente, qué deseos alienta en su mente y así les permite echar raíces y crecer allí'. 'El verdadero discipulado no es una cuestión de dieta, posturas o prácticas de ningún tipo; es una actitud de la mente'" ("The Friendly Philosopher", p. 195-196).

Las dos citas con que Crosbie terminó esa carta son declaraciones escritas de Helena Blavatsky. Podríamos preguntarnos razonablemente: "¿Por qué fumaban estos individuos, cuando deben haberse dado cuenta de las posibles consecuencias negativas a nivel físico?" La respuesta simple es que no lo sabemos, pero las palabras enfatizadas de Robert Crosbie sobre el hábito de fumar entre los Maestros pueden proporcionar una vaga sugerencia.

Habremos de admitir que muchas personas no fuman con conocimiento oculto o un fin beneficioso, pero si los individuos a quienes los teósofos llaman "Maestros" son "ocultistas avanzados" y según las declaraciones de Blavatsky, entonces sólo podemos suponer que saben mucho más sobre lo que hacen, en comparación con lo que el resto de nosotros concibe actualmente.

Hay algunos ocultistas fuera del Movimiento Teosófico que señalan que fumar de manera regulada tiene un efecto de "conexión a tierra" sobre ellos mismos y les permite mantenerse lo suficientemente vinculados con su cuerpo físico y las circunstancias de la vida tangible. Es sólo especulación sugerir que ésta puede ser una de las razones para el hábito de fumar entre algunos Maestros y Profesores teosóficos, pero quizá sea conveniente considerarla al menos como posibilidad si alguien realmente quiere pensar más en este tema.

Pero como enfatizó Crosbie, en la filosofía y enseñanzas teosóficas no se promueve, elogia ni recomienda fumar de ninguna manera. Las tres citas anteriores son de cartas y notas privadas, y nunca fueron publicadas por H.P.B. ni durante su vida.

En última instancia, cualquier curso de acción que los Maestros y sus discípulos hayan tenido en este aspecto no tiene ninguna consecuencia o importancia para nosotros, y es realmente un "tema secundario" que si se analiza en gran medida sólo sirve para distraer la atención sobre lo que de verdad importa.

Sin embargo, se consideró necesario producir este artículo para dejar en claro que en ocultismo y Ciencia Esotérica fumar no es un "pecado", y también advertir a quienes afirman "reverenciar a Blavastky y los Maestros" y al mismo tiempo la critican o denuncian por ser fumadora, pues con esa actitud están edificando una barrera de arrogancia entre ellos y las Grandes Almas a quienes "pretenden" servir.