14 de mayo de 2022

El instinto: su origen metafísico y función en la Naturaleza


"The Theosophical Movement", Parte 1, febrero de 2009

"El instinto es simplemente una percepción directa de lo que es correcto, dentro de su propio ámbito (...) Los animales tienen el instinto certero respecto a lo que deben comer y lo que es peligroso para ellos, pues su instinto es experiencia adquirida". Existe sabiduría en esta cualidad. Por ejemplo, vemos que un perro deja de comer cuando tiene mala salud, y esa es una de las formas en que se recupera; entonces, ocasionalmente ingiere cierto tipo de pasto y luego vomita expulsando elementos no deseados de su sistema. Pero también decimos que, en Teosofía, el despliegue de la inteligencia en los reinos inferiores no es más que el funcionamiento del "Impulso Dhyan-Chohánico". ¿Cómo reconciliamos estas afirmaciones?

No debemos confundir el instinto en los animales con la intuición o presentimiento humanos. La regulación automática de la respiración, los latidos cardíacos y la temperatura corporal se atribuye a instintos o reflejos adquiridos. La mayoría de las acciones humanas es una mezcla de instinto y aprendizaje; los adultos/ancianos siempre enseñan a los más jóvenes, y por ende es complejo saber qué cosas haríamos instintivamente en determinadas circunstancias. Sobre nuestra naturaleza instintiva, podemos decir que tiene un gran número de categorías, pero son muy indefinidas en comparación con aquéllas de los animales.

Pero ¿cómo evolucionó el instinto en los animales, y cuáles son las causas de este desarrollo? Esas preguntas son parcialmente explicadas por la ciencia. La teoría darwinista postula que los distintos tipos de animales y plantas tienen su origen en otros preexistentes, y que las diferencias observables se deben a modificaciones en generaciones sucesivas. ¿Y cuál es el origen de esos tipos y cómo se producen esos cambios? Se nos dice que éstos últimos tienen lugar como resultado de la llamada "selección natural".

De acuerdo con la Enciclopedia Británica: "La selección natural es un proceso que resulta en la adaptación de un organismo a su entorno, mediante la reproducción selectiva de cambios en su genotipo o constitución genética. En la selección natural, se conservan y multiplican generacionalmente las variaciones del genotipo que aumentan las posibilidades de supervivencia y procreación de un organismo, a expensas de las características menos ventajosas. La adaptación es simplemente el curso en que un animal o una planta se adaptan a su entorno, y constituye el resultado de la selección natural que actúa sobre las variaciones heredables (transmisibles). Incluso los organismos más simples deben adaptarse de muy diversas maneras: por ejemplo, en su estructura, fisiología y genética; locomoción-dispersión, medios de defensa y ataque, reproducción-desarrollo y otros aspectos".

Así, a través de dicho "filtrado" sobreviven los individuos "aptos", mientras que los débiles son eliminados en la "lucha por la existencia". Los organismos tienden a multiplicarse; la batalla constante por vivir y "obtener lo suficiente para comer y evitar ser comido" -junto con las desafiantes condiciones ambientales- requiere una eliminación permanente de los no aptos. Los supervivientes generan una prole y transmiten características orgánicas a sus descendientes. De este modo y en virtud de esa ley biológica, se perpetúan todas las "variaciones útiles" para efectuar una mejora progresiva.

Sin embargo y como explica Helena Blavatsky, esa norma de selección perpetuará las modificaciones ventajosas una vez se produzcan, y la "supervivencia del más apto" sólo puede tener lugar después que hayan surgido aquéllas, junto con organismos mejorados. La pregunta es: ¿qué causó tales transformaciones en primer lugar? Los orígenes pueden ser físicos, climáticos, dietéticos, etc., agrupados bajo selección sexual/natural, aislamiento, etc., pero éstos son sólo secundarios. Entonces, ¿cuál es LA CAUSA para ellos? ¿De dónde viene la inteligencia en el funcionamiento de la ley de Selección Natural y otros resultados subsidiarios? Ciertamente, no es obra de las "fuerzas ciegas" en la naturaleza.

Recapitulando y para entender la evolución, necesitamos aclarar estas dudas: (a) ¿cuál es la CAUSA subyacente a los hechos ya descritos?; y (b) ¿de dónde proceden los "tipos ancestrales" (preexistentes) que sirvieron como punto de partida para el desarrollo físico? Blavatsky otorga una visión de estas difíciles cuestiones:

-"¿Qué es la EVOLUCIÓN? (...) 'el acto o proceso de crecimiento, tal como hace una flor a partir del capullo, o un animal desde el óvulo o huevo'. Sin embargo, el capullo debe rastrearse desde su planta madre hasta la semilla, y el ovum hasta el animal o pájaro que lo puso, o en todo caso, el tejido protoplásmico que produjo su expansión y crecimiento. Y tanto la simiente como el cigoto deben tener las potencialidades latentes para la reproducción y el desarrollo gradual -el despliegue de las mil y una formas o etapas evolutivas- por que deben pasar antes de que la flor o el animal se desarrollen totalmente (...) Por lo tanto, debe estar ahí el plan futuro, si no un DISEÑO" (Doctrina Secreta, II, 653).

-"Todo el orden de la naturaleza muestra una marcha progresiva hacia una vida superior, y existe un diseño en la acción de las fuerzas aparentemente más ciegas, siendo prueba de ello todo el proceso de evolución, con sus interminables adaptaciones. Las leyes inalterables que eliminan a las especies débiles para dejar sitio a otras capaces, y que aseguran la 'supervivencia del más fuerte' -aunque sean tan crueles en su acción inmediata-, todo eso trabaja hacia un gran final en vista. El hecho mismo de que se produzcan esas adaptaciones, y que los más aptos sobrevivan en el combate por existir, demuestra que lo que se llama 'Naturaleza inconsciente' es en realidad un conjunto de fuerzas manipuladas por seres semi-inteligentes (Elementales) y guiadas por Altos Espíritus Planetarios (Dhyan-Chohans), cuyo conjunto colectivo forma el verbum manifestado del LOGOS inmanifestado, y constituye a la vez la MENTE del Universo y su LEY inmutable" (D.S., I, 277-278).

-"La verdadera solución del misterio se encuentra en la Sabiduría Divina impersonal, en su IDEACIÓN reflejada a través de la materia" (D.S., II, 299).

Así, Blavatsky sostiene que es el "Impulso Dhyan-Chohánico" o "Inteligencia Divina" lo que se halla tras todas las causas secundarias o agentes menores que dan lugar a las diversas especies. Estos factores incluyen: 1) variación transmitida por herencia, 2) selección natural, 3) selección sexual, 4) elegibilidad fisiológica, 5) aislamiento, 6) correlación del crecimiento, y 7) capacidad de adaptarse al medio ambiente (D.S., II, 738). Dicho impulso divino (o Fohático) es otorgado a los grupos de vidas o unidades de energía vital, que subyace a todas las formas.

En lo que respecta al desarrollo de diversas plantas y animales a partir de otros "tipos ancestrales", H.P.B. señala que las "causas" diferenciadoras conocidas por la ciencia moderna han entrado en funcionamiento sólo tras la fisicalización de los tipos primitivos de raíz animal, y a partir del plano astral (D.S., II, 736). El darwinismo sólo se encuentra con el curso evolutivo en su punto medio, es decir, cuando la evolución astral originó el juego de las fuerzas físicas ordinarias que conocemos. Por lo tanto, es en el mundo astral donde deben buscarse los tipos-raíz, para la época en que el planeta todavía estaba en su nivel etéreo. H.P.B. atribuye a la sabiduría Dhyan-Chohánica el verdadero surgimiento de las variaciones entre las especies:

"En la 'creación' de especies nuevas que a ratos se apartan mucho del tronco padre, según acontece en la gran variedad del género felino (como el lince, el tigre, el gato, etc.), los 'diseñadores' dirigen la nueva evolución, añadiendo a esos tipos ciertos apéndices o privándoles de ellos porque sean necesarios o dejen de serlo, en el nuevo medio ambiente. Así, cuando decimos que la Naturaleza provee a todos los animales y plantas de lo que necesitan, sean grandes o pequeños, hablamos correctamente, porque estos espíritus terrestres son los que forman la Naturaleza integral; la cual, si falla algunas veces en su concepción, no se debe considerar 'ciega' ni 'culpable del fracaso', puesto que, perteneciendo a una suma diferenciada de cualidades y atributos, es sólo en virtud de esto condicionada e imperfecta" (D.S., II, 732).

Por lo tanto, no son las "fuerzas naturales ciegas", sino la Inteligencia Divina que mediante la naturaleza despliega el empuje que guía las causas evolutivas secundarias. El plan del Universo potencial existió primero en la Mente Divina, como el croquis de un edificio. Este "diagrama" fue concebido y transmitido -o impreso- en la materia por Inteligencias Superiores, en calidad de "Leyes de la Naturaleza". El agua moja y el fuego quema; varios elementos químicos presentan características inconfundibles o sus propiedades de manera consistente. ¿Se deben entonces al mero azar? Es obvio que no. Estos rasgos han evolucionado a lo largo de largos periodos como resultado del desarrollo de dicho plan, bajo el impulso evolutivo de la inteligencia/conciencia que está presente en toda la naturaleza manifestada; incluso la doctrina de la supervivencia del más apto debería mostrar ese aspecto. A decir verdad, la aptitud no puede surgir de la nada, sino que se exterioriza finalmente a partir del afloramiento del carácter interno real, la potencialidad inherente.


Parte 2 y final, marzo de 2009

Para llevar a cabo el plan, la especie se guía por una inteligencia inherente para aprender de los errores y retener en su memoria -o genes, si se quiere- los conocimientos útiles adquiridos mediante experiencias, que les enseñan lo que deben hacer o evitar para conseguir su propósito final de supervivencia, proliferación y avance. La Enciclopedia Británica explica esto con el comportamiento en la construcción de nidos entre muchas aves, como las grajillas. Una vez elegido el lugar, la hembra reproductora encuentra y deposita en él palos, ramitas o trozos de hierba. Sujetando la ramita en el pico, el ave realiza un movimiento de barrido hacia abajo y los lados, de modo que el material entre en contacto con el saliente o las ramas sobre los que se elabora el nido. Cuando dicha rama encuentra oposición, los "zurcidos" laterales son más fuertes y se mezclan en una serie de rápidos empujones temblorosos, y si ese objeto se encuentra en una postura que ofrece aún más obstáculo, los esfuerzos se hacen más intensos hasta que el ítem encaja rápidamente. Esta actividad se repite con muchas ramitas hasta que el nido está completamente terminado.

Si bien el instinto para labrar nidos es inherente a las grajillas jóvenes, aún no tienen la capacidad de seleccionar el material adecuado, pero aprenden esta habilidad rápidamente. Al principio, un grajo inexperto probará cualquier objeto lo suficientemente pequeño, incluso trozos de hielo y extremos metálicos de bombillas eléctricas; mas como ninguno de ellos llega a alojarse con suficiente firmeza por la técnica que emplean, tal fracaso extingue rápidamente la tendencia del pájaro a recolectar objetos inadecuados. Y a través de un "condicionamiento positivo igualmente rápido", la grajilla aprende a ser experta en ramitas, llegando a utilizar sólo aquéllas con la forma y flexibilidad correctas. Por el contrario, muchos pájaros cantores semejan exhibir una tendencia innata a escoger los materiales óptimos para las diferentes etapas en la construcción del nido. Estas aves muestran un conocimiento innato no sólo en sus habilidades para anidar, sino también de los elementos convenientes con tal de erigir su hogar; pero debe haber existido un periodo en que estas capacidades fueron aprendidas por prueba de otros materiales que se descartaron como inutilizables, y por varias generaciones de pájaros, antes que el conocimiento de su inconsistencia pasara a ser instintivo con ellos. Del mismo modo, debieron adquirir instinto sobre las sustancias correctas para la construcción del nido. Y como vimos en la Parte 1, lo que les guía es la inteligencia o el Impulso Dhyan-Chohánico.

Se supone que el comportamiento instintivo tiene una base genética, y por tanto está moldeado por presiones de selección natural. Como consecuencia, la actividad instintiva contribuye a la preservación de un individuo o continuidad de la especie; es decir, la actividad instintiva tiende a ser adaptativa, estimulando la destreza del animal para alcanzar madurez y reproducirse. La Enciclopedia Británica también señala que el instinto es la respuesta involuntaria de un animal a cualquier estímulo externo, y el comportamiento instintivo es heredable en gran medida. Entonces, el instinto es la culminación de un lento proceso para asimilar, retener y transmitir el aprendizaje útil; es la memoria de las experiencias pasadas que exhiben los animales. La obra añade:

"Idealmente, el comportamiento instintivo parece no depender del aprendizaje o la práctica, sino surge en toda su intricación sin necesidad de ensayo cuando se encuentran los estímulos o las circunstancias adecuados. A menudo, esos alicientes no guían ni moldean el comportamiento instintivo, sino que parecen simplemente desencadenarlo o liberarlo. Esta característica da al instinto la apariencia de impulsar al animal de forma endógena (interna), y así la calidad del acto instintivo parece depender sólo secundariamente de la motivación exógena (externa)".

Mientras que por lo común el carácter fijo del instinto es beneficioso, el animal lo sigue ciegamente una vez adquirido, sin razonar sobre ello. Éste hará todo lo que su instinto le permita hacer como volar, correr o arrojar tinta para escapar de sus depredadores (como el género Sepia), pero más allá de eso tiene que perecer si sus habilidades resultan insuficientes debido al cambio de entorno. La propensión puede continuar durante algún tiempo antes que la inteligencia directriz lo compela a adquirir nuevas aptitudes para la supervivencia en el nuevo medio circundante. Blavatsky menciona a los leminos o lemmings, un tipo de roedores pequeños, que cruzan el Atlántico durante la época de migración, y miles de ellos mueren al atravesar el océano. Parece ser que en épocas anteriores existió tierra, donde hoy se sitúa el Atlántico Norte, y era a dicha isla que los lemmings solían trasladarse, ya hundida hace mucho tiempo; de este modo, una gran cantidad de animales queda exhausta en el camino y se ahoga. H.P.B. comenta: "Lo que llamamos 'instinto' no es más que la herencia ciega -y a veces incluso perjudicial- de experiencias previamente adquiridas" (D.S., II, 782).

En consecuencia, el instinto abarca rasgos, comportamientos, respuestas automáticas y reflejos incorporados en el propio tejido del organismo. Podemos decir que se trata de una herencia que se encuentra en los genes y las propias células que conforman al ser vivo. William Judge escribió: "Esta devolución del conocimiento explica también el instinto, ya que éste no es más que un recuerdo divisible en memoria física y mental (...) todo es efecto de la reencarnación que actúa en la mente o las células físicas, pues por debajo de la base establecida inicialmente, ningún átomo está desprovisto de vida, conciencia e inteligencia propias".

El instinto consiste en la memoria de la experiencia, sustancial para que las especies se conserven y propaguen. Según las leyes de selección natural y otras causas secundarias, todos los aprendizajes útiles se transmiten a la descendencia. De esta forma, la inteligencia Dhyan-Chohánica subyace a la experiencia asimilada o el instinto que muestran plantas y animales; ergo, es por medio de las variaciones provechosas que se origina idoneidad en la evolución física. Cada especie perfeccionada en ese camino ofrece más posibilidades a la inteligencia para actuar, y bajo este prisma, la evolución es un proceso de construir y perfeccionar la herramienta psicofisiológica para el espíritu interior:

"El instinto, como chispa divina, aguarda en el centro nervioso inconsciente del molusco ascidiano, y se manifiesta en el primer estadio de acción de su sistema nervioso que el fisiólogo denomina 'acto reflejo' (...) Es el instinto divino en su incesante progreso. Ese instinto actúa en los animales desde su nacimiento y cada uno en los límites prescritos por la naturaleza, y que sabe cuidar de ellos infaliblemente, salvo en caso de accidente originado en un instinto superior al suyo. En aras de una definición exacta, el instinto puede ser calificado de automático; pero debe tener la inteligencia de algo o alguien para guiarlo, ya sea dentro del animal que lo posee o fuera de él" (Isis Develada, I, 425).

La Teosofía nos enseña que todo es sensible porque existe vida, conciencia e inteligencia incluso en un átomo. La Onda Vital ha pasado por muchas transformaciones o reincorporaciones -desde las formas más simples hasta aquéllas más complejas- y acumulado experiencia en todos los reinos subhumanos, evolucionando bajo el "Impulso Natural". El empuje que manifiesta una marcha progresiva hacia la vida superior puede denominarse "divino" porque está guiado por inteligencias. El aprendizaje asimilado en diversas formas no se pierde, sino que pasa a formar parte de la naturaleza del organismo, lo que se denomina instinto. Se imprime en las propias células y átomos de diversos modos, en forma de conocimiento, que se transmite a la descendencia produciendo así formas mejores y más aptas, por cuyo medio la conciencia puede expresarse plenamente.

Todo el Universo existe para la experiencia y emancipación del alma, siendo éste el propósito de la evolución. El impulso para ese proceso viene del Espíritu o Atman. Las fuerzas de la naturaleza están comandadas por injerencias superiores, pues sólo por "obra de la casualidad" ninguna "potencia ciega" nunca podría haber concebido un mundo tan armonioso con sus maravillosas criaturas.