21 de diciembre de 2022

Doce ejemplos de reencarnación y marcas corporales verificadas (9 de 12)

Por Ian Stevenson, "Reincarnation and Biology" (1997), capítulo 6


HANUMANT SAXENA

Resumen

Hanumant nació en 1955 (probablemente el mes de agosto) en la localidad india de Kuinya Khera, distrito Farrukhabad, Uttar Pradesh. Era el hijo mayor de Faujdar Saxena (aldeano sin tierra con medios muy precarios) y Gainda Wati, quienes posteriormente tuvieron otro varón y una niña. Gainda experimentó un sueño antes de concebir a Hanumant, en que se le aparecía un hombre llamado Maha Ram Singh, muerto semanas antes por disparos a quemarropa en la zona inferior del pecho. Tras el nacimiento de Hanumant los padres notaron una peculiar huella física en igual área y cerca de la línea media (figura 6-25), llevándoles a creer que se trataba del difunto renacido. Hanumant principió a hablar coherentemente al año de vida, y mostraba comportamiento y remembranzas sobre Maha Ram a los tres, señalando la herida provocada en su existencia anterior. Hizo otras declaraciones correctas acerca del mismo y reconoció personas y objetos vinculados con él, pues le agradaba visitar la casa de Ram y a su madre.

Figura 6-25. Vestigio en el pecho de Hanumant tal como apareció en 1971, cuando tenía 16 años, y donde hay un área de pigmentación disminuida.

A diferencia de otros casos, el joven nunca pareció identificarse con las emociones intensas de sus memorias; su madre dijo que hablaba del tema hasta los 5 ó 6 años, mientras Faujdar agregó que visitaba el domicilio de Ram cuatro años después. Me enteré del caso en el verano de 1964, cuando viajaba por Uttar Pradesh -lejos de mi base en Kanpur- investigando otros hechos que ya conocía, pero los informantes me avisaron de más ejemplos -entre ellos el de Hanumant- y anoté ciertos pormenores. Esperaba retomarlo tiempo más tarde pues los otros parecían más accesibles; luego fue redescubierto por el doctor L.P. Mehrotra (abril de 1971) mientras estaba cerca de Kuinya Khera, también averiguando instancias sobre rencarnaciones. El envío de sus notas me animó a incluirlo en una lista para su pesquisa en el otoño de 1971. Mehrotra y yo comenzamos a seguir este acontecimiento en noviembre, y si bien tuvimos buen progreso, sentí que el trabajo no estaba concluido, por lo que volvimos para más entrevistas en noviembre de 1972 (en marzo de 1979 regresé con la doctora Satwant Pasricha). Tuvimos conversaciones adicionales con Hanumant y su padre, y también el exjefe de Kuinya Khera, a quien yo no conocía. No volví a encontrarme con Hanumant desde 1979, por lo que tampoco supe de hechos recientes sobre él. Una característica importante fue el estudio de la autopsia de Maha Ram Singh, que Mehrotra y yo revisamos en noviembre de 1971.


Personas entrevistadas

En Kuinya Khera e inmediaciones:

-Hanumant Saxena
-Faujdar, padre
-Gainda, madre
-Champa, abuela paterna de Hanumant
-Bitoli, tía paterna de Faujdar
-Lov Kush Ram, hermano menor de Maha Ram Singh
-Ganga Devi, esposa de Maha Ram Singh
-Sarnam, hijo mayor de Maha Ram
-Subhash, hijo menor de Ram Singh
-Devindra Kumar, Bhanwar Singh y Lov Kush, aldeanos en Kuinya Khera

-Mauji Lai, residente en Kuinya Khera y propietario de un bazar de té cercano al lugar del homicidio

-Ravindra Kumar Gangwar, exjefe de Kuinya Khera

Los progenitores de Hanumant diferían en partes de su testimonio, y tras considerar las discrepancias entre asertos y conductas (pues Gainda pareció interesarse más en el caso), decidí que en general las declaraciones de aquélla eran más creíbles. Me referiré después a ello, y veremos que dos parientes de Maha Ram fueron testigos disidentes del caso. La madre de Ram, una informante potencialmente clave, había fallecido antes que iniciáramos el seguimiento.


Hechos geográficos relevantes y otros antecedentes

Ambos grupos residían en Kuinya Khera, un pequeño sector emplazado 20 kms. al oeste de Farrukhabad, y calculo que su población en aquella época no superaba las mil personas. Las casas de dichos núcleos se encontraban a unos 250 metros y eran construidas de arcilla, por lo que en India se les conoce como kachcha. Los Singh eran más prósperos que la familia Saxena (sin terrenos) y dueños de casi una hectárea; además la parentela de Hanumant pertenecía a una casta ligeramente superior a la de los Singhs, y teniendo en cuenta ambos factores no creo que haya mucha desemejanza entre sus niveles socioeconómicos. Algunos miembros de esas agrupaciones tenían tratos antes del desarrollo del caso, pero Faujdar Saxena dijo que eran conocidos en lugar de amigos. Al mismo tiempo, debió existir algún buen sentimiento entre ellos más allá de lo habitual, porque Faujdar atribuyó el renacimiento de Maha Ram en su familia -como él lo veía- al hecho de que “me tenía afecto”, y la madre de Hanumant aseveró que el occiso fue una especie de “suegro” del pueblo, añadiendo que lo conocía "bastante bien".


Vida, carácter y muerte de Maha Ram Singh

Nació en Kuinya Khera alrededor de 1905 y se dedicó al trabajo agrícola. Poseía algunas tierras y era dueño de una carreta tirada por bueyes que conducía a modo de alquiler. Tenía tres hermanos menores, entre ellos Lov Kush Ram; más tarde se casó con Ganga Devi y concibieron tres varones y dos hijas. Lov describió a Maha Ram como un "hombre sencillo y bueno", y no se sabía que tuviera enemigos. El 28 de septiembre de 1954 y al anochecer, Ram se hallaba citerior a un bazar de té ubicado en el cruce caminero a menos de 200 mts. de su casa; entonces un desconocido surgió en la penumbra y le disparó con un rifle a corta distancia. El agresor huyó y Maha Ram moría casi de inmediato.

La investigación policíaca no llegó a resultados, sin determinar sospechosos ni hacer arrestos. Nadie comprendía qué motivos llevaron al crimen, pero mis informantes conjeturaron que el asesino deseaba matar a otra persona y en la oscuridad confundió a Maha Ram. Como suele ocurrir en pueblos asiáticos, los lugareños y familiares inspeccionaron el cuerpo, siendo Gainda Wati uno de los asistentes que más reparó en detalles, pensando que esto se relacionaba con la encarnación del muerto como su hijo (26).

(26) Muchos asiáticos creen que el alma de una persona fallecida en modo violento continúa próxima a su cadáver. Las mujeres en edad fértil atraerían al desencarnado, quien buscando otra vida terrenal puede “entrar en su cuerpo" (...).


Informe de autopsia

Los restos se analizaron en el hospital civil de Fatehgarh el 29 de septiembre de 1954. La persona encargada señaló una "herida de bala" importante (3,75 x 2,5 cms.) en el sector medio-inferior del pecho, penetrando también las cavidades abdominales. La parte inferior del esternón y el proceso xifoides estaban “totalmente fracturados”, y en torno a esta lesión principal había seis más pequeñas, cinco de las cuales causaron iguales daños. Todos los impactos se encontraban en un área aproximadamente circular con un diámetro de 7,5 cms.

El doctor S.C. Pandeya, médico de planta, permitió amablemente examinar el reporte y lo revisamos juntos. Sin decirle el área de la marca natal en Hanumant, le pedí que indicara (en un boceto tosco que elaboré) las lesiones descritas, y así la figura 6-26 muestra el dibujo completo con círculos por Pandeya. Acto seguido le mostré uno que hice el día anterior y fotografié dicha huella, pero aún no había revelado mi película expuesta.

Los números romanos escritos por Pandeya corresponden a las principales perdigonadas, y de ellas la más importante se catalogó como "número 1", descrita como "herida de bala (entrada) con 3 x 3 cms., hasta la profundidad del tórax y las cavidades abdominales; se sitúa delante del pecho en el área media-baja, y la orilla se volvió hacia dentro".

Dichos agujeros fueron causados por múltiples proyectiles (Fatteh, 1976; Gordon y Shapiro, 1982; Simpson y Knight, 1947/1985). Las municiones activadas con escopeta se dispersan cada vez más a medida que aumenta la distancia desde el extremo del cañón (Di Maio, 1985; Simpson y Knight, 1947/1985), y una fórmula para calcularla establece que “la separación en centímetros puede tomarse aproximadamente como igual a dos y medio/tres veces aquélla en metros” (Simpson y Knight, 1947/1985, p. 81; la norma no considera las variaciones en el obturador del arma, que retarda la dispersión), y aplicando esa regla a las heridas en Maha Ram, podemos inferir que el asesino se encontraba a 3 metros. La figura 6-27 ilustra el caso de un muerto en Virginia y el alcance del fuego probablemente también era corto en este caso, porque la mayoría de los perdigones entró en el cuerpo como un sólo grupo (...).

Figura 6-26. Bosquejo con ubicaciones de heridas fatales en Maha Ram Singh. El doctor Pandeya (cirujano civil) delineó los círculos en la parte inferior del pecho y superior del abdomen. Los números romanos corresponden a diversos impactos, en orden de amplitud desde "I".


Un sueño anunciador

Gainda dijo tener un sueño por única vez con Maha Ram luego de su fallecimiento; éste le avisaba en la instancia "voy hacia ti", recostándose en un catre, y ella calculó experimentarlo tres semanas posteriores al crimen. Cuando pregunté a Faujdar en 1971 si alguien había tenido vivencias análogas sobre el nacimiento de Hanumant, dijo no escuchar nada al respecto, pero en 1972 recordaba que antes del parto Gainda describió el sueño y su marido lo excluyó como insignificante.

La desemejanza entre los comentarios de Faujdar puede deberse a que no entendió la pregunta formulada en 1971; sin embargo, creo igualmente posible que olvidara las palabras de su mujer, hasta que ella mencionó otra vez el tema al año siguiente.

Figura 6-27. Heridas de escopeta, individuo asesinado en Virginia, EE.UU. El tiro se habría efectuado a pocos metros por baja dispersión de perdigones (cortesía del doctor David Wiecking).


Declaraciones y reconocimientos por el sujeto

En la tabla 6-7 enumero las aserciones y recuerdos que mis informantes en 1971 y 1972 atribuyeron a Hanumant, si bien éste último hizo pocas referencias a su vida anterior. Contrariamente a muchos casos, nunca aludió ni distinguió al asesino de Maha Ram (es muy viable que esta persona no se fijara en la mente de Ram, pues lo habrían baleado en la oscuridad sin previo aviso; los impactos pudieron derribarle y el agresor probablemente huyó antes que lo viera o cualquier otra persona; en consecuencia, Ram murió sin siquiera tener tiempo de pensar en quién pudo atacarle). A principios de los '70, Hanumant -entonces de 16 años- olvidó por completo sus evocaciones.


Comportamiento del sujeto relacionado con la vida anterior

Sus declaraciones espontáneas parecieron ocurrir cuando veía personas (como Ganga Devi), objetos o animales (p. ej., bueyes) conocidos para Maha Ram, y también solía hablar de la vida previa cuando lo interrogaban adultos. Dos informantes sostuvieron que el chico usaba presente verbal en esos contextos; así, Devindra Kumar recordó que él decía "tengo tres hijos” (ítem 3, tabla 6-7), mientras Gainda aseguraba que al ver pasar a Ganga Devi frente a al domicilio de los Saxena, su hijo manifestó "ella es mi esposa” (ítem 11), como asimismo "esta es mi casa y estos son mis bueyes” (puntos 9 y 10) al transitar cerca de los terrenos de Maha Ram.


Actitudes de Hanumant hacia la familia y las posesiones del occiso

Faujdar y Gainda diferían acerca de la primera visita por Hanumant al domicilio de Maha Ram. El primero aseveraba que su hijo se precipitó al interior y tuvo que ser sacado a la fuerza, pero la esposa no lo confirmó. Según ella, el chico quería entrar a una casa perteneciente al núcleo de Maha Ram y no le dejó; después insistía para ir a otra junto a la carretera y le dio permiso, tras lo cual se marchó bastante tranquilo. Dado que Faujdar y Wati dijeron ser testigos presenciales del comportamiento en Hanumant, o bien uno de ellos recordaba mal el incidente o relataron dos hechos distintos. Ambos coincidieron en que a Hanumant le gustaba entretenerse en casa de Ram, y el padre sostuvo que ello se prolongó hasta cumplir los 10 años.

Gainda atribuyó esta preferencia a que la madre de Maha Ram vivía en ese lugar, y el niño mostró un afecto especial por ella. Faujdar relató que una vez ésta última concurrió a su morada -como era habitual- y el peqeño dejó los brazos de su madre para recibir a la visitante, pero sin dar señales de conocerla. A veces la acompañaba al campo, y confesó a Gainda que en una ocasión Hanumant sollozó al verla diciendo "tú eres mi madre”, y la anciana también entró en llanto (no hay testigos de esta escena). Cuando pregunté a Gainda sobre la actitud del chico hacia Ganga -esposa de Maha Ram-, replicó que él era “muy tímido”, al tiempo que Faujdar observaba que no tenía interés en aquélla y la evitaba. Mauji Lai declaró únicamente haber escuchado que Hanumant solía pararse frente a la carroza tirada por bueyes en casa de Maha Ram, y no conseguí un testimonio de primera mano. Hanumant no tenía miedos significativos hacia las armas o la oscuridad.


Actitudes de los familiares de Maha Ram en el caso

Lov Kush, hermano menor de Ram, no escuchó aseveraciones por Hanumant sobre la vida anterior, pero creía que era reencarnación de aquél debido a la correspondencia de lugar entre la marca de nacimiento y los impactos que vio en el cadáver. Ganga Devi respondió algunas consultas que le formulé y después se negó a hablar, probablemente al verse consternada por el mediano gentío aglomerado cuando traté de platicar con ella, si bien me decanto a creer que entendió mal el objetivo de mi visita y pensó que era parte de una investigación gubernamental.

Sarnam, el hijo mayor de Ram, alegó que la historia era un fraude, sin exponer razones para sus sospechas ni posibles ganancias que los Saxena obtendrían por ello; según él, Hanumant no afirmó nada de una personalidad anterior en su presencia y no le había reconocido, subrayando que ningún familiar aceptó el caso como genuino. Sin embargo, esto no fue así porque cuando le pregunté si había discutido el caso con Lov, respondió negativamente y que ambos estaban peleados, sin tampoco refeirse al tema con Faujdar Saxena (éste último no estaba presente). Después comenté las actitudes de Sarnam con el padre del muchacho, quien creía que dicha reticencia era por temor a que ellos reclamaran parte de las tierras poseídas por Maha Ram.

Entrevisté en 1979 a Ravindra Kumar Gangwar, ex líder de Kuinya Khera, cuando la doctora Pasricha y yo entablábamos coloquios de seguimiento. Recordaba bien el caso y lo consideró real, sosteniendo que los pobladores veían a Hanumant en calidad de "Maha Ram reaparecido" sólo por su vestigio físico, antes que el niño expresara memorias; también éste le mostró la marca natal y dijo tener una vida pretérita en la cual se llamaba como el asesinado.


Marca de nacimiento

La figura 6-25 ilustra una huella que en realidad constaba de dos partes principales con otras "manchas satélite". La impronta no se percibió elevada ni deprimida, sino sólo como un área de baja pigmentación dérmica comparada con el tejido circundante, sin sangrado ni eflujos tras el parto. Nadie más en la familia portaba rastros similares, y según Faujdar, el de su hijo se agrandó un poco luego de darlo a luz (los informantes de otros ejemplos a veces comentan que una mácula/señal se desvanece o difumina para entonces, y rara vez aluden a un crecimiento), pero en 1971 y 1972 olvidé preguntar si había cambiado de posición (...). En 1979 indagué sobre esto, y Faujdar testificó que el vestigio estaba más arriba en el cuerpo que antes; no mencionó transformaciones laterales en aquél, dispuesto a igual altura que las lesiones y un poco más al lado pectoral derecho que el impacto "número 1" (línea media). Sin embargo, el propio Hanumant dijo (1979) que la marca solía verse en el área superior-medial del abdomen, por cuanto pudo haber traslado lateral o cimero conforme seguía el desarrollo.

La reciprocidad en ubicación entre el rastro físico de Hanumant y las heridas fatales en Maha Ram era cercana, pero no exacta. Si asumimos que existió una conexión causal, es posible que la diferencia surgiera por transformaciones dérmicas, inexactitud al localizar daños en Maha Ram (catalogándolos más mediales de lo que eran) u otros factores desconocidos. Hanumant dijo no tener dolores en el área de la marca cuando era pequeño, mas a partir de 1969 se presentaron de forma irregular y duraban 10 ó 15 minutos, despertándolo de vez en cuando y sin saber sus causas. En 1972 no experimentó algias ocasionales, pero aún había malestar leve cuando alzaba objetos pesados. Gainda comentó que Hanumant se quejaba de molestias en el sector bajo la impronta de nacimiento y Faujdar también conocía de ello, si bien esto no llamó mucho la atención familiar (...).


Comentarios a la evidencia de procesos paranormales

La huella natal compone el atributo más relevante de su caso, y me parece improbable que la correspondencia entre ésta y las lesiones en Ram surgieran por azar. Otros elementos son más débiles y plantean la cuestión de si Faujdar y Gainda exageraron o inventaron declaraciones de Hanumant para explicar ese detalle. La negativa de Ganga y el rechazo por Sarnam Singh me hicieron dudar sobre la autenticidad del caso, pero tiendo a descartar ese informante, pues su motivo de desconfianza -la ausencia de identificación por Hanumant- es común entre asiáticos incrédulos y la gente da mucha más importancia que yo a los reconocimientos (...). Sarnam pudo tener otras razones (...), pero no tengo evidencia de esto, mientras que Faujdar era la parte interesada del otro sector (...). Afortunadamente, el caso no depende sólo de las proclamas por los padres de Hanumant y varias personas testificaron de manera positiva. Estas incluían a tres aldeanos -uno de ellos exlíder- que no eran parientes del joven y al menos lo escucharon articular evocaciones correctas sobre la vida de Maha Ram. Los testimonios indican que Hanumant estaba convencido de haber vivido como aquél y exhibió conductas apropiadas. De todas formas, otorgo más importancia a la posesividad de Hanumant hacia la casa y los bueyes de Ram que los comentarios sobre su reconocimiento.


Desarrollo posterior del sujeto

Hanumant fue a la escuela sólo un día, y en consecuencia la única ocupación disponible para él era de campesino, ya que su familia no tenía tierra. Se casó en 1975, pero cuatro años más tarde él y su esposa aún no tenían hijos. En 1979, cuando lo vi por última vez, me pareció que el vestigio de nacimiento se apreciaba más difuminado que siete años antes; aún tenía dolor ocasional y de hecho lo padeció el día de nuestra visita a Kuinya Khera.