La edición auténtica de "La Doctrina Secreta" consta de dos partes publicadas en 1888 con los títulos "Cosmogénesis" (Volumen 1) y "Antropogénesis" (Volumen 2). Al cierre de éste último, Blavatsky escribe:
“Se ha hecho un comienzo para derribar y arrancar de raíz los árboles mortales de superstición, prejuicio e ignorancia engreídos, de modo que estos dos volúmenes deberían formar para el estudiante un preludio apropiado para los Volúmenes III y IV. Hasta que la basura de las edades se elimine en las mentes de los teósofos a quienes se dedican estos compendios, es imposible que se entiendan las enseñanzas más prácticas contenidas en el Tercer Volumen. En consecuencia, depende totalmente de la recepción con que se encuentren los tomos I y II en manos de teósofos y místicos, ya sea que éstos dos últimos se publiquen alguna vez, aunque están casi terminados".
Entonces, según las propias palabras de H.P.B., tanto el tercer como el cuarto volúmenes de "La Doctrina Secreta" estaban "casi terminados" en 1888, tres años antes de que falleciera.
Durante los tres años restantes de su vida, en ningún momento se publicaron el tercer o cuarto volumen. Ocasionalmente, tanto ella como otras personas indicaban que los manuscritos de esos tomos adicionales estaban mecanografiados y listos para ser impresos y publicados cuando la ocasión fuera adecuada, o si alguna vez se diera la circunstancia.
Sin embargo, jamás se dio ese momento correcto y Blavatsky falleció sin supervisar o autorizar su publicación.
El falso "Tercer Volumen"
La interrogante de qué sucedió realmente con esos manuscritos no publicados tras su muerte sigue siendo un completo misterio hasta el día de hoy, ya que nadie los ha visto nunca. Parece probable que uno de los pocos individuos privilegiados a quienes se permitió verlos mientras H.P.B. aún vivía debe haberse posesionado de ellos luego de morir aquélla para que no se publicaran.
Imaginemos entonces la sorpresa de muchos teósofos en 1897, especialmente algunos de quienes fueron más cercanos a H.P.B. durante sus últimos años en Londres, ¡cuando Annie Besant publicó un grueso libro que decía ser el "tercer volumen" de "La Doctrina Secreta" y escrito por la propia Agente de los Maestros!
Es evidente para cualquiera que se haya familiarizado estrechamente con la historia del Movimiento Teosófico y la obra de H.P. Blavatsky que este supuesto y nuevo "tomo" simplemente consiste en restos descartados del primer borrador y correspondientes a la primera parte de "La Doctrina Secreta".
Originalmente el plan de los Maestros fue que "La Doctrina Secreta" constituyera una continuación extendida del primer libro "Isis Develada" publicado en 1877. Blavatsky comenzó a escribirlo en este contexto hasta que finalmente los Mahatmas decidieron que "La Doctrina Secreta" en realidad presentara contenidos adicionales de una naturaleza profundamente esotérica y ocupándose de cuestiones como la evolución cósmica y humana. Entonces el borrador inicial se descartó (siendo éste el que criticó T. Subba Row) y H.P.B. se puso a componer "La Doctrina Secreta" bajo la forma en que la conocemos hoy.
Como se puede ver por los temas que tratan, las primeras 430 páginas del "Tercer Volumen" publicadas por Besant consisten en extractos de este boceto inicial del cual nunca hubo autorización para publicarse y de ninguna manera representaba el tercer ejemplar y auténtico de dicha obra. En el prefacio, Besant escribe:
“Los documentos que H.P.B. me entregó no tenían un orden obvio ni bueno, y por ello tomé cada documento como una Sección separada y los ordené de la forma más secuencial posible. Exceptuando la corrección de errores gramaticales y la eliminación de modismos que obviamente no eran ingleses, los documentos son como los dejó Blavatsky, salvo que se indique lo contrario. En algunos casos he llenado un espacio, pero cualquier adición está encerrada entre corchetes para distinguirla del texto (…) Fueron entregados en mis manos para publicarse como parte del Tercer Volumen de la Doctrina Secreta (…) Este tomo completa los documentos dejados por H.P.B."
Lo lamentable es que muchos teósofos no familiarizados con la historia del Movimiento y el verdadero carácter de Besant, sin lugar a dudas creerán y aceptarán estas afirmaciones, mientras que en la práctica no son más que falsedades deliberadas. Esos papeles no le fueron entregados por Blavatsky, no estaba previsto que se imprimieran y definitivamente no eran parte del tercer libro genuino; precisamente por esto se encontró que "no presentaban un orden definido ni evidente".
¿”Revisado y corregido”, o saboteado y distorsionado?
Los lectores de dicho "volumen besantiano” también deben adoptar más escepticismo ante el aserto de que "exceptuando la corrección de errores gramaticales y la eliminación de modismos obviamente no ingleses, los documentos son como Blavatsky los dejó, salvo que se indique lo contrario", pues se constató que su "Tercera Edición Revisada" del primer y segundo volúmenes de "La Doctrina Secreta” publicados no mucho antes (1893) contenía más de 40.000 alteraciones del texto original escrito y difundido por Blavatsky.
Al encargarse de "revisar" y "mejorar" esa monumental obra, Besant convenientemente olvidó o ignoró el hecho de que los Maestros M. y K.H. habían certificado directamente en sus propios escritos y en más de una ocasión que fueron los verdaderos autores de "La Doctrina Secreta", que aprobaron sin reservas todo lo que H.P.B. escribió en ella y la describieron como "la triple producción" de sí mismos junto con quien llamaron su "Hermano"; y a la vez esta realidad sobre la real autoría de ese trabajo fue deliberadamente reprimida y distorsionada desde entonces por muchos teósofos de Adyar.
Bajo el título de "ANNIE BESANT'S CORRUPTION OF THE SECRET DOCTRINE", el doctor H.N. Stokes escribió lo siguiente en octubre de 1921:
“Con toda probabilidad, la 'revisión' de Annie Besant para el número original de La Doctrina Secreta (H.P.B.) constituye el caso más colosal de inmoralidad en un texto original que se encuentre en la historia. Un grupo de estudiantes está comparando la versión original con la 'tercera edición revisada', editada por Annie Besant y G.R.S. Mead tras el fallecimiento de su autora. Quienes realizan esa comparación me informan [que] los cambios reales serán mucho más de veinte mil. Muchas de estas alteraciones son triviales y uno se pregunta por la impertinencia o engreimiento que las inspiró. Algunos de esos cambios que podrían haber puesto a los estudiantes en guardia contra el llamado Tercer Volumen sólo pueden interpretarse como supresiones y corrupciones deliberadas e intencionales del texto original, y esto en una obra de la cual el Maestro K.H. escribió: 'Todas las nociones erróneas o equívocos corregidos y explicados por ella a partir de las obras de otros teósofos fueron enmendados por mí o bajo mis instrucciones'. El verdadero título de la 'tercera edición revisada' debe ser 'La Doctrina Secreta escrita por H.P. Blavatsky, corregida y aprobada por el Maestro K.H. y corrompida por Annie Besant'. Es casi imposible comprender la petulancia colosal, el desprecio ilimitado por la decencia literaria común que podría haber inspirado tal acto de vandalismo, por no hablar de tal falta de respeto hacia el Maestro a quien ella profesa 'veneración'. Y todo esto se presenta como el trabajo de H.P. Blavatsky, con la simple disculpa en el prefacio de que 'si Blavatsky hubiera vivido para emitir la nueva edición, sin duda la habría corregido y ampliado en gran medida' ¿Una excusa engañosa? Si H.P.B. la hubiera 'corregido y ampliado', sin duda lo habría hecho bajo la misma orientación y autoridad que dirigió y enmendó la primera edición. Basta con sospechar de todas y cada una de las citas de fuentes originales hechas por Besant, y también su modificación respecto a la Teosofía de H.P.B".
Para 1922 un nuevo examen y comparación entre "La Doctrina Secreta" como H.P.B. la había escrito y la versión adulterada de Annie Besant mostraba que la cantidad de profanaciones era "mucho más de veinte mil". En su libro “H.P. Blavatsky-A Great Betrayal” publicado ese mismo año, Alice Leighton Cleather escribió lo siguiente (siendo ésta una de las estudiantes más cercanas de H.P.B. durante sus últimos años y parte de los doce miembros especialmente seleccionados del “Grupo Interno" de estudiantes esotéricos):
"¡Esta obra monumental, producida con tanto cuidado y precauciones contra errores, está sujeta a unas treinta mil correcciones por parte de sus 'editores' subsiguientes! En todo mi estudio sobre la edición original nunca he encontrado más que unos pocos errores que no importan en lo más mínimo, y estos son en su mayoría tipográficos y bastante obvios para cualquier persona de inteligencia promedio, pues la maravilla es que hay tan pocos en una obra de tal magnitud y alcance. Aquéllos de mis alumnos que poseen sólo la 'tercera edición revisada' (la primera y segunda ahora son escasas) la han corregido nuevamente para que se halle en acorde con la primera; y al mirar las páginas cubiertas con estas correcciones lo remiten a uno, como nada más lo puede hacer, a la fuerza y justicia de la acusación por el doctor Stokes. Esperemos que cuando la gran obra de H.P.B. se comprenda y acepte seriamente por su verdadero valor, una posteridad indignada juzgue uno de los peores ejemplos de vandalismo literario en el siglo XIX".
Y en diciembre de 1921 Stokes sostuvo: "En cuanto al tercer volumen, editado y difundido tras la muerte de H.P.B. a partir de manuscritos dejados por ella, a falta de una edición anterior publicada por ella nadie sabe cuánto de esto es de Blavatsky y qué no lo es, pero existe buena evidencia de que gran parte no pertenece a ella, lo que es más probable en vista de los vandalismos que los mismos editores cometieron en los dos primeros volúmenes. En ningún sentido se puede decir que la 'tercera edición revisada' sea una reimpresión de la Doctrina Secreta original por H.P. Blavatsky".
No hay una razón válida por la que otros no deban leer -si lo desean- esas 430 páginas de 'restos literarios' que forman parte del primer apartado en el "tercer ejemplar" de "La Doctrina Secreta", pues a pesar de que están impregnadas de incompletitud -lo que no es sorprendente considerando lo que son en realidad- hay mucho en ellas que puede ser interesante, informativo e inspirador. Sin embargo, siempre debe tenerse en cuenta que no hay forma de saber en qué medida y de qué manera se manipularon esas secciones antes de su publicación. Es un hecho bien conocido que Besant expresó falta de respeto y desconfianza hacia H.P.B. en numerosas ocasiones luego de su muerte, tanto en modo privado como público, y considerando su historial como saboteadora literaria no habrá sido sorprendente si ella retiró o modificó ciertas partes de los manuscritos descartados con los que no estaba de acuerdo y antes de divulgarlos con falsos pretextos.
Con respecto a los artículos de Stokes, Alice Leighton Cleather declaró: "Respaldo plenamente todo lo que el doctor Stokes demuestra tan hábilmente, y puedo creer que, con respecto al Vol. III, algunos de los contenidos no son de H.P.B. y el estilo en algunos lugares no es el suyo en absoluto. Pero puedo iluminarle en cuanto a esas partes de las materias de las que tengo conocimiento real".
Ahora, si avanzamos unos años, encontraremos lo siguiente en el libro “The Theosophical Movement 1875-1925: A History and A Survey”:
“El modo en que Besant cumplió con sus deberes como registradora de las Enseñanzas se muestra de muchas maneras, pero en una arista más evidente por dos testigos permanentes: la 'Tercera Edición Revisada' de la Doctrina Secreta y el 'Tercer Volumen' espurio de la misma obra, emitido por ella en 1897. Cualquier lector puede comparar la versión original de la Doctrina Secreta con la Tercera Edición Revisada que se manipuló por Besant y Mead. A pesar de las garantías contenidas en su Prefacio, el paralelo mostrará más de cuarenta mil cambios desde el texto de la edición auténtica que va desde meras trivialidades, alteraciones importantes y hasta la supresión deliberada de todos esos párrafos en la Edición Original de dos volúmenes que mostraban inequívocamente en qué consistía el tercer ejemplar verdadero (ya con el cuarto completado por H.P.B. antes de su muerte). La desaparición absoluta y sin dejar rastro de las genuinas tercera y cuarta partes de la Doctrina Secreta siguen siendo hasta hoy un misterio no revelado, y en cuanto al falso 'tercer volumen' de Besant, su propio Prefacio sólo es abundante para convencer a cualquier estudiante cuidadoso y capaz de analizar las afirmaciones de que no es más que un montón de manuscritos rechazados, 'restos literarios', documentos privados impresos originalmente para la E.O.T. [Sección Esotérica de la Sociedad Teosófica, más tarde llamada Escuela Oriental de Teosofía] durante la vida de H.P.B., y en gran parte manuscritos descartados del primer volumen de la Edición Original (…) Se trata de la materia del manuscrito excluido que se incorpora en el 'tercer volumen' de Besant. Y lo que es más notable: el hecho es admitido por ella misma en The Theosophist para marzo de 1922, veinticinco años luego del evento. ¿Por qué inventó este 'tercer volumen' espurio en primera instancia? ¿Y por qué dejó pasar en 1922 la verdad que en 1897 no sólo ocultó, sino que reemplazó por una mentira?”
Las Instrucciones Esotéricas
Esto nos lleva al tema de las Instrucciones Esotéricas que comprenden la última parte del "Tercer Volumen" según Besant, de las páginas 433 a 594. Allí se titulan como “Some Papers on the Bearing of Occult Philosophy on Life". Como señaló Alice Leighton Cleather: “El volumen III, como se entregó al público en 1897, parece ser simplemente una colección de artículos fugitivos que, como he demostrado, a todas luces fueron editados libremente. Para rellenar el volumen, Besant imprime tanto las Instrucciones de la E.O.T. como del Grupo Interno, a pesar de la promesa de secreto que tomaron ella y todos los demás destinatarios de estas enseñanzas. En justificación de esto ella declara, seis años luego de la muerte de H.P.B., ¡que ésta le había ordenado hacerlo!”
En su nota preliminar a estas Instrucciones Esotéricas, Besant escribe: “Los documentos I, II y III de los siguientes fueron compuestos por H.P.B. y se distribuyeron en privado durante su vida, pero se escribieron con la idea de que serían publicados luego de un tiempo (…) se publican con su consentimiento y así expiró el periodo para restringirlos a un círculo limitado".
Una vez más, quienes no estén familiarizados con la historia teosófica simplemente aceptarán esto como cierto, mientras que en realidad es una de las falsedades más graves de Besant. Estos documentos no se limitaron a “circular en privado durante la vida de H.P.B.”, sino que sólo se entregaron a aquéllos que fueron miembros comprometidos de la Sección Esotérica y sobre la base de que jamás y bajo ninguna circunstancia revelasen ninguna de las enseñanzas o detalles que contienen. Las dos razones principales para el secreto del esoterismo se encuentran en la página 12 de "La Clave de la Teosofía" por H.P.B.:
1. Los rasgos humanos del egoísmo, deseo personal y ambición pueden resultar fácilmente en que tales enseñanzas reveladoras y la información potente sean mal utilizadas y mal dirigidas para propósitos malignos.
2. La incapacidad de las masas y su carácter no confiable para evitar que lo sagrado y divino se profane y distorsione.
La jefatura de la Sección Esotérica era H.P.B. y bajo ella estaba William Quan Judge, contra quien pronto se volvió Besant y posterior al fallecimiento de Blavatsky como describimos en el artículo “William Q. Judge: su rol e importancia en el Movimiento Teosófico”. Cualquier persona que fuera descubierta divulgando cualquiera de los contenidos de las Instrucciones Esotéricas era expulsada de la Sección homóloga de forma inmediata y sin vacilaciones. Al hablar de la Sección Esotérica en "La Clave de la Teosofía", H.P.B. afirmó: "Antes que se pueda impartir ese conocimiento, el solicitante debe comprometerse con un solemne juramento de no usarlo con propósitos egoístas, ni de revelar nada dicho excepto con autorización".
La autora llamaba a esto "la promesa sagrada de secreto" y continúa: "Para cualquier hombre o mujer con el más mínimo sentimiento honorable, una promesa de secreto tomada incluso en la propia palabra de honor, mucho más para el Ser Superior –o Dios interno- es vinculante hasta la muerte (…) Pero si eso no obliga a alguien en este sentido, ¿de qué sirve entonces hacer una promesa? ¿Cómo puede alguien esperar ser depositario de un conocimiento secreto si va a sentirse liberado cuando le plazca de todas las obligaciones que había asumido? ¿Qué seguridad o confianza existiría entre los individuos si las promesas de este tipo no tuvieran una fuerza realmente vinculante? Créame, la ley de retribución (Karma) muy pronto alcanzará a alguien que rompió su juramento, y quizá tan pronto como el desprecio de todo hombre honorable incluso en este plano físico".
Lo repetimos: esa promesa grave y tomada con gran solemnidad por quienes ingresaron a la Sección Esotérica fue un voto a su propio Ser Superior y "vinculante hasta la muerte". No hay absolutamente nada y en ninguna parte que señale o sugiera incluso de forma remota que H.P.B. escribió las Instrucciones Esotéricas "con la idea de que serían publicadas transcurrido un tiempo", ni que "el periodo para restringirlas a un círculo limitado" tuviera "fecha de vencimiento", y en cambio Blavatsky y Judge declaran lo contrario de manera firme y repetida.
La muerte de Blavatsky en 1891 no liberó a los miembros de la Sección Esotérica de sus compromisos, y tampoco significaba automáticamente que las enseñanzas secretas pudieran imprimirse para el público general.
En otra parte de “The Theosophical Movement 1875-1925” encontramos lo siguiente: “En el 'Tercer Volumen' de Besant se incorporan los documentos privados emitidos originalmente por H.P.B. a la S.E., y al reimprimirlos Annie no sólo declaró falsamente que eran parte del 'tercer tomo de la Doctrina Secreta que H.P.B. puso en mis manos' y no se contentó con romper la séptima cláusula de su compromiso solemne como miembro de la Escuela Esotérica, sino que los corrompió con más de 1.200 alteraciones, borraduras y reemplazos de texto".
En consecuencia, quienes leen y estudian las Instrucciones Esotéricas en el llamado "Tercer Volumen" necesitan entender que lo que están asimilando contiene más de mil alteraciones sobre los propios escritos de Blavatsky. Por lo tanto, es probable que muchas partes estudiadas por esos individuos los estén engañando sin percatarse, e incluso si esas Instrucciones se hubieran conservado de manera prístina e intacta, ¿acaso no es insensato que uno eche mano de ellas casualmente y sin tener en cuenta ni desafiar las sinceras advertencias de H.P.B. de que sólo tenían acceso a ellos quienes estaban unidos a la Sección Esotérica y juramentaron de manera tan seria?
La razón para esto no es únicamente por la necesidad de mantener sus contenidos privados, sino también por la ley oculta de que tales materias sólo deben estudiarse en el entorno de protección espiritual y mental correcto, que se podía obtener o alcanzar ingresando a dicho grupo oculto fundado por H.P.B. y al cumplir con sus estrictas normas y regulaciones en todo momento.
Algunos han dicho: “Esas instrucciones esotéricas se han publicado y están accesibles para nosotros, aunque en realidad no debería ser así (!!!), por cuanto podemos aprovechar de ayudarnos con ellas ahora que tenemos la opción”. Pero ¿nos ayudaría tener miles de monedas de oro si las encontráramos en algún lugar y supiéramos que la persona que emitió el dinero realmente tenía la intención de repartirlo entre unos pocos elegidos, ninguno de los cuales éramos nosotros? La analogía es bastante acertada.
No podemos evitar que otros lean las Instrucciones Esotéricas, a las que hoy cualquier persona tiene acceso muy fácil, pero todo en última instancia es una cuestión de principios y conciencia. Esas enseñanzas tendrán muy poco significado o beneficio de todos modos para quienes no sean estudiantes serios y perpetuos de la "Doctrina Secreta" en sí, y la gran mayoría de individuos ansiosos por leer esas materias ocultas no tienen ningún interés en otras obras de H.P.B., sino son meramente glotones de "secretos esotéricos" y "poderes espirituales" que ingenuamente esperan encontrar cuando revisan esos documentos.
En otras oportunidades nos referimos a conceptos de dichas Instrucciones Esotéricas en algunos artículos, pensando que esto sería una ayuda para el lector con tal de comprender más claramente ciertas enseñanzas e ideas de escritos públicos de H.P.B. como “La Doctrina Secreta", “La Voz del Silencio", etc. y en retrospectiva consideramos que esto fue un error. Las enseñanzas contenidas en los libros de aquélla son autoexplicativos si se estudian con suficiente profundidad y no necesitan apoyo de documentos privados que nunca estuvieron pensados para el público general. Lamentando esto, ahora hemos eliminado las citas relevantes siempre que sea posible o apropiado y no tenemos intención de volver a utilizar dichos segmentos, siendo ésta nuestra postura por respeto a la memoria de Blavatsky.
Besant finalmente confiesa la verdad: mejor tarde que nunca
El 6 de octubre de 1926 el "The Hamilton Spectator" de Ontario (Canadá) publicó una entrevista a Besant por William Mulliss, editor en jefe de dicho medio. La entrevista tuvo lugar en Los Ángeles, California, y teniendo en cuenta que esto ocurrió casi treinta años luego de la publicación inicial del supuesto "Tercer Volumen", las declaraciones que citamos son de enorme importancia:
"Mulliss: -Sus críticos han insistido en que alguien suprimió deliberadamente el Tercer y Cuarto Volúmenes de La Doctrina Secreta a la que H.P.B. hace referencia en el primer tomo de esa obra. ¿Qué tiene que decir sobre esto? ¿Considera que el tercer ejemplar de su edición titulado 'Ocultismo' contiene algo del material destinado a esas entregas posteriores?
Besant: -Fui nombrada ejecutora literaria de H.P.B. y el material a partir del que compilé el Tercer Volumen de "Ocultismo" en La Doctrina Secreta -publicado bajo mi dirección- fue compilado a partir de un conjunto de escritos diversos que se encontraron en su escritorio luego de su muerte, y los tomé bajo mi propia responsabilidad.
Mulliss: -¿Le ayudó Mead en la compilación de estos artículos?
Besant: -No. Los papeles se clasificaron absolutamente por mi cuenta y Mead no tuvo nada que ver con ellos.
Mulliss: -¿Y qué pasa con el material para el tercer y cuarto libros?
Besant: -Nunca los vi y no sé qué fue de ellos".
En su Prefacio al “Volumen 3”, Besant afirmó que estos documentos “me los entregó H.P.B. (…) los depositó en mis manos para ser publicados como parte del Tercer Volumen de la Doctrina Secreta”; sin embargo, ella dice aquí: “el material a partir del que compilé el Tercer Volumen de 'Ocultismo' en La Doctrina Secreta -publicado bajo mi dirección- fue compilado a partir de un conjunto de escritos diversos que se encontraron en su escritorio luego de su muerte, y los tomé bajo mi propia responsabilidad”; y en cuanto al material para los auténticos tercer y cuarto volúmenes de H.P.B. asevera: “Nunca los vi y no sé qué fue de ellos”.
Al comentar sobre esto en la edición de febrero de 1927 para "The O.E. Library Critic", Stokes señala lo que sigue con su habitual ingenio mordaz:
"Esta versión reciente confirma completamente la opinión que ha sido expresada con frecuencia en los últimos años por ciertos 'calumniadores' [es decir, como Besant llamó a sus críticos] que el llamado Tercer Volumen de La Doctrina Secreta en realidad no es parte de ese trabajo, sino simplemente una colección de documentos misceláneos sobre diversos temas, posiblemente destinados para publicación bajo otro (s) título (s), o quizá manuscritos rechazados o sin terminar.
En 1893 Besant eliminó de su revisión de La Doctrina Secreta todas las referencias al tercer tomo que tanto la propia H.P.B. como el doctor Keightley -su asistente literario- habían afirmado que estaban listas para su impresión.
En 1897 Besant publicó un 'tercer volumen' para La Doctrina Secreta que según afirmó fue entregado en sus manos como tal por Blavatsky, aunque en una condición 'inacabada'.
En 1926 ella dice que esta tercera entrega consiste en escritos diversos que se encontraron en el escritorio de H.P.B. tras su muerte, y que ella no sabe nada acerca del tercer volumen mencionado por Blavatsky.
Con mucho gusto dejo la reconciliación de esos asertos -en apariencia contradictorios- a los campeones de la infalibilidad respecto de Besant. Mientras tanto, posiblemente H.P.B. y a quien Annie en la misma entrevista afirma que reencarnó como un hombre que 'vive en el norte' -y con el cual está en comunicación- podría ser persuadida para ayudar a Besant a hacerlo ella misma".
En su "Historical Introduction" a la edición de "Collected Writings" de "La Doctrina Secreta", Boris de Zirkoff comentó sobre esta entrevista diciendo: “En relación con el extracto anterior, debemos decir que no existe evidencia documental de que Besant haya sido nombrada Ejecutora Literaria del Testamento de H.P.B. Ella nombró como sus Ejecutores al coronel H.S. Olcott y Damodar K. Mavalankar; pero como este último se había retirado al Tíbet, Olcott se hizo cargo de los asuntos en la muerte de H.P.B. Su testamento fue archivado en Adyar y sus instrucciones son bien conocidas. En lo que concierne a la ley inglesa, un ejecutor literario puede ser nombrado sólo en un testamento. Si el ejecutor legal (Olcott) nombrara a alguien más para que se hiciera cargo de los documentos de Blavatsky, etc., esto no le daría a esa persona ningún poder bajo la normativa, y todo el control quedará en los ejecutores designados".
Ocasionalmente recibimos consultas en este sitio no sólo sobre el "Tercer Volumen", sino también respecto de los tomos publicados en 1938 que dicen ser la “cuarta” y “quinta” partes para "La Doctrina Secreta".
La explicación para esto es que en ese año la Sociedad Teosófica de Adyar decidió republicar "La Doctrina Secreta" (volúmenes 1 y 2 más el denominado tomo 3), pero se extendió en más entregas de lo normal. El volumen 1 se dividió en 1 y 2; el volumen 2 en 3 y 4; el ejemplar "3" se convirtió en el “quinto” y se publicó un apartado de "índice" como el “sexto”.
La razón de este fraccionamiento quedará a la conjetura de los lectores, ya que no tiene ningún sentido y sólo causaría confusión, pero tristemente la Sociedad de Adyar y su editorial teosófica son conocidas por no tener mucho respeto, aprecio o comprensión por el trabajo de H.P.B. Ese tiraje de 5 ó 6 volúmenes, conocido como "Edición Adyar" y agotado durante mucho tiempo, se basó en la "Tercera edición revisada" de "La Doctrina Secreta" por Besant en 1893.
“No existe religión más elevada que la Verdad”
Recientemente un conocido teósofo estadounidense leyó nuestro artículo “La última Carta Mahatma” y lo malinterpretó como un "ataque" a Annie Besant. Ciertamente ésta nunca fue nuestra intención en absoluto y tampoco es el motivo al redactar esta entrega.
Robert Crosbie, fundador de la Logia Unida de Teósofos, escribió una vez: "Usted dice que a los ojos de muchos nuestra actitud hacia estos aspectos parece una 'condena' de otros. Pero es el deber de los estudiantes esotéricos desenmascarar el error y la hipocresía; enfrentar la mentira con la verdad no como críticas personales, sino como hechos contra declaraciones erróneas. Se asume en la caridad que aquél que se equivoca en la Verdad lo hace en ignorancia, pero los custodios de esa Verdad la expresan ante la mentira, la ignorancia y el yerro, y aprovechan cada oportunidad posible para corregir impresiones erróneas. La Teosofía está en el mundo para ese propósito" (“The Friendly Philosopher”, p. 181).
Simplemente sostenemos que los teósofos e interesados en Teosofía tienen derecho a saber ciertos hechos innegables que son esenciales para obtener una comprensión clara de la historia, los antecedentes y el desarrollo del Movimiento Teosófico. La información y los detalles que compartimos en artículos como éstos de ninguna manera son "revelaciones nuevas" y se pueden encontrar en muchos libros y escritos por varios autores; así, intentamos presentar dichos pormenores de la manera más clara y concisa posible para el lector moderno.
En la década de 1970, la Sociedad Teosófica de Adyar finalmente dejó de publicar la “Tercera Edición Revisada” de "La Doctrina Secreta" y el "Tercer Volumen", reconociendo por fin que estaban lejos de ser legítimas o confiables. Sin embargo, el texto de "Occultism of The Secret Doctrine" todavía está disponible hoy por editores independientes y sitios populares en internet. Es de esperar que lo demostrado en este artículo es que la obra comúnmente conocida como el "Tercer Volumen" para aquélla obra de Blavatsky no es lo que dice representar.