La mayoría de los extractos de "Las Cartas Mahatma" pertenecen a misivas escritas al teósofo inglés A.P. Sinnett por los Maestros K.H. y M. entre principios y mediados del decenio de 1880. Con respecto a las menciones de "Cartas de los Maestros de Sabiduría", esa correspondencia compuesta por el Maestro Serapis Bey estaba dirigida al coronel Henry S. Olcott, uno de los cofundadores de la Sociedad Teosófica junto a H.P.B. y William Q. Judge, y datan de mediados hasta fines de la década 1870 o los primeros días de esa Sociedad. También estaban dirigidos a Olcott muchos otros extractos citados de los dos volúmenes que conforman "Cartas de los Maestros de Sabiduría" escritos por K.H. y M.
En lugar de señalar más detalles, presentamos aquí las palabras de los mismos Maestros acerca de la que llamaron su “Agente Directo” y “Hermano”, un alma casta y pura de luz divina, mártir por la Causa de la Verdad y "chela iniciada de alto rango" con la autoridad espiritual suficiente para dar órdenes incluso a algunos de los Maestros, y demostrar personalmente al Maha Sahib -cuando surgió cierta situación- que ella tenía razón y aquél se equivocaba con respecto a dicho asunto.
Con esta compilación podemos obtener visiones privilegiadas sobre el entrenamiento oculto de H.P.B. bajo la tutela de los Maestros en el Tíbet antes de ser enviada a Occidente con objeto de comenzar su misión pública y trabajar para la humanidad. Asimismo, veremos la gran importancia de su trabajo para el futuro de India y su pueblo, y encontramos al Maestro K.H. diciendo al joven Mohini Chatterjee que es imposible que alguien muestre demasiada gratitud y respeto hacia H.P.B. y que ella merece ser mantenida en una "posición exaltada" por todos los indios. Además descubrimos pistas que se refieren a la verdadera naturaleza masculina interior de la gran alma que funciona en y trabaja a través de lo que los Maestros llaman "el cuerpo Blavatsky"... y quizás lo más importante: el Maestro M. destaca que sería mejor que el Movimiento Teosófico pereciera a que los teósofos muestren ingratitud y falta de respeto hacia Blavatsky.
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"Estoy dolorosamente consciente del hecho de que en vuestra opinión la incoherencia habitual de sus afirmaciones -especialmente cuando está emocionada- y sus extrañas maneras hacen de ella un transmisor muy indeseable para nuestros mensajes. Sin embargo, amados Hermanos, una vez que hayan aprendido la verdad y cuando os decimos que en resumen esta mente desequilibrada y la incongruencia aparente de sus discursos e ideas o su emoción nerviosa están tan calculados para trastornar sentimientos en personas de mente sobria cuyas nociones de reserva y modales se conmocionan por arrebatos tan extraños de lo que consideran su temperamento, y que tanto les incomoda; una vez que ya sabéis que nada de eso se debe a una falta suya, entonces quizá puede llevaros a mirarla desde una perspectiva muy diferente. A pesar de que aún no ha llegado el momento de dejarles que se enteren del secreto y que aún no están preparados para entender el gran Misterio -incluso si se lo cuentan-, debido a la gran injusticia y el error cometidos estoy facultado para permitirles echar un vistazo tras el velo. Esta condición en ella está íntimamente relacionada con su entrenamiento oculto en el Tíbet y debido a que fue enviada sola al mundo para preparar gradualmente el camino para otros. Luego de casi un siglo de búsqueda infructuosa, nuestros jefes tuvieron que aprovechar la única oportunidad para enviar un cuerpo europeo en suelo homónimo para servir como enlace de conexión entre esa localidad y la nuestra. ¿No lo entienden? Por supuesto que no. Entonces, por favor recuerden lo que ella trató de explicar y lo que ustedes recolectaron bastante bien de ella, a saber, el hecho de los siete principios en el ser humano completo. Ahora bien, ningún hombre o mujer y a menos que sea iniciado (a) del 'quinto círculo' puede dejar los recintos de Bod-Las y volver al mundo en su totalidad íntegra, si puedo usar la expresión. Al menos uno de sus siete satélites debe quedarse atrás por dos razones: la primera para hacer de enlace o cable de transmisión necesario, y la segunda para funcionar como el garante más seguro de que ciertos aspectos nunca serán divulgados. Ella no es una excepción a la regla, y ustedes han visto a otro ejemplar, un hombre muy intelectual que se vio obligado a dejar atrás uno de sus componentes, y por lo tanto se considera altamente excéntrico. El rumbo y estado de los restantes seis depende de las cualidades inherentes o peculiaridades psicofisiológicas de la persona, especialmente de las idiosincrasias transmitidas por lo que la ciencia moderna llama 'atavismo'. Actuando de acuerdo con mis deseos y si lo recuerda, mi hermano M. hizo a ustedes a través de ella una oferta determinada. No tenían más que aceptarla y en cualquier momento que quisieran habrían tenido durante una hora o más al verdadero individuo sobre el cual conversar, en lugar del mutilado psicológico con el que generalmente ustedes tienen que lidiar ahora” (Maestro KH, “Cartas Mahatma”, n° XXVI).
"Nunca podrán conocerla como nosotros, y por lo tanto ninguno de vosotros podrá juzgarla de manera imparcial o correcta. Ven sólo la superficie de las cosas y lo que denominaríais 'virtud' -refiriéndoos meramente a las apariencias- nosotros lo juzgamos sólo después de haber comprendido el objeto en su mayor profundidad y generalmente olvidamos las exterioridades. En vuestra opinión, H.P.B. en el mejor de los casos y para quienes sienten agrado por ella a pesar de sí misma, es una mujer extraña y un enigma psicológico, impulsiva y de buen corazón, pero no exenta del vicio de la mentira. Nosotros, por otro lado y bajo el atuendo de excentricidad y locura, encontramos en ella una sabiduría más profunda en su Ser interno que ustedes mismos jamás podrán percibir. En los detalles superficiales y asuntos de su vida cotidiana, hogareña y trabajadora, usted no distingue sino poca praxis e impulsos femeninos a menudo absurdos y locos; por el contrario, nosotros nos enfocamos diariamente en los rasgos de su naturaleza interna, los más delicados y refinados y que a un psicólogo no iniciado le costarían años de observación constante y aguda, y muchas horas de análisis y esfuerzos exhaustivos para extraer de la profundidad ese misterio más sutil -la mente humana- y una de sus máquinas más complicadas- la mente de H.P.B.- y así aprender a conocer su verdadero Ser interno” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° LIV).
"No creo que me haya conmovido tanto con lo que presencié en toda mi vida, como lo estuve con el arrebato extático de la pobre y vieja criatura cuando nos encontró recientemente en nuestros cuerpos naturales -a uno y después de tres años al otro- en cerca de dos años de ausencia y separación física. Incluso nuestro flemático M. perdió la compostura ante tal exposición y de la que fue héroe principal. Tuvo que usar su poder y sumergirla en un profundo sueño, pues de lo contrario ella se habría reventado algún vaso sanguíneo incluyendo los riñones, el hígado y sus 'interiores' -para utilizar la expresión favorita de nuestro amigo Oxley- ¡en sus delirantes intentos por aplanar la nariz contra Su manto de montar embadurnado con barro Sikkim! Ambos nos reímos; sin embargo, ¿no podríamos sentirnos de otra forma sino enternecidos?” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° LIV).
“Ella puede producir fenómenos y así lo hizo, debido a sus poderes naturales combinados con varios años de entrenamiento regular y sus fenómenos son a veces mejores, más maravillosos y mucho más perfectos que los de algunos chelas iniciados a quienes supera en gusto artístico y apreciación puramente occidental del arte, como por ejemplo en la producción instantánea de fotografías, y a modo de prueba está su retrato del 'faikir' Tiravalla mencionado en 'Hints', y en comparación con mi retrato de Gjual Khool” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° LIV).
"Usted nos conoce a K.H. y a mí, pero ¿sabe algo acerca de toda la Hermandad y sus ramificaciones? La anciana es acusada de falsedad e inexactitud en sus afirmaciones. 'No haga preguntas y no tendrá mentiras'. A ella se le prohíbe decir lo que sabe, y aunque usted la corte en pedazos no hablará. En casos de necesidad se le ordena engañar a la gente y, si fuera más una mentirosa natural, podría ser más feliz y salir victoriosa desde hace largo tiempo. Pero ahí es donde el zapato aprieta, Sahib. Ella es demasiado veraz, demasiado abierta e incapaz de disimular, y ahora está siendo crucificada diariamente por eso. Trate de no apresurarse, estimado, porque el mundo no fue hecho en un día ni la cola del yak apareció en un año” (Maestro M., “Cartas Mahatma”, n° XLVII).
“El martirio es agradable de ver y criticar, pero más difícil de sufrir. Nunca hubo una mujer más maltratada que Helena Blavatsky” (Maestro M., “Cartas Mahatma”, n° XLVII).
"Es bueno que haya visto el trabajo de una mujer noble y que ha dejado todo por la causa" (Maestro M., “Cartas Mahatma”, n° XCVII).
“Sin embargo, M. me prometió refrescar su memoria defectuosa y revivir todo lo que ha aprendido con él de la manera más brillante que se pueda desear" (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° CIV).
"Si ella muriera hoy -y está realmente enferma- usted no recibiría más de dos cartas o a lo sumo otras tres de mi parte (a través de Damodar, Olcott u otros intermediarios emergentes ya establecidos) y habiéndose agotado esa reserva de fuerza, entonces nuestra despedida sería la ÚLTIMA" (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° VIII).
"Si durante generaciones hemos 'excluido al mundo de nuestro conocimiento' se debe a su absoluta incompetencia, y si a pesar de las pruebas dadas todavía rehúsa rendirse ante la evidencia, entonces al final de este ciclo nos retiraremos a la soledad y a nuestro reino de silencio una vez más. Ofrecimos exhumar los estratos primitivos del ser en el individuo así como su naturaleza básica y desvelar las maravillosas complicaciones de su Ser interior, algo que nunca lograrán demostrar científicamente ni la fisiología o incluso la psicología en su máxima expresión. No les importa que las excavaciones sean tan profundas y las rocas tan ásperas y afiladas que, al sumergirse en lo que para ellos es un océano insondable, la mayoría de nosotros muera en la exploración peligrosa; porque somos nosotros los buceadores y pioneros, mientras que los hombres de ciencia tienen que cosechar donde hemos sembrado. Nuestra misión es sumergirnos y sacar a la superficie las perlas de la Verdad; la suya, limpiarlas y convertirlas en joyas científicas. Y si se niegan a tocar la concha de ostra mal formada insistiendo en que no hay ni puede haber una perla preciosa dentro de ella, entonces nos lavaremos las manos de cualquier responsabilidad ante la humanidad una vez más. Durante innumerables generaciones, el adepto ha construido una hilera de rocas imperecederas, la Torre de un gigante de PENSAMIENTO INFINITO en que habitaba el Titán y aún habitará solo si es necesario, saliendo de ella sólamente al final de cada ciclo para invitar a los elegidos de la humanidad a cooperar con él y a su vez ayudar a iluminar al hombre supersticioso. Y continuaremos en nuestro trabajo periódico; no nos dejaremos desconcertar en nuestros intentos filantrópicos hasta ese día en que los cimientos de un nuevo terreno de pensamiento estén tan firmemente construidos que no prevalezca la oposición y malicia ignorante guiada por los Hermanos de la Sombra.
Pero hasta ese día de triunfo final alguien tiene que ser sacrificado, aunque aceptamos sólo víctimas voluntarias. La ingrata tarea le dejó agotada [Blavatsky] y desolada en las ruinas de miseria, incomprensión y aislamiento, pero ella tendrá su recompensa en el más allá porque nunca fuimos ingratos” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° IX).
“¡Oh, pobre hermana! ¡Alma casta y pura, perla encerrada en una naturaleza exterior grosera! Ayúdela a deshacerse de esa apariencia de supuesta aspereza, y cualquiera podría quedar deslumbrado por la Luz divina oculta bajo semejante ladrido” (Maestro Serapis Bey, “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 10, segunda serie).
"Pero tenemos defensa y ella tiene derecho a eso; la defensa y completa reivindicación que debe tener” (Maestro M., “Cartas Mahatma”, n° XXXIX).
"La gente debe respetar su pureza y virtud porque ella lo merece" (Maestro Serapis Bey, “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 16, segunda serie).
"En efecto, vuestra orientación hacia y acerca de Upasika [H.P.B.] es tan infantil que está calculada para crear una impresión incluso peor que su propia actitud frívola cuando se la deja enteramente a sí misma. No olvide que todas las buenas resultantes que están reservadas para nuestra India se deben a los esfuerzos individuales de ella, e incluso la consideración que usted ahora recibe en manos de quienes hasta el momento pensaron que nunca podrían mostrarle un desprecio tan pronunciado. Difícilmente podríais otorgarle suficiente respeto y gratitud o más de lo que ella tiene derecho. Es mejor que los ingleses sepan todo lo bueno que está logrando moralmente en lugar de entretenerlos con historias que sólo pueden mostrarla en una luz infantil, caprichosa y hacerlos reír a sus expensas. Usted es indiscreto e imprudente por tal conducta y espero que la cambie, especialmente a la llegada de sus amigos desde Rusia. Tendrá que impresionarlos cuidadosamente con el sentido de la posición exaltada que ella debería mantener -si no lo hace- entre los hindúes que se han mantenido fieles al pasado, no se preocupan por el presente y trabajan sólo por el futuro que será grande y glorioso si H.P.B. es ayudada por ellos (…) Quiero que vuestro amigo os siga a Enghien, al prepararle primero a lo que ella realmente es. Vayan por unas horas y regresen con ella” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 13, primera serie).
"La vieja dama de Odessa –la Nadijda- está ansiosa por su autógrafo, el de 'un escritor estupendo y célebre', que dice que estaba muy indispuesta a separarse de su carta al General y tenía que enviaros una prueba de su propia identidad. Dígale que yo –el 'Khosyayin' (el 'Khosyayin' de su sobrina como me llamó cuando fui a verla tres veces) os contó el asunto aconsejándoos que le escribiera y proporcionara vuestro autógrafo. Además, devuelva los retratos de ella mediante H.P.B. tan pronto como se los muestre a su dama, porque en Odessa está muy ansiosa por tenerlos de vuelta, especialmente el rostro juvenil (…) Ésa es ella como la conocí por primera vez, 'una encantadora doncella'" (Maestro M., “Cartas Mahatma”, n° XXXIX).
"El Tchang-chub (un adepto que por el poder de su conocimiento y la iluminación del alma ha quedado exento de la peste de la transmigración INCONSCIENTE) puede hacerlo así a su voluntad y deseo en lugar de reencarnarse sólo luego de la muerte corporal y repetidamente durante su vida si lo elige. Él tiene la facultad de escoger por sí mismo nuevos cuerpos -ya sea en éste o cualquier otro planeta- mientras esté en posesión de su antigua forma que generalmente conserva para sus propios fines. Lea el texto de Khiu-tee y encontrará estas leyes. Ella podría traducir para usted algunas paras pues las conoce de memoria. También puede leerle la presente carta” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° XLIX).
"(…) incluso nuestra amiga mutua” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° XLVIII).
"Ya sea que Imperator sea un 'planetario' encarnado o sin cuerpo, ya sea un adepto en la carne o no, no tengo la libertad de declararlo como tampoco lo haría él mismo para decir a Stanton Moses quién soy o puedo ser, o incluso quién es H.P.B.” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° IX).
“Uno de los efectos más valiosos sobre la misión de Upasika es que lleva a los hombres a estudiar por sí mismos y destruye en ellos el servilismo ciego para las personas; observe su propio caso, por ejemplo. Pero, mi buen amigo, vuestra rebeldía contra su infalibilidad -como lo pensó una vez- ha ido demasiado lejos y fuisteis injusto con ella, por lo que lamento decir que tendréis que sufrir en el más allá junto con otros. Justo ahora y en cubierta vuestros pensamientos sobre ella eran oscuros y pecaminosos, por lo que encuentro el momento adecuado para poneros en guardia” (Maestro KH, “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 19, primera serie).
“En realidad no hay contradicción entre ese pasaje en Isis [“Isis Develada”] y nuestra enseñanza posterior; para quien no haya oído hablar de los siete principios- referidos constantemente en Isis como trinidad y sin más explicación- ciertamente parecía haber una inconsistencia como podría ser. Decíamos constantemente a ella cuando escribía su libro: 'Escribirás tal y tal cosa, otorgarás esto y nada más'. Fue al comienzo de un nuevo ciclo, en los días en que ni cristianos ni espiritualistas concibieron ni mucho menos mencionaron más de dos principios en el hombre, cuerpo y alma, a la cual llamaron Espíritu. Si usted tuviera tiempo para referirse a la literatura espiritualista de ese periodo, encontraría que entre los fenomenalistas y cristianos Alma y Espíritu eran sinónimos. Actuando bajo las órdenes de Atrya (a quien usted no conoce) H.P.B. fue la primera en explicar en el Spiritualist la diferencia que había entre psique y nous, nefesh y ruach o Alma y espíritu. Tuvo que llevar consigo todo el arsenal de pruebas, citas de Pablo y Platón, de Plutarco y Santiago, etc., antes que los espiritistas admitieran que los teósofos tenían razón, y fue entonces cuando le ordenaron escribir Isis, apenas un año después que se fundara la Sociedad. Y como sobrevino tal confrontación sobre ello, interminables polémicas y objeciones en el sentido de que no podría haber dos almas en el hombre, pensamos que era prematuro dar al público más de lo que podía asimilar y antes de que hubieran absorbido aquéllo de las 'dos almas'; y por lo tanto la subdivisión adicional de la trinidad en 7 principios se dejó sin mencionar en Isis. ¿Y ahora hay que dejarla abandonada porque ella obedeció nuestras órdenes y escribió ocultando a propósito algunos de sus hechos, cuando creemos que ha llegado el momento de dar la mayor parte de la Verdad, si no toda? ¿Podría yo o alguno de nosotros dejarla como diana para que los espiritistas disparen y reírnos de las contradicciones cuando éstas eran completamente evidentes, y procedían de su propia ignorancia sobre toda la verdad que no escucharían ni la aceptarán incluso ahora, excepto en protesta y con las mayores reservas? Ciertamente, no” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° LII).
"Ella está mejor y la dejamos cerca de Darjeeling pues no está segura en Sikkim. La oposición dugpa es enorme y, a menos que dediquemos todo nuestro tiempo a observarla, la 'Vieja Dama' se sentiría molesta pues ahora no puede cuidarse sola” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° CX).
"Lo menos que podemos hacer por una persona que ha dedicado toda su vida a servirnos y la causa que tenemos en el corazón es preservar su cuerpo y su salud cuando la necesite nuevamente (…) porque tal es el deseo de todos nosotros. Que perezca la Sociedad Teosófica en lugar de ser desagradecidos con H.P.B.” (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 32, segunda serie).
“Empleamos agentes y los mejores disponibles. De éstos y durante los últimos treinta años el principal ha sido la personalidad conocida como H.P.B. para el mundo (y de otra manera para nosotros). Indudablemente imperfecta y muy problemática, sin embargo ella prueba a algunos que no existe ninguna posibilidad de que encontremos alguien mejor (…) y vuestros teósofos deben comprenderlo. Desde 1885 no he escrito ni permitido que se componga -a través de su mediación directa o remota- alguna carta o línea a nadie en Europa o América, ni me he comunicado oralmente con o a través de cualquier tercero. Los teósofos deberían saberlo. Más adelante entenderá el significado de esta declaración, así que téngala en cuenta. Su fidelidad a nuestro trabajo es constante y sus sufrimientos ya le llegaron mediante eso, y ni yo ni ninguno de mis hermanos asociados la abandonaremos ni suplantaremos. Como dije una vez, la ingratitud no está entre nuestros vicios” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 19, primera serie).
"Si algún día él supiera qué tan profundamente ha perjudicado a H.P.B. con el pensamiento, ningún hombre se sentiría más miserable que él por ello" (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° LIV).
“No tenemos más libertad para negar la opción a un postulante de lo que estamos para guiarle hacia el curso correcto. En el mejor de los casos, sólo podemos mostrarle -después que su período de prueba haya finalizado con éxito- que si realiza tal cosa irá bien y si hace aquélla se equivocará. Pero hasta que haya pasado ese lapso, lo dejamos para que luche sus batallas lo mejor que pueda y tenemos que hacerlo así de vez en cuando con chelas iniciados y de mayor grado como H.P.B. una vez que se les permite trabajar en el mundo y lo que todos nosotros evitamos en cierta medida” (Maestro K.H., “Cartas Mahatma”, n° LIV).
"Para ayudarlo en su perplejidad actual: H.P.B. no tiene ninguna relación con detalles administrativos y debe mantenerse alejada de ellos en la medida en que pueda ser controlada su fuerte naturaleza. Pero a todos debe decir esto: ella está totalmente relacionada con asuntos ocultos. No la hemos abandonado ni está 'entregada a los chelas'; ella es nuestro agente directo y le advierto que no permita que vuestras sospechas y resentimientos contra 'sus muchas locuras' sesguen vuestra lealtad intuitiva hacia ella” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 19, primera serie).
"También he notado vuestros pensamientos sobre la 'Doctrina Secreta'. Puede estar seguro que lo que ella no anotó de trabajos científicos y otros se lo hemos dado o sugerido. Cada noción enmendada y explicada por ella a partir de los trabajos de otros teósofos fue corregida por mí o bajo mis instrucciones. Es un trabajo más valioso que su predecesor, un epítome de verdades ocultas que lo convierten en una fuente de información e instrucción para el estudiante serio durante los próximos años” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 19, primera serie).
"Usted sabe, por supuesto, que una vez que se agote el aura de H.P.B. en la morada no recibirá más cartas de mi parte" (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 20, primera serie).
“Use su intuición y sus poderes innatos, inténtelo y tendrá éxito; cuídela y no deje que nuestra querida hermana sufra daño, que es tan descuidada e irreflexiva para sí misma. A ella deben presentársele los mejores intelectos del país; deberéis trabajar con sus intuiciones e iluminarlas en cuanto a las Verdades” (Maestro Serapis Bey, “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 11, segunda serie).
“Usted no se percata de que [Blavatsky] al hablar sobre nosotros o de nuestra parte, no se atreve a mezclar sus opiniones personales con las que os dice son nuestras. Ninguno de nosotros se atrevería a hacerlo porque tenemos un código que no debe ser transgredido” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 31, primera serie).
"Usted también se equivoca en pensamiento sobre nuestra Hermana (…) ella es demasiado justa para atribuir a su propio crédito lo que tratáis de hacer por la Causa en sus esfuerzos nobles y altruistas; su corazón se siente cálido y dedicado a usted, hermano. Se siente infeliz y en sus amargas horas de dolor mental y pena os busca para consejos amistosos y palabras tranquilizadoras de consuelo. Dedicada a la Gran Causa de la Verdad, ella sacrificó la sangre de su corazón” (Maestro Serapis Bey, “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 9, segunda serie).
“Usted no debe separarse de Elena [refiriéndose a H.P.B. cuyo nombre en su versión rusa original era Elena Petrovna Blavatskaya] si deseáis vuestra iniciación. Pero a través de ella podréis ser capaz de conquistar las pruebas iniciáticas. Son difíciles y puede que os desesperéis más de una vez, pero ruego que no lo hagáis. Recuerde que algunos hombres han trabajado duro durante años por el conocimiento que usted ha obtenido en pocos meses. No temáis, hombre inmortal, y despreciad los malvados susurros del doble rostro que Jano llama opinión pública. Permaneced firmemente unidos y tratad de habitar los mismos lugares a donde puede llevarla su destino guiado por la sabiduría de la Hermandad. Tratad de aseguraros una buena situación. Usted tendrá éxito. Intentad ayudar a la pobre mujer de corazón roto y el éxito coronará vuestros nobles esfuerzos” (Maestro Serapis Bey, “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 10, segunda serie).
"Para usted, la de antenoche fue una jornada memorable (…) Usted ha alejado de sí a otro hermano -aunque mujer- y me temo que eso es para siempre. Lo que os llevó hablar como hicisteis de un amigo (una mujer a quien debéis todo lo que sabéis e incluso las posibilidades del futuro, y porque ella fue la primera en mostraros el camino) ¡es más de lo que todas las ciencias ocultas pueden explicar! (…) Upasika visitó al Maha Sahib [título de un muy alto Iniciado entre los Maestros] la misma noche y le demostró que ella siempre había estado en lo correcto y Él se equivocó (…) El Maha Sahib no tuvo nada que decir, ni yo ni ninguno de nosotros, sino lamentar y muy profundamente esa falta de discriminación y tacto tan prominentes en un hombre de vuestro intelecto y sentido" (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 33, segunda serie).
"Debido a ciertas expresiones en la misma, la carta se detuvo en su camino por orden de nuestro hermano H.P.B. Como no usted no está bajo mi guía directa sino la suya, ninguno de nosotros tiene nada que decir (…) Nuestro hermano H.P.B. comentó correctamente en Jeypore..." (carta de un Maestro al coronel Olcott).
"Henry, estos pensamientos suyos sobre Upasika son estúpidos, locos y desdichados, el espejismo arrojado a vuestro cerebro por algunos de quienes os rodean (…) Usted le hizo mal de principio a fin. Nunca ha entendido a Upasika ni las leyes por las cuales su vida aparente ha sido configurada para trabajar desde que la conoció. Usted es ingrato, injusto y hasta cruel, tomando maya por realidad y verdad por ilusión (…) He dicho y no volveré a declarar nada más, y si no escucha y cree lo que le digo ahora, tendré que desviar Karma en una nueva dirección” (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 47, segunda serie).
"Este mensaje es simplemente para satisfacer al doctor que 'cuanto más prueba se da, menos se cree'. Deje que siga mi consejo y no haga públicos estos dos documentos. Es por su propia satisfacción que el suscrito está feliz de asegurarle que La Doctrina Secreta y cuando esté lista será la triple producción de M., Upasika y K.H., el servidor más humilde del doctor” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 69, segunda serie).
"Si esto puede ser de alguna utilidad o ayuda para el doctor Hubbe Schleiden -aunque lo dudo- el humilde faquir que suscribe certifica que la 'Doctrina Secreta' está dictada a Upasika en parte por mí y en parte por mi hermano K.H.” (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, n° 70, segunda serie).
"El certificado que se dio el año pasado diciendo que la Doctrina Secreta -cuando terminara- sería 'la triple producción de Upasika, M. y yo mismo' fue y es correcta, aunque algunos han dudado no sólo de los hechos otorgados, sino también de la autenticidad del mensaje en que estaba contenido (…) Y entonces puede ser conveniente indicar a quienes desean saber qué partes de la Doctrina Secreta han sido copiadas por la pluma de Upasika en sus páginas -aunque sin comillas- de mi propio manuscrito y quizás de M., aunque la última es más difícil por la rareza de su escritura conocida y un mayor desconocimiento de su estilo” (Maestro K.H., carta a William Quan Judge).
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*La excelente biografía escrita por Sylvia Cranston titulada "H.P.B.: La vida extraordinaria e influencia de Helena Blavatsky" es muy recomendable para todos los interesados en los hechos probados e indiscutibles, y en la verdad sobre su vida, trabajo y enseñanzas de relevancia vital y continua para el mundo en general.