Respuesta: No son compatibles, pero no hay ninguna razón por la que deba ser así, pues la Teosofía en sí misma no pretende ser ninguna forma de budismo y mucho menos de tipo exotérico.
Se puede decir que la Teosofía establece la existencia de tres “yoes” o más bien tres aspectos principales del Ser en la constitución del ser humano encarnado:
(1) El SER UNIVERSAL: Principio Divino Único, Absoluto e Infinito (Esencia Suprema de la Conciencia Pura en sí) que por ser absoluto e infinito es necesariamente la verdadera naturaleza y parte más elevada de cada ser. Esto es lo que los Upanishads -las escrituras centrales del hinduismo- llaman Brahman y Atman ("Atma" o "Atman" = "Ser" literalmente) y que son sólo dos palabras para una y la misma "cosa", la única REALIDAD. Es Espíritu Puro/eterno y no es el "Yo" en ningún sentido egoico, individual o personal. Este Ser Superior no es un Ego o un "Yo" de ningún tipo, y así lo llamamos nuestro verdadero "Ser" simplemente porque es nuestra naturaleza y esencia genuinas, el Único Ser Universal de Todo; eterno, inmutable e inalterado por nada. Es una SEIDAD en lugar de "Ser".
(2) El YO INDIVIDUAL: el Ego que encarna, el verdadero “Yo” de nuestro ser o individualidad permanente; el Pensador o Mente que reencarna, piensa, actúa, crea y experimenta el Karma -o destino autocreado- a lo largo de sus encarnaciones sucesivas y periódicas en el plano físico. Éste es el alma humana (principio de Manas) lo que nos da el sentido inquebrantable e inextirpable de la “yoidad”. Pero el Ego tiene que aprender a no identificarse consigo mismo, sino con el Ser Verdadero y Universal y además de actuar, trabajar y vivir para y como el Ser de todas las criaturas.
(3) El Yo PERSONAL: éste es sólamente un producto kármico, el conjunto de Skandhas (tendencias personales, características, inclinaciones, etc.) portadas en esencia o forma de semilla desde la personalidad anterior en que se encarnó el Ego. Esto se llama “personalidad presente”, en contraste con la individualidad permanente. No hay nada sagrado o divino al respecto; es simplemente nuestra creación involuntaria, la propia progenie kármica con que ahora debemos lidiar para vencerla y dominarla. Robert Crosbie describe la personalidad como "el trabajo de los defectos" y así esta personalidad también se conoce como “ser inferior” o “ego inferior/personal”. Es principalmente el Cuaternario Inferior de los siete principios que se enseñan en Teosofía, por lo cual Helena Blavatsky a veces lo llama "falso ego" y "falsa personalidad" porque no representa lo que somos de verdad; por lo tanto, el hinduismo lo llama No-Yo o Anatman.
Pero en el budismo, Anatman en sánscrito (o Anatta en pali) tiene un significado y connotación diferentes, ya que casi todas las formas de budismo tienen una profunda aversión al concepto de que existe algún tipo de Ser o Ego.
Esta tendencia es más marcada en el budismo Theravada, que algunos llaman "budismo del sur" y presente en países como Tailandia, Birmania, Camboya, Sri Lanka, etc. Los practicantes de este sistema niegan el Ser Universal, el Yo individual y el personal.
Según ellos no existe un espíritu ni tampoco un alma, y no hay Ego o individualidad que reencarne y pase de una vida a otra; por tanto, sostienen que la reencarnación ocurre inmediatamente tras la muerte y sin estados intermedios porque no hay "nada" y "nadie" que experimente tales estados. Si se les pregunta “qué es lo que se reencarna” generalmente dirán algo como "sólo un residuo de Karma" o "nada excepto alguna energía kármica no agotada".
También insisten en que el ser humano está compuesto sólo de las cinco skandhas y que no hay "nada" por encima o más allá de esto. Pero cuando se les plantea un desafío al preguntar "¿quién es entonces el que transita por el Noble Óctuple Sendero y lucha por la liberación y el Nirvana de vida en vida, si 'no existe un alma', 'yo perdurable' o superviviente de ningún tipo?", simplemente los budistas Theravada no pueden responder. Cuando se enfrentan a la inquietud de “¿por qué te molestas en practicar budismo si no hay ningún 'tú' de ninguna clase?", por lo general cambian de tema o evitan replicar... porque no tienen respuesta sin admitir algún tipo de ser duradero o reconocer que su pensamiento es francamente ilógico, antifilosófico y erróneo cuando se trata de este asunto.
El budismo Mahayana -representado hoy de manera más popular y destacada por la modalidad tibetana- admite abiertamente la existencia de lo que ellos llaman "continuo/corriente mental" que es la parte individual en nosotros que pasa de una vida a otra. Pero sus seguidores también tienen aversión a la idea del Ser, por lo que tienden a evitar mencionar este aspecto mental tanto como sea posible. De las pocas descripciones que dan sobre ello es evidente que se refieren al alma humana, pero si se les pregunta "¿es esto el alma entonces?", lo negarían rápidamente e insistirían que no hay alma, contradiciéndose otra vez. En términos simples no soportan la noción de alma, yo o ego de ninguna manera, aunque son más filosóficos y razonables que los miembros de la rama Theravada.
En cuanto a que existe un "algo" Absoluto, universal e impersonal como nuestro verdadero Ser Superior, eso es completamente imposible para los budistas Theravada y esta idea en sí los ofende y provoca. En el mundo del budismo indotibetano existen dos escuelas principales de pensamiento al respecto: Prasangika-Madhyamika y Yogacharya.
El Prasangika-Madhyamika domina plenamente el budismo tibetano de hoy, en particular la secta/escuela Gelugpa cuyos acólitos son los defensores más tenaces del vacío y la vacuidad, aseverando que la Realidad Última es el vacío, una vacuidad que incluso está vacía del vacío mismo. Esta perspectiva es tan insostenible desde el punto de vista filosófico/lógico como las negaciones Theravada para cualquier forma de ser, pero la corriente Prasangika-Madhyamika se nutre de lógica falsa y negativas inquebrantables. Blavatsky lo ha descrito como "parodia exotérica", "nihilismo sofisticado" y "un sistema de pensamiento antiesotérico y altamente racionalista".
Irónicamente, es la rama Gelugpa de budismo tibetano (o “bonetes amarillos”) fundada en el siglo XIV por Tsong Kha-pa con la cual se identifican H.P.B. y los Maestros de la Hermandad Transhimaláyica, y esto indicaría que existe una corriente esotérica prácticamente desconocida dentro de esa escuela que enseña una doctrina muy distinta.
Los académicos ortodoxos establecen el origen de la cosmovisión filosófica de Yogacharya con Aryasangha, un maestro budista Mahayana indio que según dicen vivió hace unos 1.500 años. Sin embargo, en "The Theosophical Glossary” Blavatsky señala que hubo dos Aryasanghas: aquél que existió hace 1.500 años lo llama "pseudo-Aryasangha” y quien intentó hacerse pasar por el original que vivió 1.000 años antes y había sido Arhat o discípulo directo de Gautama Buda.
Blavatsky dice que en consecuencia existen dos escuelas Yogacharya. La verdadera academia de esta rama siempre ha permanecido totalmente secreta y esotérica, y fue fundada por el Aryasangha genuino para perpetuar las enseñanzas y filosofía ocultas y reales del propio Buda que éste impartió únicamente a un grupo selecto de sus Arhats. Debido a la persecución de los brahmanes hindúes, esta escuela finalmente se trasladó a la región transhimaláyica y la corriente Yogacharya posterior (de aproximadamente el siglo V d. de C.) es la única conocida por el mundo en general. La existencia de una rama Yogacharya prístina sería negada por todos porque "no hay evidencia disponible sobre su legado o conocimiento", pero ¿por qué debiera y cómo podría haber semejantes pruebas si es un sistema completamente esotérico y sus enseñanzas y prácticas se imparten a los discípulos sólo bajo una severa promesa de secreto y después de un largo período de prueba?
H.P.B. escribe que la escuela Yogacharya posterior tiene algunas similitudes en sus enseñanzas con la original, pero están mezcladas con varios tipos de nociones erróneas y prácticas falsas. Aunque algunos aspectos del pensamiento Yogacharya existen hoy en algunos sectores del budismo tibetano bajo una forma diluida, se halla extinto en el sentido de ser una escuela de filosofía viva y activa como fue el caso del pensamiento sankhya en el hinduismo.
Los budistas tibetanos no pueden aceptar totalmente a Yogacharya. ¿Y por qué? Porque su principal factor definitorio es que afirma y defiende la existencia del alma y el Ser.
Dicha academia enseña que la Realidad Última no es el vacío, sino la Plenitud; que existe un Principio Divino y Absoluto llamado Adi-Buddhi, Elemento Único de la Sabiduría Primordial que se compara con una "Expansión" absoluta, infinita, impoluta y no decadente como Espacio Abstracto, y que es la esencia más íntima y el verdadero Ser de todo y cada entidad. Es el Tathagatagarbha ("Naturaleza/Elemento/Ser de Buda") en nuestro aspecto interno que se ha oscurecido y ocultado a través de venenos mentales, pasiones y deseos que hemos permitido que crezcan dentro de nuestra alma; pero se puede llegar a Ello y volver a convertirnos en Ello a nivel de consciencia. “EXISTE un Atman” como se afirma en las escrituras Yogacharya y los sutras de Tathagatagarbha, y de esta forma el Principio Absoluto está vacío sólo de todo lo que no sea Esto en sí mismo.
Todo esto se trata principalmente de la doctrina Atman-Brahman del hinduismo que se expresa en terminología budista, junto con el ideal del Bodhisattva y el énfasis central en Gautama Buda como el gran Maestro y Supremo Nirmanakaya.
Mucha gente piensa y dice que todo el budismo enseña "anatta", pero en general esto se debe a que nunca han oído hablar del budismo Yogacharya.
También Blavatsky afirma en el prefacio de "La Voz del Silencio" que el “Libro de los Preceptos Dorados” del cual proviene es un texto Yogacharya. En su artículo "Old Philosophers and Modern Critics" expresa claramente que las Estrofas de Dzyan -en que se basa "La Doctrina Secreta"- pertenecen a "los Yogacharyas Esotéricos". También en la misma obra se utiliza la frase "estudiantes ocultos de la escuela Aryasanga" y podemos encontrar muchos elogios y varias referencias brillantes a dicho maestro y los Yogacharyas a lo largo de sus escritos, en particular "The Theosophical Glossary", donde su autora hace algunas declaraciones que sugieren que el más elevado conocimiento y poder esotéricos pertenecen a los Iniciados de la escuela Yogacharya.
Y esto debe referirse a la academia oculta Yogacharya creada por el genuino Aryasangha, ya que no existe otra escuela similar. Los términos como Alaya, Alaya-vijnana y Ashta-vijnana, usados en "La Voz del Silencio" y por los Maestros en "Las Cartas Mahatma” son expresiones exclusivas del pensamiento Yogacharya.
"Sólo Buda es el único refugio para quien aspira a la verdadera perfección". Nota manuscrita que acompañó a una de las "Cartas Mahatma" a A.P. Sinnett por los Maestros K.H. y M. Se supo que era una cita de Ratnagotravibhaga (también conocida como Uttara Tantra), una escritura Yogacharya atribuida a Aryasangha y que recientemente se ha traducido y publicado al inglés. Es una de las escrituras centrales de Tathagatagarbha o “Naturaleza de Buda”.
Y eso queda bastante claro cuando consideramos que en muchos lugares de la literatura teosófica las enseñanzas de los Maestros y H.P.B. se conocen como "Filosofía Esotérica Arhat”. La Teosofía en sí misma es universal, la Enseñanza Esotérica que subyace a todas las religiones del mundo, y al menos los Maestros de la Hermandad Transhimaláyica y H.P.B. se identifican indudablemente como budistas, pero no son de un tipo exotérico, sino budistas esotéricos seguidores de un esquema filosófico que se mantiene totalmente en secreto y que puede ser el conocimiento más verdadero y poderoso en todo el mundo.
El concepto de Atman se puede encontrar en el hinduismo, el budismo y las enseñanzas esotéricas de cualquier religión, ya que es la Verdad Universal, y que ciertamente no es propiedad del budismo Theravada.