Del libro "La extraordinaria vida e influencia de Helena Blavatsky" por Sylvia Cranston, capítulo 11.
"En India y durante 1879, me fue hecha una curiosa profecía por un místico que dijo que cada letra del alfabeto tiene una influencia benéfica o maléfica en la vida y el trabajo de toda persona. Los individuos cuyos nombres comienzan con una inicial cuyo sonido es adverso a alguna otra persona deben evitar a esta última. '¿Cuál es la letra que me es más adversa?', pregunté. 'Cuídese de la C', respondió, 'veo tres C mayúsculas brillando ominosamente sobre su cabeza. Deberá cuidarse de ellas especialmente durante los próximos diez años y escudar a su Sociedad de su influencia. Ellas son las iniciales de tres personas que pertenecerán al cuerpo teosófico, para volverse sus más grandes enemigos'. Olvidé la advertencia hasta 1884, cuando aparecieron los Coulomb en escena. Me pregunto si serán el doctor Coues y [Mabel] Collins [Cook] quienes cierren la lista" (170).
Lo que tienen de interés estos tres individuos, aparte de que sus nombres comienzan con “C”, es que tienen “Co” al comienzo de los apellidos. Hasta el nombre de casada de Mabel Collins (Cook) comparte esa sílaba; y luego de elegir el título para este capítulo, ¡notamos que "conspiración" también incluye esas grafías!
Al regresar a los Estados de Europa, donde encontró a Olcott y Blavatsky en 1884 y luego de ingresar a la S.T., Elliott Coues fundó esta colectividad en Washington D.C. y más tarde fue presidente de la Mesa de Control Americana en dicha Sociedad. En su carrera profesional había sido anatomista, historiador, naturalista y ornitólogo. Peter Brooks, un distinguido conservacionista, dice de Coues: “Entre los profesionales que establecieron la ornitología como ciencia, ninguno se recuerda con más respeto –casi devoción- que Elliott Coues” (171).
La conspiración a tratar aquí comenzó con una alianza entre Coues en EE.UU. y Mabel Collins en Londres, y recibió atención pública en dos cartas de Elliott, publicadas en el Religio-Philosophical Journal el 11 de mayo y 1 de junio de 1889. En su primera misiva Coues escribe que “hace alrededor de cuatro años” (1885) e interesado en Luz en el Sendero, “escribió a la señora Collins una carta, alabándolo y solicitándole [información] sobre su verdadero origen”. Esto era porque dicho libro, dice Coues, “se suponía haber sido dictado a Collins por Koot Hoomi o algún otro adepto hindú que mantenía a la Sociedad Teosófica en el hueco de su mano maestra”. Mabel respondió rápidamente con su propia mano de que su escrito “fue inspirado o dictado de la fuente arriba indicada", y Coues agrega que desde ese momento “nada pasó entre Collins y yo hasta ayer [2 de mayo de 1889], cuando inesperadamente recibí la siguiente respuesta” [carta de Collins, 18 de abril de 1889]:
"Sentí que era mi deber escribirle sobre un tema (para mí) doloroso y que no debo demorar más. Usted recordará que me escribió preguntando quién era el inspirador de 'Luz en el Sendero' (...) En ese momento, yo estaba estudiando a Madame Blavatsky y también bajo su dirección. No sabía nada entonces sobre los misterios de la Sociedad Teosófica, y me sorprendió cuando usted me escribió. Le llevé la carta a Blavatsky; el resultado fue que escribí la respuesta bajo su dictado (...) Deseo aliviar mi conciencia ahora, diciendo que compuse esta misiva sin saberlo y simplemente para complacerla; y ahora veo que estaba equivocada al hacerlo. Debo establecer además que 'Luz en el Sendero', según sé, no fue inspirado por nadie; pero que lo vi inscrito sobre las paredes de un lugar que visité espiritualmente (...) allí lo leí y lo registré. Jamás he recibido prueba de la existencia de ningún Maestro, aunque creo (como siempre) que la fuerza mahátmica debe existir".
En la segunda carta al Religio-Philosophical Journal, Coues establece que en su primera comunicación él no dio la carta original de Collins porque “no podía poner mis manos convenientemente sobre ella”. Elliott señala que ahora la refiere “palabra por palabra”, añadiendo: “Está escrita por la mano de la señora Cook, no firmada ni fechada”.
La escritora de Los Portales Dorados es Mabel Collins, a quien le fue dictado Luz en el Sendero y El Idilio del Loto Blanco por uno de los Adeptos del grupo que a través de Madame Blavatsky se comunicaron por vez primera con el mundo occidental. El nombre de este inspirador no puede ser otorgado, porque los nombres de los Maestros ya han sido suficientemente desacralizados.
Coues continúa: “Esto es exactamente, palabra por palabra, lo que Cook señala ahora que me escribió equivocadamente, porque Madame Blavatsky 'pidió e imploró' que lo hiciera, y lo cual registró bajo su dictado. Ciertamente tiene el genuino carácter blavatskiano”.
Esta carta que Collins dirigió a Coues fue urdida por él. ¡La obra A Través de los Portales Dorados no se publicó hasta 1887! Además, en 1885 y cuando ella afirmaba que estudiaba bajo H.P.B. y que ésta última le dictó la respuesta, Blavatsky estaba en India, a miles de kilómetros (172). La primera vez que Helena vio una copia de Luz en el Sendero fue durante 1886, cuando Arthur Beghard se la entregó en Alemania (173).
Mabel Collins frecuentemente reclamó la autoría de los tres libros mencionados, afirmando que le fueron dictados por uno de los Adeptos (174). Blavatsky lo identificó como Hilarión, un maestro griego que colaboraba con aquélla en sus propias historias; por ello, es evidente que Collins -en cuanto novelista- era incapaz de producir tales trabajos, si consideramos un ítem que aparece en el London Star, citado por H.P.B. en “Literary Jottings” (Lucifer, diciembre de 1888):
"Luz en el Sendero de la señora Mabel Collins ha sido traducido al sánscrito, y será considerado por los pandits hindúes como un clásico de ese idioma. La traducción al sánscrito no debe haberse realizado desde hace más de un siglo; pero el libro es lo suficientemente buddhístico y oculto para satisfacer aún a los hindúes más eruditos. Este pequeño libro, una verdadera joya -comenta H.P.B.- 'pertenece y emana de la misma escuela de pensamiento e instrucción indo-aria y budista que las enseñanzas de La Doctrina Secreta'”.
Lo que Coues no menciona en sus cartas al Religio-Philosophical Journal es que Collins había sido recién expulsada de la Sección Esotérica de la S.T., pues según Blavatsky “ella quebrantó sus votos, siendo culpable de la brujería más negra y deslealtad a su IDENTIDAD SUPERIOR. Y cuando ya no pude mantenerla más en la S.E. ni a ella ni a su amigo Michael Angelo Lane, los dos convulsionaron a toda la Sociedad con sus calumnias y falsedades” (175). Collins demandó a H.P.B., pero cuando el caso comenzó en julio de 1890, el abogado de Helena mostró una carta de Collins a su propio defensor y él inmediatamente solicitó la finalización del litigio (176). El contenido de esta carta jamás ha sido revelado.
El disgusto de Coues con la S.T. comenzó cuando fue anulada la Mesa de Control, sobre la cual había regido despóticamente durante dos años. En octubre de 1886 las doce logias estadounidenses se organizaron en una sección análoga de la Sociedad Teosófica y eligieron a William Q. Judge como Secretario General (177). Blavatsky dice qué sucedió a partir de allí en una carta a la hermana soltera de Charles Johnston, en Irlanda:
"Hace un tiempo que [Coues] me escribe pidiendo entre otras cosas que la S.T. en EE.UU. se ponga bajo su control. Se ha esforzado para incitarme contra Judge y Olcott, ¡y ha llegado a plantear que debiera unírmele en conspiración para engañarlos! Justo antes de la última convención en Chicago, me escribió sugiriendo que era tiempo para que él fuera elegido presidente, y solicitó que telegrafiase a la Convención para ordenar tal cosa. El verdadero propósito de su solicitud era que engañara deliberadamente a todo el cuerpo de la S.T. en ese país, diciendo que era deseo del Maestro que él fuera nombrado director. Sobra decir que su pretensión falló. Y ahora, como resultado de todo esto, se vuelve contra mí y la Sociedad amenazando en múltiples formas" (178).
Las ambiciones de Coues para dominar la Sociedad se desenmascararon en dos referencias que citaban las cartas del científico a H.P.B. (179). Las respuestas de ésta última fueron descubiertas recientemente en la Colección Coues, Sociedad Estatal Histórica de Wisconsin, y se publicaron en una serie de seis partes editadas por Michael Gomes en The Canadian Theosophist (septiembre/octubre de 1984 hasta septiembre/octubre de 1985).
Como resultado de las maquinaciones por Coues, la carta constitutiva de su "S.T. Gnóstica" fue revocada el 22 de junio de 1889 y terminó expulsado de la Sociedad (180). Luego de ello Elliott continuó sus ataques contra Blavatsky en forma aún más virulenta en el Religio-Philosophical Journal: “Mantengan silencio sobre H.P.B., si son sabios. Quien se detenga a analizar o siquiera notar tal inmundicia, arriesga ensuciarse las manos” (181). Pocos meses después, ella afirmó que sólamente seguía la recomendación por Coues de cuatro años antes (22 de noviembre de 1885):
"Usted es una maravillosa y gran mujer, a quien admiro tanto como aprecio (...) La admiro por su fortaleza para soportar cargas que matarían a cualquier otro, salvo a la Blavatsky que jamás ha sido vista ni lo será jamás (...) ¡Nunca tema a sus enemigos! Ellos conseguirán una reputación espuria y maliciosa atacándola; usted puede permitírselo, aunque no querrá concederles la inmortalidad que conseguirían si condescendiera a combatirlos. Cuando se escriba la historia, ellos aparecerán asiéndose de vuestro camisón. ¡Sacúdalos y déjelos ir!-Elliott Coues". Helena respondió: “Así lo haré”.
En la primavera de 1890, Coues cambió su táctica en la campaña contra Blavatsky. Como señalan sus biógrafos Cutright y Brodhead, decidió aceptar el consejo que algunos años antes le había dado un amigo, llamado J.A. Allen: “Cuando usted se encuentre en una controversia, sin importar cuáles sean los méritos del caso o quién esté en lo correcto, utilice los grandes periódicos y semanarios” (182). Coues eligió el Sun, uno de los medios líderes en Nueva York, editado por el famoso periodista Charles Dana y distribuido en todo el país. El ataque comenzó con una editorial preliminar el 1 de junio de 1890, que hablaba de la Teosofía como una "religión oculta" y se informaba al público que el profesor Coues “mostraba las mentiras y trucos de Blavatsky luego de haber sido durante años uno de sus incautos”. Luego en el suplemento dominical del Sun se publicó una larga “entrevista” a Coues: seis columnas de letra fina en las enormes páginas de aquellos días; y como recuerda un veterano periodista, tenía “todas las calumnias imaginables o pronunciables de los confines de la Tierra”. La “entrevista” fue encabezada en forma sensacionalista: “¡Blavatsky Develada: la Arpía Tártara domada por el Científico Smithsoniano!” Como preparativo anterior, Coues había realizado una amplia “cacería de hechos” por correspondencia con todos los enemigos de H.P.B. (183). De allí en adelante, los "biógrafos" más hostiles bebieron de la así llamada entrevista como "almacén de datos".
“Cada edad tiene sus profetas engañosos”, decía Coues. “Siendo esta una era femenina, es natural que su mayor charlatana sea alguna clase de Cagliostro femenino”. Tanto el Sun como Coues engañaron al público al difundir el mencionado artículo, porque él redactó tanto preguntas como respuestas. El imaginario reportero inquiría todas las dudas correctas, para las cuales Coues había escrito previamente su contestación. La antología de Coues en Wisconsin contiene la “entrevista” original mecanografiada; en el margen izquierdo de la primera página, con letra de Elliott, se encuentra lo siguiente: “Copia original del artículo como lo preparé para el Sun en nueve o diez columnas, pero cortado a seis para ser impreso; [firmado] E.C." Esta frase en tinta parece haber sido añadida después para identificar el documento, y Coues olvidó que se suponía era una entrevista. Había tres encabezados sugeridos que aparentemente eran demasiado riesgosos para que el Sun los imprimiera: "Descubrimiento de la Carrera de Crímenes y Oscuros Hechos de la Cosaca: ¿La allanarán en Nueva York el inspector Byrnes o Comstock †?"
† Anthony Comstock era un famoso expositor de fraudes en ese tiempo.
Los discípulos americanos más destacados de H.P.B., a saber Olcott y Judge, estaban etiquetados como "incautos" y "cómplices voluntarios". Coues hasta intentó dar la impresión de que él mismo jamás había sido miembro del culto: “Confieso la natural irritación que sentí cuando encontré mi nombre asociado en la opinión pública con su trampa; y el uso hecho del mismo -como material para tramas fraudulentos de un hato de groseros estafadores- sacaría de sus casillas e indignaría a cualquier hombre honesto” (184).
Como prueba de la "promiscuidad sexual de Blavatsky", Coues se refiere a una carta de Richard Hodgson (entonces secretario de la S.I.P. estadounidense) respecto de su vida en el Cairo en 1871-1872. También cita una correspondencia de 1885 por Emma Coulomb al coronel John C. Bundy, entonces editor del Religio-Philosophical Journal: “La primera información definida que tuve sobre su inmoralidad", escribe Coues, “es un resumen de una carta del malogrado D.D. Home, notable médium espiritista inglés, escrita a W.E. Coleman de San Francisco. Esta la coloca en París en 1857 ó 1858 como una damisela-concubina del Príncipe Émile de Wittgenstein, de quien tuvo un hijo deforme que murió en Kieff en 1868”. Esta última acusación hizo que finalmente Blavatsky actuara. Escribió una misiva impresa en The Path (septiembre 1890) bajo el título “Mme. Blavatsky Appeals To The Law”:
"Al Editor de Path:
Si bien estoy en pleno acuerdo con la proposición de perdonar a nuestros enemigos, no perderé por ello mi 'apelación al César' y en ello me reservo el poder de perdonar y protejo el nombre de un amigo muerto y la seguridad futura de los teósofos. Arrojo a las Cortes del país a quienes sin tener sentido de lo justo o injusto, piensan que es apropiado publicar calumnias e injurias infundadas.
Si bien estoy en pleno acuerdo con la proposición de perdonar a nuestros enemigos, no perderé por ello mi 'apelación al César' y en ello me reservo el poder de perdonar y protejo el nombre de un amigo muerto y la seguridad futura de los teósofos. Arrojo a las Cortes del país a quienes sin tener sentido de lo justo o injusto, piensan que es apropiado publicar calumnias e injurias infundadas.
Por alrededor de quince años he soportado con calma y visto a mi buen nombre atacado por chismes en periódicos que se deleitan sobre peculiaridades personales de aquéllos que son conocidos (...) Pero ahora, un gran diario metropolitano en Nueva York, sin conocimiento sobre los hechos del caso, expone ante el público numerosos cargos en mi contra, que en su mayoría encuentran su refutación en mi vida por más de una década. Pero como uno de esos cargos se refiere fuertemente a mi carácter moral y produce la mala reputación de un honorable hombre muerto, un viejo amigo de mi familia, es imposible para mi permanecer en silencio. Así que me he dirigido a mis abogados en Nueva York para que procuren una acción contra el N.Y. Sun por libelo.
Este periódico me acusa de ser miembro del bajo mundo [en 1857/1858] y de tener relaciones impropias con el Príncipe Émile Wittgenstein, con el cual -dice el periódico- tuve un 'hijo ilegítimo'. La primera parte del cargo es tan ridícula que da risa, pero la segunda y tercera partes involucran a otros en la reprobación. El Príncipe Wittgenstein, ahora muerto, era un viejo amigo de mi familia, a quien vi por última vez cuando tenía dieciocho años; él y su esposa se mantuvieron en contacto epistolar conmigo hasta su muerte. Fue primo de la fallecida Emperatriz de Rusia, y no pensaba que sobre su tumba se arrojara la mugre de un moderno periódico neoyorquino. Rechazaré este insulto a él y a mí con todos los dictados de mi deber, y también estoy obligada a proteger el honor de todos los teósofos que condujeron sus vidas por las enseñanzas de la Teosofía; por ello mi apelación a la Ley y al jurado de mis camaradas americanos. Abandoné mi obediencia al Zar de Rusia en la esperanza de que EE.UU. protegería a sus ciudadanos, y ojalá ese anhelo no sea vano".
Se hicieron dos litigios en nombre de Blavatsky, uno contra Coues y otro contra el Sun, ambos por la acusación de inmoralidad y se pidieron 50.000 dólares por daños. Debido al apiñamiento del calendario, los casos se prolongaron hasta 1891.
En marzo apareció una noticia en el Path. En una vista previa ante el juez Beach en la Corte Suprema, el abogado del Sun confesó la incapacidad de su cliente para probar el cargo de inmoralidad. La noticia continúa: “El caso ahora es simplemente una cuestión de a cuánto ascenderá el monto de los daños; todo debe esperar hasta que la pugna llegue al término del juicio” (185).
La confesión de "incapacidad para probar el caso" fue una victoria considerable. Subsecuentemente, en una moción propuesta por el abogado de H.P.B. el 27 de abril de 1891 (esta escritora posee una copia fotoestática y acreditada por la Oficina del Condado de la Corte Suprema, Nueva York), se atestigua que existen “certificados por expertos médicos” disponibles que prueban que los cargos de libelo reaizados por Coues “están absolutamente desprovistos de fundamento” (186). En específico, los registros sostienen -y según evidencia descubierta por Walter Carrithers- que “el abogado de la litigante informó a la Corte durante los procedimientos que estaban listos los informes de dos ginecólogos, que jurarían el hecho de que Madame Blavatsky no había tenido ningún hijo, como acusaba el Sun” (187).
Charles Dana, editor del periódico, no era alguien que admitiera fácilmente la derrota y persiguió duramente sus objetivos hasta el amargo final. Blavatsky lo describe como “sentado por años sobre el malogrado Henry Ward Beecher” y “persiguió hasta la muerte al 'verdadero hombre bueno', Deacon Smith de Cincinnati” (188).
Sin embargo, se debe mucho a Dana que el Sun reconociera de modo editorial su error al publicar el "artículo Coues", en un momento que no estaba legalmente obligado a hacerlo. Helena murió antes que la causa llegara a juicio, y su fallecimiento automáticamente terminó el litigio. Apareció la retractación editorial en el Sun el 26 de septiembre de 1892; no se limita solamente al cargo de inmoralidad, sino que incluye otras acusaciones realizadas por Coues:
"En otra página imprimimos un artículo en el cual el señor WILLIAM Q. JUDGE trata la romántica y extraordinaria carrera de la fallecida Madame HELENA P. BLAVATSKY. Aprovechamos la ocasión para observar que el 20 de julio de 1890 nos equivocamos al admitir en las columnas del Sun un artículo del doctor E.F. COUES de Washington, donde se hacían alegatos que no parecen haber tenido fundamento sólido contra el carácter de Madame Blavatsky, así como de sus seguidores. El artículo de Judge elimina todo cuestionamiento relativo a Madame presentado por Coues, y deseamos declarar que sus alegatos respecto de la Sociedad Teosófica y Judge en persona no tienen el respaldo de evidencias y no debieron haber sido publicados" (189).
El largo artículo de Judge titulado “The Esoteric She" puede resumirse así:
"El objetivo en su vida era liberar la mente humana de los grilletes forjados por el sacerdocio. Ella deseaba que todos los hombres supieran que debían llevar la carga de sus propios pecados, porque nadie podía hacerlo por ellos, y en consecuencia Helena trajo a Occidente las antiguas doctrinas orientales del Karma y la Reencarnación. Sobre la primera o Ley de Justicia, ella dijo que cada uno la debe responder por si mismo; sobre la segunda, respondió sobre esta Tierra donde se efectuaron todos sus actos".
"Su vida desde 1875 se dedicó al incesante esfuerzo de atraer a la Sociedad Teosófica a todos quienes pudieran trabajar sin egoísmo para propagar una ética y filosofía tendiente a realizar la fraternidad humana, mostrando la unidad real y esencial de la no-separatividad de todos los seres. Sus libros fueron escritos con el objetivo declarado de proveer el material para el progreso intelectual y científico dentro de esas líneas. La teoría sobre el origen de nuestra especie, los poderes y destino por ella previsto venían de fuentes indias antiguas, y eso nos coloca en un pedestal mucho más alto de cualquiera ofrecido por otra religión o ciencia [occidental], porque da a cada quien la posibilidad de desarrollar los poderes divinos internos y llegar a ser un colaborador de la naturaleza".
"Como al final todos debemos morir, no diremos que su propósito era inútil porque si no hubiera vivido y hecho lo que realizó, la humanidad no habría tenido el impulso e ideas hacia el bien, por cuanto su misión fue proclamarlas y ofrecerlas. Hoy existen muchos devotos -quizá cientos-, hombres y mujeres inteligentes que intentan purificar sus vidas y alivianar las de otros, que dedican sus esperanzas y aspiraciones a la religión de la sabiduría -reavivada en Occidente mediante los esfuerzos de H.P.B.- y reconocen agradecidos que sus posesiones más queridas son el resultado de su vida esforzada y autosacrificada. Si a su vez ellos viven correctamente y hacen el bien, estarán realizando la doctrina que ella diaria y constantemente enseñaba y practicaba" (190).
Referencias
170. H.P. Blavatsky Collected Writings, vol. 2. p. 322.
171. Paul Russell Cutright y Michael S. Brodhead, Elliott Coues: Naturalist and Frontier Historian, Chicago, Illinois University Press, 1981.
172. H.P. Blavatsky Collected Writings, vol. 2, p. 317-23.
173. C. Jinarajadasa, (ed.), Golden Book of the Theosophical Society: A Brief History of the Society's Growth From 1875-1925, Adyar, Madrás (India), Theosophical Publishing House, 1925, p. 203.
174. H.P. Blavatsky Collected Writings, vol. 2, p. 323, 328; The Theosophical Movement 1875-1950, p. 146-48; Blavatsky, carta al juez Khendalavala, Adyar Archives; Blavatsky, Cartas de H.P. Blavatsky a A. P. Sinnett, p. 152; Jinarajadasa, Cartas de los Maestros de Sabiduría, vol. 1, p. 50.
175. The Theosophical Movement 1875-1950, p. 188-89.
176. The Theosophical Movement 1875-1950, p. 148-49.
177. Michael Gomes, The Dawning of the Theosophical Movement, p. 15.
178. Archivos de Zirkoff, Theosophical Society, Wheaton, Illinois.
179. “'Light on the Path' and Mabel Collins” y otras cartas de Coues, Religio-Philosophical Journal, Chicago, Illinois, 11 de mayo y 1 de junio de 1889; originales en los Archivos Zirkoff, Theosophical Society, Wheaton, Illinois.
180. Theosophical Society, American Section, Fourth Annual Convention Report Of Proceedings: Held at Chicago, Illinois, April 27th & 28th, 1890; H.P. Blavatsky to the American Conventions 1888-1891, Pasadena (California), Theosophical University Press, 1979; también publicado en Five Messages to the American Theosophists, Los Angeles (California), Theosophy Company.
181. Blavatsky “The 'Nine Days' Wonder Press”, Lucifer, agosto de 1889, p. 444; también en Blavatsky Collected Writings, vol. 2, p. 366-77.
182. Cutright y Brodhead, Elliot Coues: Naturalist and Frontier Historian, p. 300.
183. Michael Gomes, “Malicious From the Beginning to the End (H.P.B. to Coues)", The Canadian Theosophist, febrero de 1986, p. 128-29.
184. Cutright y Brodhead, Elliott Coues: Naturalist and Frontier Historian, p. 299.
185. “Libel Suits Against the NY Sun and Elliott Coues”, The Path, marzo de 1891, p. 390.
186. Documentos fotoestáticos en los archivos de Sylvia Cranston, Nueva York, NY. Se obtuvieron el 17 de junio de 1955 mediante el abogado Walter Carrithers del fiscal estatal y la Corte Suprema, Estado de Nueva York.
187. Walter Carrithers escribió una carta a Don Brown, editor del Sunnyside, California, Valley Journal, fechada el 7 de noviembre de 1970, sobre el encabezado de la Blavatsky Foundation en Fresno, California. Carrithers le recomendó contratar al abogado neoyorquino Joseph P. Blechman para revisar los archivos del caso en el Salón del Registro, y fue en ese momento que se descubrieron los procedimientos.
188. Blavatsky, “The 'Nine Days' Wonder Press”, p. 441.
189. “Two Theosophical Events”, The Path, noviembre de 1892, p. 249.
190. William Q. Judge, “The Esoteric She", reimpreso en Madame Blavatsky's Life and Work (W.Q.J. Pamphlet Series, n° 2), Los Angeles, California, Theosophy Company.
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