21 de diciembre de 2022

Doce ejemplos de reencarnación y marcas corporales verificadas (10 de 12)

Por Ian Stevenson, "Reincarnation and Biology" (1997), capítulo 6


SUNITA KHANDELWAL

Resumen

Sunita llegó al mundo en Laxmangarh, distrito de Alwar (Rajasthan, India) el 19 de septiembre de 1969, la sexta hija entre ocho hermanos concebidos por Radhey Shyam Khandelwal y Santara Bai, pertenecientes a la casta bania (comerciantes). El padre era vendedor de granos, semillas y abonos, y al momento de nuestra investigación trabajaba y vivía en Assam, desde donde retornaba a Laxmangarh de vez en cuando para visitar a los suyos. Por la apariencia del domicilio y otra información lo ubicaría en la clase media-baja, lo cual tiene cierta relevancia para la historia, pues Sunita dijo que la familia de su vida previa era más rica que la actual. Cuando nació tenía una gran marca en el lado derecho de la cabeza (figura 6-28) y no existió nada inusual durante el embarazo de Santara, siendo su parto completamente normal; asimismo, la niña principió a hablar claramente al año y medio.

En torno a los dos años Sunita comenzó sus alusiones a una existencia pasada, y según su madre la primera de ellas fue "llévame a Kota". Los familiares no entendían y pensaron que estaba utilizando la palabra hindi kotha, que significa "almacén", o el inglés cuota, y le interrogaron si se refería a “la cuota de azúcar”, pero ella respondió “mi Kota es Bundi-Kota” (una ciudad grande en Rajasthan, aproximadamente a mitad de camino entre Jaipur y Kota, por lo que ese dato les ayudó a comprender lo que quería). A la inquietud de "¿qué hay en Kota?" la niña replicó “yo tenía dos hermanos, una mamá y un papá, y era hija única; tenemos una platería, una caja fuerte, coche y scooter, y mi madre muchos saris”. Consultada sobre si sabía de un chacha (tío paterno menor que el padre) respondió que no, pero sí de un tau (tío mayor). Aproximadamente en ese momento agregó que se había caído “desde una pequeña altura” e indicó el vestigio en su cabeza, diciendo "mira acá, yo me caí".

Sunita siguió hablando de Kota y aumentaba las presiones para que le llevaran al sitio. A los tres años no comía a menos que cumplieran su deseo, y estaba tan desnutrida que debió ser ingresada temporalmente en un hospital de Alwar. El diagnóstico no fue certero y algunos parientes tuvieron la ocurrencia de sanarle fingiendo ir a Kota; decidieron trasladarse a Jaipur, afirmando que era la otra localidad y pidieron a la niña que les mostrara su casa, pero no se dejó embaucar y protestó "están mintiendo y serán castigados por eso". En lugar de llevarle a Kota para entonces, su familia la trajo de vuelta a Laxmangarh donde Sunita agregó que el local de comercio estaba en Chauth Mata Bazaar y su casa en Brijrajpura (vecindario). Cuando se le preguntó quiénes eran sus padres, no pudo citar nombres, pero dijo ser bania y que su abuelo paterno vivía, pero la abuela de igual línea ascendente estaba muerta. Incluso contó: "Mi prima me empujó por la escalera porque pedí agua, y vine aquí a tomarla. Era niña y morí a los ocho años”.

Figura 6-28. Rastro en la cabeza de Sunita (marzo de 1979) cuando tenía 9 años y medio. Se trataba de un nevus sin pelo, ligeramente elevado, fruncido e hiperpigmentado. Su forma era casi redonda y medía 2,5 cms. en amplitud.

Sunita insistió, pero los padres no accedieron y durante dos años tampoco verificaron la exactitud de sus memorias. Sin embargo, en 1974 Kranti Modi, un abogado y amigo de la familia que conocía sus declaraciones, envió un resumen de las mismas a H.N. Banerjee en Jaipur, quien llevaba muchos años estudiando casos análogos. En Laxmangarh éste último habló con la niña sobre sus recuerdos y le propuso viajar en auto; la familia se mostró reacia a dejarle partir, pero Sunita se sentó en el vehículo del que no podían retirarla excepto a la fuerza. Finalmente sus padres cedieron y el recorrido se concretó. En Kota fueron primero a la tienda del fotógrafo Pratap Singh Chordia, relacionado con Banerjee por matrimonio, y ayudó a los visitantes en la búsqueda de una familia correspondiente a las expresiones de Sunita. Las referencias a una “tienda de plata” no eran claras; a veces la chica hablaba sobre “monedas", pero sostuvo que su familia era bania, por lo que el primer escudriñamiento incluyó a negociantes de varios oficios, incluidos aquéllos de tejidos y golosinas. La pesquisa se estrechó porque Sunita también dio el nombre de un mohalla (distrito) en Kota (Chauth Mata Bazaar) y aseguraba haberse precipitado desde cierta altura.

En 1979 Pratap Singh nos comentó que Sunita (quizás por medio de H.N. Banerjee) pronunciaba el apelativo “Prabhu”, haciéndole pensar en Prabhu Dayal Maheshwari, joyero de Chauth Mata Bazaar y a cuya familia retrató, pero no sabía en ese momento que Dayal tuvo una hija muerta por caída, planteando así al grupo de Laxmangarh que acudieran al sitio. Allí y según su madre, Sunita reconoció una tienda y un hombre al interior que escribía, afirmando que era su padre. Precisamente él se llamaba Prabhu Dayal Maheshwari; se le explicó el asunto y luego miró a Sunita preguntando "¿de quién eres hija?”, a lo cual la niña contestó "soy tu hija". Dayal la invitó a su casa; ella señalaba el camino hasta encontrar la dirección y luego hizo una serie de otros reconocimientos y aserciones relativos a su existencia previa. Prabhu y su esposa perdieron a Sakuntala, su única hija, en abril de 1968, quien cayó por el guardarriel bajo de un mirador y se azotó de cabeza en el pavimento, muriendo pocas horas después. Con algunas excepciones, todo lo indicado por Sunita en Laxmangarh era correcto acerca de la fallecida.

La familia de Dayal, muy sorprendida por el contexto, rápidamente aceptó que esa niña era Sakuntala renacida; la dejaron invitada para reuniones y Sunita así lo hizo varias veces en años posteriores. De igual modo, su salud había mejorado tras el primer viaje.

La noticia de los hechos llegó a un periodista de Kota, quien publicó un breve relato en el periódico Desh-ki-Dharti el 24 de enero de 1975, si bien no indicaba exactamente cuándo se desarrollaron los pormenores ya descritos, pero implicó su advenimiento poco antes que se difundieran en la prensa; por lo tanto, Sunita debía tener algo más de 5 años para entonces.

Un corresponsal en Rajasthan leyó el inserto y me notificó de inmediato. Pasé la información a la doctora Satwant Pasricha y le animé a comenzar un estudio, llevando a cabo una entrevista con Dayal en noviembre de 1975, pero no pudo conocer a Sunita y su familia ese año. En 1976 Pasricha continuó dialogando con informantes de ambos grupos y para 1978 volvió a encontrarse brevemente con la niña, además de interrogar a otra persona. Asimismo, me he basado extensamente en sus notas porque no tomé parte directa en las indagatorias hasta marzo de 1979. En ese mes y también durante octubre, Pasricha y yo tuvimos más pláticas con testigos conocidos por ella y otros nuevos.

Como vimos, la muchacha no citó nombres de individuos -ni el de ella u otros pertenecientes a su familia pretérita- antes de ir a Kota o después. Aunque casi todo en sus declaraciones encajaba con la vida de Sakuntala, surgió la pregunta de si se podrían encontrar otros niños en esa ciudad cuyas vidas fueran coincidentes con esas remembranzas. Pareció especialmente importante considerar esta opción, porque después el fotógrafo Pratap Singh no pudo recordar con claridad qué aspectos mencionados por Sunita condujeron al encuentro con Dayal (Pratap pensaba que alguien le contó del nombre Prabhu, articulado por aquélla). Sushila, esposa del retratista, sostuvo que la identificación de la parentela de Sakuntala se aparejó con los recuerdos expresados, pero ella fue igualmente ambigua acerca de los detalles.

Estas incertidumbres nos llevaron en 1979 a buscar en los registros del hospital M.B.S. de Kota, a objeto de determinar con qué frecuencia los niños morían por lesiones en la cabeza. Como mostraré más adelante, los anales no dieron respuestas concluyentes, pero aumentaron mi confianza -sin llegar a una certeza absoluta- de que ningún otro menor podría ajustarse a los manifiestos/circunstancias de Sunita o Sakuntala. Aunque las dos familias declararon no conocerse antes que apareciera el caso, Pasricha y yo dedicamos gran parte de nuestro tiempo en 1979 a descubrir posibles nexos inconscientes entre ellas, lo cual rindió frutos. En noviembre de 1981 Pasricha estuvo nuevamente en Kota donde entrevistó al hermano mayor de Sakuntala, Girdhar Gopal, y asimismo habló con la madre de Sunita en Jaipur.

En noviembre de 1986 la doctora y yo volvimos a Laxmangarh para hacer seguimientos a Sunita y su familia; la joven se encontraba en Jaipur, pero conversamos largo y tendido con sus padres. Pasricha encontró nuevamente a Prabhu Dayal en Kota hacia marzo de 1990, mientras que Kranti Modi no guardó copia de la lista de declaraciones por Sunita que envió a H.N. Banerjee, y tampoco he podido estudiarla.


Personas entrevistadas

En Laxmangarh:

-Sunita Khandelwal
-Radhey Shyam Khandelwal, padre
-Santara Bai, madre
-Anguri Devi, tía paterna de Sunita
-Kranti Modi, abogado de Laxmangarh

En Kota:

-Prabhu Dayal Maheshwari, padre de Sakuntala
-Krishna Devi, madre
-Shrinath Maheshwari, hermano mayor de Prabhu
-Girdhar Gopal Maheshwari, hermano mayor de Sakuntala
-Pratap Singh Chordia, fotógrafo
-Sushila Chordia, esposa de Pratap
-Chordia Manohar Lai, joyero de Chauth Mata Bazaar
-Ram Bharose, hijo del anterior
-Krishan Lai, comerciante de telas en Chauth Mata Bazaar

En Jaipur:

-Radhey Shyam Khandelwal, tío materno de Sunita (no confundir con su padre).

Pasricha realizó los coloquios en 1975 y 1976. En 1979 efectuamos la mayoría de reuniones, aunque en otoño ella continuaba las pláticas después que me fui de Rajasthan (para 1981 fue asistida por el médico Jamuna Prasad). Durante las principales entrevistas en los '70 no conocimos al padre de Sunita, pues se hallaba en un viaje de negocios en Assam, y lo encontramos finalmente en nuestra pesquisa de seguimiento en noviembre de 1986. Pasricha y yo interrogamos a ciertos fedantes más de una vez, y ocasionalmente en ciudades aparte; por ejemplo, ella conoció a la madre de Sunita en Jaipur y mi único contacto con la joven también ocurrió allí, donde en marzo de 1979 se alojaba con su tío materno. Aunque el padre y tío materno de Sunita tienen el mismo nombre, no están relacionados excepto por la casta.


Hechos geográficos relevantes y otros antecedentes

Rajasthán es el segundo mayor estado de India, y si bien las parentelas del caso vivían allí, aún podemos sopesarlo como de "larga distancia". Laxmangarh, en la zona noreste, tiene una población (estimada por mí en 1979) de 5000 habitantes, mientras que Kota es mucho más grande e incluye 300.000 personas. Se encuentra en la vía férrea principal entre Delhi y Bombay, y constituye un centro industrial de relevancia, especialmente en Rajasthán que no es un estado pujante en ese aspecto. Kota se ubica al este, pero más occidental y austral que Laxmangarh; igualmente, la distancia entre ambos sitios es de 360 kilómetros. Jaipur, capital del estado, también figura en este caso y se alza en el centro-norte de aquél, más o menos directamente al norte de Kota y el oeste de Laxmangarh, formando el vértice de un triángulo con los lugares anteriores. Las familias nunca se habían conocido antes de ocurrir los hechos, y Santara dijo que ella y su esposo jamás estuvieron en Kota hasta el primer paseo con la niña investigada, a principios de 1975. También aseveró que ningún pariente residió allí, salvo su hermano -y sus numerosas visitas- quien habitó en Delhi y después Jaipur. Es posible que ella no supiera de sus traslados a Kota, o al contrario pudo asumir que la pregunta se refería sólo a su familia inmediata en Laxmangarh.

En 1986, cuando finalmente encontramos al padre de Sunita, éste verificó lo dicho por Santara sobre su desconocimiento de Kota. Manifestó que nunca fue al sector previo a la aparición del caso, y allí tampoco tenía amigos, conocidos, tratos comerciales ni recibía visitas oriundas. De modo similar, Prabhu Dayal aseguró nunca haber permanecido en Laxmangarh y en el momento de las averiguaciones ni siquiera sabía la localización. Asimismo, Krishna Devi contó a la doctora Pasricha que no conocía a la familia de Sunita en dicho periodo.

Pasricha y yo nos enteramos de que Prabhu conoció con anterioridad al tío materno de Sunita, Radhey Shyam; ambos eran joyeros y ocasionalmente se reunían para propósitos de negocios. Antes de 1973, Radhey habitaba en Delhi, desde donde viajó por razones comerciales a Jaipur y Kota. Aquí Shyam entabló contacto con Dayal, pero nunca estuvo en su domicilio y tampoco escuchó sobre la muerte de Sakuntala hasta después del primer recorrido de la niña en Kota. La evidencia de esto proviene de la declaración por Radhey de que, si bien escuchó a Sunita hablar sobre una vida anterior cuando ella lo visitó en Jaipur (1973-1974) y en ese momento iba a Kota (de Jaipur) casi una vez al mes, nunca intentó comprobar esos pormenores. Si hubiera sabido del accidente mortal que afectó a Sakuntala, fácilmente pudo consultar a Dayal si los otros asertos de Sunita encajaban con aquélla. Prabhu confirmó los dichos de Radhey acerca de sus vínculos, pero añadiendo que no había mucha sociabilidad.


Vida, muerte y carácter de Sakuntala

La fallecida era única hija de tres hermanos y nació el 22 de febrero de 1960. Luego de una patología se le diagnosticó estrabismo en un ojo y a partir de entonces usó anteojos correctivos; por lo demás, su desarrollo y salud habían sido normales. Al instante de su muerte iba a la escuela en Kota cursando tercer o cuarto grado (la madre no recordaba el nivel con precisión). La casa de Prabhu era moderadamente grande, y como muchas en India, tenía un área central abierta. Una escalera conducía desde la planta baja al siguiente piso por un costado, y en la parte superior existía un balcón relativamente angosto con un pasamanos muy bajo. Las puertas de las habitaciones cimeras se abrían en este mirador; examiné el recinto y calculé que la distancia entre aquél y el suelo de concreto debajo no era inferior a cinco metros. Casi al anochecer del 27 de abril de 1968, Sakuntala y su prima menor Radhey estaban en lo alto de las escalinatas; la madre se hallaba en casa y Prabhu en su tienda, y entonces se escuchó a Sakuntala decir que Radhey "podría caerse" (ella era más joven y aparentemente sentía preocupación). Minutos después Krishna Devi oyó caer a la niña y le encontró inconsciente con flujo sanguíneo auricular. Llamó a Prabhu, quien acudió de inmediato y trasladaron a Sakuntala al centro M.B.S.

En una entrevista con Pasricha hacia octubre de 1979 (cuando yo no estaba presente), Dayal declaró notar que Sakuntala se había lastimado la parte superior de la cabeza con ligera sangradura (no recordaba dónde) y que el mismo líquido vital salía por una oreja. Los registros médicos (que examiné el 15 de marzo de 1979) estipularon que la muchacha ingresó allí a las 16.50 horas del 27 de abril de 1968 (las notas apuntaban a una caída del segundo piso a las 16.15 h.); estaba inconsciente, vomitaba y el oído derecho presentó hemorragia (no hubo constancia de lesiones en el área superior de la cabeza, y la sangre evidenció fractura en la base del cráneo).

En ese momento Kota no tenía neurocirujano y el tratamiento consistió sólo en medidas de apoyo, con la ligera esperanza de que pudiera recuperarse espontáneamente. Sin embargo, las cosas empeoraron y falleció 9 horas después de su ingreso (01:45 a.m. del 28 de abril), siendo el único diagnóstico provisional “lesión en la cabeza”. No hubo autopsia y el cuerpo fue incinerado alrededor de las 8:00 a.m. Sakuntala murió en la infancia, antes que su personalidad se desarrollara y parecía comportarse de forma un tanto "adulta" (por ejemplo, le gustaba usar saris, lo cual es infrecuente para niñas indias). Le iba bien en la escuela, interesándose en temas religiosos y era más fervorosa que otros compañeros.


Declaraciones y reconocimientos hechos por Sunita

En la tabla 6-8 compilo varios aspectos y su madre fue nuestra principal informante (Dayal casi siempre estaba ausente cuando nos hallábamos en Laxmangarh), pero obtuvimos cierta corroboración de la tía paterna de Sunita, Anguri Devi, y su tío Radhey. Hasta donde sé, la chica refirió los puntos 1 a 25 antes del primer viaje a Kota, e incluyo asertos y reconocimientos que los testigos (principalmente la madre) dijeron que ella hizo en ese contexto (26-34). Las identificaciones de Dayal, su tienda y hogar tienen un valor relativamente pequeño, no porque Santara fuese nuestra única corroboradora, sino debido a que los acompañantes en dicho trayecto pudieron saber que Prabhu perdió a su hija en un accidente, y por lo tanto "era el hombre que buscaban". Las joyerías en Kota son pequeñas y suelen ser administradas por una o dos personas, y tras llegar, incluso un niño podía deducir que el individuo al interior era Dayal. Después de la conversación con éste último, invitó al grupo a su domicilio, y aunque Sunita mostró el camino, no podemos excluir la posibilidad de que el comerciante le haya dado pistas. En la casa, aquélla comentó que la familia tenía otra (ítem 29) y este recuerdo pareció muy natural. Una característica notable de la primera visita por ella -en contraste con muchas otras- fue que no se reunieron curiosos y tampoco irrumpieron en el lugar.

Cuando Pasricha habló por primera vez con Sunita en 1976, aún evocaba detalles de su vida anterior, pero olvidó la causa de muerte. Al instante de conocerla en 1979, sus recuerdos en imágenes se habían desvanecido y mantenía deseos de visitar a la familia previa.

Sunita hablaba de una "platería" (ítem 16), pero es posible que no haya sido tan específica. La declaración proviene de la entrevista de Pasricha con Santara en noviembre de 1976, si bien ya vimos que su núcleo inicialmente no estaba seguro, mientras que Prabhu consignó en 1975 que los parientes interpretaron las alusiones a “monedas de plata” como indicio de otros establecimientos (...). En 1979 Pasricha interrogó a Santara por el detalle, y recordó que la niña mencionaba un negocio donde se "vendía oro y plata", sin emplear la palabra hindi para "joyero".

El ítem 20 mostró un “cuasi-error”. Días antes de su muerte, los padres de Sakuntala efectuaron un ritual para sanar su estrabismo (...) y luego Krishna aplicó mehandi (tinte) en ambas manos de la niña a petición de ésta, lo que es intrigante pues Sunita atribuyó esa función al "padre anterior". Sin embargo, éste sí participó en la decisión de aplicar el líquido en la ceremonia (30).

(30) En estos casos, por lo común la muerte de la personalidad anterior parece generar un “recuerdo de flash” (Brown y Kulik, 1977; Stratton, 1919), de modo que los sucesos no vinculados causalmente con ello figuran de manera desproporcionada -ocurriendo poco antes de recordarse- en comparación con las memorias de otros hechos. La referencia por Sunita de "beber agua" poco antes de subir al balcón (...) (aunque no verificada) constituye otro ejemplo del mismo rasgo (...).

En casa de Sakuntala, la muchacha no distinguió a Krishna (madre), ni Shrinath Maheshwari (tío paterno) ni los dos hermanos. En el cuadro 6-8 omití varios episodios atribuidos a Sunita sobre los que obtuve testimonios contrapuestos o insuficientes. Sin embargo, si acontecieron como se informó, su descarte tiene el efecto de disminuir la evidencia de procesos paranormales (...). Pratap Singh dijo en 1979 que H.N. Banerjee citó el nombre “Prabhu”, presumiblemente escuchándolo de Sunita o sus padres, pero los informantes en su grupo y yo no le dimos crédito. De manera similar, el comerciante Krishan Lai, a quien entrevistamos en 1979, sostuvo que Banerjee fue a su tienda en Kota porque la niña articuló el apelativo “Shrinath”, y justamente el local se denominaba “Shrinath Gopal”. El tío paterno de Sakuntala se llamaba Shrinath y le hicimos preguntas, pero aunque Sunita decía tener un tau (hermano mayor del padre), ningún otro testigo declaró que ella diera un nombre para él.


Descripciones metafísicas por Sunita acerca de su muerte anterior y nacimiento

Poco tiempo después que la niña refiriese a la vida previa, contó así lo sucedido luego del accidente: “Subí, y había un hombre santo de barba larga. Revisaron mi historial y dijeron 'envíenla de vuelta' (31). Hay algunas habitaciones allí. He visto la casa de Dios, y es muy bonito. No se imaginan lo que hay en ese lugar”. En otra ocasión comentó: “Cuando caí desde una pequeña altura, me hice una marca, pero cuando me lanzaron de más arriba no tuve daños”. La primera parte describe su vestigio natal, y la segunda el retorno a la vida mundana (...), lo cual no implica que Sunita haya atraído interés sobre esa característica (...); probablemente sus padres hablaron de ello y los tres lo relacionaron a la caída fatal. Una vez y según su madre, Krishna Devi preguntó a Sunita por qué había nacido "en esa familia, si Laxmangarh está tan lejos" (de Kota), y respondió "queda lejos para ti, no para Dios”.

(31) Las personas en India que sufren muerte temporal a menudo reportan ser llevadas a un sitio donde se inspecciona su "historia" y son enviadas de vuelta al cuerpo inconsciente (Pasricha, 1995; Pasricha y Stevenson, 1986), pero en este caso la chica sostuvo renacer en una nueva cobertura.


Comportamiento del sujeto relacionado con la vida anterior

En el punto máximo de sus indicaciones al tema, Sunita no requirió estímulo pues hablaba de eso constantemente (...). Decía extrañar cierta comida e insinuó a Santara "nunca haces un plato especial con naranjas, pero mi madre sí” (ítem 10, tabla 6-8). Su conciencia de los contrastes económicos en ambas familias pareció llevarle a mencionar que el padre era "rico", ella "comía mejor" (en ocasiones dejaba de alimentarse) y tenía "ropa de mayor calidad", e incluso comentaba sobre la suciedad de otros niños en Laxmangarh.

Santara declaró que la niña soñaba con su vida anterior, despertándose y sin lograr dormir de nuevo. Cuando Sunita iba a Kota, a veces pedía a la familia de Sakuntala que devolviera sus anteojos, si bien pareció no usarlos (...) y el bolso escolar de Sakuntala.


Comportamiento del sujeto con la familia de Sakuntala

Sunita estaba muy cómoda en casa de Prabhu; asimismo éste y su esposa la recibieron tan bien y le dieron tal afecto -no necesariamente más del que tenía en Laxmangarh- que su sentimiento de familiaridad no precisa mayor explicación. A veces sus comentarios en Kota revestían cierto grado perentorio, y preguntaba a Krishna Devi “¿a quién diste mis libros?” o "¿dónde están mis maletas?" Santara percibió que mostraba frialdad hacia Radhey, la prima de Sakuntala, a quien su hija "responsabilizó" por la muerte de aquélla, pero los padres en Kota no confirmaron esto, diciendo que Sunita fue algo tímida por un tiempo cuando los visitó la primera ocasión y luego se mezcló libremente con otros niños. No evidenciaba miedo a las alturas y la pareja nunca le oyó decir que Radhey la había empujado, sin considerar que existiera animosidad entre ellas.

Santara agregó que el hindi de su hija parecía tener más dicciones inglesas que el de otros parientes. Este era el idioma en la familia de Sakuntala y ella no sabía inglés como tal, pero esa lengua contiene múltiples términos anglosajones, especialmente para objetos desarrollados en los siglos XIX-XX y comunes en hogares indios de clase alta; de ese modo, si Sunita tuviera memoria para los nombres de esos artilugios, su dialecto incluiría sustantivos comunes en inglés (...). Denominaba las verduras como "sabazi" y su entorno "bhaji", mientras que el núcleo de Sakuntala usaba los términos "sag" o "sabazi".

Los hermanos de Sunita apodaban a sus padres "pitaji" y "mataji" (...); sin embargo, la chica se dirigía a ellos como "daddy"/"pappa" o "mummy", pero Sakuntala no usó iguales expresiones y decía “kaka” (variante de chacha, que significa “tío”) o “baiji” (“hermana”). Los niños en India a menudo recurren a esas variantes porque imitan a los adultos o mayores cuando las emplean. Al parecer dichos vocablos ingleses fueron adoptados por Sunita para evitar confusión entre los padres de esta vida y la anterior (...); no obstante, también se refirió a aquéllos de Sakuntala según la lengua europea. Krishna Devi comentó que al arribar a Kota, Sunita le llamó "mummy", aún cuando estaba consciente de que ello no era así en su personalidad previa, y una vez dijo "anteriormente solía llamarte 'baiji' y a él [Prabhu Dayal] 'kaka'".

La madre de Sunita le atribuyó más facultades de percepción extrasensorial, comparado con otros incidentes (...) (33). Por ejemplo, Santara aseguró que a veces Sunita decía "no cocines para mí, mis padres en Kota hicieron un plato especial”, y la mujer confirmó su exactitud con aquel grupo, pero Krishna no recordaba diálogos al respecto. En la única ocasión que los padres de Sakuntala visitaron a la niña en Laxmangarh, lo hicieron sin previo aviso y la madre nos relató que Sunita predijo correctamente el suceso; se había negado a almorzar y más tarde comió con ellos (episodio no confirmado). Asimismo, Santara consideró que su hija era bastante más piadosa (p. ej., con mendigos) que el resto de sus hermanos.

(33) Pocos sujetos muestran evidencia de poderes paranormales, como la telepatía, aparte de sus supuestos recuerdos de una vida anterior. Sin embargo, se han producido algunas excepciones notables (...).


Actitud de familiares de Sakuntala hacia Sunita

El entorno de la fallecida acogió a Sunita como miembro casi inmediatamente después de conocerla, lo cual quizás no sorprenda por su dolor aún no mitigado (...). Prabhu Dayal no deseó mostrar su convicción de que la chica era su hija reencarnada y parecía conforme con que les visitara cada cierto tiempo. En mi opinión él tuvo más interés sobre el tema que otros informantes, y eso puede haber reflejado sus dudas al respecto. Krishna tenía el mismo apego por Sunita, pero estaba cierta de que era Sakuntala reaparecida; su aceptación se debió a los enunciados correctos de la niña, la amabilidad mutua y el leve parecido facial entre ambas.

Shrinath, hermano mayor de Prabhu, se mantuvo escéptico sobre los hechos, aunque sin excluirlos completamente, y pareció no desaprobar el cariño que su afín prodigaba a Sunita, la cual para aquél era una extraña.

En el primer recorrido por Kota, Prabhu y Krishna se vieron tan cautivados por la muchacha y sus memorias que deseaban su permanencia con ellos, como también Sunita. Los padres consideraron brevemente la opción, pero sólo admitieron que visitara a la familia, lo cual se produjo en varias oportunidades entre 1975 y 1979. Prabhu y su gente habían ido a Laxmangarh para ver a Sunita, regalando objetos bastante caros a ella y su madre (34), y propusieron el traslado de la niña con tal que se educara en Kota; a su vez, los padres de ésta última correspondieron la gentileza con otras dádivas. Cuando interrogué a Prabhu si la familia de Sunita pidió cosas a cambio alguna vez, dijo que no (...).

(34) Prabhu negó haber obsequiado ítemes a la familia, pero hice esta consulta en presencia de su hermano mayor, y quizá no deseaba que éste supiera el alcance de su apego por Sunita.


Marca de nacimiento

Se trataba de un nevus hiperpigmentado lampiño, ligeramente elevado y fruncido, presentando además una forma semiredonda con bordes irregulares y unos 2,5 cms. en diámetro. Dicha impronta sangraba luego que Sunita naciera; su familia aplicó talco y la hemorragia terminó a los tres días. En su primera infancia no se quejó por cefaleas o malestares en otras zonas, mientras que Radhey Shyam (tío materno de Sunita) declaró no conocer otro pariente con rasgos natales parecidos.

Debido a que la niña no articuló nombres personales (...) surgió la inquietud de si alguna otra en Kota vivió de manera similar a Sakuntala y que eventualmente podría tener recuerdos de correspondencia análoga.


Regularidad de decesos por traumatismo craneoencefálico entre niños de Kota

Los archivos disponibles en el hospital M.B.S. no entregaron toda la información que deseaba sobre muertes parecidas a la de Sakuntala. Las reseñas quirúrgicas (...) mostraban que durante los primeros cinco meses y medio de 1968, 13 niñas menores de 12 años fueron ingresadas con diagnóstico provisional de "lesión en la cabeza", pero sin explicar cómo resultaron heridas ni cuáles de ellas murieron. Sin embargo, encontré las edades para doce pacientes, de los cuales 8 tenían 5 años o menos y 4 entre 7 o más. Aunque es imposible estar seguro, asumo que el grupo de niñas más joven estaba compuesto principalmente por quienes sufrieron golpes accidentales o caídas mientras corrían. Sakuntala apareció en el conjunto de cuatro niños mayores, y otros de éstos también pudieron precipitarse desde cierta altura.

Los informes por lesiones craneales en el mismo hospital listaron cuatro fallecidas por esa causa durante 1968, otras dos en 1967 y 7 para 1969, si bien aquí se agruparon edades y tipos de lesiones (...). En India las mujeres no suelen utilizar tanto el velocípedo como los hombres, pero muchas acostumbran ir de pasajeras en scooters manejados por aquéllos (...). Los vehículos que van muy rápido a través de bazares y calles atestadas de gente -incluidos autobuses- también son responsables por muchas contusiones en la cabeza entre ambos sexos. Los expedientes tampoco distinguieron pacientes que residían en Kota y otros traídos desde fuera (el área de captación hospitalaria se extiende en un radio de al menos 50 kms. alrededor de esta ciudad) y no exhibían un número determinado de muertos por heridas en la cabeza sin jamás haber sido internados (...).

Lo anterior no me permite señalar nada definitivo. El dato más importante es que sólo otras tres mujeres (además de Sakuntala) se catalogaron como fallecidas por dichas lesiones en el centro M.B.S. durante 1968 (...). Me siento justificado al concluir, por lo tanto, que los decesos entre niñas por caídas desde poca elevación eran infrecuentes en Kota hacia 1968, y el de Sakuntala bien puede haber sido único. Si hablamos de los recuerdos de una vida pretérita, aquélla no tenía por qué haber muerto ese año (...) si bien es improbable que transcurrieran más de cinco años antes que Sunita naciera (...).


Correspondencia entre declaraciones de Sunita y pormenores ajenos al accidente

Debido a estas incertidumbres, evalué aspectos secundarios de declaraciones con respecto a su carácter específico y esta vez de forma colectiva, pues me pregunté a cuántos otros niños aquéllas podrían aplicarse tan bien como a Sakuntala. Sunita nombró los barrios Chauth Mata Bazaar (...) y Brijrajpura donde vivía la familia anterior, añadiendo que el negocio paterno se vinculaba con "plata". Estas áreas son muy pequeñas en Kota, y creo extremadamente improbable que cualquier padre/madre que califique (...) haya perdido una hija por fractura craneal durante los cinco años previos al alumbramiento de Sunita.

Sin embargo, la niña también indicó varios aspectos que eran todos precisos para la familia de Sakuntala -con una excepción-, y aunque estos no son específicos individualmente, es poco factible que en su conjunto sean correctos para otros particulares [véase tabla 6-8].

Finalmente, las extensas investigaciones de Pratap Singh en 1975 y nuestro equipo en 1975, 1976 y 1979 fueron conocidas por un número considerable e indeterminado de personas que no fueron entrevistadas directamente; entonces, si la vida de otra niña muerta en Brijrajpura hubiera correspondido a las declaraciones por Sunita, quienes la conocieron habrían informado (...). Nadie puede decir que todo excluye absolutamente la posibilidad de que los asertos de Sunita se refirieran al deceso de otra joven, pero creo que la ambigüedad residual es tan pequeña que podemos ignorarla con confianza (...).


Comentarios a la evidencia de procesos paranormales

Si concluimos que los dichos de la niña entroncan con la vida de Sakuntala y nadie más en Kota, aún debemos considerar que de alguna manera haya adquirido información correcta a través de medios normales. El nexo comercial entre Prabhu Dayal y Radhey Shyam constituía la única línea de transmisión posible (...); según ellos hablaban sólo de negocios, pero podríamos pensar que en ocasiones aludieron a temas privados. Sin embargo, la evidencia contraria se obtuvo del propio tío, cuando manifestó no escuchar sobre la muerte de Sakuntala hasta que Sunita fue por primera vez a Kota, y también que él no hiciera intentos por verificar sus remembranzas, a pesar de que se trasladaba allí una vez al mes y se reunía esporádicamente con Prabhu. Suponer que éste "aprendió todo sobre Sakuntala" y de alguna forma "entregó antecedentes" a Sunita sin recordar que lo había hecho, es imaginarlo mucho más olvidadizo de lo que cualquier otra evidencia nos permite creer.


Desarrollo posterior de Sunita

Siguiendo nuestras principales investigaciones en los '70, supimos más de la chica gracias al diálogo entre Pasricha y Santara en noviembre de 1981. Sunita tenía entonces poco más de 12 años y le iba bien en su octavo grado escolar. No hablaba espontáneamente de la vida anterior y su núcleo no le inquiría, pero la madre creyó que aún mantuvo recuerdos para sí misma; además continuó visitando la familia en Kota y Santara pensó que era más feliz en ese lugar. En 1980 la niña asistió como invitada al casamiento de Girdhar Gopal (hermano mayor de Sakuntala) y la familia inmediata de Prabhu continuó tratándola con mucho afecto (...).

A los 17 años Sunita gozaba de buena salud y estudiaba en un instituto secundario de mayor nivel, sin tampoco referirse a sus memorias, y en ese momento Santara consideró que las había olvidado. Con Girdhar observaba la ceremonia rakhi, cuando los hermanos y hermanas hindúes renuevan anualmente sus promesas de devoción y apoyo mutuo (...). De igual forma, su marca de nacimiento no había desaparecido.

Si bien en 1979 la madre nos dijo que Sunita no se quejaba de cefaleas, en 1986 aseveró haberla visto con "mareos y dolores” análogos, sin conocer más detalles (...). En marzo de 1990 Pasricha supo mediante Prabhu que Sunita se había casado el 8 de julio de 1989 con un estudiante de derecho. La familia de Sakuntala tuvo un rol destacado y quizás cubrió el 50% de los gastos para ayudar al núcleo de la novia, efectuando asimismo un ritual que generalmente corresponde a los padres de aquélla. Shrinath, hermano mayor de Prabhu, también colaboró con los desembolsos, mostrando así una actitud positiva hacia las afirmaciones de Sunita.