“¡En la actualidad los brahmanes son tan ignorantes de las ciencias ocultas como los budistas de Ceilán! (…) En India, entre los 150 millones de brahmines y de todos los grados, no encontraríamos más de 150 iniciados incluyendo a Yoguis y Paramahamsas (…) sus templos se han transformado en cementerios donde yacen los cadáveres de sus símbolos antaño hermosos, y donde reinan la superstición y explotación supremas. Si fuera diferente, ¿por qué habrían ido a India los teósofos estadounidenses? ¿Por qué miles de brahmanes entraron a la Sociedad Teosófica deseosos por pertenecer a un centro donde podrían encontrar de vez en cuando un verdadero Mahatma de carne y hueso del otro lado de la 'gran montaña'? (...) ¿Qué tenemos que ver los teósofos con el brahmanismo, excepto para combatir sus abusos desde que la Sociedad Teosófica se estableció en India hace nueve años? (…) Es la pérdida de las claves simbólicas y las leyes de Manu lo que ha producido todos los errores y abusos infiltrados en el brahmanismo (…) ¿Qué tenemos en común con el brahmanismo ortodoxo? (…) debería quedar claro al fin que los teósofos combaten el brahmanismo de las pagodas como también lo hacen contra cualquier superstición, abuso e injusticia".
“Los brahmanes (…) aquéllos que al menos se han mantenido ultra-ortodoxos y luchan contra todas las reformas benévolas, nos persiguen y odian tanto como hacen los clérigos y misioneros cristianos. Rompemos sus ídolos; se esfuerzan por destruir nuestra reputación (…) La hermandad teosófica en toda India es la única que ve al arrogante inglés sentado en la misma mesa con brahmanes igualmente petulantes, siendo suavizados y humanizados por el ejemplo y las lecciones de los teósofos que sirven a los Maestros de Sabiduría Antigua, los descendientes de esos Rishis y Mahatmas que el brahmanismo siempre ha venerado, aunque ya dejó de entenderlos (…) no es el 'sacerdocio de India' el que intenta traer a Occidente a la antigua sabiduría, sino más bien unos pocos occidentales de Europa-América, quienes guiados por su Karma a la alegría de conocer a ciertos Adeptos de la hermandad himaláyica secreta y bajo la inspiración de estos Maestros, intentan dirigir el sacerdocio de India de vuelta al esoterismo primitivo y divino".
Las declaraciones anteriores son extractos de su importante artículo titulado "Misconceptions" que se publica en el libro "Theosophy: Some Rare Perspectives" por Theosophy Company, la rama de impresión y publicación en la Logia Unida de Teósofos.
Las críticas teosóficas hacia los brahmanes ciertamente no están dirigidas contra toda esa casta, ya que no todos los miembros de ese estrato son sacerdotes, líderes religiosos o incluso creyentes en ningún tipo de enseñanza espiritual, y de esta forma Blavatsky se refiere aquí a las autoridades y los principales defensores de la ortodoxia brahmínica.
Una visita a casi cualquier templo hindú mostrará que los asertos señalados son tan válidos y verdaderos hoy como lo fueron para entonces. Los sacerdotes continúan manteniendo a la gente en superstición, ritualismo, idolatría e ignorancia, y continúan engordando (¡y literalmente en muchos casos!) con las donaciones monetarias recibidas mediante la explotación de masas desprevenidas, mientras que al mismo tiempo perseveran en su silencio absoluto con respecto a cualquier conocimiento esotérico que puedan poseer, creyendo con orgullo que la Verdad está reservada exclusivamente para ellos.
El fascinante y entretenido cuaderno de viaje por India de H.P.B. titulado "From The Caves and Jungles of Hindostan" proporciona algunas ideas y perspectivas interesantes sobre los brahmanes, además de muchos otros asuntos.
Casualmente, muchos teósofos son escépticos en cuanto a las motivaciones, los objetivos y las personalidades reales de muchos gurúes, swamis y yoguis indios que vienen a Occidente o acumulan una gran cantidad de seguidores devotos en esta parte del mundo. La creciente cantidad de denuncias por fraude, abuso y lavado de cerebro -características de los cultos- por parte de muchos de los más prominentes entre estos individuos sólo sirve para sugerir que muchos de estos "Dioses" (y “Diosas”) no son tan "iluminados" como afirman ser.
Para cuando Swami Vivekananda adquiría cada vez más popularidad en Estados Unidos, el propio William Quan Judge -quien en cartas privadas describió a dicho personaje como “astuto” y “malicioso”- declaró que "aquellos hindúes que vienen aquí no son instructores y llegaron con algún propósito personal sin enseñar más ni mejor de lo que se encuentra en nuestra propia literatura teosófica; su yoga no es más que la mitad o un cuarto del verdadero, porque si lo supieran no lo inculcarían a un occidental bárbaro. Lo poco que enseñan de yoga puede leerse en general en nuestros libros y traducciones” (“Forum Answers”, serie mayo de 1895-febrero de 1896).
La oposición brahmínica a la Teosofía y al trabajo y enseñanzas de Helena Blavatsky realmente comenzó de forma abierta a fines de los años 1880 con T. Subba Row, a pesar de que éste había sido su amigo y también discípulo del Mahatma. M., maestro y gurú de aquélla. Subba Row se opuso a que tantas verdades esotéricas y tal grado de conocimiento que antes era secreto ahora se otorgara a los occidentales. El proceso alcanzó su punto máximo pocos años despúes a la muerte de Blavatsky (1891) por parte de G.N. Chakravarti, un brahmín ortodoxo que obtuvo control e influencia psicológica y psíquica sobre Annie Besant, lo que resultó en un desastre para la Sociedad Teosófica y causó la primera división en 1895.
Chakravarti hizo todo lo posible para desviar la atención a las enseñanzas de H.P.B. y así asegurar que tanto la Doctrina como su persona fueran distorsionadas, depreciadas, diluidas, criticadas y menospreciadas por los teósofos de manera constante. En este plan encontró cómplices entusiastas, representados por individuos tan desviados como Besant, G.R.S. Mead y el coronel Olcott. Se ha escrito más sobre este tema en artículos como “La deslealtad de Olcott hacia Blavatsky", “William Q. Judge sobre la 'nueva era' del ocultismo occidental" y “La última Carta Mahatma”.
William Judge se opuso a los esfuerzos de Chakravarti y apoyó y promovió férreamente a H.P.B. y su obra, por lo que a su vez fue perseguido en una conspiración implacable por Besant, Olcott y otros en un intento por silenciarlo y hacer que fuera expulsado de la Sociedad. El libro recientemente publicado "The Judge Case: A Conspiracy which Ruined the Theosophical Cause" muestra que Chakravarti fue el principal instigador de toda esta farsa tras bambalinas, como bien sabía Judge. También éste se hallaba al tanto de que dicho brahmán actuaba bajo las órdenes e inspiración de sus superiores clandestinos.
Inclusive, Blavatsky escribió una vez que los brahmanes son los jesuitas de India, no en términos de sus creencias religiosas, sino con relación a sus actividades, métodos y determinación siniestros de retener e incrementar su poder y control en tantos niveles como sea posible. Del mismo modo que el brahmanismo ortodoxo se opuso con vehemencia a Buda y al budismo, logrando alejarlos de India sólo unos pocos siglos posteriores a la muerte de Gautama, también se opuso a Blavatsky, sus enseñanzas y a la Hermandad Transhimaláyica de Adeptos tras ella y que es inequívocamente una Logia de budismo esotérico y real (ver "La Carta del Maha Chohan", “¿Qué es un Chohan?”, “El gran Tsong Kha-pa", “Alaya, el Alma Universal" y “El 'yo' y el 'no-yo' en budismo y Teosofía").
Nótense bien estas palabras del Maestro M., escritas en la década de 1880 para los miembros hindúes de la rama Prayag en la Sociedad Teosófica de India, y de la cual Chakravarti era integrante:
“Durante siglos jamás nos hemos correspondido con nadie, ni pretendemos hacerlo. ¿Qué han hecho Benemadhab o cualquier otro de los muchos reclamantes para tener tal derecho? Absolutamente nada. Se unen a la Sociedad y aunque permanecen tan tercos como siempre en sus antiguas creencias y supersticiones, y como nunca han abandonado su casta o alguna de sus costumbres, en su exclusividad egoísta esperan vernos, dialogar con nosotros y contar con nuestra ayuda en todo (…) a menos que un hombre esté preparado para convertirse en un teósofo completo -es decir, hacer lo mismo que D. Mavalankar cuando renunció por completo a su casta, a sus antiguas supersticiones y mostrarse como un verdadero reformador (especialmente en el caso del matrimonio infantil)- seguirá siendo simplemente un miembro de la Sociedad sin ninguna esperanza de siquiera escuchar sobre nosotros.
Actuando en esto directamente de acuerdo con nuestras órdenes, la Sociedad no obliga a nadie a convertirse en teósofo de la II Sección, dejándoselo así a su propio criterio. Es inútil para un miembro argumentar 'soy de vida pura, abstemio y me abstengo de la carne y el vicio; todas mis aspiraciones son para bien, etc.', y que al mismo tiempo construye con sus actos una barrera infranqueable en el camino entre él y nosotros. ¿Qué tenemos que ver, discípulos de los verdaderos Arhats, del budismo esotérico y de Sang-gyas [nombre tibetano para Buda], con los Shasters y el brahmanismo ortodoxo? Hay fakires, sannyasis y saddhus por centenares de miles que llevan las vidas más puras, y sin embargo están en el camino del error, sin jamás haber tenido la oportunidad de conocernos o incluso escuchar de nosotros. Sus ancestros han alejado de India a los seguidores de la única filosofía verdadera sobre la Tierra, y ahora no les corresponde a estos últimos recurrir a aquéllos, sino de venir a nosotros si nos quieren. ¿Cuál de ellos está preparado para convertirse en budista o Nastika como nos llaman? Ninguno. Aquéllos que nos han creído y seguido han tenido su recompensa. Sinnett y Hume son excepciones: sus creencias no son una barrera para nosotros porque no tienen ninguna. Es posible que hayan tenido influencias a su alrededor, malas emanaciones magnéticas como resultado de la bebida, la sociedad y asociaciones físicas promiscuas (resultantes incluso de dar la mano a individuos impuros), pero todos estos son impedimentos físicos y materiales que con un poco de esfuerzo podríamos contrarrestar e incluso disipar sin mucho detrimento hacia nosotros. No es así con el magnetismo y los resultados invisibles que proceden de creencias erróneas y sinceras. La fe en los dioses, en Dios y otras supersticiones atrae a millones de influencias extrañas, entidades vivientes y agentes poderosos a su alrededor, con los cuales tendríamos que emplear más que un ejercicio ordinario del poder para ahuyentarlos. Nosotros no elegimos hacerlo”.
Después de que H.P.B. desapareció de escena, Chakravarti denunció que la carta era una falsificación perpetrada por ella y logró que Besant, Olcott, A.P. Sinnett y otros estuvieran de acuerdo con él y declararan lo mismo, pues aquél no podía aceptar que los Maestros más estrechamente vinculados con el Movimiento no fueran hindúes o al menos partidarios del hinduismo, al igual que muchos de los seguidores actuales de Besant, Leadbeater, Hodson y Bailey se niegan a aceptar que esos Maestros no respaldan el cristianismo.
Pero los hechos son ineludibles y esta carta en particular se halla en armonía y consonancia con todas las otras misivas de los Maestros y todo lo que se sabe acerca de la Hermandad Transhimaláyica a partir de las fuentes más auténticas. Como señaló William Judge al defender la carta, si los Maestros alguna vez permitieron que H.P.B. enviara una carta engañosa de forma fraudulenta o incluso ligeramente inexacta bajo SUS NOMBRES y sin hacer nada para detenerla o corregirla, entonces ni esos Maestros ni Blavatsky -de quien sólo hablaron como su "Agente Directo"- merecen confianza ni tampoco veneración con respecto a cualquier tema.
Las advertencias de Judge a Besant de que Chakravarti -a quien ella había aceptado como su "guía espiritual"- era en realidad un mago negro y del "lado oscuro" fueron rechazadas y desatendidas hasta aproximadamente una década tras el fallecimiento prematuro de William, cuando Besant finalmente llegó a la misma conclusión denunciando a Chakravarti y terminó separándose de él.
Pero para entonces el daño ya estaba hecho. Besant lo reemplazó por el infame C.W. Leadbeater, ¡y con lo cual parecía que los jesuitas reales procedieron a tomar el control!
Para una explicación sobre dicho antecedente invitamos a leer “La conspiración jesuita y la Iglesia Católica Romana", junto con la sección titulada "El Movimiento Teosófico después de H.P. Blavatsky” en “Una descripción de la Teosofía” (parte 4).
Siempre ha existido oposición a la Verdad, tanto encubierta como manifiesta, y los observadores perspicaces pueden notarlo entre ciertos teósofos, incluso en la actualidad. Los mayores enemigos de la Teosofía siempre han estado dentro del Movimiento en sí mismo, porque es allí donde pueden trabajar de manera más efectiva e insidiosa sin que se sospechen sus verdaderos objetivos y motivaciones, excepto por muy pocos. Triste y verdaderamente la mayor parte de esto ocurre dentro de la Sociedad Teosófica Adyar que durante más de un siglo ha representado más un colectivo pseudo/antiteosófico.
Algunos teósofos piensan y opinan que las mismas fuerzas e influencias brahmínicas y jesuíticas de antaño siguen actuando sutilmente para mantener la Teosofía Original tan suprimida, oscurecida y tergiversada como sea posible, y que seguirán así por bastante tiempo.
Es posible que algunos lectores consideren algunas de estas afirmaciones como "extremistas" o "improbables", y por esto sugerimos una lectura cuidadosa de todos los artículos vinculados anteriormente para que se pueda entender más claramente por qué sostenemos esta observación.
Las siguientes palabras finales son de Robert Crosbie, fundador de la Logia Unida de Teósofos:
“Todas las variadas crisis en la antigua Sociedad Teosófica y todos los ataques contra H.P.B. y W.Q.J. mostraron una virulencia que no podría haber surgido de una simple opinión o interés personal. Una y otra vez se dieron advertencias, pero pocos las han escuchado; o si se les prestó atención, los hechos declarados se utilizaron contra cualquier opositor sin asegurarse de que aquéllos que los empleaban estuvieran en lo cierto.
La deslealtad de Besant al Camino mostrado y contra H.P.B. y W.Q.J. se debió a tales esfuerzos del lado oscuro. En su último mensaje a los estudiantes, H.P.B. dijo: 'El peligro nunca es mayor cuando la ambición y el deseo de liderar se visten con las plumas de pavo real del altruismo'. Ella lo sabía y en ese último Mensaje hay muchos vaticinios, algunos de los cuales ya se han cumplido. Declaró que los brahmanes son los jesuitas de India, y así Besant cayó bajo la influencia brahmínica y sus agentes cuyo influjo se puede ver con claridad en su evolución y en todos los desarrollos de su sociedad. Los Oscuros no podían destruir ni pervertir todos los esfuerzos de la Logia Blanca, pero pudieron minimizarlos y corromperlos. Al considerar todo esto se puede encontrar la explicación de muchos aspectos que de otra manera podrían ser un enigma. Todos aquéllos que no sigan las líneas marcadas por los Mensajeros [H.P. Blavatsky y William Q. Judge] inevitablemente serán engañados. Sin embargo, el camino está claro; la pena es que las personas sinceras y devotas no prestarán atención a las advertencias dadas y no estudiarán, pensarán ni aplicarán lo que se registró para su orientación” (“The Friendly Philosopher”, p. 35-36).
"Estaba echando un vistazo al artículo de la revista que usted mencionó. Es interesante e instructivo en algunos pasajes, inteligente y abundantemente intercalado con diagramas. Da la impresión de una gran familiaridad con el tema, pero habla aquí y allá del Logos sobre Su cuidado con Sus Hijos. ¡Demasiado del Dios personal bajo otro nombre, por lo que deja a 'Sus' hijos pobres, ignorantes y pecadores sin saber más sobre su naturaleza divina! El artículo me hizo pensar en la forma que los jesuitas desviaron a la masonería. Entraron en ella, obtuvieron sus secretos, inventaron 'grados superiores' para llamar la atención de lo que estaba oculto en los originales y gradualmente la hicieron inocua e incapaz de llevar al conocimiento que temían. Mucho está ocurriendo y ha continuado en (…) la sociedad que tiene la apariencia de conducir a un desuso inofensivo. Este es el modo en que operan las fuerzas brahmán-jesuitas y el pensador común no puede ni percibirlo ni acreditarlo si se le advierte. No se cree que existan fuerzas oscuras y sus agentes en el mundo y que luchan dentro de lo que destruirían vistiéndose con 'piel de oveja' con tal de pasar inadvertidos. Pero es demasiado cierto. Todo fracaso para establecer la Sabiduría-Religión se debe a la labor de los oscuros entre las inocentes y estúpidas 'ovejas' a las que se apela y desvía mediante su debilidad. No existe una panacea para la estupidez y la ignorancia como el autoconocimiento y la discriminación; cualquier cosa que se aleje de ellos conduce a la desolación. Ojalá hubiese alguna forma de que puedan abrirse más ojos a una consideración sabia y apropiada de todas las cosas. Sin embargo, si uno debe señalar públicamente estos detalles, el epíteto 'antiteosófico' sería la carga menos obligada en su puerta. Todo lo que podemos hacer es acentuar la diferencia entre las Doctrinas del Ojo y el Corazón con una completa ejemplificación (…) se habla de ellos con delicadeza, pero en palabras de Kipling, '¿qué entienden?' Aquéllos en esa sociedad que tienen el 'deseo del corazón' pueden encontrar esa doctrina, pero mucha gente no la conoce y se la mantiene alejada de su consideración por todos los medios" (p. 161-162).