Para aquellos lectores que no estén familiarizados o conozcan sólo en parte la vida, el trabajo y la función relevante de Judge, aconsejamos leer primero “William Q. Judge: su rol e importancia en el Movimiento Teosófico”. Antes de continuar, será difícil que el resto de esta entrega sea apreciado y comprendido adecuadamente.
En retrospectiva, su uso del término "ocultismo occidental" en este contexto parece haber sido una elección desafortunada, pues para mucha gente ese concepto puede aludir desde el sistema esotérico y las filosofías hermetistas hasta el rosacrucismo, pasando por la cristiandad gnóstica y la masonería a la alquimia y el platonismo/neoplatonismo, la Cábala y más allá. En otras palabras, casi cualquier cosa excepto el esoterismo oriental que define a la Teosofía y el Movimiento Teosófico.
Pero esto no es lo que Judge quiso decir, como se puede ver en los pasajes que siguen. Escribió: "Esto no significa que el ocultismo occidental sea completamente opuesto a lo que muchos conocen, o creen conocer, como Ocultismo Oriental". No propuso ni sugirió ninguna alteración de las enseñanzas temáticas profundamente orientales de H.P.B. y sus Maestros-Adeptos y tampoco intentó introducir "nuevos" contenidos, sino que siempre se mantuvo fiel al Mensaje y la transmisora de estos Seres.
Estas observaciones de Judge surgieron principalmente como reacción necesaria a las ideas y actividades en que estaba involucrada Annie Besant para ese entonces, quien había caído bajo la influencia de un brahmín ortodoxo llamado G.N. Chakravarti, y habiendo sido recibida oficialmente en el seno del hinduismo secular en una visita a India, Besant comenzó a criticar y menospreciar a Blavatsky con frecuencia y a distorsionar e incluso suprimir y rechazar las enseñanzas de aquélla en favor de los nuevos contenidos y bastante opuestos que recibía de Chakravarti y sus secuaces. Como el Maestro K.H. informaría a Besant en la "Carta Mahatma" final de 1900: "Ha estado bajo una influencia engañosa durante bastante tiempo".
Bajo el control de Chakravarti, la India y sus habitantes contemporáneos fueron mantenidos en alta estima por Besant como virtualmente perfectos, divinos y espiritualmente supremos, por cuanto todos ellos debían ser admirados e imitados. Además de comenzar a vestirse como india -a menudo con un sari-, Besant adoptó varias costumbres y rituales hindúes alentando a otros teósofos a hacer lo mismo. Al ver la locura y el peligro en todo esto, Judge se sintió obligado a hablar, y a esto Besant y Chakravarti respondieron con las acusaciones de que “no entendía ni apreciaba adecuadamente a Oriente” y que trataba de “causar desarmonía” y conflicto dentro del Movimiento Teosófico.
Desde que el famoso Swami Vivekananda se mudó a EE.UU. en la década de 1890, ha habido una afluencia constante de gurús, yoguis y swamis hindúes hacia Occidente despertando interés continuo en muchos occidentales, e incluso apreciación devocional por ellos. Como decíamos al final del artículo titulado “Oriente vs. Occidente”:
"Parece bastante imprudente e indiscriminado que muchos teósofos, incluso algunos estudiantes devotos de las enseñanzas originales de H.P.B., W.Q.J. y los Maestros, a veces desean asociarse estrechamente con algunos de los varios gurús hindúes y yoguis que vienen a Occidente o buscar doctrinas y consejos relevantes de monjes budistas, ya sean Mahayana o Theravada.
Todas estas personas sólo promueven enseñanzas exotéricas y ortodoxas. Sus contenidos y puntos de vista fundamentales en muchos casos son totalmente contradictorios e incompatibles con la Teosofía. Así, los teósofos pueden aprender muy poco de dichos personajes e incluso se arriesgan a ser arrastrados nuevamente al exoterismo/literalismo e incluso al ideario antropomórfico y la idolatría, por no mencionar la posibilidad de ser manipulados y engañados por algunos de los menos sabios entre sus filas, como ha ocurrido en varias ocasiones. William Judge intentaba advertir a Occidente contra la 'locura de los swami' desde la década de 1890, pero aparentemente su sabio consejo no fue escuchado.
Las enseñanzas orientales presentadas en Teosofía pueden tener algunas similitudes con los contenidos orientales exotéricos, pero éstos pertenecen al esoterismo puro del Este y contienen numerosos aspectos, detalles y doctrinas que no se pueden encontrar en cualquiera de las religiones mundiales, precisamente porque se habían mantenido totalmente en secreto de forma deliberada hasta que los Maestros e Iniciados de la Gupta Vidya (Doctrina Secreta o Conocimiento/Ciencia Ocultos) permitieron que finalmente fueran entregados al mundo a través de H.P. Blavatsky y a quien llamaron su 'Agente Directo' y 'Hermano'".
A quienes no son estudiantes de Teosofía no se les puede culpar por devenir seguidores o devotos de varios maestros y religiones indios y otros de índole oriental. En la mayoría de los casos ni siquiera oyeron hablar de Teosofía o en caso contrario sólo se han encontrado con versiones posteriores y extremadamente distorsionadas como los libros promulgados por C.W. Leadbeater y Alice Bailey, que comprensiblemente encuentran poco atractivas y de origen muy sospechoso.
De esta forma y sin saber sobre Teosofía genuina, dichas personas han recurrido a lo que se podría describir como la “mejor alternativa”, esto es, las presentaciones religiosas exotéricas en hinduismo y budismo. El Maha Chohan afirmó en su famosa carta que "incluso el budismo exotérico es el camino más seguro para llevar a los hombres hacia la única verdad esotérica".
Judge siempre fue el primero en expresar su acuerdo con el viejo adagio de que "la Luz viene de Oriente", pero como vemos aquí estaba ansioso por señalar que la Luz de Verdad espiritual (conocimiento y comprensión genuinos) no brilla desde el Oriente moderno, sino en lo que podríamos llamar el Oriente místico, ideal, esotérico e interno y no de cualquier parte en la India actual. La gran mayoría de sus habitantes admitirán fácilmente que su gran nación se está hundiendo cada vez más y sin esperanza aparente en un materialismo cada vez más profundo y en la oscuridad y degradación morales, mientras la mayoría de los sacerdotes y maestros religiosos hindúes continúan manteniendo a sus devotos sinceros y confiados en ignorancia, superstición e idolatría ritualista.
Como escribió una vez el Maestro K.H.: “India ha estado decayendo durante miles de años y debe tomarse igual tiempo para su regeneración (…) Siempre es más sabio trabajar y forzar la corriente de los acontecimientos que esperar el momento, un hábito que ha venido desmoralizando a los hindúes y degenerado al país".
Es un hecho simple que muchos teósofos, en particular aquellos que son verdaderos estudiantes de H.P.B., entienden, aprecian y conocen mejor las Escrituras y filosofías religiosas de la antigua India que muchos indios modernos, e incluso más que los hindúes más devotos.
Esta es una de las razones por las que Judge vio que la necesidad de restaurar la India y Oriente en general a su antigua gloria y grandeza espirituales estaba destinada a ser la tarea de los teósofos, la mayoría de los cuales siempre han residido en naciones occidentales en lugar de India. Probablemente los occidentales que desarrollan un amor o afecto realmente profundos y sinceros por India o incluso cualquier nación hayan pertenecido a ese gentilicio en su vida anterior más reciente u otras encarnaciones, por lo que es natural que retomen ese interés y traten de ayudar a sus hermanos y hermanas que quedaron atrás en "el viejo país". Pero además el objetivo principal y la intención del Movimiento Teosófico siempre ha sido y es ayudar al mundo y la humanidad en general.
Desde hace muchas décadas, los occidentales en general han sido expuestos a Hatha Yoga, Kriya Yoga y Kundalini Yoga, además del culto a deidades hindúes antropomorfas, la recitación de mantras sánscritos, rituales antiguos y toda una carga de autoproclamados "maestros iluminados" procedentes de India. ¿Es Occidente mejor o más receptivo para eso? ¿Ha mejorado el mundo por ello? Una cantidad relativamente pequeña de seguidores se ha visto beneficiada de manera real y duradera, pero muchas otras han experimentado todo tipo de problemas físicos, psicológicos, espirituales y otros al involucrarse con este tipo de prácticas que no deberían recomendarse a cualquiera, y mucho menos a occidentales desprevenidos e ingenuos que no tienen formación apropiada en filosofía oriental y no perciben los peligros comunes e inherentes a tales ritos y doctrinas.
Y también el mundo en general ha continuado su marcha decadente hacia el suicidio espiritual y la autodestrucción. La Teosofía, aunque de naturaleza y estilo orientales, es especialmente adecuada para la esfera occidental al ser segura y beneficiosa. Es el "ocultismo occidental" del que hablaba William Q. Judge y, una vez que se conozca y comprenda su verdadera naturaleza y enseñanzas, la "Nueva Era" que previó finalmente podría comenzar a surgir sin obstáculos, otorgando así un gran provecho duradero a todo el mundo.
De “Letters That Have Helped Me”
“El Movimiento Teosófico se inició como obra de la Hermandad en la cual H.P.B. es miembro y donde el gran Iniciado -a quien ella llamó Maestro- es uno de los Jefes.
Esta corriente comenzó entre y para occidentales y sus dos agentes principales son H.P.B., una rusa, y H.S. Olcott, un estadounidense, y asimismo el lugar donde se inició fue la ciudad de Nueva York (...)”.
“Es significativo que el movimiento teosófico se inaugurara en el mundo occidental, en el país donde se llevan a cabo los preparativos para la nueva raza raíz y el mismo lugar donde ésta aparecerá. Esto no fue para dar prioridad a ninguna raza o país sobre otros, o para reducir algún otro conglomerado, sino que se estableció y está de acuerdo con la ley cíclica como parte de la evolución. A los ojos de esa gran Ley ningún país es primero o último, nuevo o viejo, elevado o indigno, porque cada uno de ellos en el momento necesario es apropiado para cualquier trabajo que deba realizarse. Cada país está vinculado con todos los demás y debe ayudarlos.
Entre otros objetivos, este movimiento tiene uno que debe tenerse en cuenta: la unión de Occidente con Oriente, el renacimiento oriental de esas grandezas que una vez fueron suyas y el desarrollo occidental de ese Ocultismo que es apropiado para él, de modo que a su vez pueda ofrecer colaboración a aquéllos de sangre más antigua que pueden haberse estancado en una idea o degradado en espiritualidad.
Durante muchos siglos se ha trabajado para esta unificación y enviado a copartícipes a través de Occidente para sentar las bases. Pero hasta 1875 no se pudo hacer un gran esfuerzo público, y entonces la Sociedad Teosófica entró en acción porque los tiempos estaban maduros y los colaboradores se hallaban listos (...)”.
“No es el deseo de la Hermandad que los miembros del Movimiento Teosófico se conviertan en peregrinos a India, habiendo asumido la creencia en los mensajeros y el Mensaje bajo sus derechos; despertar ese pensamiento no fue el trabajo ni el deseo de H.P.B. Tampoco la Logia busca que los afiliados piensen que se deban seguir o adoptar métodos y hábitos orientales, o que esa región presente planteó el modelo o la meta. Occidente tiene su propio trabajo y deber, su propia vida y desarrollo, por cuanto son éstos los que se deben realizar, seguir y proyectar, y no tratar de correr a otros campos donde se llevan a cabo las obligaciones de otras personas. Si la tarea de elevar la espiritualidad de India fuera fácil -país ahora degradado y casi asfixiado- y si se dignificara de igual modo para brillar e iluminar a todo el mundo occidental, entonces efectivamente habría sido un tiempo perdido para el comienzo en esta última región cuando existía un camino más corto y rápido en la tierra más antigua. Pero de hecho es más difícil entrar en los corazones y las mentes de las personas que, a lo largo del tiempo y en un dogmatismo metafísico fijo, han construido una cáscara dura e impermeable a su alrededor en los planos psíquico y psicomental, que hacer ese ingreso con los occidentales que aunque pueden ser comedores de carne, sin embargo no tienen opiniones fijas en los cimientos del misticismo y se refuerzan con un orgullo recibido del pasado.
La nueva era del ocultismo occidental definitivamente comenzó en 1875 con los esfuerzos de esa noble mujer que hace poco abandonó su cuerpo. Esto no significa que dicho esoterismo sea totalmente opuesto a lo que muchos conocen, o creen conocer, como ocultismo oriental (…) Tiene como misión -en gran parte depositada en las manos de la Sociedad Teosófica- proporcionar a Occidente lo que nunca puede obtener de su contraparte; impulsar hacia adelante la luz que ilumina a cada hombre que viene al mundo y elevarla en el camino circular evolutivo que ahora gira hacia Occidente; la luz del verdadero Ser que es el único y verdadero Maestro genuino para cada ser humano, pues todos los demás instructores son siervos de Aquél; en él todas las logias reales tienen su unión” (p. 73-75).
“Ahora bien y como señalé, esta es una era que llamé de 'ocultismo occidental', aunque puede darle el nombre que desee, pero es occidental” (p. 95).
"Nueva York, 11 de octubre de 1892.- Esta es la era del ocultismo occidental y ahora debemos apoyarnos hombro con hombro en EE.UU. para presentarla y ampliarla en vista de la porfía que se avecina, ataques que estarán en la línea de tratar de imponernos únicamente discípulos orientales. Los Maestros no son orientales ni occidentales, sino universales” (p. 109).
“Es posible iniciar una nueva era de ocultismo occidental sin locuras. Todos deberíamos estar listos para eso, si es posible” (p. 122).
De “The Truth about East and West” (artículo, abril de 1895)
“Cuando examinamos qué ha hecho la India, si es que hizo algo por el gran Oriente del que forma parte, encontramos que durante cientos de años no ha realizado nada en absoluto, y aparentemente no tiene intención de concretar nada. Su religión dominante del brahmanismo se cristaliza y no permite propaganda. Otras naciones pueden morir en sus pecados, a menos que tal vez tengan la suerte de nacer entre los brahmanes por buena conducta (...)”.
“Nos referiremos al registro publicado que se encuentra en El Mundo Oculto, por Alfred Sinnett, donde K.H. señala lo que cito: 'Había venido por unos días, pero ahora descubro que yo mismo no puedo soportar por mucho tiempo el sofocante magnetismo incluso de mis propios compatriotas [cursiva mía, J.]. He visto a algunos de nuestros orgullosos viejos Sikhs borrachos y tambaleándose sobre el pavimento de mármol en su templo sagrado (…) Mañana vuelvo a casa'" (p. 120, 121, énfasis añadido).
“Imaginemos, entonces, que desde que todos estamos convencidos de que la degradación de India se debe en gran parte a la asfixia de su antigua espiritualidad (…) Pero usted sabe, como cualquier hombre que haya leído historia, que los patriotas pueden desbordar sus corazones en vano si las circunstancias están contra ellos. A veces ha ocurrido que ningún poder humano, ni siquiera la fuerza y furia del patriotismo más sublime, ha podido apartar a un destino estricto de su curso fijo y las naciones emergen como antorchas arrojadas al agua en la oscuridad envolvente de ruina. Y como tenemos la sensación de que nuestro país ha caído, aunque no la capacidad para levantarlo de una vez, no lo podemos hacer como quisiéramos” (p. 126).
“La tendencia actual de la educación es hacer que [los hindúes] sean materialistas y erradiquen la espiritualidad. Con una comprensión adecuada de lo que sus antepasados significaban con sus escritos, la educación se convertiría en un beneficio, mientras que ahora a menudo es una maldición" (p. 136).
"(Se declara a sí mismo seguidor de Buda, a quien llama 'nuestro gran Patrón')” (p. 153).
“Él encuentra el magnetismo de sus compatriotas demasiado sofocante para ser soportado; afirma que India está espiritualmente degradada e insinúa que su destino es salir 'en la envolvente negrura de la ruina' a menos que ella se levante, lo que despertaría una duda sobre su capacidad para elevar a cualquier otra nación. También explica por qué India y durante tantos siglos no ha hecho nada para ayudar a otros países y dice que los hindúes se están volviendo materialistas, refiriéndose a aquéllos que reciben educación en inglés, y termina declarándose a sí mismo un seguidor de su patrón, el Buda. La 'Carta a ciertos brahmanes' ["Letter to Some Brahmins"], publicada en The Path, refuerza el punto sobre el budismo y también muestra cuán densa es el aura circundante de aquellos brahmanes que son estrictamente ortodoxos, y cuánto más fácil es para los Adeptos afectar a occidentales que a hindúes. Y si el muro que rodea al brahmán educado es impenetrable, ¡cuánto más sería aquél que rodea a la masa de personas ignorantes y supersticiosas que toman su religión de esa autoridad! La degradación espiritual de India a la que se refería el Maestro es un hecho indiscutible, pues la gran mayoría de los brahmanes es teológica y metafísicamente tan fija y dogmática como la Iglesia romana; también mantiene la adoración de ídolos y un gran número de observancias degradantes hacia las castas. La gente pobre, común, sin educación y que forma el núcleo de la población hindú, es ciertamente amable, pero ignorante y supersticiosa. Sus supercherías son teológicas y el brahmín lo fomenta. La otra clase, que consiste en aquéllos que adoptan el inglés, han perdido la fe y están materializados, como escribieron los Maestros.
Esta es la fotografía del Maestro y también la imagen real. Ahora bien, ¿dónde está el error de saber y afirmar el hecho de que India -como se encuentra hoy- no es la maestra de Occidente por muy gloriosa que haya sido hace 10.000 años? Más bien es Occidente que debe liderar la reforma y levantar al país caído con todos los demás (...)”.
“El Movimiento Teosófico fue fundado y florece en Occidente de manera destacada y bajo la influencia de esa región. Comenzó en EE.UU. y en el más lejano oeste por los Maestros. Una pregunta muy pertinente aquí es: ¿por qué no se inició en India si ese país es el único al que debemos mirar? Evidentemente, el comienzo se realizó muy al oeste porque, como tan a menudo lo afirma H.P.B., la próxima nueva raza aparecerá en América, donde ya están en marcha los preparativos para el evento. Esto significa que el centro, la cima y fuerza de la ola evolutiva cíclica está en Occidente, incluyendo Europa y América, y todos los hechos observables apoyan la afirmación.
Esta onda evolutiva no es sólamente una teoría, sino una masa de energía giratoria compuesta por Egos humanos de todas las edades pasadas. No se puede detener ni debe ser obstaculizada de ninguna manera, y esto es lo que realza la importancia de Occidente. Los Maestros trabajan científicamente, no de forma sentimental ni por impulso histérico; por lo tanto, aprovechan una ola tan cíclica sabiendo bien que haber comenzado en el Este hubiera sido un juego de niños. Como se aprecia al revisar la historia y las palabras de Ellos durante los últimos veinte años, desearon que el nuevo y creciente Oeste tomara de todo Oriente cualquier filosofía y metafísica que se necesitaran para asimilarlas, ponerlas en práctica, cambiar todo el orden social y económico y luego reaccionar de nuevo y obligatoriamente sobre Oriente para su bien y moralización (...)”.
"Ahora, en vista de todos estos hechos y varios más que se podrían presentar, ¿dónde está la fraternidad teosófica o la verdad al comenzar en mi contra una acusación de que 'deseo o trato de indisponer a Oriente y Occidente'? Si en India hay iniciados, lo que H.P.B. solía negar, y si existe la más alta sabiduría espiritual, ¿por qué tantos hindúes intentan reformarla? ¿Por qué tantos hindúes a los pies de H.P.B. solicitan la verdad y cómo encontrar al Maestro? ¿Por qué hay tantos de ellos en la Sección Esotérica con el propósito de recibir enseñanza de occidentales? Las respuestas son fáciles. Que aquéllos que no se dejan llevar por un mero nombre y son capaces de examinar los hechos con calma, vean que Occidente es el conquistador progresivo del destino humano; que las tierras orientales, tanto India como otros lugares, son almacenes mundiales que contienen los tesoros del pasado que sólo Occidente puede aprovechar y enseñar su uso a Oriente. Dejemos que terminen los celos partidistas y tengamos cuidado de no inyectar en la esfera mental de la Sociedad Teosófica ninguna idea que surja de sentimientos o una reflexión insuficiente que pueda convertirse en un obstáculo, aunque sea leve, para el impulso evolutivo o lo que podría tender concretamente a limitar la expansión del gran trabajo iniciado por H.P.B. Crear una barrera de este tipo es un acto cuya gravedad es enorme, aunque no sea apreciada.
El destino de Occidente es elevar a Oriente de su oscuridad, superstición e ignorancia para salvar al mundo; es su destino enviar los principios teosóficos, la literatura y los maestros incluso a una tierra tan remota como el Tíbet, cuyo idioma apenas podemos aprender”.
De "Forum Answers" (serie mayo de 1895-febrero de 1896)
"Sin duda, la India es ahora el reservorio más antiguo de la filosofía aria, que puede llamarse teosófica (…) Además y fuera de todo cuestionamiento, los hindúes actuales tienen más discernimiento metafísico que nosotros; pero Occidente trepa lentamente y los dones intelectuales o metafísicos no son facultades espirituales. Tenemos todo el intelecto que necesitamos, activo y latente. El hindú de hoy es hablador, quisquilloso y supersticioso cuando no se ha visto alterado por el contacto con la cultura occidental. No es eso lo que deseamos como profesores y los saludaremos como hermanos y compañeros de trabajo, pero no como nuestros Maestros. Aquellos hindúes que vienen aquí no son instructores y llegaron con algún propósito personal sin enseñar más ni mejor que lo que se encuentra en nuestra propia literatura teosófica: su yoga no es más que la mitad o un cuarto del verdadero, porque si lo supieran no lo inculcarían a un occidental bárbaro. Lo poco que enseñan de yoga puede leerse en general en nuestros libros y traducciones.
La locura actual por India es eminentemente estúpida. Si uno examina con calma los hechos, encontrará a la nación como un todo supersticioso hasta el último grado; los pocos teósofos y los anglicanizados son como una gota en el océano. No es una nación unida y por sí misma no puede ayudar a Occidente y durante siglos no ha ayudado a nadie fuera de sí misma. En general, aunque hay grandes excepciones, los brahmanes mantienen la superstición y el aislamiento orgullosos, y así tenemos las palabras del Maestro K.H., un indio, de que ese país está espiritualmente degradado. Los faquires, los trabajadores de maravillas e hipnotizadores no prueban la espiritualidad. El destino de India es tener como almacén cosas buenas para sacarlas más tarde; y Occidente, como más nuevo, joven y por tanto menos degradado espiritualmente, tiene que trabajar y aprender para ayudar a Oriente (...)”.
"Es hora de detenerse y que los teósofos amplíen su concepción sobre qué y dónde está el Oriente y dejen de hablar como si el Sol de la mañana brillara sólo en India".
De “The Closing Cycle” (artículo, enero de 1895)
“Ya hemos entrado en el oscuro comienzo de una nueva era, la del ocultismo occidental y el tratamiento y exposición especiales y definidos de las teorías hasta ahora consideradas generalmente. Tenemos que hacer lo que Buda dijo a sus discípulos: predicar, promulgar, exponer, ilustrar y aclarar en detalle todas las grandes cosas que hemos aprendido. Ese es nuestro trabajo, y no sacar a la luz cosas sorprendentes sobre la clarividencia y otros asuntos astrales, ni cegar a la ciencia con descubrimientos imposibles para ellos, pero fáciles para el ocultista. El plan del Maestro no ha cambiado y lo dio hace mucho tiempo. Es hacer que el mundo en general sea mejor y preparar un suelo adecuado para el crecimiento de los poderes del alma que son peligrosos si surgen en nuestro suelo egoísta actual. No es la Logia Negra la que trata de impedir el desarrollo psíquico; es la Logia Blanca. Los magos negros desearían ahora que todos los poderes psíquicos fluyeran en su totalidad, porque en nuestra gente malvada, mezquina, hipócrita y amante del dinero pronto arruinarían la raza".
De “Carta a ciertos brahmanes” (Mahatma M.)
“Durante siglos jamás nos hemos correspondido con nadie, ni pretendemos hacerlo. ¿Qué han hecho Benemadhab o cualquier otro de los muchos reclamantes para tener tal derecho? Absolutamente nada. Se unen a la Sociedad y aunque permanecen tan tercos como siempre en sus antiguas creencias y supersticiones, y como nunca han abandonado su casta o alguna de sus costumbres, en su exclusividad egoísta esperan vernos, dialogar con nosotros y contar con nuestra ayuda en todo (…) a menos que un hombre esté preparado para convertirse en un teósofo completo -es decir, hacer lo mismo que D. Mavalankar cuando renunció por completo a su casta, sus antiguas supersticiones y mostrarse como verdadero reformador (especialmente en el caso del matrimonio infantil), seguirá siendo simplemente un miembro de la Sociedad sin ninguna esperanza de siquiera escuchar sobre nosotros.
“Durante siglos jamás nos hemos correspondido con nadie, ni pretendemos hacerlo. ¿Qué han hecho Benemadhab o cualquier otro de los muchos reclamantes para tener tal derecho? Absolutamente nada. Se unen a la Sociedad y aunque permanecen tan tercos como siempre en sus antiguas creencias y supersticiones, y como nunca han abandonado su casta o alguna de sus costumbres, en su exclusividad egoísta esperan vernos, dialogar con nosotros y contar con nuestra ayuda en todo (…) a menos que un hombre esté preparado para convertirse en un teósofo completo -es decir, hacer lo mismo que D. Mavalankar cuando renunció por completo a su casta, sus antiguas supersticiones y mostrarse como verdadero reformador (especialmente en el caso del matrimonio infantil), seguirá siendo simplemente un miembro de la Sociedad sin ninguna esperanza de siquiera escuchar sobre nosotros.
Actuando en esto directamente y de acuerdo con nuestras órdenes, la Sociedad no obliga a nadie a convertirse en un teósofo de la II Sección, dejándoselo así a su propio criterio. Es inútil para un miembro argumentar 'soy de vida pura, abstemio y me abstengo de la carne y el vicio; todas mis aspiraciones son para bien, etc.', y que al mismo tiempo construye con sus actos una barrera infranqueable en el camino entre él y nosotros. ¿Qué tenemos que ver, discípulos de los verdaderos Arhats, del budismo esotérico y de Sang-gyas [nombre tibetano para Buda], con los Shasters y el brahmanismo ortodoxo? Hay fakires, sannyasis y saddhus por centenares de miles que llevan las vidas más puras, y sin embargo están en el camino del error, sin jamás haber tenido la oportunidad de conocernos o incluso escuchar de nosotros. Sus ancestros han alejado de India a los seguidores de la única filosofía verdadera sobre la Tierra, y ahora no les corresponde a éstos últimos recurrir a aquéllos, sino de venir a nosotros si nos quieren. ¿Cuál de ellos está preparado para convertirse en budista o un Nastika como nos llaman? Ninguno. Aquéllos que nos han creído y seguido han tenido su recompensa. Sinnett y Hume son excepciones: sus creencias no son una barrera para nosotros porque no tienen ninguna. Es posible que hayan tenido influencias a su alrededor, malas emanaciones magnéticas como resultado de la bebida, la sociedad y asociaciones físicas promiscuas (resultantes incluso de dar la mano a individuos impuros), pero todos estos son impedimentos físicos y materiales que con un poco de esfuerzo podríamos contrarrestar e incluso disipar sin mucho detrimento hacia nosotros. No es así con el magnetismo y los resultados invisibles que proceden de creencias erróneas y sinceras. La fe en los dioses y en Dios y otras supersticiones atrae a millones de influencias extrañas, entidades vivientes y agentes poderosos a su alrededor, con los cuales tendríamos que emplear más que un ejercicio ordinario del poder para ahuyentarlos. Nosotros no elegimos hacerlo”.
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Para concluir podemos citar también del artículo “La Teosofía y el Libro Tibetano de los Muertos”: “Aunque los teósofos han simpatizado y apoyado profunda y sinceramente a los tibetanos en sus penurias y luchas contra la injusticia tiránica, no compartimos la idea estúpida y demasiado prevalente de que 'todo' lo que viene del Tíbet es automáticamente bueno, verdadero y maravilloso sólo por su 'tibetaneidad'. De manera similar, aunque enfatizamos y elogiamos la espiritualidad, civilización y gloriosa herencia cultural y religiosa de India y su gente, procuramos cuidadosamente no caer en la trampa del 'culto a India' y estamos muy conscientes de que esa gran nación actualmente se encuentra en un triste estado de degradación y declive espirituales”.
Es necesario citar aquí las propias palabras de H.P.B. sobre el hinduismo exotérico actual y los brahmanes, sacerdotes y líderes religiosos ortodoxos de esa religión, a la luz de la claridad y fuerza con que se escribieron. En su artículo "Misconceptions" ella señaló:
“¡En la actualidad los brahmanes son tan ignorantes de las ciencias ocultas como los budistas de Ceilán! (…) En India, entre los 150 millones de brahmines y de todos los grados, no encontraríamos más de 150 iniciados incluyendo a Yoguis y Paramahamsas (…) sus templos se han transformado en cementerios donde yacen los cadáveres de sus símbolos antaño hermosos, y donde reinan la superstición y explotación supremas. Si fuera diferente, ¿por qué habrían ido a India los teósofos estadounidenses? ¿Por qué miles de brahmanes entraron a la Sociedad Teosófica deseosos por pertenecer a un centro donde podrían encontrar de vez en cuando un verdadero Mahatma de carne y hueso del otro lado de la 'gran montaña'? (...)¿Qué tenemos que ver los teósofos con el brahmanismo, excepto para combatir sus abusos desde que la Sociedad Teosófica se estableció en la India hace nueve años? (…) Es la pérdida de las claves simbólicas y de las leyes de Manu lo que ha producido todos los errores y abusos infiltrados en el brahmanismo (…) ¿Qué tenemos en común con el brahmanismo ortodoxo? (…) debería quedar claro al fin que los teósofos combaten el brahmanismo de las pagodas como también lo hacen contra cualquier superstición, abuso e injusticia".
A la luz del daño y la destrucción permanentes tras la muerte de H.P.B. en la Sociedad Teosófica de Adyar, a través de Chakravarti y la influencia brahmán que Annie Besant tan equivocadamente acogió con los brazos abiertos (véase “La deslealtad de Olcott a Blavatsky” para más detalles y explicaciones importantes), estas palabras adicionales de Blavatsky son muy significativas... ¡pero si tan sólo las hubieran tomado en cuenta!
“Los brahmanes (…) aquéllos que al menos se han mantenido ultra-ortodoxos y que luchan contra todas las reformas benévolas, nos persiguen y odian tanto como hacen los clérigos y misioneros cristianos. Rompemos sus ídolos; se esfuerzan por destruir nuestra reputación (…) La hermandad teosófica en toda India es la única que ve al arrogante inglés sentado a la misma mesa con brahmanes igualmente petulantes siendo suavizados y humanizados por el ejemplo y las lecciones de los teósofos que sirven a los Maestros de Sabiduría Antigua, los descendientes de esos Rishis y Mahatmas que el brahmanismo siempre ha venerado, aunque ya dejó de entenderlos (…) no es el 'sacerdocio de India' el que intenta traer a Occidente a la antigua sabiduría, sino más bien unos pocos occidentales de Europa-América, quienes guiados por su Karma a la alegría de conocer a ciertos Adeptos de la hermandad himaláyica secreta -y bajo la inspiración de estos Maestros- intentan dirigir el sacerdocio de India de vuelta al esoterismo primitivo y divino".
Apenas tres semanas antes de su fallecimiento en 1891, H.P. Blavatsky dijo a los teósofos: “Hermanos, en ustedes se pone confiadamente el bienestar del próximo siglo, y tan grande como es esa confianza, también la responsabilidad es enorme" (“Five Messages from H.P. Blavatsky to the American Theosophists”). Si no hicimos el trabajo correctamente en el siglo XX, todavía hay tiempo para rectificarnos en el XXI.