23 de febrero de 2022

Explorando los "Aforismos sobre Karma" por William Judge (9 de 19)


Continuamos analizando las implicaciones del Aforismo 13. Judge escribió: “El resultado de las afinidades sobre nuestros actos y pensamientos es enorme y amplio; salva y castiga con prontitud, porque podemos encontrarnos en la vida a una persona que tiene un efecto notable para bien o mal, debido a las similitudes engendradas en existencias anteriores" ("Letters That Have Helped Me", p. 4), y añade: “Entonces, si nos apartamos con horror de lo malo (aunque podríamos sentirnos caritativos y tristes), en la vida futura se experimentará ese miedo y lo desarrollaremos por respuesta en una encarnación y lugar físicos donde debemos pasar por lo mismo que ahora es evitado”, y se nos obligará a "tragar la píldora amarga". Si la adhesión a algo une al Alma con eso, también sucederá con antipatías o rechazos porque ellos representan apego por su opuesto. A menudo vemos personas que llevan una vida bastante buena, pero transitan por malos caminos cuando están bajo la influencia de alguien que ejerce tal resultado. Esto no es accidente, sino el producto de afinidades kármicas pasadas y mutuas creadas por los participantes. Es igualmente cierto que hay grandes cambios para mejor en la vida de un individuo luego de entrar en contacto con otro que tuvo predisposiciones benévolas sobre aquél, y de nuevo, esto se debe a similitudes pretéritas y más nobles generadas entre ambos. Así, en nuestra vida tenemos transformaciones por los propios pensamientos y actos, como también aquéllos foráneos.

La vida es un constante aprendizaje. Probablemente la principal lección es que, situándonos como estamos en una existencia de dualidad o pares de opuestos, debemos practicar ecuanimidad mental en alegría y tristeza, calor y frío, circunstancias/noticias agradables o desagradables, y también con amigos/simpatizantes o enemigos/detractores. El lector recordará el pasaje ya aludido de "La Voz del Silencio" [parte 7]: "Enseña a evitar todas las causas; dejarás que la onda del efecto siga su curso, como la gran marejada". Mientras experimentamos los incesantes vaivenes de sensaciones antagónicas en la vida, es necesario permanecer tranquilos e imperturbables, es decir, ejerciendo desapego con sabiduría y discernimiento, sin apegarse a lo bueno o placentero ni retroceder en disgusto o desagrado por lo malo y repulsivo, al tiempo que se observan y vivencian los contrarios como parte del Gran Todo y en el cual somos parte inalienable; de esta forma, cesamos de crear causas kármicas que nos habrían llevado a "esclavitud" en una vida futura. Mitigamos el Karma pasado al aceptarlo con una mente desapegada y discerniente, evitando generar nuevas instancias.

Desde hace siglos se conocen muchos casos en India donde, en presencia de un Alma elevada, alguien experimenta una rápida precipitación de su karma anterior, y Judge narra incidentes análogos en su artículo "Men Karmic Agents". Estos "mensajeros" son concentradores de fuerzas que llevan efectos buenos o malos en forma repentina a otros particulares, que de otra manera habrían operado lentamente o se "esparcirían" durante muchos días o años mediante una serie de pequeños eventos, en vez de manifestarse como un sólo acontecimiento benévolo o perjudicial.

Según Judge, existen dos clases de agentes kármicos:

a) Aquéllos que nacen con un poder de infligir maleficios como resultado de karma pasado. El así llamado "mal de ojo" es la facultad destructiva de los pensamientos. Nuestras emisiones mentales se fusionan con una unidad de energía o "elemental", que a su vez constituye una potencia incolora sin atributos, pero cuando se vincula con nuestro pensamiento adquiere cualidad o "color". Por ejemplo, la electricidad es incolora, pero si pasa a través de una barra ésta se carga y cualquiera que la toque sufrirá un shock. De igual manera, dichos elementales pueden llevar malos pensamientos a otra persona y le causan daño. Sólo cuando el individuo es puro a nivel de cuerpo, mente y habla, esas emisiones malévolas son impotentes; verbigracia, cuando mucha gente fija sus ideas de envidia en otro que se adinera de improviso, éste se ve afectado negativamente y puede perder riqueza [Nota: siguiendo este principio, sugerimos a los lectores investigar las aberrantes prácticas de magia negra entre muchos empresarios, artistas, políticos, "referentes de éxito" y narcotraficantes para perjudicar a su competidores]. Así también la mirada codiciosa sobre cualquier objeto o persona puede resultar en lesiones a éstos últimos. Los elementales precipitan la visión proterva y los males de ojo, pues la envidia es una emoción poderosa y peor que los celos, porque el sentimiento involucrado es "si yo no puedo tenerlo, entonces nadie debería". En consecuencia, la persona con "mal de ojo" se convierte en agente concentrador para una rápida manifestación del karma pasado y negativo sobre quien se convierte en su víctima.

b) Adeptos y yoguis que por su entrenamiento previo han adquirido capacidad de concentrar fuerzas kármicas. Las tradiciones hindúes hablan a menudo de personas que inesperadamente se encontraron con un yogui en el bosque y les hablan de amigos o parientes que estaban muy enfermos, y al regresar a casa los ven completamente sanos, cuya recuperación se produjo en el mismo instante que dialogaban con el santo. William Judge también narra incidentes con beatos que provocan el efecto contrario de acentuar problemas en el testigo, lo cual está bien expresado en los "Aforismos Yoga" de Patanjali: “Cuando la veracidad es completa, el Yogi se convierte en el foco del Karma resultante para todas las obras, buenas o malas” (versículo 36, Libro II). En ambos casos, un enorme Karma nocivo se disipa de una vez por todas, y el siguiente a experimentar por el individuo será mediante un equilibrio entre varios tipos de afinidades restantes y no agotadas del depósito de Karma retenido. Judge sostiene que adrede y con frecuencia las Almas liberadas toman cuerpos entre la gente común y en circunstancias pobres y desafiantes para ayudar a otros. Con su conocimiento superior, sabiduría y poder de Voluntad, mitigan gran parte del Karma familiar al experimentarlo y dan un mejor impulso a la naturaleza de los parientes y la línea hereditaria.

Los Mahatmas y Nirmanakayasno interfieren con la Ley, no actúan así y tampoco deben hacerlo, es decir, por muy merecedor de ayuda que pueda ser un individuo, no la extenderán del modo deseado si su karma no lo permite" y "pueblan sus corrientes en el espacio" con entidades poderosas sólo para el bien. Pueden contribuir a mejorar la calidad del karma colectivo humano, porque debido a Su conocimiento de cuándo, dónde y cómo obrar permiten a la especie evitar desastres, siempre y cuando sea probable que resulte en un mejor progreso para todos. Al tener experticia y control sobre las fuerzas naturales invisibles, Ellos pueden emplearlas para obstruir el rumbo equivocado de una o varias personas, o ayudar en su avance hacia la dirección correcta. Los “Hermanos Replandecientes” o "Nirmanakayas del Bien" forman por así decirlo un "muro protector" en torno a la humanidad para alejarla de males aún peores. Estos Seres maravillosos han influido en el destino de naciones a través de sus agentes humanos -y aún siguen haciéndolo- en cuanto creadores de paz y guerra como Bismarck, Washington, Lincoln y Grant.

Por ejemplo, la imprudente marcha de Napoleón hacia Moscú y su repentina y desastrosa retirada fue un punto de inflexión en la historia de Francia, pues el periodo posterior a ello marcó en el estratega francés su caída, exilio y muerte. La historia cuenta que justo cuando dudaba en ir contra los rusos se sintió animado por una "carta" que le entregó cierto "hombrecillo rojo". Este plan fue diseñado por los Nirmanakayas, quienes lo desviaron de un sendero que habría sumido al mundo en las profundidades del dolor, y así Judge asevera: "Ningún historiador actual es competente para decir lo que pudo haber concretado si hubiera permanecido en Francia". Por otro lado, el motín de 1857 en India fue un contexto crucial para la facción independentista y cuyo éxito pudo significar el fin del dominio británico, pero durante la gran revuelta que amenazaba a dicho imperio, los Nirmanakayas -que trabajan por el mejor y más alto bien humano- se aseguraron que el plan fracasara “de modo que Inglaterra al fin siguió siendo dueña, aunque muchos patriotas nativos anhelaban otro desenlace". Asimismo, Ellos sabían que si los ingleses eran expulsados otra nación occidental gobernaría India aprovechando sus conflictos internos, y tampoco hubiesen dudado en destruir los frágiles libros y registros en hoja de palma. Un Maestro de Sabiduría escribió: “Los ciclos deben seguir sus rondas; las fases de luz y oscuridad, tanto mental como moral, se suceden como el día y la noche. Las yugas mayores y menores deben realizarse de acuerdo con el orden de cosas establecido. Y nosotros, llevados por la poderosa marejada, sólo podemos modificar y dirigir algunas de sus corrientes más pequeñas".

Además, se sabe que con frecuencia los Grandes Seres piden que el "fardo" de toda la humanidad caiga sobre ellos, y es factible que absorban parte del Karma colectivo porque se identifican completamente con nuestra especie. Al respecto, Bahman P. Wadia declaró: “Helena Blavatsky consintió en tomar sobre sí el Karma ajeno cuando se le pidió (...) Todos aprendemos a convertirnos en Seres Universales, mientras albergamos la aspiración de servir sin distinciones a la Humanidad (...) Cada chela acreditado obtiene su parte cuando aprende a atribuirse el karma de otros; por así decirlo, los estudiantes teosóficos dan un salto ventajoso del karma personal al universal asimilando su carga de familia, comunidad, nación y raza".

La importancia vital sobre difundir y explicar los rasgos de la Ley Kármica -como en esta serie de aforismos- se aprecia en el hecho de que sólo en ella se encuentra una base racional y científica para pensamientos y acciones correctos, con miras a construir nuestro carácter, tomar el control del propio destino y guiarlo hacia un fin superior hacia la emancipación no tanto de uno mismo, sino respecto al Karma distributivo a nivel de pueblos y la humanidad.

("The Theosophical Movement", febrero 2020).