Representación artística de Arjuna (izquierda) y Krishna (derecha).
En un libro muy intrigante titulado "The Dream of Ravan", cuya autoría es atribuida por muchos teósofos al Maestro K.H., podemos leer lo siguiente:
"Cualquiera que haya incursionado en la filosofía hindú debe haberse desconcertado por los tres radicales, o digamos cualidades prismáticas, en las que se divide la unidad primordial y eterna cuando se refleja en el tiempo a través del prisma de Maya en el Universo multitudinario, y del cual cada alma participa en mayor o menor grado mientras se encuentra en este estado de separación. Estas cualidades llamadas Tamas, Rajas y Satva han sido traducidas general y respectivamente como Oscuridad, Pasión o Suciedad (¿Turbidez?) y Verdad o Bondad".
Como se indica aquí, no sólo es el macrocosmos que participa de las tres Gunas, sino también los seres humanos que son el microcosmos de aquél. William Quan Judge afirma igualmente en su comentario sobre los “Aforismos Yoga de Patanjali: "Todos los objetos manifestados se componen de estos tres", comentando sobre el aforismo que dice: "Los objetos, sean sutiles o no, están compuestos de las tres cualidades”.
En la entrada para "Trigunas" del "Theosophical Glossary", H.P. Blavatsky explica que son "las tres divisiones de las cualidades inherentes de la materia diferenciada, es decir, quiescencia pura (satva), actividad y deseo (rajas) y estancamiento o decadencia (tamas). Corresponden a su vez con Vishnu, Brahma y Shiva".
Quizá la fuente de información y enseñanza más clara y extensa sobre las Gunas es el Bhagavad Gita. En el artículo “Preguntas y respuestas sobre hinduismo” señalamos:
"El Bhagavad Gita, que literalmente significa 'Canción de Dios' o 'Canción del Señor', es sin duda la más popular y universal de todas las escrituras hindúes. Consiste en una conversación entre Krishna y Arjuna y es admirada por millones de personas en todo el mundo por su filosofía de vida espiritual, práctica y profunda, habiéndose descrito como 'Manual de Vida"'y 'evangelio para el siglo XXI'. Se piensa que Krishna representa al Ser Superior y Arjuna al alma humana individual que debe buscar y refugiarse en ese Ser. Al ambientarse en la escena de un campo de batalla, este libro de ninguna manera promueve o alienta guerra o violencia como algunos enemigos del hinduismo han afirmado en su ignorancia, sino más bien simboliza el terreno 'bélico' de la existencia o 'guerra interior' que cada uno de nosotros debe enfrentar en algún momento. Aunque no es un libro particularmente largo, es en verdad un clásico inolvidable de la literatura religiosa y espiritual del mundo".
En el decimoctavo discurso en la traducción del Gita producida por William Judge encontramos a Krishna diciendo claramente a Arjuna: "No hay criaturas en la Tierra ni entre los ejércitos celestiales que estén libres de estas tres cualidades que surgen de la Naturaleza".
La decimocuarta alocución se denomina "Guna traya vibhaga yoga", que puede traducirse como "Yoga mediante separación de las Tres Gunas". El vocablo "yoga" significa "unión" y se refiere al logro de la unidad en la conciencia con lo Divino, que es nuestro verdadero Ser. Allí Krishna dice:
"Las tres grandes cualidades llamadas sattva, rajas y tamas -luz o verdad, pasión o deseo e indiferencia u oscuridad- nacen de la Naturaleza y unen al alma imperecedera al cuerpo, oh tú de brazos poderosos. De estos la cualidad de sattva en razón de su lucidez y paz confiere al alma el renacimiento a través del apego a la sapiencia y lo que es agradable. Sábete que rajas es la naturaleza del deseo, produciendo sed y propensión; éste, oh hijo de Kunti, aprisiona al Ego a través de las consecuencias producidas por la acción. La cualidad de tamas, la progenie de indiferencia en la Naturaleza, es el engaño de todas las criaturas, oh hijo de Bharata; encarcela al Ego en un cuerpo a través de insensatez, sueño y ociosidad. La característica de sattva une al alma a través de la felicidad y el placer, la de rajas a través de la acción y Tamas que rodea al poder del juicio con la indiferencia, vincula al alma mediante la flojedad".
Vemos en estas palabras de Krishna que cada una de las Gunas tiene el efecto de unir/atar al alma a un proceso continuo de reencarnación, y luego se explica que siempre una de esas características es superior o predominante en un momento dado. Por ejemplo, en este mismo momento es Sattvaguna, Rajoguna o Tamoguna la cualidad más frecuente en nosotros; uno de ellos tiene prevalencia y lo cual depende totalmente de nuestra opción, pues tenemos el poder de elegir y la capacidad/libertad de decidir si viviremos de manera sáttvica, rajásica o tamásica. Aunque incluso Sattva "une el alma" a Samsara (ciclo o rueda de nacimiento, muerte y reencarnación), sin embargo sigue siendo el mejor, más elevado y espiritual de los tres, y así en el segundo discurso se nos alienta a "ser constantes en la calidad de sattva" o, como otros lo han traducido, "permanecer instalados en Sattva Guna".
Es posible, aunque no necesariamente fácil, mantenerse sáttvico en los aspectos físico, emocional, mental y espiritual.
Continúa: "Cuando la sabiduría o luz brillante se haga evidente en cada puerta del cuerpo, entonces uno sabe que la cualidad de sattva prevalece en el interior. El amor por la ganancia, la actividad e iniciación de obras, la inquietud y el deseo excesivo se producen cuando predomina rajas, mientras que las señales de una tendencia hacia tamas es la escasez de iluminación y presencia de ociosidad, negligencia y engaño".
“La sabiduría se produce desde sattva a partir del deseo de rajas y éste a su vez de la ignorancia, el engaño y la locura de tamas. Aquéllos en quienes se establece sattva llegan a lo alto; los que están llenos de rajas permanecen en la esfera media o el mundo de los hombres, mientras que los individuos superados por el aspecto sombrío de tamas se hunden. Pero cuando el hombre sabio percibe que los únicos agentes de acción son estas cualidades y comprende a aquéllo que es superior a las cualidades, él alcanza mi estado. Y cuando el yo encarnado supera estas tres características de bondad, acción e indiferencia que coexisten con el cuerpo, se libera del renacimiento y la muerte, la vejez y el dolor, y bebe del agua de la inmortalidad".
Volvamos en busca de una explicación más detallada al comentario del Bhagavad Gita por el fallecido Swami Sivananda, quien sigue siendo uno de los yogis y maestros Vedanta más queridos y respetados en India moderna:
"Las cualidades son de Mulaprakriti y ésta ultima es la primera en un estado de equilibrio. Este mundo manifestado de las tres cualidades se compara con una cuerda retorcida de tres colores, a saber, blanco, rojo y negro, donde cada tonalidad representa una guna: Sattva es blanco, Rajas rojo y Tamas negro, y estos tres no se hallan en equilibrio en el mundo manifestado".
Por tanto, antes de que el Universo se manifieste (y esto sucede sobre una base cíclica, como nos recuerda constantemente la Teosofía) las Gunas existen en un balance e inacción absolutos, y por ello permanecen completamente latentes y no manifestados en la Materia Raíz primordial conocida como Mulaprakriti. Luego, cuando nace el Universo, tienen lugar la diferenciación/manifestación y las Tres Gunas "despiertan" y se exteriorizan en, como y por todo Prakriti, que es materia manifestada o la Naturaleza que proviene de la Materia-Raíz siempre oculta.
Sivananda también señala: "Sattva es el mejor, Rajas viene a continuación y Tamas es el más bajo y lo peor. Las tres cualidades indican la mentalidad triple, produciendo apego en las almas individuales engañándolas y atándolas, por así decirlo, al Samsara (…) Las gunas son realmente los constituyentes primarios de la Naturaleza y la base de toda la materialidad, y en consecuencia no es apropiado llamarlas 'cualidades inherentes a las sustancias'. Si deseas alcanzar libertad o perfección, si deseas convertirte en inmortal, entonces debes elevarte por encima de los modos de la Naturaleza. Debes trascender las gunas (…) Es muy necesario un conocimiento de las gunas y su modo de funcionar; sólo si posees esa instrucción podrás liberarte de sus garras (…) Estas tres gunas están presentes en todos los seres humanos y nadie está libre de la influencia por cualquiera de esas tres cualidades en la Naturaleza. Tampoco son constantes: a veces predomina sattva, en otras ocasiones prevalece rajas o tamas (…) Analiza todos los fenómenos en función de estos tres aspectos. Conoce sus características y sé testigo de estas cualidades. No te identifiques con ellas y sepárate de su injerencia. Conviértete en un Gunatita y así alcanzarás paz suprema, inmortalidad y felicidad eterna".
Es obvio que el mundo moderno es extremadamente rajásico. El ritmo frenético de la vida y su constante actividad y ocupaciones; el impulso de la ambición y la codicia; el énfasis excesivo en la sensualidad y materialidad; la peligrosa fuerza de la lujuria y el deseo y aparentemente cada vez mayor... todo esto es la esencia misma de lo que representa Rajas, y este predominio extremo de Rajoguna tiene el efecto inevitable de llevar a un aumento de Tamoguna en la vida de la gente como demuestran el aumento de depresión, pereza mental, letargo, ignorancia voluntaria, desesperanza, desaliento, falta de compasión/preocupación/empatía por otros, e incluso el suicidio.
En el tercer discurso del Bhagavad Gita, Arjuna pregunta a Krishna qué es lo que hace que un individuo lleve a cabo ciertas acciones que aparentemente son contrarias a su propia voluntad y juicio elevado, "como si estuviera limitado por alguna fuerza secreta". El Avatar responde: “Es la lujuria aquéllo que lo incita. Es la pasión surgida de la cualidad de rajas, insaciable y lleno de pecado. Sábete que éste es el enemigo del hombre en la Tierra”.
El deseo es una manifestación rajásica, el producto de Rajoguna, y de hecho es "el enemigo del hombre en la Tierra". Continúa diciendo que Rajas es "el adversario constante del hombre sabio" y "destructor del conocimiento y el discernimiento espiritual" señalando que debe ser conquistado y así fortalecer el yo inferior por el Ser Superior.
Nuestro Ser Superior, que es literalmente uno y el mismo en esencia e identidad con el Ser Supremo -la ÚNICA y Última Realidad, el Principio Divino, Infinito y Absoluto llamado Brahman o Parabrahm en la filosofía Vedanta- trasciende todas esas tres cualidades de la Naturaleza y es distinta de ellas. Por esto, Krishna y quien habla como nuestro Ser Superior, afirma: "El mundo entero, engañado por estas disposiciones que nacen de las tres cualidades, no me distingue de ellas pues soy supremo e imperecedero".
En el discurso final de Krishna sobre el campo de combate de Kurukshetra, se dice: "La sabiduría que percibe en toda la naturaleza un sólo Principio, indivisible e incorruptible y no separado en los objetos individuales que se ven, es de la cualidad Sattva. El conocimiento que percibe los diversos y múltiples principios presentes en el mundo de los seres creados pertenece a Rajas, característica de la pasión. Pero ese conocimiento cuando está completamente devaluado, que es egoísta y unido a un sólo objeto como si fuera el todo, y que por ende no ve la verdadera causa de la existencia, es de la naturaleza de Tamas, indiferente y oscura. La acción correcta, realizada sin apego a los resultados, libre de orgullo y egoísmo, pertenece a Sattva. La acción guiada por Rajas se hace con miras a sus consecuencias, con gran esfuerzo o egoísmo. Y el acto pertenece al ámbito de Tamas u oscuridad cuando, como consecuencia del engaño, se emprende sin tener en cuenta sus consecuencias, el poder para llevarlo a cabo o el daño que pueda causar".
Ahora bien, sabemos que estamos obligados a permanecer siempre en Sattvaguna, cualidad de luz, bondad, verdad, pureza, ausencia de deseos, sabiduría y paz; es el aspecto espiritual que nos hace percibir la Unidad en la diversidad, el Uno en los muchos, la Totalidad Divina que se manifiesta en, a través y como todo ser manifestado.
Asimismo, Swami Sivananda aconseja a los aspirantes al conocimiento espiritual y la liberación con lo siguiente: “Haz introspección y mira en el interior las Gunas con cuidado. Debes estar atento y vigilante como un portero. Permite que sólo los pensamientos sáttvicos pasen por la puerta de la fábrica mental. Revisa Rajas y domina Tamas. Cuando Sattva prevalece hay paz mental, armonía interior y serenidad perfecta, como también una visión clara. El entendimiento no está nublado y existe una penetrante agudeza. La puerta o umbral de la intuición está abierta y así los sentidos no correrán hacia objetos externos".
Imagen de Krishna dibujado por William Quan Judge, y que hoy se encuentra en la sede neoyorquina de la Logia Unida de Teósofos.
Sin embargo, al mismo tiempo se nos insta a trascender incluso esta Guna. Entonces, ¿cómo es posible hacerlo, ya que "no hay criaturas en la Tierra ni entre los ejércitos celestiales que estén libres de estas tres cualidades que surgen de la Naturaleza"? La clave está en la afirmación de que nuestro Ser Real, el Espíritu Puro y Eterno, es infinitamente trascendente y distinto de los Gunas al ser "supremo, imperecedero e inmutable", y por lo tanto se encuentra más allá de dichos tres factores. Cuando nos damos cuenta plenamente de que somos AQUÉLLO en nuestra naturaleza esencial o parte más elevada del ser -Brahman en sí- entonces nos trascendemos y liberamos de las tres Gunas en conciencia, aunque una de ellas siempre será predominante en nuestro ámbito interno y en los planos inferiores de manifestación y acción.
El autor de "The Dream of Ravan" ofrece una visión mística sobre una persona que tiene ese estado mientras permanece en la Tierra:
"Todavía más allá de la cualidad aislada de Sattva existe una esfera llamada Satva puro, que debe considerarse en su denotación de essentia pura, el ser, la verdad y bondad puros, visto como una esencia simple. Esto parece alcanzarse sólo cuando se renuncia a todo aislamiento; cuando el Satva que reingresa predominantemente en Rajas y Tamas y al penetrarlos con su influencia, todos los tres rayos prismáticos y separados se unen en luz universal pura y una conciencia de reunión divina. O como dice Hipólito -si éste es el autor de los manuscritos de Oxford- 'cuando el hombre se convierte en Dios'; o como Alfonso Liguori que sobre esto traduce el español de Santa Teresa y lo expresa en su teología [Oratio Meditationis] como 'anima fit unum quid cum Deo', cuando lo plástico, lo emocional y el ideal se vuelven uno absolutamente; hablando de forma correcta, no hay materia, ni alma ni espíritu, sino algo que es todo y sin embargo nada de esto; llámelo Brahm, Vida Eterna o constante [nitya]; llámelo si prefiere como esa verdadera trinidad hindú en unidad (SACH-CHID-ANANDA/GHANA, 'SOLIDARIDAD DE SER, PENSAMIENTO Y ALEGRÍA') en la cual se expresa el avance y la reinserción eternos del Uno en la armonía más perfecta con la especulación más profunda del platonismo, y aún más con el desarrollo más profundo del cristianismo johánico".
En las páginas 63-64 de “Notes on the Bhagavad Gita”, William Judge lo explica así: "A la vez es evidente que en las palabras 'verdad eterna' se menciona un tipo más elevado de Satwa. Este término en sánscrito designa la verdad y no está calificado cuando se da su lugar entre las tres cualidades, de modo que cuando el discípulo se libera de este Satwa común debe refugiarse en su contraparte eterna (…) 'Satwa' -verdad- debe tomarse para expresar la característica más elevada de cualquier ser que los posea, y sin embargo, cuando empezamos a hablar del estado más alto concebible en que los atributos están ausentes, todavía usamos la misma palabra, sólo que ahora añadimos 'eterno'".
Arjuna pregunta a Krishna: “Oh Maestro, ¿cuáles son los rasgos por los que se puede conocer a aquél que ha superado las tres cualidades? ¿Cuál es su curso de vida y cuáles son los medios por los que supera las cualidades?”
“Oh, hijo de Pandu, aquél que no odia estas cualidades -iluminación, acción y engaño– cuando aparecen ni las anhela cuando se esfuman; aquél que, como no pertenece a ninguna parte, se sienta como alguien que no se preocupa por las tres cualidades y no es perturbado por ellas, y quien tampoco se conmueve por las mismas aún convencido de que las cualidades existen; el que tiene la misma mente en el dolor y el placer y se centra en sí mismo, para quien un trozo de tierra, una piedra o el oro son como uno; quien tiene la misma mentalidad de los que aman u odian constantemente a lo mismo, ya sea si son culpados o elogiados; el que mantiene su mente balanceada en el honor y la desgracia, y lo mismo hacia el lado amistoso o hostil, comprometiéndose sólo en las acciones necesarias; ése es quien ha trascendido las cualidades. Y él, mi sirviente que me adora [el Séptimo Principio, Atman o Ser Superior que representa Krishna] con devoción exclusiva y habiendo superado por completo esas características, está capacitado para ser absorbido por el Supremo Brahman. Soy la encarnación del Gobernante Supremo, de lo incorruptible e inmodificable, la ley eterna y la felicidad infinita".