30 de enero de 2022

Respondiendo a calumnias nazistas contra H.P. Blavatsky


De todas las calumnias y tergiversaciones que abundan con respecto a H.P. Blavatsky, una de las peores es la ridícula insinuación de que ella fue "racista" y que tras su muerte sus escritos y teorías influyeron fuertemente en Adolf Hitler y el nazismo. No podría haber algo más francamente calumnioso, ofensivo e incorrecto que tal afirmación, y por eso presentaremos aquí los hechos innegables del asunto.

El Movimiento Teosófico fue fundado con tres objetivos principales, los que continúan siendo como tales al día de hoy y son:

"Primero: Formar el núcleo de una Hermandad Universal Humana, sin distinción de raza, credo, sexo, casta o color".

Segundo: Promover el estudio de religiones, ciencias y literatura arias y orientales.

Tercero: Una meta perseguida sólo por una parte de los miembros de la Sociedad, es investigar las leyes inexplicables de la naturaleza y los poderes psíquicos humanos” (H.P. Blavatsky, “La Clave de la Teosofía”, Apéndice)

El tema de la Hermandad Universal se enfatiza constantemente en todos los escritos y enseñanzas de H.P.B. y ella declaró en más de una ocasión que “la Teosofía es Hermandad universal”. Para citar de las páginas 230-231 de “La Clave de la Teosofía”:

“Pregunta: ¿Qué considera usted como deber de la humanidad en general?

H.P.B.: El reconocimiento total de derechos y privilegios iguales para todos, y sin distinción de raza, color, posición social o nacimiento.

Pregunta: ¿Cuándo considera que ese deber no se practica?

H.P.B.: Cuando existe la menor invasión al derecho de otro, ya sea de un hombre o una nación, y cuando hay algún fallo en mostrar la misma justicia, amabilidad, consideración o misericordia que deseamos para nosotros mismos. Todo el sistema político actual se basa en el olvido de tales derechos y en la afirmación más feroz del egoísmo nacionalista".

¿Acaso esto suena de alguna manera como "incitación a conductas racistas" o alguna "forma temprana de nazismo"? En la página 233 del mismo libro, H.P.B. escribió que “la unidad universal y causalidad, la solidaridad Humana, la Ley del Karma y Reencarnación (…) son los cuatro eslabones de la cadena dorada que deben unir a la humanidad en una familia, una Hermandad universal", y asimismo en las planas 270-271 expresó su deseo de que los teósofos comenzaran escuelas basadas en los principios de "autosuficiencia, amor por todas las personas, altruismo y caridad mutua" que servirían para ayudar a los niños a convertirse en "hombres y mujeres libres en intelecto y moral, sin prejuicios en todos los aspectos y sobre todo desinteresados".

Las falsas acusaciones de racismo y "nazismo" se reducen a un malentendido ignorante -o en muchos casos malignidad intencional- sobre tres aspectos principales que son: (1) la enseñanza teosófica sobre "Razas-Raíz", (2) el uso de la esvástica en el logotipo teosófico y (3) el empleo y significado de la palabra "ario (a)" en los escritos de H.P. Blavatsky y sus colegas.

El término "Raza-Raíz" se usa para referirnos a épocas específicas de la civilización. De acuerdo con las enseñanzas de la Teosofía y H.P.B., cuatro de estas épocas o razas ya se desarrollaron y extinguieron en nuestro planeta, sucediéndose una tras otra luego de decenas o incluso cientos de miles de años, y así cada Raza-Raíz y su propio continente finalmente son destruidos en gran parte por desastres naturales. Las primeras cuatro razas-raíz ya no existen porque ya cumplieron su función, y se conocen como polar, hiperbórea, lemuriana y atlante. La evolución humana requiere que existan siete épocas principales y por lo tanto siete razas-raíz en total. Actualmente se halla en curso la Quinta Raza y se menciona en Teosofía como Raza-Raíz Aria.

Se llama “aria” porque los comienzos de su civilización fueron en la antigua tierra conocida como Aryavarta y que hoy se denomina India. Todas las diversas razas en el mundo contemporáneo descienden originalmente de la "Madre India" según la Teosofía, con excepción de orientales, africanos y algunos aborígenes como los australianos nativos. Son considerados descendientes y supervivientes de razas más antiguas, particularmente las últimas sub-razas lemurianas y atlantes.

Pero esto NO significa que esas razas o los miles de millones de personas que pertenecen a ellas sean “inferiores” de alguna forma. Blavatsky enseñó que la persona real es el alma interior que reencarna en cuerpos de varias razas a lo largo de su largo viaje cíclico y evolutivo. "Por lo tanto, la razón dada para dividir a la humanidad en razas superiores e inferiores se derrumba y deviene una falacia" (“La Doctrina Secreta”, vol. 2, p. 425). 

Cualquiera que se tome tiempo y esfuerzo para realizar incluso un poco de investigación histórica verá fácilmente que la palabra "ario" se usaba con frecuencia como sinónimo de "indio" en la época victoriana, bajo la cual H.P.B. vivió e inició el Movimiento Teosófico. El segundo objetivo de estudiar “las religiones, ciencias y literatura arias y orientales" significa exactamente las de origen indio y otras de esa región.

H.P. Blavatsky adoraba a India y su gente con amor eterno. En 1879 trasladó la sede internacional de la Sociedad Teosófica a ese país y vivió allí durante unos siete años, tiempo durante el cual llamó la atención de modo incansable e intrépido sobre los atroces fanatismos, prejuicios y discriminación que se mostraba diariamente a los indios en su propia patria por parte de los "conquistadores" ingleses blancos, y como ya es sabido esto sucedió antes de que India obtuviera su independencia del gobierno británico. En la terminología teosófica todos los europeos también son arios debido a que son una rama de la Raza-Raíz que tuvo sus inicios en la antigua Aryavarta, y para aclarar el asunto H.P.B. también sugirió el uso del término "Raza-Raíz Indoeuropea". Aunque habitaba en un cuerpo europeo, no ocultó el hecho de que se sentía india en su corazón.

No hay el menor rastro ni la más leve alusión a cualquier aspecto que aborde incluso tangencialmente la "supremacía blanca" en cualquiera de sus escritos. Todo lo contrario, ya que ella nunca dejó de exponer los prejuicios, la ignorancia, hipocresía y maldad que eran en ese momento tan prevalecientes entre aquellas razas que, sin embargo, ingenuamente se creían personas “superiores”, las más “cultas” y “civilizadas” del mundo.

Al considerar que las religiones indias del hinduismo y budismo conservan las verdades espirituales más preciosas, Blavatsky escribió que uno de los objetivos del Movimiento Teosófico era “indianizar” la vida y el pensamiento de Occidente (ver “Five Messages from H.P. Blavatsky to the American Theosophists”, cuarto mensaje).

La manipulación del término "ario" por Hitler terminó por dar un significado completamente distinto al que se usó en Teosofía. La teoría del caudillo era que los arios constituían una llamada "raza perfecta" con personas de cabello rubio y ojos azules, y que los judíos -a quienes buscaba exterminar- no eran arios. Este concepto ridículo era exclusivo de Hitler, y antes de esto el uso de los términos "ario" y "raza raíz aria" no causaba preocupación ni temor para ninguna persona, fuera o no teósofa. Es sólo debido al mal uso intencional de este término, así como la tergiversación del antiguo símbolo espiritual indio de la esvástica, que algunos han pensado de manera errónea que existe algún tipo de conexión entre Blavatsky y Hitler. Y precisamente son esos individuos que prefieren saltar a conclusiones en lugar de investigar los HECHOS en forma independiente e imparcial.  

El hecho de que teósofos en Alemania, Austria y otros lugares fueran perseguidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y protestaran con todas sus fuerzas contra el nazismo sólo sirve como prueba adicional (como si se necesitara alguna) de que ni Blavatsky ni los seguidores de su filosofía podrían simpatizar con ideologías y políticas tan indescriptiblemente malévolas como la del nacionalsocialismo.

En la página 607 de la extensa y muy bien investigada obra “H.P.B.: La extraordinaria vida e influencia de Helena Blavatsky” (Sylvia Cranston) se puede encontrar el texto traducido de un documento oficial del Reichsführer Heinrich Himmler que declara la disolución obligatoria de todas las sociedades teosóficas en Alemania.

“¿Qué enseñanza teosófica molestó tanto a Hitler que los teósofos fueron de los primeros en ser enviados a campos de concentración? El primer objeto del movimiento teosófico, porque formar un núcleo de hermandad universal, naturalmente incluyendo a todos los seres humanos, fue un concepto alarmante para un tirano que planeaba dominar eliminando razas y grupos a través del genocidio. 'La Doctrina Secreta' tiene una frase (2: 266) que enfervorizaría la mentalidad nazi: 'Los arios y su rama semítica son de la Quinta Raza' (…) Dos maestras, Mary Linne y Emmi Haerter, fueron encarceladas en Alemania debido a la literatura teosófica que se encontró en su poder, toda la cual fue quemada e incluyendo su propia traducción de 'La Doctrina Secreta', y este fue también el destino de las cartas de los Maestros al doctor Hubbe-Schleiden" (Sylvia Cranston, “H.P.B.: La extraordinaria vida e influencia de Helena Blavatsky”, p. 607-608). 

Según Blavatsky, todos los pueblos de Oriente Medio, incluidos los judíos, son tan arios como los anglosajones y blancos europeos. Particularmente importante para nuestro tema son sus palabras en la página 200 del segundo volumen de “La Doctrina Secreta” donde dice:

"La doctrina oculta no admite divisiones tales como la aria y la semita (…) Los semitas, especialmente los árabes, son arios tardíos (…) A éstos pertenecen todos los judíos y árabes". También leemos que el pueblo judío es "una tribu descendiente de los tchandalas de India, los marginados, muchos de ellos ex-brahmanes que buscaron refugio en Caldea, Sindh y Aria (Irán) y eran verdaderamente de su padre A-bram ('no brahmán') unos 8.000 años a. de C.”  La misma idea también se expresa en la página 471 de ese volumen.

En cuanto al distintivo de la esvástica que adorna el logotipo oficial o sello del Movimiento Teosófico, se refiere a un antiguo símbolo espiritual indio de significado inherentemente bueno y puro. A modo de ejemplo, muchos siglos posteriores al diseño o invención de la bandera inglesa ésta se usó como símbolo de odio e intolerancia en los mítines de racistas idiotas como la mal llamada "Liga de Defensa Inglesa", pero esa no es razón para que el pabellón inglés sea denunciado como un signo intrínsecamente malvado o demoníaco.

Lo mismo ocurre con la esvástica, porque antes de Hitler nadie pensaba que fuera signo de maldad u odio. Aunque se originó en la India y hoy es propiedad principalmente de hindúes, jainistas y budistas, fue utilizada a lo largo de la historia en todo el mundo e incluso por los primeros cristianos, quienes solían acompañar este símbolo arcaico con la inscripción Vitalis vitalia o "Vida de la vida", y de hecho el significado literal de la palabra sánscrita "svastika” es “todo está bien" (ver "La esvástica y su simbología").

H.P. Blavatsky escribió que la sexta Raza-Raíz venidera deberá sus cualidades únicas y especiales en parte al hecho del matrimonio interracial y la mezcla libre de razas existentes durante nuestro tiempo. Por ende, la Teosofía está en contra de todo racismo, discriminación, prejuicio e ignorancia. Como se dijo al principio, su primer y fundamental objetivo es ayudar a lograr la Hermandad Universal en este mundo. Según H.P.B., este ideal es "un hecho en la naturaleza" y de carácter eterno porque todo conforma la ÚNICA Vida y ella es sagrada, preciosa y divina.

Como una vez ella informó a Charles Johnston durante un encuentro en 1887:

"Realmente no existen 'razas inferiores' porque todas son una en nuestra humanidad común; y como todos hemos tenido encarnaciones en cada uno de estos grupos, deberíamos ser más fraternales con ellos" (The Theosophical Forum, abril de 1900). 

Ser etiquetada como "precursora del nazismo" no es la única acusación ponzoñosa y completamente falsa que se debe incriminar en contra de esta mujer tan tergiversada cuya única intención era ayudar a la humanidad. Algunos la han catalogado como "satanista" y "adoradora del diablo", lo cual se trata en nuestros artículos “Lucifer, el Portador de la Luz" y "¿A qué nos referimos con lo 'oculto' en Teosofía?" Otros la han acusado de "plagio" y aún lo hacen, aparentemente ignorantes de que el autor de dicha acusación fue considerado un gran usurpador, y así también se ocupa de ello el texto “¿Fue Blavatsky una plagiadora?: las mentiras de William Coleman".

Otros han señalado que Blavatsky "cometía fraude" e "inventó las fuentes" (como el "Libro Secreto de Dzyan" y el "Libro de los Preceptos Dorados") en las cuales basó algunos de sus escritos más influyentes; que "creó a los Maestros o Mahatmas" que dijo eran sus Iniciadores y Custodios de la Doctrina Secreta, y que "falsificó cientos de cartas a personas de todo el mundo" para engañarlas y hacerles creer que estaban en correspondencia con esos Seres.

Se recomienda a cualquier persona que se preocupe por los hechos en lugar de la ficción que revise artículos como "El Libro Secreto de Dzyan", “Cinco anécdotas sobre los Maestros y Madame Blavatsky”, “¿Quién escribió 'La Doctrina Secreta'?” y también "A Casebook of Encounters with the Theosophical Mahatmas" en la página electrónica "Blavatsky Archives" (enlace). 

También sería conveniente leer el informe de 1986 y 1997 del profesor Vernon Harrison y la crítica sobre las infundadas acusaciones de falsificación y estafa que principalmente fueron dirigidas contra Blavatsky mediante lo que se conoció como "Informe Hodgson" publicado en 1885 por la Sociedad de Investigaciones Psíquicas (S.P.R.). Harrison, un experto entrenado en fraudes, demostró que el "informe Hodgson" no era de ninguna manera "el modelo de investigación imparcial tan a menudo reivindicado en el siglo pasado; es imperfecto e indigno de confianza, y las observaciones y conclusiones de Hodgson deben tomarse con un considerable escepticismo. El caso de Helena Petrovna Blavatsky necesita un nuevo examen en este sentido y ella no merece menos"

De esta manera, el informe y los hallazgos del profesor Harrison fueron tan concluyentes que la S.P.R. se vio obligada a publicarlos y reconocerlos en su propia revista. Hoy todos, excepto los desinformados y fanáticos, no pueden sino estar de acuerdo con las observaciones de Harrison de que el reporte Hodgson estaba "plagado de declaraciones sesgadas y franca falsedad".

Muchas personas también afirman con “confianza” que "Blavatsky no tiene credibilidad y nadie la toma en serio". Esto también es simplemente una tontería como puede comprobarse leyendo “Elogios para Helena Blavatsky y la Teosofía”. La obra altamente respetada y extensa de H.P.B. escrita por Sylvia Cranston -aludida al inicio- también muestra en profundidad cuán influyentes y trascendentales son sus trabajos y enseñanzas, tanto durante su vida como en el presente.

“Es bien sabido que la primera regla de la Sociedad Teosófica es llevar a cabo el objeto de formar el núcleo de una hermandad universal. El trabajo práctico de esta regla fue explicado por quienes lo establecieron con el siguiente efecto:

EL QUE NO PRACTICA ALTRUISMO Y NO ESTÁ PREPARADO PARA COMPARTIR SU ÚLTIMO BOCADO CON UNO MÁS DÉBIL O POBRE QUE ÉL MISMO; AQUÉL QUE SE NIEGA A AYUDAR A SU HERMANO DE CUALQUIER RAZA, NACIÓN O CREDO, DONDE QUIERA QUE ENCUENTRE SUFRIMIENTO, Y QUIEN VUELVE UN OÍDO SORDO AL LLANTO DE LA MISERIA HUMANA; AQUÉL QUE OYE A UNA PERSONA INOCENTE SIENDO CALUMNIADA, YA SEA UN HERMANO TEÓSOFO O NO, Y NO SE COMPROMETE CON SU DEFENSA COMO ASUMIRÍA LA SUYA, ÉSE, NO ES TEÓSOFO”.