Lo que se escribe acerca de ellos es casi totalmente incomprensible a la vista de muchos, excepto para los estudiantes serios de "La Doctrina Secreta", cuya familiaridad con esa obra les permite dar sentido a lo que parece ser "absolutamente absurdo" para cualquier otro individuo. "La Doctrina Secreta" debe estudiarse en su totalidad para obtener un grado de comprensión real de su contenido y considerarse como parte integral de todo el Mensaje legado por Helena Blavatsky, que incluye los vitales "Isis Develada", "La Clave de la Teosofía", "La Voz del Silencio" y mucho más.
Entre las páginas 213-233 del primer volumen ("Cosmogénesis") que compone "La Doctrina Secreta", se nos ofrece una visión de este tema profundamente esotérico e informan en primer lugar que "la jerarquía de los Poderes Creativos se divide en el siete esotérico (ó 4 y 3) dentro de los Doce Grandes Órdenes registrados en los doce signos del zodíaco, y además los siete en la escala de manifestación están conectados con los Siete Planetas. Todo esto se subdivide en innumerables grupos de seres divinos, espirituales, semiespirituales y etéreos”.
En consecuencia, tenemos Doce Grandes Órdenes de Seres o entidades Espirituales y éstos de alguna manera se hallan conectados a y representados por los Doce Signos del Zodiaco: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Asimismo, dentro de las 12 Grandes Órdenes tenemos la "Jerarquía Séptuple de Poderes Creativos", que de alguna forma se relacionan con los Siete Planetas Sagrados que son Venus, Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno y otros dos que exotéricamente se dice que son el Sol y la Luna, pero que en realidad se tratan del misterioso planeta Vulcano y otro orbe que no se ha nombrado específicamente en enseñanzas teosóficas, y que H.P.B. describe en "Transactions of the Blavatsky Lodge" como "un planeta con movimiento retrógrado, a veces visible a cierta hora de la noche y aparentemente cerca de la luna. La influencia oculta de este planeta es transmitida por aquélla”.
¿Qué dice la Doctrina sobre las Siete Jerarquías?
01. "El grupo más elevado está compuesto por las Flamas Divinas, también llamadas 'Leones Ardientes' y 'Leones de Vida', cuyo esoterismo está oculto de manera segura en el signo zodiacal de Leo. Es el nucléolo del mundo divino superior y son los Alientos Ígneos sin forma, idénticos en un aspecto a la TRÍADA sefirótica superior y que los cabalistas sitúan en el 'Mundo Arquetípico'".
02. “El segundo Orden de Seres Celestiales, los de Fuego y Éter (que corresponden al Espíritu y el Alma, o Atma-Buddhi) cuyos nombres son legión, todavía siguen sin forma, pero más definitivamente 'sustanciales' (…) Como su nombre indica, son los prototipos de las Jivas o Mónadas encarnadas y están compuestas por el Espíritu de Vida Ardiente. Es a través de éstos que, como un haz solar puro, pasa el rayo que es suministrado por ellos con su futuro vehículo, el Alma Divina o Buddhi. Éstos se encuentran directamente relacionados con los Anfitriones del mundo superior de nuestro sistema, y de estas dos Unidades emana lo triple".
03. “El tercer Orden corresponde a Atma-Buddhi-Manas: Espíritu, Alma e Intelecto, y se denominan 'Tríadas'".
04. “Los del cuarto nivel son entidades sustanciales. Este es el grupo más alto entre los Rupas (Formas Atómicas) y representa el vivero de las Almas humanas conscientes y espirituales. Se llaman 'Jivas Imperecederos', y por vía del orden inferior al suyo constituyen el primer grupo del primer anfitrión septenario: el gran misterio del Ser consciente e intelectual del ser humano".
Como esta Cuarta Jerarquía está justo en medio de los Siete, puede ser "el 'Corazón' del Cuerpo Dhyani-Chohánico" ("La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 91) del cual "se dice que ha encarnado en la tercera raza humana y la hizo perfecta".
05. “El Quinto grupo es muy misterioso, ya que está conectado con el Pentágono Microcósmico o la estrella de cinco puntas que representa al hombre. En India y Egipto estos Dhyanis se relacionaban con el cocodrilo, y su morada está en Capricornio. Estos son términos convertibles en astrología india pues a este (décimo) signo del zodiaco se le llama Makara, pobremente traducido como 'cocodrilo' (…) Se supone que el quinto grupo de Seres celestiales contiene los atributos duales de los aspectos tanto espirituales como físicos del Universo; por así decirlo, los dos polos de Mahat, la Inteligencia Universal, y la naturaleza dual humana, espiritual y material. De ahí su número Cinco, que multiplicado y convertido en diez lo conecta con Makara, el décimo signo del zodiaco (…) La tarea de la quinta Jerarquía -los seres misteriosos que presiden la constelación de Capricornio, Makara o 'Cocodrilo' en India y Egipto- es constituir la forma animal vacía y etérea [es decir, en el período inicial de evolución humana de este globo en la presente Cuarta Ronda] y hacer de ella el Hombre Racional. Éste es uno de esos temas sobre los cuales se puede decir muy poco al público general y verdaderamente es un MISTERIO, pero sólo a ojos de quien está preparado para rechazar la existencia de Seres intelectuales y espirituales conscientes en el Universo, limitando la Conciencia plena únicamente al ser humano, y eso sólo como una 'función del cerebro'. Muchos son aquéllos entre las Entidades Espirituales que han encarnado corporalmente en el hombre desde el comienzo de su aparición, y que por todo eso todavía existen con tanta independencia como lo hicieron antes en la infinitud del Espacio (…) Para decirlo con más nitidez: la Entidad invisible puede estar presente físicamente en la Tierra, y sin embargo no abandona su estado y funciones en las regiones supersensibles".
06. & 07. “Los grupos sexto y séptimo participan de las cualidades inferiores del Cuaternario. Son Entidades etéreas y conscientes, tan invisibles como el Éter (...) como lo es el Sexto -en la escala descendente de espiritualidad-; el séptimo y último son los Espíritus terrestres (elementales) que gradualmente forman, construyen y condensan el cuerpo físico humano, y este Sexto grupo no evoluciona más que la forma sombría del futuro hombre, una copia diáfana, transparente y apenas visible de sí mismos (…) Además, este sexto grupo sigue siendo casi inseparable del ser humano, quien extrae todo de aquél menos sus principios más altos e inferiores, o de su espíritu y cuerpo, siendo los cinco principios humanos e intermedios la esencia misma de aquellos Dhyanis. Por sí sólo, el Rayo Divino (Atman) procede directamente del Uno".
Es importante recordar esto: “Como enseña la Doctrina, no existen seres privilegiados en el Universo, ya sea en nuestro sistema u otros, o en los mundos externos o internos, como los ángeles de la religión occidental y judaica. Un Dhyani-Chohan debe convertirse en tal; no puede nacer ni surgir repentinamente en el plano de vida como un ángel completamente formado. La Jerarquía Celeste del presente Manvantara se encontrará transferida en el próximo ciclo vital a mundos más elevados y dará lugar a una nueva jerarquía compuesta por los elegidos de nuestra humanidad. El Ser es un ciclo sin fin dentro de la eternidad única y absoluta, en el que se mueven innumerables series internas, finitas y condicionadas".
Las páginas 292-293 en el primer volumen de "La Doctrina Secreta" otorga los nombres y breves descripciones sobre el artículo de T. Subba Row "The Twelve Signs of the Zodiac" de las Seis Fuerzas Universales que son sintetizadas y representadas colectivamente por la Séptima, que es “la luz del Logos” o “el Daiviprakriti”.
El total de los Siete Poderes Principales o Siete Fuerzas del Universo también se describe como los Siete Rayos, y son: (1) Para-Shakti, (2) Jnana-Shakti, (3) Itcha-Shakti, (4) Kriya-Shakti, (5) Kundalini-Shakti y (6) Mantrika-Shakti. Luego aprendemos de H.P.B. que “todo esto es esotérico, aunque no cubre la décima parte de lo que podría decirse. Por un lado, las denominaciones de las Seis Fuerzas mencionadas son de las seis jerarquías de Dhyani-Chohans sintetizados por su Primario -el séptimo- que personifica el quinto principio de la naturaleza cósmica o 'Madre' en su sentido místico, y únicamente la enumeración de los poderes del yogui requerirían diez volúmenes. Cada una de estas Fuerzas tiene una Entidad Viva y Consciente a su cabeza, de la cual la entidad constituye una emanación".
Helena Blavatsky y los Maestros han repetido muchas veces que la ley de correspondencia y analogía gobierna todos los aspectos y es una de las claves más importantes para obtener una comprensión clara y precisa de las enseñanzas esotéricas.
Mucho de lo que hemos citado anteriormente puede tener más sentido y ser apreciado en su verdadera luz si se relee con cuidado luego de revisar otros artículos en este sitio como “La Naturaleza Séptuple Humana", "Los Siete Planos de Existencia", "Evolución humana en 'La Doctrina Secreta'", "No tenemos ángeles guardianes", "Nuestros Siete Padres Divinos", "Doce enseñanzas teosóficas fundamentales", "El Zodíaco esotérico y la vida humana" y "¿Cómo estudiar satisfactoriamente a H.P. Blavatsky?".