En el artículo “The Four Branches of the Theosophical Movement” proporcionamos una descripción breve y concisa de las cuatro "corrientes" del Movimiento Teosófico que existen hoy: las Sociedades Teosóficas de Adyar, Point Loma, Pasadena y la Logia Unida de Teósofos (L.U.T.). Las conferencias de la I.T.C. están organizadas por asociados de cada una de estas ramas (y a las que también asisten), así como por teósofos no afiliados e independientes de todo el mundo.
Su sitio web (theosconf.org) señala lo siguiente bajo el título "Propósitos de la I.T.C.":
"International Theosophy Conferences Inc. es una plataforma donde se reúnen todos los estudiantes serios de Teosofía y las organizaciones homónimas, de lo cual se infiere que la I.T.C. no funcionará comúnmente como otro vehículo teosófico al expandir la Doctrina. En cambio, nuestra organización se compromete a conectar a todos los teósofos apoyándolos en su causa común a la luz de los propósitos de la I.T.C., que son:
1. Mantener los principios del Movimiento Teosófico Moderno presentado por H.P.B. como un poder vivo en las mentes y corazones de la Humanidad, fomentando las exploraciones a la luz de sus enseñanzas.
2. Incentivar la intercomunicación significativa, la comprensión y el respeto entre las corrientes principales teosóficas, estimulando así la Unidad espiritual continua.
3. Ser una plataforma que apoye y patrocine la Conferencia Internacional anual de Organizaciones Teosóficas.
4. Unir a las personas para compartir el sistema de pensamiento teosófico, al explorar más a fondo la Religión, la Filosofía y la Ciencia desde su perspectiva".
Tomado literalmente, esto suena bien, noble e inspirador. ¿Por qué, entonces, existe una preocupación tan creciente sobre la I.T.C. entre tantos teósofos? Decimos "creciente" porque sabemos que varias personas que anteriormente formaban parte de su junta directiva y estaban relacionados con ella en otras funciones se distanciaron por completo durante los últimos dos o tres años e informaron en privado a otras personas que no deseaban tener más vínculos con la entidad. Asimismo, varios individuos que asistieron a los eventos de la I.T.C. han dicho que ya no seguirán participando en ellos.
Inclusive hemos recibido un correo electrónico anónimo de un visitante de nuestro sitio quien, entre otros aspectos, compartió su punto de vista de que la I.T.C. representa una gran amenaza para la vitalidad y eficacia futuras del Movimiento Teosófico original, con lo cual esta persona aludía al trabajo de aquellos teósofos que están comprometidos a presentar y promover las enseñanzas teosóficas que fueron dadas al mundo en su formato genuino; así, todo este asunto plantea algunas preguntas importantes que deben abordarse.
Una de esas cuestiones se refiere a la forma en que generalmente se promueve el trabajo y los eventos de la I.T.C. por sus asociados y seguidores. En Facebook, por ejemplo, la mayoría de miembros en los grupos relacionados con la Teosofía probablemente ha experimentado varias instancias de lo que se puede describir como "mensajes-basura del I.T.C.", en los que un individuo procede a unirse a grupos de dicha plataforma y luego intenta saturar las páginas casi a diario base con publicaciones, enlaces y comentarios que promueven y elogian al I.T.C. Además, la misma persona, o tal vez varias, vigilan a muchas páginas relacionadas con Teosofía y publican comentarios que consisten simplemente en el enlace al sitio en internet de la I.T.C.
Sólo podemos concluir que estos individuos son “mensajeros-basura” deliberados o extremadamente entusiastas sobre lo que consideran “una buena causa”. De cualquier manera, esto no es deseable y fácilmente lleva a que la I.T.C. se considere de manera negativa o sospechosa por quienes están conscientes de esta táctica conocida como “inundación”, en la cual un “mensajero-basura” realiza esfuerzos para (a) mantener información constantemente frente a aquéllos a quienes desea influir, y (b) "ahogar" las publicaciones existentes y centrarse en un grupo o una página reemplazándolas por las suyas.
Ya sea que participen conscientemente o no, sin duda esto sucede de forma cada vez más frecuente en Facebook y aparentemente no existen iniciativas para combatir esta mala práctica, prevenirla o al menos reducir su incidencia. Incluso aquéllos que apoyan a la I.T.C. seguramente podrán considerar que esta no es la forma correcta de hacer las cosas.
En segundo término, tenemos la influencia de Point Loma en todo este asunto. En el artículo mencionado anteriormente, presentamos este resumen de dicha sociedad:
"Enfoque y enseñanzas: los escritos y postulados de H.P. Blavatsky, William Q. Judge, Katherine Tingley y G. de Purucker, con un énfasis especial y predominante en el último.
Sede internacional: La Haya, Países Bajos (anteriormente, San Diego, California, EE. UU.), ya que esta agrupación y la de Pasadena fueron originalmente una sola Sociedad internacional que se dividió en dos durante disputadas "sucesiones" en 1951.
Influencia internacional : varias logias y grupos de estudio en los Países Bajos, Alemania y Suecia. También hay miembros en otros países, predominantemente en Estados Unidos, pero allí no se celebran reuniones regulares. La Sociedad también organiza dos conferencias internacionales cada año, que son el "Simposio ISIS" (La Haya) y el Convivium Point Loma (San Diego, California). También está muy involucrado en la organización de la I.T.C. anual o Conferencia Teosófica Internacional.
Liderazgo y organización: un líder internacional que siempre es designado por como sucesor por quien le precede, y quien permanece como autoridad de forma vitalicia (grado equivalente a la presidencia), sin existir votación ni elecciones. Cada quien afirma ser capaz de demostrar su propia secuencia continuadora hasta H.P. Blavatsky en una línea directa e ininterrumpida de sucesores elegidos. Actualmente su líder internacional es Herman Vermeulen".
Vermeulen es una de las personas más influyentes tras la I.T.C., siendo uno de sus dos vicepresidentes. Aunque la ubicación de la conferencia anual varía cada año, el encuentro de 2015 se celebrará en los Países Bajos, al igual que la reunión de 2014. El programa oficial de ésta última describía a Vermeulen como "un miembro de la Sociedad Teosófica Point-Loma Blavatskyhouse desde 1973, quien ha dirigido esta organización desde 1985 hasta hoy".
Lo anterior es verdadero, pero ¿por qué no ser más abiertos y honestos para decirlo así?... pues no sólo ha "liderado esta organización" sino que afirma ser el verdadero "sucesor" de H.P. Blavatsky. Es de suponer que la mayoría de los teósofos de Point Loma, si no todos, lo ven y aceptan como tal, y después de todo, incluso ha elaborado un gráfico para el sitio web de dicha agrupación en el que intenta ilustrar su linaje de sucesión directa y oculta desde H.P.B., y supuestamente a través de William Q. Judge, Katherine Tingley, G. de Purucker, A.L. Conger, W. Hartley y D.J.P. Kok (http://www.blavatskyhouse.org/Theosophical_Society).
Desafortunadamente para los miembros de Point Loma, Randell C. Grubb, cabeza de la Sociedad en Pasadena, también afirma ser el verdadero sucesor de Blavatsky. ¿Entonces, en qué quedamos? ¿O es que ni Vermeulen ni Grubb son los verdaderos “sucesores”?
Un fuerte énfasis en la "continuidad" y el "liderazgo" caracterizó no sólo la carrera teosófica de Gottfried de Purucker, sino que aún son rasgos predominantes de estas dos organizaciones que sobreviven como restos de la Sociedad Point Loma original que presidió Purucker y Katherine Tingley antes que él. La noción y el énfasis en la "sucesión de liderazgo" teosóficos son erróneos y engañosos, y es sorprendente que mucha gente siga dispuesta a tomarse en serio a Vermeulen o Grubb mientras continúan manteniendo una pretensión tan vacía e irracional.
Estas dos son las únicas de las cuatro ramas del Movimiento que continúan declarando ideas tan escandalosas, aunque es cierto que se han vuelto menos ruidosas en las últimas décadas, probablemente porque los "Sucesores/Líderes" se sienten avergonzados de hacer tales afirmaciones sobre sí mismos.
Ciertamente, Herman Vermeulen parece muy tímido y reticente a la hora de informar a las multitudes que asisten a la I.T.C. sobre su verdadero estatus (tal como él lo percibe), tal vez porque es lo suficientemente inteligente para tener en cuenta la reacción de incredulidad y falta de confianza, si no peor, que probablemente evoque tal declaración. Sin embargo, estamos seguros de que en general los teósofos preferirían que fuera abierto y sincero al respecto en lugar de ocultar su grandiosa afirmación. Dejemos que todos los asistentes sepan que el hombre que está frente a ellos es el autoproclamado "sucesor" de H.P. Blavatsky y vean después si todavía siguen tan abiertos y entusiastas hacia sus nociones de "unidad" y "confraternización".
Quizá no sea un tema menor que una gran cantidad de personas involucradas y relacionadas con la I.T.C. sean miembros de la Sociedad Point Loma, incluidos sus “mensajeros-basura” en línea más prolíficos. ¿Acaso estos teósofos desean realmente una unidad y armonía apropiadas entre todas las diversas ramas del Movimiento, o esperan secretamente que algún día todos los demás teósofos se unan bajo su bandera con Vermeulen como líder supremo?
Este era el objetivo y la intención de Gottfried de Purucker, el antecesor de Vermeulen. Es bastante conocido en los círculos teosóficos que Purucker hizo hincapié en la necesidad de unión entre los teósofos y las diversas organizaciones y asociaciones análogas. Actualmente, el "Movimiento de Fraternización" que inició es frecuentemente mencionado y elogiado por los partidarios de la I.T.C., particularmente quienes pertenecen a Point Loma, pero tienden a encubrir, pasar por alto o simplemente desconocer los objetivos e intenciones reales de Purucker para la confraternización teosófica.
Su séptima carta general a los miembros de la Sociedad, fechada el 11 de julio de 1930, lo deja en claro:
"La causa fundamental del problema y la angustia en las otras Sociedades Teosóficas (…) es que ninguna, aparte de la nuestra, reconoce y sigue a un Maestro y Líder responsable (...) La gran necesidad del Movimiento Teosófico, en contraste con cualquier Sociedad Teosófica, es un Corazón pulsante viviente y una Mente esotéricamente entrenada, y tales aspectos se unen en un Maestro y Líder en quien todos puedan confiar (...) La ausencia de un Jefe tan espiritual explica la existencia real de estas diversas Sociedades Teosóficas (…)”.
"Si todas las agrupaciones teosóficas reconocieran a un Jefe común como Líder y Maestro, mi convicción es que todos estos problemas y disputas intestinas y la guerra interior que se libra con tanta frecuencia entre ellos desaparecerían como la niebla ante los rayos del sol (...) Por supuesto, esto no es más que una forma de expresar el hecho (…) de una sucesión esotérica de Maestros y Líderes autorizados y capaces".
Purucker había escrito anteriormente en la quinta carta que:
"Siguiendo las instrucciones que me han dado en forma muy definida, es mi deber decirles que ha llegado el momento en que cada teósofo verdadero y devoto debiera trabajar hacia una unificación de las diversas Sociedades del Movimiento Teosófico general (más o menos dispersas, y, en algunos casos, por desgracia, antagónicas). Nuestra propia Constitución es tan amplia en sus fundamentos y en espíritu es tan esotérica (…) que sí creo que es un instrumento modelo con el que todo devoto creyente en las enseñanzas teosóficas puede funcionar, sin importar a qué Sociedad Teosófica pertenezca”.
"La camaradería, la hermandad, la unidad, los esfuerzos combinados y el sentido de solidaridad teosófica pertenecen al espíritu distintivo de la Nueva Era Teosófica en la que ahora estamos entrando como miembros de la S.T. (…)”.
"Por tanto, y dirigiéndome específica y directamente a mi queridos miembros de la S.T., les diré lo siguiente: cualquier miembro de otra Sociedad Teosófica puede convertirse en integrante de esta S.T. bajo nuestra propia Constitución y bajo mi liderazgo, sin necesidad de sentir que él o ella deban renunciar a la otra agrupación en que vio por primera vez los destellos de la Luz Teosófica (...)”.
"Creo que nuestra Constitución es lo suficientemente amplia para satisfacer a cualquiera. Nuestros ideales son los de la Sociedad Teosófica original de nuestra querida H.P.B.; nuestros métodos, en la medida en que podemos ponerlos en funcionamiento actualmente, son idénticos a los de nuestra amada H.P.B.; y en lo que respecta a la política, la mía y la de mi gran predecesora del corazón Katherine Tingley son idénticas, sin un pelo de variación de la que siguió Blavatsky bajo el mandato de sus grandes Maestros".
El llamado de Purucker a la confraternización y la unidad fue para SÍ MISMO y SU Sociedad, y con ÉL como "Maestro y Líder responsable en quien todos pueden confiar", o "Jefe espiritual y común". No es sorprendente que ni éste ni su oferta generosa de que "cualquier miembro de otra Sociedad Teosófica puede convertirse en miembro de la S.T. bajo nuestra Constitución y bajo mi dirección, sin sentir necesariamente que deba renunciar a la otra colectividad" no fueran muy atractivos o invitaran a otros teósofos y por lo tanto terminaran casi completamente ignorados o rechazados.
Los teósofos en general no "aspiran" o "anhelan" tener un "Líder Teosófico y Maestro en quien puedan confiar", pero Purucker, atrapado y cegado por sus propios delirios de sucesión oculta, sintió el llamado contrario, como se evidencia en estas palabras grandilocuentes:
"En el mundo de hoy, existen teósofos que pertenecen a diferentes sociedades que están hambrientos de verdad y orientación teosófica, y buscan ansiosamente un Líder Teosófico y Maestro en quien puedan confiar (...)”.
"La corriente de Inspiración y Luz Sagrada fluye incluso ahora con intensidad intacta (...) Aquéllos que tienen oídos para escuchar, que escuchen (...) ¡Oh mis queridos teósofos! ¡Pongan atención y escuchen bien! Aún pueden beber en estas Fuentes de Pieria, si ese es su deseo".
Comparemos estas palabras con las de Vermeulen en los últimos números de la revista "Lucifer" de su Sociedad sobre la importancia vital -si no la necesidad- de que los teósofos tengan un "Líder fuerte" para mantenerlos unidos y dirigidos, y así podemos apreciar un patrón que comienza a repetirse.
Pero por otro lado, Point Loma, Pasadena, Adyar y la L.U.T. son descritos y mencionados por algunas de las figuras más influyentes de la I.T.C. como meras "tradiciones". Si cualquier rama del Movimiento Teosófico es simplemente una "tradición", entonces podemos olvidarnos de todo a partir de ahora. Todas y cada una de las ramas del Movimiento está destinada a ser una entidad activa que trabaja para la gran Causa Teosófica, y no una simple "tradición", pues aunque es innegable que cualquier organización eventualmente termine teniendo algunas de sus propias tradiciones (en términos de su forma habitual de proceder), en realidad ninguna debería terminar convirtiéndose en un grupo “tradicional”.
Al menos en nuestro parecer, describir cualquier rama del Movimiento como "tradición" es menospreciarla, y cualquier colectividad que se vea y describa a sí misma como tal probablemente ya esté medio muerta. Los teósofos deberían estar interesados en la Teosofía verdadera y el ismo auténtico que la representa, con objeto de trascender cualquier organización creada por personas, y no en las tradiciones.
Como su nombre indica, la Logia Unida de Teósofos fue establecida en 1909 por Robert Crosbie con un énfasis particular en la unión y la unidad. Crosbie escribió lo siguiente en una carta:
"Hay cientos que se han ido en una pista incorrecta u otra. Todos ellos tienen algunos buenos rasgos, herencias kármicas; pero éstos no traen la Sabiduría ni la Voluntad, porque necesitan orientación y no liderazgo. Estudiar y trabajar es su única salvación y podemos ayudarlos a todos en la medida en que nuestro Karma y el de ellos lo permitan, aunque sólo sea con el ejemplo. Nuestro trabajo es con todos los teósofos, y por lo que puedo ver, la L.U.T. es la única 'rama de olivo' real en el Movimiento, porque significa paz con todos y en unidad de objetivo, propósito y enseñanza" ("The Friendly Philosopher”, p. 386).
Tres meses antes de la fundación de la L.U.T., Crosbie envió una carta abierta a a varios teósofos de forma individual, la cual reproducimos en su totalidad debido a su relevancia para el tema que planteamos en este artículo.
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“A TODOS LOS TEÓSOFOS DE MENTE ABIERTA:
Cuando los Mensajeros partieron de este mundo, todo lo que quedó aquí fue el Mensaje (exotérico y esotérico) y sus estudiantes de más o menos dominio en la asimilación de ese Mensaje.
Con el ejemplo altruista de los Mensajeros y la inspiración del Mensaje, la Sociedad Teosófica debería haber sido capaz de mantenerse sola y unida.
Por desgracia, la historia cuenta otro relato; la desintegración comenzó de inmediato y continúa, perdiéndose así una gran oportunidad de impresionar al mundo con el espíritu y la vida del Mensaje, a través del descuido de lo esencial y la búsqueda de lo accesorio.
El Primer Objetivo y el más importante de todos -los otros permaneciendo como subsidiarios- se ha perdido de vista en su relación directa con todos los cambios y diferencias que han ocurrido. 'Formar un núcleo de Hermandad Universal sin ninguna distinción' fue y es la clave de la situación. Permítanme citar algunas declaraciones del último mensaje de H.P.B. a los teósofos estadounidenses en abril de 1891:
'La naturaleza crítica de la etapa en la que hemos ingresado es bien conocida por las fuerzas que luchan contra nosotros, como para aquéllos que pelean de nuestro lado. No se perderá ninguna oportunidad de sembrar disensión, para tomar ventaja de movimientos erróneos y falsos, de infundir dudas, de aumentar las dificultades y alentar suspicacias, de modo que por todos los medios pueda romperse la cohesión de la Sociedad y las filas de nuestros camaradas pierdan fuerza y se desordenen. Nunca ha sido más necesario para los miembros de la S.T. poner en el corazón la vieja parábola del paquete de bastones de lo que es en este momento; divididos, inevitablemente se romperán uno por uno; pero unidos, no hay fuerza en la Tierra capaz de destruir nuestra Hermandad. Después de todo, cada deseo y pensamiento que puedo pronunciar se resumen en esta única oración, el deseo que nunca afloja en mi corazón: 'SER TEÓSOFOS Y TRABAJAR PARA LA TEOSOFÍA'".
Estas fueron declaraciones proféticas, pero la advertencia no fue considerada. Ahora quedan para aquéllos que son capaces de retomar las palabras que expresan su más íntimo y activo deseo como la nota clave del presente y del futuro: "Sean teósofos, trabajen para la Teosofía", y reúnanse en ese tipo de base, porque esto es lo esencial.
La base inexpugnable para la unión entre los teósofos, en cualquier lugar y situación, es la SIMILITUD DE OBJETIVO, PROPÓSITO Y ENSEÑANZA. La aceptación de este principio por parte de todos los teósofos eliminaría de inmediato todas las barreras, y de esta manera aquéllos cuyas mentes se han vuelto plásticas por los embates de la experiencia deben establecer un comienzo. Un acuerdo entre ellos es necesario, que es unirnos todos en este espíritu.
Para definir esta expresión espiritual se requiere una declaración y un nombre por el cual puedan ser conocidos quienes realizan ese manifiesto.
Llamarlo 'Sociedad Teosófica' sería adoptar el nombre actualmente utilizado por al menos dos organizaciones opuestas. Incluso llamarlo 'Sociedad' tiene el color de una 'organización', una de tantas, y actuaría como barrera. La frase utilizada por uno de los Mensajeros es significativa y evita cualquier conflicto con colectividades, siendo capaz de incluir todo sin detrimento de ninguno, y esa denominación es: LA LOGIA UNIDA DE TEÓSOFOS.
Los miembros de cualquier organización o estudiantes no vinculados, antiguos y nuevos, podrían pertenecer a ella sin perturbar sus afiliaciones, ya que la única condición necesaria sería la aceptación del principio de similitud en objetivo, propósito y enseñanza. La fuerza espiritual enlazadora de este principio de hermandad no necesita ayudas adventicias tales como Constitución o Reglamentos ni funcionarios para administrarlos. Con esto como base para la unión, no podría surgir ninguna posible causa de diferencias; aquí no hay espacio para el líder o la autoridad, el dogma o la superstición, y sin embargo, como hay reservas de conocimiento para todos, el espíritu correcto debe extraer toda la colaboración necesaria de 'todos los que nunca fallan'. La puerta parece abierta para aquéllos que tendrían la voluntad, pero no pueden ver un camino. Cualquier número considerable que viva, piense y actúe sobre esta base, debe formar un enfoque espiritual y a partir del cual todas las cosas son posibles.
Las logias locales podrían establecerse utilizando el nombre para promulgar la base de unión y reconociendo a los teósofos como tales, independientemente de la organización, junto con reuniones abiertas y la obra pública, manteniendo la Teosofía y la Hermandad en un lugar de prominencia, como también intercomunicación gratuita y frecuente entre Logias; además de la comparación en métodos de trabajo de Logias locales, asistencia mutua y adelanto del Gran movimiento en todas las direcciones posibles para hacer realidad el lema: 'Sean teósofos; trabajen para la Teosofía'.
LA MANERA DE UNIRSE ES UNIENDO, Y NADA LO IMPIDE SI ÉSE ES EL DESEO”.
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En una de sus partes, la "Declaración" de la L.U.T. afirma que "la inagotable/inquebrantable base para la unión entre los teósofos, en cualquier lugar y situación, es similitud de propósito, objetivo y enseñanza, y por lo tanto no tiene Constitución, estatutos ni oficiales, siendo esa base el único vínculo entre sus Asociados esa base, teniendo además como objetivo difundir esta idea entre los teósofos para fomentar la Unidad".
Por tanto, podríamos preguntarnos de qué manera lo anterior difiere de los objetivos y el trabajo de la I.T.C. en sus intentos de generar unión y armonía fraternal entre teósofos. Quizás la distinción más obvia es que ni el propio Crosbie ni la L.U.T. como asociación nunca establecieron conferencias o eventos especiales diseñados para promover y lograr dicho objetivo, y aquél simplemente escribió algunos puntos importantes al respecto, incluida la Declaración ya referida, que en gran parte se deriva de su redacción sobre los manifiestos escritos de H.P.B. y William Q. Judge, y lo dejó así confiando en el Karma y las personas para que por su propia voluntad realizaran esfuerzos al respecto.
El ideal de la Unidad Teosófica era tan querido para el corazón de Crosbie como aparentemente lo es para los individuos que dirigen International Theosophy Conferences Inc. pero la L.U.T. no tiene ni tendrá interés alguno en una "unidad" y “tolerancia” externas y superficiales entre los teósofos.
La I.T.C. ha señalado que una de las principales razones que alejan a los buscadores de la Teosofía es la falta de unidad y cooperación fraternal entre las diferentes ramas del Movimiento, con lo cual no estamos de acuerdo, porque las personas que sinceramente buscan certezas están interesadas en LA verdad, donde sea que la encuentren, y de esta forma no mostrarán interés en los hechos de las diferencias y disputas organizacionales.
Además, la I.T.C. propone la idea de que si sólo los teósofos idealmente pudieran "llevarse bien" y olvidarse o ignorar las razones de sus diferencias pasadas, sería algo maravilloso para el Movimiento Teosófico y la humanidad. Pero en este caso, ¿quién determina qué cuenta realmente o no como unidad y tolerancia? ¿Quién es el árbitro en cuanto a si un teósofo o un grupo homónimo es verdaderamente fraternal o tolerante y trabaja en las verdaderas líneas de unión y armonía? ¡Precisamente los que manejan la I.T.C.! Y éstos principalmente son individuos de Adyar y Point Loma que han decidido qué es "aceptable" o "correcto" y qué no lo es entre los teósofos con respecto a sus asociaciones.
Para Robert Crosbie y la L.U.T., "la tolerancia no significa 'confraternizar' con todo y con todos quienes la demandan [y la I.T.C. ciertamente lo exige, ¡en parte mediante el uso excesivo de las palabras “unir" y "unidad" en cada ocasión posible!]; sólo implica que nadie debe ser condenado por sus opiniones. Puede que no nos importe gastar tiempo y energía dirigida hacia alguien, que es nuestro privilegio, y si esa persona fuera tolerante, no nos lo pediría. Muchos que hablan de 'tolerancia' parecen considerarla en el supuesto que todos deben respaldar lo que quieren decir o hacer. La tolerancia es de poco valor y consiste en el intento egoísta de conseguir el apoyo de aquéllos que tienen su propia tarea a la cual atender” (“The Friendly Philosopher”, p. 372).
Una vez más, la verdadera unidad y tolerancia "no significa la aceptación indiscriminada de todo y de todos. La actitud 'sentimental' no es más que una pseudo-tolerancia, y llevada a su conclusión legítima, esta falsa idea de 'hermandad' significaría que el pecado, el dolor, el sufrimiento, el error y todas las religiones y todas las filosofías están bien; que todo el mundo está haciendo lo mejor que puede y en la mejor forma que lo sabe hacer, que no puede hacer nada diferente y que todos ellos son pasos en el aprendizaje” (p. 12).
Los miembros y representantes destacados de la I.T.C. han dado a entender por mucho tiempo -si no declarado expresamente- que en su opinión la actitud y el enfoque de la L.U.T. es uno de los principales obstáculos para la "Unidad Teosófica", siendo que la Logia Unida ha mantenido su propia concepción de lo que es necesario y esencial para lograr una Unidad Teosófica real durante 106 años y ahora la I.T.C. tiene la suya. Pero mientras la L.U.T. como un todo no tiene nada que decir sobre la I.T.C. y simplemente continúa a lo largo de sus propias líneas, ésta última tiene mucho que decir sobre la primera y deja en claro que, en su opinión, la Logia necesita cambiar y ser más tolerante para aceptar a los demás, en particular a otras formas y presentaciones de "Teosofía" que las de H.P.B. y W.Q.J. ¿Quiénes entonces son los intolerantes y los “anti-hermandad” en este caso? Por este motivo y para muchas personas, el enfoque de la I.T.C. casi puede describirse como una serie táctica de presiones veladas e intimidación sutil.
De hecho, la L.U.T. tiende a ser el principal problema de los "chistes teosóficos" realizados en algunos eventos de la I.T.C. y ciertas publicaciones de esta agrupación, pues la lealtad a H.P.B. y las propias enseñanzas de los Maestros aparentemente son aspectos dignos de someterse a la burla o el ridículo. Curiosamente, no se cuentan "chistes" sobre Annie Besant o C.W. Leadbeater o respecto a linajes de sucesión oculta. ¿Y eso por qué? Incluso la política de anonimato e impersonalidad de la L.U.T. está sujeta a críticas, cuestionamientos y un falso desconcierto, a pesar de que muchas personas han explicado con claridad las razones de esta verdadera práctica teosófica muchas veces y durante varios años, como se aborda en "Sobre el anonimato y la impersonalidad en la L.U.T.".
Lo que se enfatiza en la Declaración de la L.U.T. y en los escritos de Robert Crosbie es que: (a) existe una "base irrefutable para la unión entre los teósofos", y (b) este cimiento consiste en la "similitud de objetivo, propósito y enseñanza". El siguiente es un extracto de una composición titulada "¿Pueden reunirse los teósofos?" publicado en "The Theosophical Movement", revista mensual de la L.U.T. en India (marzo de 2003):
"¿Qué ha separado a las organizaciones teosóficas? Existen muchas razones para esto, y una recapitulación o análisis de éstas debe servir sólo para un propósito: evitar que se repitan los errores. Si se desea la unidad en el plano físico, debe estar precedida por la cohesión en los planos internos de la mente y el corazón, y por el replanteamiento de los propios objetivos que deberían estar en línea con el Impulso original.
¿Dónde encontramos las Líneas establecidas por los grandes fundadores del Movimiento Teosófico? En las escrituras y enseñanzas de H.P.B., la Mensajera de los Maestros para nuestra era, ¿y dónde más? ¿Acaso conocen la Teosofía esos llamados 'teósofos' que han aceptado a otros como sus maestros y que ignoran o subestiman a H.P.B. y su legado? ¡Cuántos aceptan lo falso como verdadero sin comprobar las cosas por sí mismos! Esta indiferencia conduce a actitudes tendenciosas y afirmaciones falsas, y dando lugar así a la desunión.
La unidad debe buscarse en cuestiones de principio, y los detalles externos se ocuparán de sí mismos. Si cada quien presta atención a su propio trabajo, a sus propias virtudes y se esfuerza por reducir sus fallas reales, automáticamente la unidad se generará como resultado.
No necesitamos grandes cantidades de personas que se autoproclamen 'teósofas' y pretendan estar 'unidas' externamente. Necesitamos una armonía interna y unidad de objetivo, propósito y enseñanza, lograda a través del estudio individual, el discernimiento, la disciplina y el sacrificio".
Muchos de los que están conectados con la I.T.C. se opondrían a estas declaraciones, viéndolas como "estrechas", "sesgadas", "dogmáticas", etc. En particular, hemos observado que afirmaciones tales como "la redefinición de los propios objetivos y objetos que deberían sintonizarse con el Impulso original" tienden a provocar e irritar a muchos de los más emocionales acerca de la creación de una "Unidad Teosófica".
A este propósito, estamos conscientes de que algunos de los promotores más ruidosos de dicha unidad y la I.T.C. son ciertos miembros de la Sociedad Teosófica Adyar, particularmente su sección estadounidense conocida como “The Theosophical Society”, quienes admiten sin reparos no conocer nada de la historia del Movimiento Teosófico y tampoco sobre la vida, el trabajo y las enseñanzas de H.P. Blavatsky. Algunos de ellos no quieren saber sobre los hechos de la historia y, sin embargo, son los que alzan más la voz en nombre de la "Unidad" mientras permanecen desconcertados acerca de por qué aquellos que sí conocen su historia en ninguna parte son tan entusiastas sobre este tema como lo son aquéllos proponentes.
El énfasis en apegarse al "original" - como la L.U.T. lo menciona a menudo- es considerado obsoleto, pasado de moda, poco progresivo y sectario por muchos partidarios de la I.T.C.; sin embargo, esta asociación afirma poner todo el tiempo en primer y último lugar a H.P.B. y sus Maestros. Entonces, ¿cómo logran pasar por alto, descartar o dejar de mencionar el hecho de que fueron los propios Maestros y H.P.B. quienes repetidamente enfatizaron la importancia vital y la necesidad de que los teósofos se mantuvieran fieles a lo que llamaron las líneas originales o el programa, el impulso, el sistema y las enseñanzas genuinas?
Indudablemente, si uno tiene respeto y reverencia auténticos por ELLOS como sus Maestros, se hará todo lo posible para esforzarse en seguir las directivas y principios que ELLOS establecieron, en lugar de imaginar que de alguna manera otros pueden "mejorarlas" o "modernizarlas". Observemos el énfasis que se hace en los siguientes extractos (negrita añadida), que son sólo algunos de los tantos que podrían citarse para hacer este punto:
"¡No quedan muchos que sean fieles al 'programa original'!" (Maestro Morya, "The Mahtma Letters", n° XCVII, p. 433).
"Listos para dar nuestra vida en cualquier momento por LA TEOSOFÍA, la gran causa de la Hermandad Universal por la cual vivimos y respiramos, y dispuestos a proteger, si es necesario, a cada verdadero teósofo con nuestro propio cuerpo, todavía denunciamos de forma abierta y virulenta la distorsión de las líneas originales sobre las cuales la Sociedad Teosófica se construía principalmente, y el aflojamiento y debilitación graduales del sistema original por la sofistería de muchos de sus más altos representantes (…) El horticultor sabio desarraiga las hierbas parásitas, y apenas perderá tiempo en usar sus tijeras de jardín para cortar las malezas venenosas” (H.P. Blavatsky, “Is Denunciation a Duty?").
"Considere todo esto, y dígame si soy demasiado optimista o voy demasiado lejos cuando digo que si la Sociedad Teosófica sobrevive y vive fiel a su misión y a sus impulsos originales durante los próximos cien años, la Tierra será un paraíso en el siglo XXI en comparación con lo que es ahora” (H.P. Blavatsky, "La Clave de la Teosofía", p. 307).
"No tiene sentido decir que 'H.P.B. (…) es leal a la Sociedad Teosófica y a Adyar' (?). Helena Blavatsky es fiel hasta la muerte por la CAUSA Teosófica, y a esos grandes Maestros cuya filosofía por sí sola puede unir a toda la Humanidad en un solo conjunto (…) El grado de su simpatía con la 'Sociedad Teosófica y Adyar' depende del nivel de lealtad de ese grupo a la CAUSA. Deje que se separe de las líneas originales, mostrando deslealtad en su política a dicha CAUSA y el programa original de la Sociedad, y llamando desleal a la S.T., H.P.B. se los sacará de encima como el polvo de sus pies” (H.P. Blavatsky, suplemento de "The Theosophist", julio de 1889).
"Entiéndase claramente que el resto de mi vida está dedicado sólo a aquéllos que creen en los Maestros, y están dispuestos a trabajar para la Teosofía tal como Ellos la entienden, y para la S.T. en las líneas sobre las cuales Ellos la establecieron originalmente” (H.P. Blavatsky, "Why I Do Not Return to India").
"Siempre damos la bienvenida a una sátira ingeniosa y desafiamos el ridículo o cualquier esfuerzo en esta dirección que trate de aniquilar a la Sociedad Teosófica, siempre que, como cuerpo, permanezca fiel a sus principios originales” (H.P. Blavatsky, “On Pseudo-Theosophy").
"He enviado el volumen I de la Doctrina Secreta a Adyar y ahora estoy en el volumen II, el arcaico. Sólo con la nueva información en él, esto será más de lo que podrá digerir en 25 años con las explicaciones prometidas, y si usted tiene éxito en formar una Sociedad propia, fiel al programa original y la doctrina y a los Maestros o sus enseñanzas” (H.P. Blavatsky, "The Letters of H.P. Blavatsky to A.P. Sinnett", n° C, p. 222).
Si la L.U.T. es "dogmática" y "fundamentalista", ¡entonces también lo son H.P.B. y los Maestros!
También muchos proponentes de la I.T.C. convenientemente ignoran o descartan el hecho acerca del Ciclo de Cierre. Helena Blavatsky, William Judge y los Maestros establecieron de forma inequívoca que estos Adeptos sólo estaban dispuestos o podían dar nuevas enseñanzas al mundo entre 1875-1900 (bajo las restricciones reales y severas de la ley cíclica) y que ninguna información adicional o más acabada sobre el Gupta Vidya -la Doctrina Secreta misma- se haría disponible o podría estarlo hasta el cuarto final del siglo siguiente, es decir, 1975-2000, y siendo sólo provisional. A pesar de esto, muchos teósofos optan por rechazarlo porque no se adapta a sus preferencias personales y a la forma en que les gustaría que se dieran las circunstancias para dar validez y legitimidad a enseñanzas "teosóficas" posteriores que afirman estar inspiradas por los mismos Maestros.
Preguntamos lo siguiente a los asociados de la L.U.T. que están actualmente tienen participación en la I.T.C. o consideran apoyarla de alguna manera: ¿realmente quieren "unidad" y "confraternizar" con los teósofos que califican más sus opiniones personales, preferencias o gustos en lugar de respetar a los Maestros, a Su Mensaje y Sus Mensajeros?
Se ha dicho que "la Verdad es Una y no puede admitir puntos de vista diametralmente opuestos" (Maestro K.H., "The Mahatma Letters", n° IX, p. 49); "Nuestra doctrina no conoce compromisos" (Master K.H., "The Mahatma Letters", n° X, p. 52); "No tenemos dos creencias o hipótesis sobre el mismo tema" (H.P. Blavatsky, "La Clave de la Teosofía", p. 87) y "La ciencia oculta mantiene sus tradiciones inalterables desde tiempos prehistóricos" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta”, vol. 1, p. 516). Sin embargo, los integrantes del I.T.C. idealmente quisieran que todos los teósofos, incluyendo los de la L.U.T., acepten, toleren o celebren cualquier aspecto y todo lo que pueda llamarse "teosofía" como si realmente lo fuera, independiente de cuán numerosas y extremas sean las diferencias, discrepancias y contradicciones en las enseñanzas y los objetivos.
También les gustaría que de alguna manera logremos convencernos de que las diferencias no son tales, que las disensiones son sólo "imaginarias" (como afirma Jan Nicolaas Kind, el otro vicepresidente de la I.T.C.) y dejemos de señalarlas para aceptar las enseñanzas de H.P.B. junto con las de Leadbeater/Besant y Purucker (y tal vez incluso los postulados de Alice Bailey, ya que algunos de los devotos más leales de la I.T.C. son estudiantes de ésta última) con tal de crear una maravillosa y gran "Teosofía"; es más: por lo visto deberíamos acoger con una actitud amistosa a la Iglesia Católica Liberal, considerándola como parte legítima e integral del Movimiento Teosófico. Se puede apreciar que la revista "Theosophy Forward" de Jan Nicolaas Kind contiene entrevistas con sacerdotes y obispos de la llamada "Iglesia Teosófica", a quienes se nos alienta a aceptar como teósofos tan verdaderos como cualquier estudiante de H.P.B.
Además se nos implora que olvidemos las declaraciones y advertencias de Blavatsky y los Maestros en este sentido, para así comprometer y diluir su filosofía esotérica oriental pura con tal de celebrar la "unidad en la diversidad", advirtiendo que si no lo hacemos el Movimiento nunca estará unido y la Causa siempre estará severamente obstaculizada en el mundo. ¿Acaso la actitud de estos individuos no demuestra claramente que no comprenden lo que es realmente la Causa Teosófica? Parecería que el lema de la I.T.C. debiera ser: "Unidad externa A CUALQUIER COSTO".
A la luz de los diversos factores ya mencionados, tal vez ahora se pueda ver por qué nuestro corresponsal anónimo expresó la idea de que la I.T.C. representa un gran peligro para la vitalidad y efectividad futuras del Movimiento Teosófico genuino. Ya sea que esta institución lo haga en forma deliberada a través de una conspiración cuidadosamente concebida, o simplemente por medio de personas sinceras y bien intencionadas, pero mal informadas, no nos corresponde a nosotros decirlo, ni siquiera considerarlo de ninguna manera, puesto que no lo sabemos. Todo lo que se conoce es que existen muchas buenas razones para que un número cada vez mayor de teósofos vean la I.T.C. con preocupación y sospecha.
Irónicamente, la Conferencia Internacional de Teosofía comenzó en sus orígenes como un evento anual de la L.U.T., planificado para reunir a los asociados y amigos de esta colectividad en todo el mundo. No obstante, en poco tiempo los miembros de la Sociedad Adyar lograron afianzarse y, en compañía de Point Loma, tuvieron éxito en la alteración gradual de la naturaleza, el tono y el contenido del evento, por lo que finalmente terminó siendo lo que representa en la actualidad.
Algunos partidarios de la I.T.C. se complacen en observar una aceptación cada vez mayor de William Q. Judge entre los teósofos de Adyar y, por lo tanto, fomentan las referencias a él en las conferencias de la I.T.C. Pero ¿qué significa realmente aceptar a William Judge? No implica sólo "reconocer" que fue uno de los tres cofundadores principales del Movimiento Teosófico, un hecho histórico simple y evidente distorsionado y oscurecido durante muchas décadas por las engañosas maquinaciones políticas de Annie Besant y sus seguidores. Asimilar verdaderamente a W.Q.J. significa estimarlo como lo hizo H.P.B. y a la luz de sus propias declaraciones registradas sobre él, muchas de las cuales revisten una enorme relevancia desde una perspectiva oculta. Al respecto puede leerse “William Q. Judge: su rol e importancia en el Movimiento Teosófico”.
Puede decirse que aquéllos que continúan aceptando o reverenciando a Besant, Leadbeater, Purucker, Hodson, Bailey, etc., no han entendido realmente a William Judge ni su papel central e importancia para el Movimiento Teosófico en el pasado, el presente y el futuro. Quien realmente lo aceptó y comprendió fue Robert Crosbie, su colega y alumno, y fue él quien escribió estas palabras, que se pueden encontrar en las cartas publicadas en "The Friendly Philosopher":
"Por más que parezca dogma, no hay más que una filosofía; existen los Maestros y está Su Mensaje. No es un dogma, sino una afirmación factual que cada quien está invitado a comprobar por sí mismo, y se le muestra cómo hacerlo. El verdadero conocimiento se ha perdido en el mundo y es restaurado por los Maestros. Asisten en forma directa a quienes pueden y también a aquéllos que ayudan a otros directa e indirectamente. El ciclo tiene una tendencia ascendente y menos material, por lo que necesita la dirección correcta que proporciona la influencia directa e indirecta del Mensaje. Bienaventurados los que pueden percibir y tomar el camino correcto" (p. 76).
"No creo en una Teosofía descompuesta porque los Maestros no la diluyeron. O llevamos a cabo su trabajo o no lo hacemos; no hay necesidad de hipocresía ni autoengaño. Otros en el mundo, incapaces de percibir la Unicidad de la Teosofía ni su influencia en el presente, usan algunas porciones de ella y es de temer que sea para su propia condena y el desconcierto adicional de la humanidad. ¿Están ellos en lo cierto, para ser alabados o 'tolerados'? ¿No es la obligación de aquéllos que saben seguir enarbolando el inmaculado estandarte de la verdad? Debe ser así, pues de lo contrario, ¿cómo podría percibirla un investigador?
La Teosofía tiene que mantenerse en alto de tal manera que enfrente los errores de todo tipo, incluyendo sus doncellas pecadoras de hipocresía" (p. 12).
"Todo estudiante digno de este nombre sabe que H.P. Blavatsky dio un cuerpo de conocimiento al mundo; que Ella nombró 'Teosofía' a lo otorgado y que explícitamente la declaró proveniente de los Maestros de Sabiduría.
En justicia al Mensaje, al Mensajero que lo dio a conocer y al ideal de los Maestros, nada debe llamarse Teosofía sino sólo este Mensaje. Quien adopta cualquier otra posición viola las primeras leyes del ocultismo al menospreciar el Mensaje y al Mensajero, y no puede esperar beneficiarse de ellos.
Aquéllos que aceptan el Mensaje y menosprecian al Mensajero son igualmente desafortunados, porque al despreciar a uno, lo hacen con ambos. A ellos deberíamos decirles que es una locura imaginar que los Maestros de Sabiduría no habrían sido lo suficientemente sensatos para seleccionar a un Intermediario que entregaría Su anuncio correctamente y en su integridad. Cuando se cuestiona la sabiduría de los Adeptos, se derrumba todo el edificio" (p. 402-403).
"La responsabilidad de cada falla [es decir, en las diversas ramas del Movimiento Teosófico] recae en aquéllos que se interpusieron entre el Mensaje y los que aprenderían de ello. El dolor del mundo se ha intensificado por su culpa, y seguramente han asumido una responsabilidad temerosa. No es un acto menor obstruir el trabajo de la Logia de Maestros, y por lo tanto, cada estudiante, sea prominente o no entre sus semejantes, debe prestar atención para no caer y arrastrando así a miles con él" (p. 403).
"Mientras ella vivió existía una sóla sociedad, y después de su partida surgieron disensiones que dieron como resultado varias organizaciones separadas. La causa básica de estas divisiones se encuentra en las diferencias de opinión en cuanto a la 'sucesión', incluso cuando eran evidentes otros motivos. No debería haber surgido un asunto tal, ya que es muy claro que H.P. Blavatsky no podría más transmitir a otro su conocimiento y logros, como tampoco pudieron hacerlo Shakespeare, Milton o Beethoven para heredar los suyos.
Aquéllos que se sintieron atraídos por la filosofía que presentó, o que fueron instruidos por ella, devinieron seguidores o estudiantes de mayor o menor dominio en la comprensión y asimilación de la Teosofía.
Una vez que se descarta la idea de 'sucesión', podemos obtener una mejor perspectiva del Movimiento, su filosofía y las principales personas pasadas y presentes comprometidas con su promulgación. Tenemos las declaraciones de sus Maestros de que Ella fue el único instrumento posible para el trabajo a realizar, que la enviaron a hacerlo y en general aprobaron todo lo que llevó a cabo. Ese trabajo no incluye sólo la filosofía que legó, sino su labor en las relaciones con los demás dentro del Movimiento; y donde una de ellas se define particularmente -como en el caso de William Q. Judge-, la sabiduría dicta que se dé plena consideración a lo que afirma H.P.B.
Helena Blavatsky y William Q. Judge fueron cofundadores de la Sociedad Teosófica en 1875 y desde el primer instante devinieron colegas para toda la vida. Cuando Blavatsky se fue de Estados Unidos para nunca regresar, dejó atrás a Judge para establecer y continuar con el trabajo del Movimiento Teosófico en ese país. Determinar la calidad de dicha obra es una cuestión de historia.
H.P.B. abandonó su cuerpo en 1891, mientras que Judge lo hizo unos cinco años después. Él nunca afirmó ser su continuador; por el contrario, cuando se le preguntó, declaró: 'Ella es sui generis, no puede tener sucesor'. El hecho es que tanto él como ella fueron contemporáneos en la labor, y Judge se mantuvo en su cuerpo durante cinco años más con objeto de completar la misión que tenía contemplada.
La labor realizada por ellos no puede separarse si se quiere entender el Movimiento. La evidencia de la grandeza y la idoneidad de William Q. Judge como Instructor se encuentra en sus escritos, de la cual una gran y valiosa parte se ha oscurecido debido a las disensiones organizacionales de las que se habló anteriormente, y así estas escrituras deben buscarse y estudiarse en conexión con las de Blavatsky. Ese análisis conducirá a la convicción de que ambos fueron grandes Instructores, cada uno con una misión particular, que cada uno era sui generis, que su trabajo fue complementario y que ninguno de ellos tenía, ni podía tener, ningún sucesor" (p. 413-414).
El tema de la Conferencia Internacional de Teosofía en 2015 fue "Helena Petrovna Blavatsky a través de diferentes ojos, con un sólo corazón". Bajo ese título en el sitio internet de la I.T.C. se encuentra esta descripción: "¿Cuál es nuestra comprensión de los escritos de H.P.B.? ¿Cómo inspiran a todos los teósofos, afiliados a una organización o independientes, para encarnar y transmitir su mensaje eterno al mundo moderno?”
¿Cómo pueden tener alguna comprensión sobre la obra de H.P.B. si ni siquiera se molestan en leerlas y estudiarlas? Este es el caso de algunos involucrados con la I.T.C. que prefieren que su “Teosofía” se filtre a través de los escritos de los "instructores" sucesivos y que protestan fuertemente contra cualquiera que diga que los escritos de Blavatsky no están sujetos a interpretación personal. Parecen pensar que ella invitaba a todos los teósofos a "elucidar" su trabajo y palabras en la forma que quisieran y como les sienta mejor. ¿Pero es éste el caso? De ningún modo.
Por el contrario, en el prefacio de "La Doctrina Secreta" ella declaró que la publicación de esta obra "se había hecho necesaria por las especulaciones descabelladas y extravagantes en las que muchos teósofos y estudiantes de misticismo se han entregado en su empeño durante los últimos años para, como ellos imaginaban, elaborar un sistema completo de pensamiento a partir de los pocos hechos que se les comunicó previamente", agregando que "algunos aspectos" presentados en su enseñanza y la de los Maestros "han sido aprovechados por varios escritores y distorsionados respecto de toda semejanza con la verdad”. En ninguna parte Blavatsky aseveró alguna vez: "Haz lo que quieras con mis enseñanzas; interprétalas como quieras, bajo la luz que desees; modifícalas si quieres y preséntalas a otros de la forma que más te convenga".
Si alguna vez se trató de hacer esto, ella protestó enérgicamente e intentó contrarrestarlo, y no por celos, mezquindad o por deseos de ser considerada como gran autoridad, sino simplemente porque fue elegida y especialmente entrenada por los Maestros para realizar su labor en el mundo. Fue Blavatsky quien los conoció y supo exactamente cuáles son sus enseñanzas y filosofía, y fue la única a quien los Maestros se referían como su "Agente Directo". Si realmente nos importa la Teosofía como la conocen e imparten los MAESTROS , entonces no buscaremos acomodarla, cambiarla, diluirla ni "interpretarla" de ninguna manera, ya que sus escritos no necesitan "elucidarse" ni por nosotros ni por nadie más.
Únicamente necesitan ser estudiados en forma diligente e intensa, en su propia luz y no según el criterio de otros, lo que inevitablemente provocará confusión e incomprensión, y así descubriremos que se interpretan a sí mismos perfectamente. Es difícil comprender la lógica de cualquier persona que quiera ser parte del Movimiento Teosófico y que al mismo tiempo no esté dispuesta a estudiar y conocer la Teosofía en la forma que los Maestros eligieron presentarla al mundo.
Por supuesto, es posible que las conferencias posteriores de la I.T.C. resulten ser muy buenas. ¿Quién puede asegurarlo?
Cerramos con un extracto del artículo de Robert Crosbie titulado "Some Unavoidable Deductions", publicado anónimamente en la revista "Theosophy" de la L.U.T., vol. 1, n°8, junio de 1913:
"Nunca debería olvidarse que Ella fue y es la Instructora. Si esto se hubiera recordado, con todo lo que implica tal remembranza, los años transcurridos desde Su partida habrían formado un cuerpo unido de teósofos ante el mundo, e igualmente un aumento en poder y conocimiento en ese conjunto, individual y colectivamente, y que habría servido para dirigir el pensamiento de los occidentales a los canales correctos con tal de evitar tantos desastres”.