13 de marzo de 2022

Visitantes paranormales: desdibujando la realidad (6 de 10)

David Pratt (diciembre 2002-julio 2009)


Contenidos:

07. Monstruos
-Jack el Saltarín
-El monstruo de Flatwoods
-Reptiles humanoides
-Humanoides voladores
-El demonio de Dover


07. Monstruos

Existen numerosos informes sobre una amplia variedad de animales cuya existencia es controversial debido a la falta de evidencia física concluyente; algunas de dichas especies son completamente desconocidas, mientras que otras son consideradas oficialmente como extintas. Estos "críptidos" incluyen criaturas parecidas a simios (p. ej., Pie Grande, Yeti, Almas), monstruos lacustres, pulpos gigantes, serpientes marinas, animales sauropodomorfos y reptiles voladores similares a pterosaurios (1). Ciertas criaturas pueden ser supervivientes de especies antaño florecientes, mientras que otras parecen ser de índole paranormal. 

Se conocen reportes de especies sauropodomorfas (p. ej., Mokele-Mbembe) con un largo cuello, cabeza pequeña y cuerpo ancho, y sobre reptiles parecidos a estegosaurios, serpientes y lagartos en áreas remotas de África y Sudamérica. Sobre esto Jerome Clark escribe: "Si los dinosaurios supervivientes en África y Sudamérica parecen concebibles en un cierto modo marginal, la presencia de tales criaturas en Estados Unidos o Europa es rotundamente imposible (y casi innecesario decirlo), al menos en este lado de la dimensión desconocida". No obstante, tales reportes "imposibles" sí existen. 

En 1934 un granjero de Dakota del Sur afirmaba que un reptil gigante de cuatro patas sacó su tractor fuera del camino antes de desaparecer en las cercanías de Campbell Lake. Los investigadores encontraron grandes huellas en la costa, y previo a este avistamiento las ovejas y otros animales pequeños habían desaparecido de forma extraña. Un italiano sostuvo ser atacado por un "reptil de 4,5 metros, como un dinosaurio" en Forli durante diciembre de 1970. Ochenta kilómetros al noreste de esa locación y en junio de 1975, un monstruo apareció en un campo cerca de Goro y asustó seriamente a un granjero. Tenía cerca de 3 mts. de largo y 20 cms. de ancho asemejándose a un "lagarto gigante". También otras personas lo divisaron y sostuvieron que aullaba como un lobo (2). 

Son muy comunes las tradiciones que hablan de criaturas gigantes en agua dulce. Los monstruos lacustres de la Edad Media y más antiguos son conocidos por nombres tales como "grandes serpientes", "dragones" y "caballos de agua", haciendo justificable la idea de que grandes animales desconocidos puedan residir en cuerpos de agua dulce alrededor del mundo. Generalmente estos seres se asemejan a basilosaurios o plesiosaurios, y muchas noticias de ellos provienen de las Islas Británicas, Norteamérica y Escandinavia, especialmente el "monstruo del Lago Ness", "Ogopogo" (lago Okanagan) y "Champ" (lago Champlain) entre los más famosos. Clark escribe:

"Películas, fotografías y rastreos de sonar han dado a Nessie una merecida y gran fama, estableciendo que seguramente algo inusual sigue produciéndose en el lago más visitado de Escocia. No obstante y como Champ, Nessie se desdibuja cuando está bajo foco intenso. Algunos reportes son completamente extraños y zoológicamente absurdos, más parecidos a manifestaciones de un universo desconocido que a una realidad de consenso, lo cual es particularmente cierto en los raros avistamientos en tierra y que no son ni más ni menos creíbles que los encuentros en el agua, pero que a veces implican manifestaciones que rondan en lo irreal" (3). 

En abril de 1932 el teniente coronel McP. Fordyce y su esposa conducían su auto por los bosques en el lado sur del lago Ness cuando vieron un enorme animal que cruzaba el camino 137 mts. más adelante, aparentemente caminando hacia el agua. Fue descrito como "una mezcla entre un caballo muy grande y un camello, con una joroba en su lomo y una cabeza pequeña en un cuello largo", pero con "el andar de un elefante". El hombre lo siguió a pie por corta distancia y desde la parte posterior lucía gris y desgreñado, con patas largas y delgadas y una cola peluda y fina. 

Otras bestias igualmente raras han sido reportadas en otros avistamientos terrestres a lo largo de los siglos. Curiosamente los encuentros en tierra cesaron tras la década de 1930, con excepción de un incidente en 1960 cuando un hombre observó un animal de cuello largo con aletas; la mitad superior yacía en la costa con la mitad inferior disipándose dentro del agua. El testigo lo miró mediante binoculares por nueve minutos antes que se moviera a la izquierda, cayendo en el agua y sumergiéndose. Incluso los avistamientos acuáticos no son siempre de animales que se parezcan al clásico monstruo, pues otras personas han visto cosas como un aligator, un cocodrilo, una gran salamandra y un enorme sapo (4). 


Fig. 7.1. Arriba: en 1972 un "remo" o "aleta" con unos 1,2 mts. de ancho y de 1,8 a 2,4 de largo fue capturado en película al mismo tiempo que aparecieron ecos de sonar que mostraban dos grandes objetos en el lago Ness persiguiendo un cardumen de peces. Debajo: foto submarina tomada en 1975, mostrando lo que parece ser la silueta de un cuerpo con cuello largo.

Algunas criaturas misteriosas aparecen por un cierto periodo y entonces desaparecen sin dejar huella, luego de lo cual nunca más son vistos. Tales registros vienen de muy antiguo, pues los escritos de cronistas romanos tales como Aulo Gelio, Julio Obsecuente y Plinio el Viejo a menudo mencionan criaturas extraodinarias, casi siempre vagamente humanoides y cuya aparición súbita provocaba miedo entre la población por ser consideradas precursores de grandes cambios o desastres. 


Jack el Saltarín

En septiembre de 1837 un extraño ser apodado "Jack el Saltarín" asaltó en Londres y sus inmediaciones a cuatro personas por separado, tres de ellas mujeres. En una instancia arrancó la parte superior del vestido de una víctima, arañando su vientre con dedos descritos como metálicos. Además se lo reseñaba como un personaje alto, delgado y fuerte que vestía una capa, tenía orejas puntiagudas, ojos resplandecientes y una boca que escupía llamas azules sobre el rostro de las víctimas. Después que el alcalde de Londres lo declarara una amenaza, los policías intentaron capturar a Jack sin éxito ya que era capaz de dar enormes saltos o simplemente se desvanecía en la noche. Los ataques esporádicos continuaron por los siguientes dos años y se registraron algunos de ellos en 1843. En 1845, a plena luz del día y en vista de numerosos testigos, Jack se abalanzó sobre una joven prostituta que cruzaba un puente en los suburbios londinenses, y tomándola por los hombros escupió fuego en su rostro, la lanzó a la alcantarilla abierta por debajo y la contempló ahogándose, siendo este el único asesinato al que fue ligado. 

Los ataques continuaron durante las décadas de 1850 y 1860. En 1877 casi todos los residentes de Caistor, Norfolk, vieron a Jack saltando de techo en techo, y en agosto apareció ante unos soldados en una base militar de Aldershot. En esa ocasión estaba ataviado con un traje impermeable y un casco brillante; un centinela le disparó y sostuvo que la bala simplemente pasó a través de la criatura sin ningún efecto. El último retorno conocido de Jack a Inglaterra ocurrió en Liverpool durante 1904, cuando fue divisado saltando del suelo a los tejados alternadamente (6). 

Fig. 7.2. Aparición de "Springheel Jack" en Aldershot, 1877.

En el siglo XIX los principales investigadores asumían que Jack debió ser una persona real a pesar de su extraña apariencia y comportamiento. Hubo un rumor de que era en realidad Henry, marqués de Waterford, un joven irlandés que supuestamente usaba resortes ocultos en sus botas para saltar. Sin embargo, no sólo es imposible hacer grandes brincos de esta forma, sino que Jack continuó sus actividades por muchos años posteriores a la muerte de Waterford en 1859. 

Una entidad similar a Jack fue observada en EE.U.U hacia junio de 1953. Tres residentes de Houston vieron una gran sombra que cruzó el césped y brincó hacia la copa de un nogal, mientras una luz gris tenue iluminaba la figura. Se la describió como un hombre alto de manto negro, ropas ajustadas y botas de un cuarto de longitud. Luego de pocos minutos la figura se desvaneció y a ello siguió un "estruendoso silbido" que se escuchó en toda la calle y el rápido ascenso de un objeto con forma de cohete. 


El monstruo de Flatwoods

La noche del 12 de septiembre de 1952, tres adolescentes en el pequeño pueblo de Flatwoods (Virginia Occidental) vieron una esfera rojiza moverse lentamente alrededor de un cerro, merodeando por momentos para luego desaparecer tras otra loma, y desde el lado opuesto podía verse un resplandor brillante asemejando un objeto posado. Los jóvenes testigos decidieron ir a investigar y se les unieron Kathleen May, sus dos hijos pequeños, su amigo Tommy Hyer, Eugene Lemon (de 17 años) y el perro de éste. 

El perro iba por delante del grupo y por un rato estuvo fuera de su vista. Repentinamente se lo escuchó ladrar furiosamente y segundos después lo avistaron huyendo con la cola metida entre las patas. 

Una niebla de horrible hedor cubría el suelo y causó que los testigos lagrimearan. Lemon y Neil Nunley, que lideraban el equipo y alcanzaron primero la cima, miraron hacia abajo y observaron una "gran bola de fuego" 15 mts. a su derecha. Otro de los testigos afirmó que era del tamaño de una casa. 

A la izquierda del grupo, en la cima del cerro y justo bajo la rama de un roble había dos pequeñas luces. Por sugerencia de la señora May, Lemon dirigió su linterna hacia el lugar y para el considerable asombro de todos el haz mostró una criatura de apariencia grotesca con una cabeza en forma del "as de espadas", como varios de los observadores lo describieron por separado. Dentro de la cabeza había una "ventana" circular oscura, excepto por dos luces de las que salían rayos blancoazulados hacia adelante. Durante el breve avistaje de la criatura, el grupo no vio nada que pareciera brazos o piernas. 

La entidad, que aparentemente tenía más de 1,8 mts. de alto, se movió en dirección a los testigos y parecía estar deslizándose en lugar de caminar. Segundos después cambió de trayectoria, devolviéndose hacia la bola resplandeciendo cerro abajo. 

Todo esto supuestamente tuvo lugar en cuestión de segundos, durante los cuales Lemon se desmayó y los otros lo arrastraron al tiempo que abandonaban presurosos el sitio (7). 

Media hora después un reportero concurrió al lugar con uno de los jóvenes, y el profesional percibió un olor inusual en el pasto que irritó su nariz y garganta. A la mañana siguiente volvió solo y encontró "marcas de patinaje" yendo cuesta abajo del cerro hacia un área de pasto apelmazado, lo que indicaba la presencia reciente de un gran objeto. Este encuentro con la criatura, que la prensa bautizó como "monstruo de Flatwoods", tuvo lugar durante una oleada de avistamientos de objetos voladores inusuales en el área. Un hombre dijo haber divisado una bola anaranjada brillante volando en círculos sobre el sector donde se vio al monstruo, y dicho objeto fue visible por 15 minutos antes de dispararse hacia el aeropuerto de Sutton donde también fue observado.


Reptiles humanoides

En el clásico filme de ciencia ficción "The Creature From the Black Lagoon" de 1954, los arqueólogos de una expedición en el río Amazonas encuentran un bípedo acuático extraño con agallas y escamas. De manera similar y en noviembre de 1958 un hombre de Riverside, California, conducía su auto cerca del río Santa Ana cuando fue atacado por una criatura con "cabeza redonda y como la de un espantapájaros", ojos brillantes y escamas que dejó largos rasguños en su parabrisas, y cuando el chofer aceleró lo derribó pasando sobre él. La noche siguiente otro motorista afirmó que el mismo monstruo saltó de los arbustos contra su coche.

En Loveland (Ohio) y a lo largo del río Miami, desde al menos 1955 se han registrado encuentros con bípedos de rasgos más o menos reptiloides. En ese año un conductor divisó por espacio de tres minutos a tres criaturas de apariencia grotesca con pechos desnivelados y anchos, sin labios, con bocas de rana y arrugas en lugar de cabello en sus cabezas. De acuerdo a su versión, una de ellas sostenía un aparato generador de chispas con forma de barra sobre sí. El 3 de marzo de 1972 dos oficiales de policía en Loveland se encontraron con un bípedo con cara de rana y 1,2 mts. de alto con piel semejante a cuero texturado, y los oficiales lo vieron saltar sobre una barrera de contención y descender hacia un terraplén que llevaba al río Little Miami. Aproximadamente dos semanas más tarde, uno de los oficiales avistó nuevamente a la criatura, primero recostada en el camino y luego alzándose sobre una baranda de contención. 

Fig. 7.3. Bípedo con cara de rana visto en Ohio, marzo de 1972.

Durante el verano de 1972, en el lago Thesis de Columbia Británica hubo dos encuentros con una criatura color plateado que emergió del agua. En el primer incidente persiguió a una pareja de hombres jóvenes desde la playa y uno de ellos sufrió laceraciones en la mano por seis puntas agudas situadas en la cabeza de la entidad. Un testigo del segundo incidente declaró que el ser presentaba forma humana, pero que tenía una cara monstruosa y estaba cubierto con escamas, con una aguda punta en su cabeza y orejas muy grandes (8). 


Humanoides voladores

Los reportes de seres alados humanoides son bastante raros, aunque ocurren periódicamente. Una noche de 1952 Sinclair Taylor, soldado de la Fuerza Aérea estadounidense, se hallaba en servicio de guardia en Camp Okubo de Kyoto, Japón, cuando escuchó un fuerte sonido de alas batientes. 

Al mirar arriba vio un enorme "pájaro" a la luz de la luna, y cuando se aproximó tuvo miedo y puso un cartucho en su carabina. En ese momento el "ave" detuvo el vuelo y se puso a merodear a poca distancia y mirando fijamente al soldado.

"Aquella cosa, que había comenzado a descender lentamente otra vez, tenía el cuerpo de un hombre", recordó Taylor. "Bien pudo haber tenido más de dos metros de la cabeza a los pies, y la extensión de sus alas era casi igual a su altura. Comencé a disparar hacia el sector donde esa cosa alcanzó el suelo hasta vaciar mi carabina, pero cuando miré para corroborar si mis balas habían hecho efecto no había nada". Cuando el sargento de la guardia vino a investigar y escuchó la historia, le dijo a Taylor que le creía porque un año antes otro militar se había encontrado con la misma aparición. 

En agosto de 1969 varios guardias estadounidenses apostados cerca de Da Nang, Vietnam, vieron una mujer desnuda con alas de murciélago que planeaba sobre sus cabezas a unos dos metros. Su cuerpo, piel y alas eran negros, pero resplandecía con un tono verde brillante y la piel parecía estar cubierta con pelaje en lugar de plumas. Las alas semejaban estar fundidas a sus manos y el movimiento de los brazos sugería que no había huesos en ellos. En un momento los centinelas dijeron incluso escuchar el aleteo de la extraña visitante.

Otros avistamientos no son de figuras aladas sino de humanos o humanoides volando con ayuda de aparatos mecánicos apegados a sus cuerpos. El 6 de enero de 1948 en Chehalis, Washington, una mujer anciana y un grupo de niños vieron un hombre con largas alas mecánicas que manipulaba con instrumentos en su pecho a medida que volaba en posición vertical. Seis años y medio más tarde un niño campesino de 12 años en Coldwater, Kansas, divisó a un pequeño hombre de piel oscura y con oídos y nariz puntiagudos que flotaba hacia un ovni circulando en las cercanías (9). 

El 16 de noviembre de 1963 cerca de Hythe, Kent (Inglaterra), cuatro jóvenes caminaban por un camino campestre en la noche cuando uno de ellos divisó una "estrella" particularmente brillante bajando del cielo, y el grupo se alarmó cuando la luz rojo-amarillenta parecía ir directamente hacia ellos, deteniéndose para merodear unos instantes y luego desapareció tras unos árboles. Los jóvenes asustados se devolvieron, seguidos a una distancia de 76 mts. por una luz dorada oval flotando a 3 mts. sobre el suelo y tenía entre 4,5 y 6 mts. de largo, con un núcleo sólido. Cuando los jóvenes se detenían, la luz también lo hacía, dándoles la impresión de que estaban siendo observados. El objeto luminoso desapareció otra vez tras la vegetación y segundos después emergió una figura oscura que caminaba torpemente hacia ellos por el sendero, que fue descrito como negro, de forma humana, acéfalo, con alas de murciélago a cada lado del cuerpo y al parecer también con pies membranosos. Ante esta aparición los cuatro amigos huyeron del lugar. Una semana después se personaron investigadores para examinar el sitio y encontraron una vasta extensión de helechos aplastados y tres "huellas" gigantes que medían 2,5 cms. de profundidad, 0,6 mts. de largo y 23 cms. de ancho (10).

Tres años más tarde, en 1966 y 1967, fue divisado un monstruo similar con alas, que los periodistas apodaron "Mothman" ("hombre polilla"), sobre el valle del río Ohio en conjunción con extrañas luces en el cielo y otros eventos anómalos que incluyeron una oleada de fenómenos poltergeist, visitas por "hombres de negro", problemas con televisores y teléfonos y autos en panne cuando pasaban cerca de una planta de TNT abandonada en Point Pleasant y que parecía ser la guarida de Mothman. En una ocasión la criatura se mantuvo volando con un auto a 160 kms. por hora y también fue visto en tierra, aterrorizando a perros y personas. En esos años al menos 100 testigos presenciaron a la entidad que tenía entre 1,5 y 2 mts. de alto, más ancho que un hombre y caminaba en forma torpe y arrastrándose con piernas parecidas a las humanas. No poseía cabeza discernible, pero sí dos grandes ojos rojos brillantes cerca de la parte superior de los hombros. Su alas eran comparables a las de un murciélago, pero no aleteaba en vuelo, y típicamente ascendía en línea recta. El color de su piel era gris o café y emitía un sonido chirriante, ya que dos observadores dijeron escuchar un zumbido mecánico cuando volaba sobre ellos. "Después de 1967", dice Jerome Clark, "Mothman desapareció en el mundo de las tinieblas" (11). 

Fig. 7.4. Mothman, basado en relatos de testigos (12).


El demonio de Dover

A las 22.30 horas del 21 de abril de 1977, Bill Barlett (17 años) conducía hacia su casa con dos amigos cuando avistó un ser extraño a un costado del camino en Dover, Massachussetts. El "demonio de Dover" tenía una cabeza desproporcionada y oval, dos grandes ojos redondos que destellaban como canicas anaranjadas, brazos y piernas largos y delgados, y también grandes manos y pies. No tenía más de 1,2 mts. de alto y su piel de color durazno no mostraba pelaje. Dos horas más tarde otro adolescente, John Baxter, caminaba hasta su casa y presenció una figura pequeña aproximándose, pero que finalmente terminó escabulléndose por una ladera. El joven lo siguió y observó la silueta de una figura a unos 9 mts. apoyada contra un árbol, y sus pies parecían estar "fundidos" en la cima de una roca. 

Fig. 7.5. El "demonio de Dover", basado en dibujos de testigos (13).

El avistamiento final ocurrió durante la noche siguiente. Will Taintor llevaba en coche a una joven hasta su casa cuando ella divisó algo en los focos del auto, que resultó ser una criatura sin pelo acurrucada a gatas, de cuerpo delgado similar al de un mono y una cabeza larga y oblonga desprovista de nariz, oídos y boca. El área alrededor de los ojos era más luminosa y tenían brillo verdoso, no anaranjado como en el primer encuentro (14). 


Referencias

1. Loren Coleman y Jerome Clark, Cryptozoology A to Z: The encyclopedia of loch monsters, Sasquatch, Chupacabras, and other authentic mysteries of nature, New York: Fireside, 1999; "Cryptozoology", www.pibburns.com/cryptozo.htm.

2. Jerome Clark, Unexplained! 347 strange sightings, incredible occurrences, and puzzling physical phenomena, Detroit, MI: Visible Ink, 1993, p. 104.

3. Ibídem, p. 209-15, 220-31. Ver Henry Bauer, "The case for the Loch Ness 'monster': the scientific evidence", Journal of Scientific Exploration, v. 16, 2002, p. 225-46.

4. Unexplained!, p. 223-5.
5. Daniel W. Murphy, "Through the looking glass darkly: impossible creatures", [www.geocities.com/bigfootrus/index.html]. 

6. Unexplained!, p. 357-9.
7. Ibídem, p. 135.
8. Ibídem, p. 327-9.
9. Ibídem, p. 143-4.
10. Patrick Huyghe, The Field Guide to Extraterrestrials, London: Hodder and Stoughton, 1997, p. 94-5.

11. Unexplained!, p. 278-81; John A. Keel, The Mothman Prophecies, London: Hodder & Stoughton, 2002 (1975), p. 73-90; "Mothman: the enigma of Point Pleasant", www.prairieghosts.com/moth.html.

12. Bill Asmussen’s Hominid Artwork [http://members.door.net/hominidartwork/mothman.htm].

13. Ibídem [http://members.door.net/hominidartwork/
doverdemon.htm].

14. Unexplained!, p. 105-7; The Anomalist, n° 9, 2000/2001, p. 151-7.